Rompiendo la rutina

Mateo, cansado de una aburrida y agotadora vida, presa de los rumores decide aventurarse a un lugar lleno de lujuria y placer

Me llamo Mateo, Tengo 24 años vivo solo en un apartamento pequeño pero cómodo, trabajo atrapado en una oficina de lunes a sábado…completa diversión.

Estos últimos meses realmente han sido un infierno para mí. Los problemas en la oficina, el caos del tráfico todos los días…realmente ronda por mi cabeza la idea de mandarlo todo a la mierda y dedicarme al empleo más antiguo del mundo, alumnos así me relajaría un poco.

Las últimas 3 semanas mientras dormía no paraba de tener ideas lujuriosas, soñaba que estaba rodeado de puros hombres, maduros, viriles, mientras me besaba con cada uno de ellos y acariciaba sus penes. Instintivamente buscaba algún objeto fálico para complacer mi culito mientras seguía y seguía fantaseando.

Estos pensamientos lujuriosos me han perseguido hasta el trabajo. En una ocasión pase cerca de 2 horas en el baño deseándome mientras fantaseaba con los ojos cerrados como el conserje me penetraba con fuerza…desafortunadamente el jefe es hetero, sino hubiera tenido mi aumento hace años.

Uno de mis pocos consuelos es mi amigo Royce, desgraciadamente es hetero, aunque conmigo ha podido desfogar un poco, aún recuerdo con mucho cariño cuando luego de insistirle por semanas por fin lo convencí de que probara mi culito.

Aquel día primero empezó con una buena mamada, en ese momento se notaba lo desesperado que estaba pues rápidamente le arranque los pantalones casi asiéndole daño, primero empecé lamiendo delicadamente su glande, él quería disimular que no lo estaba disfrutando pero yo en el fondo lo sabía, mientras me llevaba todo su pene hasta lo más profundo de mi garganta era divertido escuchar como trataba de evitar gemir.

Estaba a punto de venirse aunque en ese momento decidí que lo mejor sería que me quitase los pantalones y me pusiera en 4…

Royce: wow…la verdad nunca me había fijado que tenías un gran culo realmente estoy impresionado

Empezó a acariciarlo, le daba suaves palmadas mientras metía su índice en mi pulgar y lo dilataba lentamente.

Royce: Enserio…no puedo creer que estés depilado

Mateo: La gente se gasta su dinero en lo que quiere

Royce:…

Mateo: vas a seguir hipnotizado por mi culo o vas a hacerlo de una vez?

Royce:…tienes mejor culo que la perra de mi ex

Sentí como el pene de Royce entraba lentamente, primero metió suavemente su glande, lo disfrute mucho mientras hacía movimientos circulares, luego la metió lentamente hasta que todo su pene estuviera dentro.

Era fantástico, su técnica era muy buena, entraba y salía a un ritmo constante, me quite la camisa y el coloco mi cara sobre el colchón, yo con mis manos trataba de abrir aún más mi culo para que le fuera más fácil taladrar mi culo…en un momento luego de mucha faena ambos ya estábamos exhaustos y por fin me lleno de su leche…pero aquella fue la única vez que lo hicimos, y eso fue hace meses.

Una tarde agotadísimo de laborar estaba dispuesto a llegar lo más rápido que pude a mi casa y echarme a dormir, inesperadamente Royce llego a mi puerta con 2 six de cervezas, como decirle que no.

Lo invité a pasar y nos sentamos a tomar y platicar. Me agradeció por los consejos que le había dado para conquistar a Laura, su nueva novia, QUE IMBECIL SOY, cada vez que recordábamos aquella tarde solo reíamos. Pero por momentos era difícil dejar de pensar en mis sueños llenos de lujuria gay.

Royce: Sigues caliente…he perrita…

Mateo: Calla…

Royce: creo que no te he contado una posible solución a ese problema…un lugar relativamente cerca de tu trabajo

Mateo: dime más…

Royce: es un rumor. A unas 4 cuadras de tu trabajo está el edificio Blue Shopping, los primeros 4 pisos son de ventas de ropa y equipos celulares, pero los rumores dicen que los demás pisos están llenos de habitaciones para gays lujuriosos como tú, deberías probar ir un día de estos…

Me dio vueltas a la cabeza esa idea durante los siguientes días…estaría bien, estaría mal…realmente no sabía qué hacer. Llega el sábado, el día fue abrumador, creo que los supervisores se pusieron de acuerdo para dejarme más reportes ese día. Llegada la hora de salida tengo 2 caminos mi casa o el edifico blue Shopping.

No tarde en pensarlo mucho, llegue al edificio, con lentes bufanda y gorro como para pasar desapercibido hasta que llegue al 8vo piso, no me percate y el ascensor había avanzado solo.

El 8vo piso ya era una discoteca…aun no era muy tarde, apenas se estaba armando la fiesta…pero yo por alguna razón estaba muy aterrado, cambie de parecer y salí corriendo. El  6to y 7mo piso eran habitaciones y cabinas donde las parejas podían hacer realidad sus fantasías, estos 2 siempre estaban llenos, cuando pase por ahí recibía miradas y oía algunos comentarios, por momentos quería regresar y quedarme, pero mis piernas seguían caminando.

Ya en el 5to piso encontré un baño, me eché agua a la cara y empezaba a llorar y preguntarme por qué había venido, entre a una de las casetas, eran mucho más grandes de lo habitual y estaban muy limpias. Simplemente me senté para llamarle a Royce y pedirle si podría sacarme de ahí mientras seguía secando mis lágrimas.

En ese momento veo salir del agujero que estaba en la pared una enorme polla bien erecta, me levante sorprendido, no podía creer que estaba en un glory hole, no supe que hacer en ese momento, la polla comenzó a moverse de arriba hacia abajo…sentí como me calentaba nuevamente, con dos dedos sujetaba el glande y empecé a masajearlo. Me llevé esos mismos dedos a la boca, el sabor era delicioso a mi parecer. Ya que estoy aquí por qué no hacer las cosas bien, estaba decidido nuevamente, me quite toda la ropa, la guarde en mi mochila, me puse de rodillas y empecé a lamer primero todo su pene, tenía un sabor demasiado.

Estaba muy caliente, con el solo hecho de acariciar ese rico pene, simultáneamente me acariciaba el pecho y mis nalgas.

Luego de un solo intento trate de meterlo hasta lo más profundo de mi garganta. Entraba y salía de mi boca, por todo mi pecho la saliva chorreaba, se notaba que el sujeto al otro lado aguantaba mucho. Mientras lo chupaba con mi mano cogía un poco de su esencia y me lo llevaba a mi culito, me puse de cuclillas y me metía el dedo suavemente.

Eventualmente no pudo más y sentí como ese enorme chorro de leche llenaba toda mi boca y mi garganta.

Por fin lo saque de mi boca, no podía creer que había llegado hasta este punto…seguía acariciando ese rico pene...mientras lo calmaba sentía que el sujeto quería más, y yo también quería más, me puse de pie, me di vuelta, y pase su glande por todo mi culito, mientras dejaba su esencia por todo mi anito.

Esperé lo suficiente hasta que nuevamente estuviera bien erecta, llegado ese momento fui retrocediendo lentamente, mi culito ya estaba dilatado, fue fácil meterlo hasta el fondo. Trate de abrirme de piernas lo más que pude para meterlo más y más, el sujeto al otro lado en un momento decidió embestirme y meter y sacar de manera brusca.

Todo era fantástico en ese momento…hasta que de pronto la puerta de la cabina se había abierto…yo me pegue a la pared de la impresión, el sujeto seguía y seguía haciendo lo suyo, entro un hombre mayor, atlético y con traje de seguridad. Se quedó un momento mirándome completamente desnudo, se acercó a mí, cogió mi mejilla, y metió dos dedos en mi boca, no pude evitar cerrar los ojos, no me daba cuenta pero con la otra mano se sacó la verga del pantalón. Me dio un beso con lengua y luego llevo mi boca hasta su pene.

Oficialmente era un trio, ambos me estaban reventando, mientras le lamia la pija al nuevo hombre no podía evitar gemir, el sujeto detrás de la pared ya estaba en las ultimas, el nuevo hombre me dijo “apenas termine, será mi turno, yo también quiero probar esas ricas nalgas”

El sujeto al otro lado de la pared no pudo aguantar más y tiro un gran chorro de su leche dentro de mi culito. Él estaba exhausto, sentí como la sacó satisfecho.

Hasta ese momento yo ya estaba muy feliz. El nuevo hombre repentinamente me puso de pie y me dio un beso profundo, acariciaba mi espalda hasta llegar a mi culito, el cual dedeaba primero con una mano, y luego con ambas con la intención de volverme loco. “¿Estás cansado?”-me dijo- asentí con la cabeza, temeroso de que se le fueran las ganas- “quieres continuar?”-nuevamente asentí con más ganas todavía.

De manera que cogí mis cosas y él me llevo a una de las habitaciones, mientras se quitaba toda la ropa yo me eche en la cama y abrí las piernas. Primero metió su glande, mientras sonreía y el me correspondía con un beso. La diversión no había acabado y no iba a acabar.

Gracias por leer mi primer relato, espero que te haya entretenido y espero también seguir publicando más próximamente

Besos  BangsMario