Rompiendo mi compromiso de celibato

Rompiendo mi compromiso de celibato

El pasado jueves (15/10/2015) o sea la pasada semana, hemos comenzado a hacer entrevista para ocupar una serie de puestos de trabajo, entre otros en más demandado que era… secretaria. Tras ir entre mi jefe y supervisor durante todo día haciendo entrevista, cuando parece que dimos con la chica idónea al menos eso creía yo, mi jefe suelta a esta una serie de comentarios fuera de lugar al tiempo que comienza a acariciarme el culo. Mi cara no solo fue de sorpresa ante tal atropello… sino de asombro, pues este le dijo…

• “Cosas como estas tendrás que aguantar”.

Su mano no se poso precisamente en mis nalgas… sino que la deslizo a todo lo largo de mi culo, haciéndome estremecer tras unos minutos… ya que llevaba algo más de un mes que celibato. Prometí a mi esposo… como muchos saben que me comprometía a mantenerme solo para él, cosa que él me prometió también a mí, manteniendo el celibato por mí.

No pudiendo aguantar más y ayer mismo o sea el pasado viernes, me acerque finalmente a los aparcamientos del Estadio Olímpico o para situaros mejor a la explanada que hay enfrente del Estadio Olímpico que hay tras la Supernorte, aquellos terrenos que se encuentran entre la dársena del rio y la Supernorte. Pues me encontraba allí... buscando nuevamente algo para poder alimentar mis hormonas, algo que pueda saciar mi tensión y bajar la adrenalina. Aunque llegue a pensar en quedar con un viejo amigo… no viejo en edad pues este tiene 40 años, pero sí que es un buen amigo. José como se llama suele ir mucho por estos lugares, pues digamos que le gusta tanto la “carne” como el “pescado”, teniendo este una muy buena herramienta.

Ese día la verdad di muchas vueltas pues apenas había algo que me saciara hasta que un hombre llamo mi atención, allí estaba el de pie sentado sobre su coche... no era precisamente guapo pero si maduro, echándole unos 50 o más años. De no más de un metro setenta y cinco de altura, cuya complexión era normal, cabellos blancos y bigote.

No me hizo mucho imaginar sus intenciones… más aun cuando se llevo la mano a su entrepierna y se cogió el paquete, adivinando mis deseos e intenciones, moví mi cabeza afirmativamente a modo de aceptar mientras aun continuaba sentada en el interior de mi coche. Este me indico con su mano izquierda hacia detrás de una loma que hay paralelo a la valla de la vía ferroviaria, arranque mi coche con la intención de ponerlo lo más cerca del suyo. Apague el motor y tras bajar, camine tras de él hasta el lugar destinado... este se encontraba entre la maleza, llamándome la atención un sillón como los que solemos tener en la oficina, pero claro está sucio y sin ruedas.

Nada más estar uno frente al otro... quiso besarme cosa que le dije que no, comenzando este a besar mi cuello y ante ver mi reacción ante tales besos... continuo en esa línea, pues mi cuerpo se estremecía y me excitaba cada vez más. Yo dirigí mi mano derecha hacia su entrepierna dándome cuenta lo armado que estaba, baje su cremallera y saque del interior de su pantalón su miembro, comenzando a pajearlo fuera desde su glande hasta los genitales, dándome cuenta que estaba sin vello alguno.

Sus caricias por el resto de mi cuerpo no se hicieron esperar y mucho su intención de desnudarme, dejándome con tan solo mis braguitas, mis medias de ligas negras y zapatos. Poco a poco me hizo sentar e indicarme con sus gestos lo que deseaba sin que hubiera palabras por medio, tras coger su polla con su mano y dirigirla hacia mi boca... comencé a comérsela, comenzando por restregármela por mis labios y descender su miembro hasta mis pechos, colocarlos entre estos y masajearlos mientras lo escuchaba como gemía.

Volviéndola a dirigir a mi boca y comenzar a introducírmela poco a poco, hasta tenerla toda dentro mientras magreaba sus testículos, mientras este masajeaba mis cabellos con una mano al tiempo que con la otra uno de mis pechos. No hacía mucho que habíamos notado la presencia de mirones, cosa que no nos quito ni las ganas y mucho menos el sueño de no continuar, continúe saboreando aquel pollon hasta que me rogo penetrarme cosa que yo misma deseaba, pues mientras con una mano no dejaba de masturbarlo o magrear sus genitales... con mi otra mano me estaba haciendo un dedo... mmm.

Me hizo levantar y arrodillarme sobre el asiento de ese sillón, apoyándome sobre el respalda quedando de manera que mis nalgas estuvieran a la altura de su vientre, para poder el penetrarme el orificio que quisiera. Escuchamos a los mirones ir acercándose e incluso uno de ellos envalentonarse… pedir participar, cosa que mi amante le hizo saber que debía de ser yo quien decidiera, aunque ese primer desconocido no era del tipo que me atraen... pues no le echaba más de 30 años... acepte, pues tenía un buen pedazo de rabo. Acercándose un segundo y aunque a este le quisieron vetar su participación por su color, tuve que salir en su defensa negando a este el continuar si volvían a negarlo.

Como os he mentado... mientras me penetraba mi amante, comencé a chupársela a ese chico mientras el otro miraba al tiempo que se masturbaba, sacándomela de la boca pero sin dejar de pajearlo… tome la polla del chico de color y comencé a chupársela (coño, tenía buena polla pero el otro chico la tenía mejor… cosa rara aquella). Ese maduro me hizo saber que se venia... pidiéndome correrse en mi boca, cosa que acepte y tras sacarme la polla de ese chico negro, me gire y con rapidez me introduje la del maduro el cual se corrió mientras saboreaba el sabor de mi propio coñito... mmm. Tras darme un beso se quedo al lado mirando, mientras que su lugar fue ocupado por el chico y continuaba chupando la del negro... ooohhh.

El veinteañero tardo bastante en correrse proporcionándome un pedazo de orgasmo, no dejaba de decirme... "Como me gustaría que mi esposa fuera como tú", mientras me embestía duramente al tiempo que magreaba mis pechos, momento en que la saco violentamente de mi interior y descargo sin previo aviso sobre mis nalgas, tocándole el turno al chico de color que tras colocarse un preservativo como el anterior... me la introdujo de una sola embestida… aaahhh.

Con dolor pero soportable comencé nuevamente a verme embestida… este fue aumentando su ritmo, sintiendo su genitales golpear mis nalgas violentamente, mientras había comenzado nuevamente a chupársela al primero… a ese maduro cincuentón. Estábamos disfrutando… ya no solo con dolor de rodilla por la posición, sino de mi orificio vaginal e incluso de mis senos al tiempo que observaba como se fueron acercando dos más, no teniendo más remedio que saciar a estos finalmente también.

Tuve que ser yo quien dio por finalizada la sección de sexo… más al verme rodeada al menos por cuatro tíos más, teniendo que ayudarme el maduro cincuentón a salir de allí, pues aquellos creían que yo era una puta y como tal debía de continuar saciando.

Cuando llegue a casa… directamente me metí en la ducha, tras limpiarme el resto de pruebas de haber roto mi compromiso, escuche la puerta… no siendo otro que mi marido. Como para olvidarlo… pues tras enrollarme la toalla al cuerpo salí de la ducha, dándole la mejor de las bienvenidas… ya que ni apenas le deje soltar la cena, menos mal que no se estropeo y que los de “Los Cien Montaditos”, te lo preparan muy bien para llevar, bueno chicos espero que os haya gustado… os dejo hasta pronto.

Bueno mis querid@ hasta aquí llego mi confesión… me despido hasta otra, pero eso sí… sí deseáis saber más de mí, os invito a pasaros por mí desfasado blogs personal:

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Bueno queridos lectores… lo dicho, si alguno desea expresaros dejad vuestros comentarios os invito a que lo hagáis y porque no, haber si alguno desea calentarme... ya sabéis mis direcciones de contactos: susanabix @ hotmail.com