Rompiéndole el culo a Mili (38)

Ultima repasada

Tras ese agitado encuentro de “estudio”, según Mili ya no seguíamos juntos, pero según mi intuición estábamos más cerca de volver… tras 2 meses de agonía, al menos ahora la había poseído 2 veces. Si bien no había reconciliación o perdón a la vista, al menos el estado de las cosas era mucho mejor que entre estos 2 meses de silencio y alejamiento.

Transcurrió la semana da exámenes y todo nos fue bien, un par de veces Mili me pidió que me quede en la facultad y la ayude a estudiar, como mis exámenes eran en la maña y los suyos en la noche, teníamos tiempo intermedio para repasar.

Viendo que éramos comidilla de los chumes de la facu nuevamente y, que Mili no me quería en su casa dado las últimas veces que estuvimos ahí terminamos cogiendo. Aparte que su mama ya estaba ahí al cuidado de su padre… nooo… ni imaginar estudiar bajo la mirada de su viejo.

Tampoco Mili quería ir a mi casa, por la tentación, recordando ahí siempre su ano terminaba pagando tributo de estadía. Así que optamos por estudiar en la biblioteca de otra facultad, alejada de la nuestra, donde no nos conocieran y estudiáramos tranquilos.

Aunque igual Mili atraía las miradas y yo no podía decir nada. Había notado que el tiempo que estuvimos alejados Mili se comenzó a vestir un poco más recatada, como sin ganas de atraer a los hombres. Estos días que pasamos juntos nuevamente se vestía más coqueta, como para volverme loco con sus vestidos y ropa ceñida… era como decir: Mira, pero no toques…

Esta vez había venido con una mini falda roja y una blusa blanca. Diablos… el rojo de su falda me hacía sentir como un toro dispuesto a embestirla… pero por detrás. Solo lo blanco de su blusa, me calmaba, aunque era un poco translucida y podía notar su blanco brasier también… pero cuando se inclinaba… ufff… podía ver sus redondos melones…

Como ven, me traía loco… pero Mili me había mantenido a raya esa semana en la facu. Hasta que el ultimo día paso algo curioso… lo normal era que Mili atraiga las miradas a nuestro alrededor, pero de pronto, una chica empezó a mirarme fijamente, distrayéndonos a Mili y a mí por unos instantes…

-          ¿La conoces? ¿es tu ex o algo?... me pregunto curiosa.

-          Mmm… no que yo recuerde… pero quizás es lesbi y te está mirando a ti… dije disimulando y reímos. Mientras en mi mente repasaba de donde podía conocer a esa chica.

Al poco rato otra chica se acercó a la mesa de la primera chica que me miraba y ambas me miraron un rato y empezaron a murmurar entre ellas.

-          Esto es raro… ¿no habrás hecho un dúo el tiempo que estuvimos separados?... bromeo Mili al notar que me miraban.

-          Nooo… quizás se preguntarán ¿qué hace una chica tan guapa como tú con alguien como yo?… agregue inflándole el ego a Mili que sonreía incrédula por ese halago. Mientras internamente intentaba recordar quienes podrían ser esas chicas.

Hasta que llego una tercera chica, que me miró fijamente, me saludo con un beso en la mejilla… me tomo de la mano cariñosamente y me miro con ternura:

-          ¡Hola!... ¿cómo has estado?… dijo en tono entre jovial y coqueta, mientras yo la miraba con cara de intrigado ¿y tú quién eres?

A los segundos esta chica se comenzó a avergonzar y reírse histéricamente, mientras las otras dos que estaban en la mesa del frente también lo hicieron.

-          Lo siento… discúlpame… me dijo soltando mi mano sonrojada.

-          Si se parece… bastante… dijo la primera chica.

-          Casi me confundo yo también… agrego la segunda.

En esa confusión Mili me miraba con cara de sorprendida y diría por momentos celosa.

-          Creo que fue suficiente… así no podremos estudiar… dijo Mili seria.

-          Cierto… bueno, gracias chicas… les dije despidiéndome de las tres que aun reían, aunque ahora nerviosamente viendo que me habían causado un lio con mi acompañante.

Mientras sacaba mis cosas y seguía a Mili, que salió más rápido, internamente pensaba mi ego con cierta alegría, si las cosas no funcionan con Mili, tengo que volver a esta facu, parece que soy famoso… al menos tenía un plan B, pero mi plan A (Mili) estaba afuera mezcla de furia y celos.

-          ¿Quiénes son esas tipas?... me recrimino.

-          Ni idea… no las conozco… dije haciéndome el desentendido.

-          Pues no parece… repuso irónicamente Mili.

-          Ya las oíste… se confundieron… dije a la defensiva.

-          Seguro que no viniste aquí buscando chicas cuando rompimos… insistió ella.

-          Oye… ¿que tienes?… ¿estas celosa?... repuse volviendo a la ofensiva.

-          No… no… para nada… dijo disimulando su ira.

Luego caminamos en dirección a la facu en un incómodo silencio mientras anochecía…

-          Bueno, parece que tienes un clon o un gemelo en esa facultad… me dijo, luego agrego en tono revanchista: quizás lo busque, si tú eres el gemelo malvado tal vez él sea el bueno y fiel…

-          Jaaa… y dale con eso… sigues celosa… déjalo ya… dije mientras caminábamos por los desolados pasillos de un edificio administrativo.

-          Ayyy… es que me hacen recordar eso… lo que hiciste con esa loca de Vane… y me da… ayyy…. una rabia… decía apretando los puños.

En un momento, se detuvo en pleno pasillo, como acumulando su ira… al notar que no había nadie más y que me quede a su lado esperándola. Me soltó un puñete en el hombro… en realidad no dolió, fue medio en serio, medio en juego… pero sentía que se venía otra andanada de golpes… era como su catarsis de todo lo que se estaba reprimiendo…

-          Oye… ya… tranquila… le decía.

-          ¿Cómo pudiste malograrlo?... estábamos tan bien… y te metiste con ella… con esa regalona… como te odiooo…. replico Mili furiosa, recordando todo.

Y nuevamente, a manera juego comenzaron los palmazos. Por momentos quería reírme de su rabieta, aunque sabía que la enfurecería más… pero vamos, Mili parecía una ardilla peleando con un árbol. Solo me quedo hacerme a un lado, me ubique frente una puerta y la tome de los brazos.

-          Ok… ya paso… dije calmándola.

-          Si tienes razón… dijo respirando aliviada… No, aun no… repuso ella y me empujo.

La puerta detrás de mí, que parecía cerrada, apenas estaba juntada cedió con mi peso. En realidad, aunado al empujón de Mili, trastabille porque el piso había un pequeño charco de agua.

Lo cierto es que termine cayendo dentro de una pequeña y apenas iluminada habitación, que parecía un almacén de limpieza, ahora entendía porque estaba mojado el piso, había un balde con agua y trapeador, un estante de productos de limpieza y una pequeña mesa.

Mis flacas posaderas detuvieron la caída con el piso, ahí si envidie a Mili que con tremendo trasero seguro ni sentía la caída o rebotaba, pero yo si sufrí el golpe y termine recostándome contra el piso… mientras Mili me miraba asustada, tapándose la boca.

-          Lo siento, lo siento… repetía una y otra vez.

-          Au caraj… llegue a quejarme.

-          Pobrecito… ¿estás bien?... dijo mientras me ayudaba a parar.

Me hizo apoyar sobre la mesa, que no fue buena idea porque mi trasero estaba adolorido… pero me sentía mareado por lo rápido que me pare, además que la habitación estaba oscura, apenas divisaba a Mili entre las estrellitas que bailaban en mi cabeza.

-          Se me paso la mano… sorry… me dijo apenada tomándome el rostro para que la vea.

Al menos eso funciono, mis ojos de a pocos fueron enfocando su preocupado rostro. Me miro arrepentida con ternura…

-          Lo siento, lo siento… volvió a repetir mientras me besaba las mejillas para calmarme.

Sus labios contra mi piel, volvió a marearme de manera diferente, con cada beso, sus labios se acercaban a los míos… casi rosándolos. Mis manos instintivamente se fueron a su cintura, para apoyarme y reconocerla más en esa tenue luz.

-          Mili… aun te amo… le dije en un acceso de cordura y sinceridad.

-          Sabes que esto no se puede… ya no funciona… me dijo con tristeza.

Me iba a dar otra lista de argumentos, y quizás lo hizo, solo que ya no la escuchaba, veía sus carnosos y rosados labios moverse, pero no la oía… solo veía su proximidad a la mía, que no me huía, que seguían mis manos en su cintura y que ella tenía sus manos en mi rostro.

Solo me quedo salvar los pocos centímetros que había entre nosotros… la bese y no se opuso, fue un tierno beso, mis labios repasando los suyos, moviendo la cabeza de lado a lado, apenas respirando, con algunos leves jadeos.

Sus manos pasaron de mis mejillas a mi cuello, mis brazos terminaron de abrazar su cintura con fuerza, atrayéndola a mí. Los besos eran cada vez más apasionados, comenzaron a entrar en escena nuestras lenguas y los jadeos se hacían cada vez más frecuentes. Nos comíamos a besos mientras nos apretujábamos con fuerza.

Recostado contra la mesa, estábamos casi a la misma altura, mis brazos largos dejaban que mis manos tuvieran a su alcance sus muslos. Instintivamente mis manos pasaron por el extremo inferior de su falda, y fueron acariciando sus piernas y subiendo de a pocos hasta apretar sus nalgas por debajo de aquella tela.

-          Uhmmmm… Dany nooo… tengo examen…  dijo reaccionando.

Era cierto, quedaba menos de una hora para su examen, aun estábamos lejos de la facultad. Si bien era un lugar público, por el horario ya casi no había gente… además estábamos en un pequeño cuarto… pero la puerta estaba abierta.

-          Cierto… dije, suspirando y cediendo al pedido de Mili, tratando de ser un buen amigo.

Mili se alejó un poco de mí y se acercó a la puerta lentamente, la seguí, por momentos tuve el impulso de tomarla de la mano y jalarla de nuevo hacia mi… pero no fue necesario…

Cuando Mili estuvo frente a la puerta, se detuvo como pensando, luego, simplemente la empujo para cerrarla… volteo repentinamente y me miro con una mezclar de cariño y ansiedad, acto seguido se acercó rápido y me empujo contra la pared…

-          Que sea rápido… atino a murmurar mientras me llenaba de besos nuevamente.

Prácticamente me estampo contra la pared, y no me dejaba respirar, apenas yo pude reaccionar, tímidamente mis manos volvieron a su cintura… sin embargo ella quería apurar las cosas y volver a lo de antes… tomo mis manos y las puso en sus abultadas posaderas por debajo de su falda.

No tuvo que insistirme mucho… comencé a estrujar sus gordas nalgas, mientras ella resoplaba de placer. Alejo sus manos de mi cuello y hurgo en mi pantalón hasta encontrar mi dura verga, la libero como pudo, bajándome el pantalón a la mala.

A su vez, yo le subía la falda hasta la cintura, dejando desnudo su imponente trasero que yo iba masajeando. En esa posición no iba pasar nada, así que tome sus nalgas como si fueran agarraderas y la levante, colocándola sobre la estrecha mesa.

-          Ohhhh…. Si… que fuerte que eres…  ohhh… jadeaba Mili complacida.

Solo quedo hacer a un lado su pequeña ropa interior, y la penetre por su húmedo agujero, su bien lubricada vagina. Mili me hundió las uñas en la espalda embebida de placer, mientras habría más las piernas para dejarme actuar.

-          Uhmmm… si… si… mi amor asiii… uhmmm… me decía excitada.

Que después de tanto tiempo, me volviera a llamar amor, me excitaba más aun… considerando que ya le había declarado que aun la amaba… parece que eso la hizo soltarse más.

La empecé a bombear armónicamente y con mayor fuerza cada vez, mi verga se deslizaba en su húmeda vagina haciéndola retorcerse de placer, mientras mis brazos contenían sus piernas, con mis manos contra la mesa que comenzaba a retumbar…

-          Ohhh… nooo… ayyy… nooo…. Uhmmm…. exclamo arañando nuevamente mi espalda.

Mi se contrajo abruptamente mientras parecía ahogarse con la boca abierta. Unos pocos minutos de fricción en su ansioso pubis, la hizo reventar en un violento orgasmo del cual quiso escapar o al menos retardar, pero no pudo.

Luego se relajó y me abrazo con fuerza, mientras mi verga seguía incrustada en ella. Mili respiraba rápidamente y se fue calmando, parecía disfrutar de ese orgasmo vaginal después de tiempo… hacia parecer que las otras cogidas en su casa fueron puro arranque de placer y que esto era algo más… que de una manera loca estábamos volviendo a hacer el amor.

Tras unos instantes volvió a besarme con ternura, como agradecimiento, mientras yo seguía acariciando sus piernas y mi verga seguía erguida a la espera de otra oportunidad… quizás ya no habría tiempo para satisfacerme… pero creo que Mili intuyo mis pensamientos…

-          ¿Aún me amas?... dijo enamorada.

-          Nunca deje de amarte… repuse y la bese.

-          Entonces… si aún me amas… ponlo aquí… dijo coquetamente.

No tuvo que hacer mucha referencia, sabía que quería decir, pero igual la deje actuar… deje que agarre mi verga y, mientras se recostaba más y empinaba el trasero, la apuntara a su aun no satisfecho ano… Mili quería salir de esa habitación con sus dos agujeros satisfechos… y quien era yo para negarme…

La ayude a ubicarse mejor sobre esa mesa mientras su espalda se apoyaba en los estantes. Acto seguido hice realidad sus deseos, le incruste mi verga en las entrañas… ella no resistió el placer de esa nueva irrupción en su goloso ano y me jalo de la camisa hasta que nuestros labios se fundieron en un jugoso beso.

-          Uhmmm… que deliciaaa… como me rompes el culooo… gemía satisfecha.

Estaba bien que fuera un edificio casi vacío, pero no era para hacer un escándalo, pensé mientras le tapaba la boca. Me acomode mejor y le clave mi verga hasta la raíz, lo que hizo que sus pupilas salieran de sus orbitas, vi en sus ojos entrecerrados solo el color blanco… lo estaba disfrutando.

La seguía estampando contra el mueble, la mesa retumbaba, los estantes se remecían y nos llovían trapos y utensilios de limpieza, pero no nos importaba.

-          No pares por favorrr… sigue… sigue… uhmmm… me pedía Mili a pesar que el mundo se nos caía encima.

Veia a través de su translucida blusa el ir y venir de sus senos, logre con esfuerzo abrir la blusa, subirle el brasier y engullir sus pezones mientras Mili se hinchaba de placer…

-          Nooo… otra vez… nooo…. Ouuu…. Uhmmm… exclamo satisfecha retorciéndose.

Se vino en un orgasmo tan rico, su cuerpo se contraía tan deliciosamente que me hizo envolverme en ese placer… mi verga comenzó a contraerse…

-          Ufff… se me viene también… exclame…

-          No, no… en mi ropa no… dijo alejándome.

Retrocedí un poco buscando un balde o envase donde esparcir el semen que apenas podía contener, ahorcando mi verga…

-          Ven hazlo acá… me dijo arrodillándose y abriendo la boca.

Embobado no atine a rehusarme, solo deje que me jalara la verga su boca, que por un momento se sintió tímida y no escupió nada. Viendo mi sufrimiento por haberme aguantado de vaciar mis líquidos en su ano, Mili hacendosa procedió a incentivar mis tuberías… para librarlas de su presión.

-          No te preocupes… ya va salir… me animo mientras comenzaba a pajearme.

Dándose cuenta que el masaje con su mano no hacía efecto, incluyo su boca en la operación, sus húmedos labios hicieron que me relajara… no tardó mucho en hacer efecto.

-          Ayyy… ufff…. Siii... al finnn… exclame satisfecho

Ahora si mi verga expulso todo su arsenal, comencé casi a temblar de alivio… mientras Mili se engullía todo de buena gana. Sentía su garganta contraerse, para tragarse todo y dejarla respirar… por momentos me quería alejar… pero ella no me dejaba, me mantenía unido a su boca, tomándome por la cintura.

Seguro temía que la manchara, no quería llegar a su examen con gotas de semen en su cabello o rostro, similar a la película de Loco por Mary… donde el semen colgaba del oído de Ben Stiller y termino como gel de cabello de Cameron Diaz.

Menos aun con rastros de semen en su inmaculada y blanca blusa o en su falda… seria para que nuevamente de que hablar en la facu… ante esos escenarios y llevada por el placer, Mili opto por tragarse todo el semen y no dejar huella.

Una vez que no hubo gota de leche que extraer… Mili se alejó, permitiéndose respirar pausadamente, con los ojos cerrados y el rostro hacia arriba, como para que no regrese nada… se pasó la lengua por los melosos labios y suspiro…

Abrió los ojos como si nada hubiera pasado… me miro con ternura y algo de vergüenza, sonrojándose un poco… luego regreso en sí y me miro asustada…

-          ¿Qué hora es?... ¡mi examen!… exclamo.

-          Mierd… hay que apurarnos… dije arreglándome

Mili se puso de pie y comenzó a acicalarse, bajarse la falda para ponerla en su sitio hasta entallar a la fuerza su abultado trasero, colocar sus redondos senos en su sostén y abotonar su blusa. Se pasó los dedos por los labios para ver si había algún rastro meloso de semen… por si acaso se chupo el dedo para que tampoco quede rastro.

Esa acción erótica, que Mili lo hizo por practicidad, me hizo botar otra gota de semen en mi ropa interior, pero bueno ya no había tiempo. Lo último fue que Mili me pidió revisar si no había ninguna mancha en su ropa, se dio una vuelta lentamente mientras yo la comía con la vista y ella sonreía coquetamente sabiendo el efecto que causaba en mí y que se abultaba en mi pantalón.

-          Ya… se hace tarde… vámonos… dijo jalando la puerta.

Salimos rápido, pero a los pocos metros… oímos una voz detrás nuestro:

-          ¿Ustedes que hacían adentro?... muchachos de mierd… gritaron.

Al voltear me di cuenta que era un viejo conserje, canoso y regordete en overol, que estaba retornando sus utensilios de limpieza al almacén. Mili aterrada, solo atino a salir corriendo… mientras yo solamente llegue a hacer un gesto al señor como disculpándome.

Para mi sorpresa, el viejo conserje al ver mejor a Mili y sus abultadas formas en su entallada ropa, se quedó boquiabierto… luego solo atino a hacerme un gesto de felicitación y me dejo ir con su dedo pulgar arriba a manera de like.

Me dirigí a la salida del edificio sonriendo… al parecer mi suerte estaba cambiando, más que nada debido a eventos ajenos a mí... que, de no haber sucedido, habrían hecho que Mili ni se atreviera siquiera a hablarme.

La lamentable enfermedad de la madre de Mili, la cercanía de los exámenes para los cuales ella no estaba preparada por estar preocupada por su madre, incluso ahora la confusión con esas chicas que activaron sus celos… todo ello había confluido para que ahora Mili haya menguado su resistencia hacia mí, cediendo a mi amistad… éramos tipo amigos con derechos y pintaba para más…

Pensando esto, alcance a Mili afuera del edificio y caminamos rápido a la facu… aunque en un tibio silencio, me imagino por sus remordimientos por lo sucedido, como ya había pasado las dos veces anteriores, o tal vez procurando recordar todo lo aprendido antes entrar al cuarto del almacén. Poco antes de llegar, viendo que aún tenía unos minutos, ella bajo la velocidad hasta que se detuvo…

-          Danny… solo déjame aquí… me dijo nerviosa.

Imagine que no quería que la vieran llegar conmigo, para no distraerse con los cuchicheos y rumores sobre nosotros. Por otro lado, salieron mis celos, pensé que quizás no quería que algún otro candidato interesado (que podría ser Guille) me viera con ella.

-          Sobre lo que paso… no quiero que te hagas ilusiones… dijo apenada, al ver que no respondía.

Otra vez se viene el sermón de que esto no debió suceder y de que no va pasar nada más entre nosotros… bla, bla, bla… y si… fue eso, pero de una manera que no me esperaba.

-          Está bien… será a tu manera… seremos amigos… lo entiendo… dije algo aburrido.

-          No… no lo entiendes… replico ella poniéndose seria.

-          Si, lo se… fue mi error, no confías en mí, no pasara nada entre nosotros, entiendo… repuse.

-          No… es solo eso… dijo ella triste,

-          Entonces ¿qué es?... replique, pensando que había alguien más, Guille quizás.

-          Mañana tendré exámenes… me dijo abrumada.

-          Bueno, te ayudo a estudiar entonces… respondí sin entender.

-          No esos exámenes… sino… exámenes médicos… para saber si tengo lo mismo… lo mismo que mi mama… dijo al borde de las lágrimas.

Me di cuenta del pavor que le causaba solo pensar posibilidad de tener cáncer, Mili incluso temía de decir esa palabra. Había estado tan embebido en mis pensamientos, en mi meta de retomar mi relación con Mili, que no había pensado o previsto que algo así podría pasarle a ella…

-          ¿Qué?... pero como… ¿estás bien?… agregue preocupado

-          Si… pero si ella tiene eso, quizás sea hereditario… tengo miedo… repuso sollozante.

-          Tranquila, te acompaño… le ofrecí rápidamente.

-          No… no quiero que nadie pase lo que mi papa está pasando… dijo alejándose.

Tenia que entender que no era la primera vez que su madre recaía en esa maldita enfermedad, Mili había crecido viendo a su madre ir y venir de hospitales, y su padre haciéndose cargo de su madre y de ella en esos difíciles momentos a través de los años.

Incluso Mili vio a su padre a renunciar a sus sueños personales de continuar con su carrera militar, renunciar a llegar a general, el máximo rango, todo para dedicarse a su esposa e hija…y Mili entendía lo difícil que era, y no le deseaba eso a nadie.

Ahora entendía sus palabras al terminar conmigo… no quería alguien solo para coger rico, necesitaba alguien en quien confiar, alguien que estuviera ahí no solo en momentos de pasión, sino cuando todo se pusiera de cabeza, como ahora.

-          Ya sea como pareja o como amigo, como gustes, estaré contigo… no me alejare, no te dejare sola en esto… respondí abrazándola.

Sentía que era lo que mi corazón deseaba en ese momento, lo que mi conciencia decía que era correcto… dicen que la primera reacción es la mas sincera y que demuestra lo que en realidad queremos… y esa fue mi reacción.

Mili lloro unos instantes, mezcla de miedo y rabia por el cáncer que carcomía la salud de su madre y que, quizás silenciosamente, ella podía tener dentro sin darse cuenta aún. Lloraba y se aferraba a mí como una niña buscando protección.

Luego reaccionando, se percató del tiempo, se secó las lágrimas con sus manos. Me dio un tierno beso en los labios, ante mi sorpresa, tras meses sin hacerlo. Me agradeció por todo, luego se alejó rauda hacia su salón de clases a dar su examen.

Me quede helado viendo como Mili se alejaba… por momentos pensé que me hubiera gustado que me diga que había alguien más, sea Guille o que volvió con Javier o que se interesó en alguien más, eso hubiera sido más simple… ya me había ganado su cariño una vez, liberándola de las garras de Javier, y sentía que podría hacerlo nuevamente de cualquier otro…

Pero ¿cómo liberarla de las garras del cáncer? ¿Cómo se hace eso?… siempre me preocupe que alguien me alejara de Mili… ya sea Javier, Vane o Guille… pero nunca imagine que alguna enfermedad podría poner fin a lo nuestro…

-          Vamos caraj… deja de pensar tonterías… no va pasar eso… ella va estar bien… me decía.

Así regrese a mi casa, mientras intentaba ser positivo… pero esa sombra de duda y negatividad rondaba mis pensamientos…

Continuara…