Rompiendo la ética profesional
Su castidad me hacia desearlo mas.
Mi primer día como maestra en la preparatoria fue muy normal, mis grupos con adolescentes que bromeaban a cada instante, hasta que en la ultima hora clase lo conocí, entre al aula y de repente lo vi en el escritorio, pensé que era maestro, puesto que se veía más grande que yo, cuando me di cuenta que era un alumno más, me pareció muy atractivo, era alto con lentes, un cabello claro, ojos color miel y vestía un poco formal, me saludo muy amable y sonriente, inmediatamente correspondí, conforme pasaban los días, entraba al salón buscándolo pero faltaba frecuentemente y me sentía extraña de no verlo, un día de la nada yo exponía mi tema y voltee a verlo y me guiño el ojo, yo sonreí y me voltee un poco sonrojada, trate de evitar verlo lo que restaba de la hora, y justo cuando timbraron se quedó hasta que todos se fueron y lo detuve, le dije – te devuelvo el guiño- mientras sonreía un poco coqueta con él.
Al día siguiente por la mañana me mensajeo deseándome los buenos días, inmediatamente respondi, y comenzamos a tener una charla normal, pero conforme avanzaban los días me di cuenta que me gustaba mucho convivir con mi alumno, y cada dia chateabamos por horas y horas hasta que le pregunte si le gustaba, el respondio que si, y me atrevi a pedirle un beso, el me dijo que en cuanto se pudiera lo haria porque en la escuela seria muy complicado.
Toda la noche estaba pensando en que no era correcto lo que estaba pidiéndole a mi alumno, mi ética profesional me decía que no debía hacerlo, aun tener una amistad es muy arriesgado para un docente, pero cada dia que lo veía era muy difícil contener mi sonrisa, el verlo y acercarme a el.
Poco a poco empece a tener contacto con el, tomaba su mano simulando que revisaba su tarea, lo tocaba de la espalda y el hombro mientras veía su cuello, tenia tantas ansias de rosar mis labios en su piel, el se ponía nervioso y sonrojado, un dia sin mas le pregunte si aun era casto, me dijo que si y eso me hacia desearlo mas, todos los días llevaba una playera deportiva o una camisa azul marino que me daban ganas de desabrochar, quería ver su pecho masculino y poder acariciarlo con mis manos.
Conforme pasaban los días nuestras platicas románticas iban subiendo de intensidad, me decía
-quiero besarte, poder sentir tu piel con la mia-
Mientras yo quería contestarle con algo mas agresivo, pero yo sabia que todo esto era nuevo para el, y no quería presionarlo.
Un dia sin mas, nos quedamos juntos en el salón, yo lo veía mientras reíamos y charlábamos, pero no pudimos contenernos, se inclino hacia mi, me beso tan suave y tierno, después se sintió un poco cohibido, y aproveche inmediatamente el tenerlo tan cerca que lo bese con tanta pasión, remojaba sus labios con mi lengua que jugaba con su boca, mordia suavemente su labio inferior mientras acariciaba su cabello, no podía detenerme quería profanar sus labios de la manera mas sexy que pude, el cerro los ojos y se dejo llevar. De pronto me detuve y el me abrazo con fuerza tanto que sentí como pegaba su cuerpo al mio. Nos miramos y sonreímos, nos retiramos esperando poder vernos de nuevo.
Al dia siguiente caminamos juntos después de la escuela, y nos detuvimos en un parque que tenia muchos arboles y arbustos, estábamos solos y la naturaleza podía escondernos, nos tomamos de la mano y puse su mano en mi cintura esperando a que el diera el primer movimiento, de repente empezó a bajar sus manos por mis piernas, y yo sentía delicioso, empece a acariciar su rostro y baje mis manos por su cuello hasta llegar a su pecho donde recargue mi cabeza, de pronto me acerco a el con fuerza y sentí como su pene estaba duro, me sorprendio el hecho de que se sentía tan bien teniéndolo tan pegado a mi ser, comenzamos a besarnos y entre cada tacto labial nuestras lenguas se encontraban, el me tocaba las piernas y luego subio hasta mis senos donde sin pensarlo empezó a acariciarlos por debajo de mi ropa, comencé a mojarme y sentirme tan humeda y calida, sentía como mi cuerpo sentía un calambre y me llenaba de excitación.
Sin mas nos recostamos sobre el pasto mientras el deslizaba sus manos debajo de mi falda y sus dedos jugaban con mi clítoris acariciándolo con suavidad y mis gemidos no podían permanecer en silencio, poco a poco sentí como introducia sus dedos en mi vagina que estaba tan mojada, no pude contenerme, acaricie sus testículos y su pene, de repente nos detuvimos porque se escucharon a lo lejos los pasos de una familia que iban a pasear al parque, nos pusimos de pie y caminamos juntos hasta la estación del camión y nos retiramos cada quien a su casa tan solo despidiéndonos con una mirada de amor.
No obstante el viernes cerraba mi clase, todos ,mis alumnos se fueron, y por sorpresa el se acerco a mi por detrás rodeándome con su brazos por la cintura y cuando voltee a verlo me beso sin pena, metia su lengua con rudeza y era tan delicioso, de pronto me empujo sobre el escritorio, levanto mi falda y bajo su pantalón, tomo su enorme y erecto pene y lo introdujo muy dentro de mi, fue tan profundo y tan duro que gozaba sin pensar en lo demás, mientras el suspiraba con fuerza decía mi nombre… y yo tan extasiada gemia pidiendo mas y mas, su pene entraba y salía una y otra vez con tanta fuerza, me levanto y me cargo de frente aun con su verga muy dentro de mi, cada vez fue mas intenso y rápido hasta que vi su cara de placer, se estaba corriendo en mi vagina y sentí como disparo toda su leche mientras esta escurria por mis piernas, quise ver su enorme miembro pero al mirarlo a los ojos, me dijo – acabas de tomar mi castidad, una bella mujer, en esta vida pocos alumnos aman a su maestra y son correspondidos-, me sentí sonrojada pues sus palabras me llegaron, me enamore de mi alumno, viole mis propias reglas de docente y estaba feliz por ello, quería experimentar mas este amor prohibido con el, estaba dispuesta a todo.
Nuestro siguiente encuentro lo tuvimos en un aula aislada del resto de la preparatoria, lo notaba un poco nervioso pues se escuchaban alumnos en el patio, pero a ese salón nadie entraba pues no tenia luz, lo sente en el escritorio y baje su pantalón, comencé a acariciar su pene, lo puse muy erecto y sin mas lo meti en mi boca, comencé a chupárselo y lamerlo con intensidad, yo veía sus gestos y sus suspiros eran cada vez mas rápido, cuando sentí sus semen en mi boca, y el se iba relajando de tanto placer que le había provocado, me levante y se avalanzo sobre y me dijo – ¿a donde vas? Aun no acaba esto, ahora yo chupare tu vagina, te devolveré parte del placer que me haces sentir, así que prepárate.- de pronto me levanto el vestido y comenzó introduciendo su lengua con suavidad y para ser primerizo lo hacia bastante bien, después chupo mi clítoris y mis labios inferiores, de pronto se puso frente a mi y metio su pene en mi humeda y caliente vagina que aun estaba muy sensible por ese oral que me dio, tomo mis piernas y las puso sobre sus hombros mientras entraba tan duro y profundo, yo comencé a gemir muy fuerte pues el nivel de placer era enorme, cuando sentí venir un orgasmo, lo rasguñé de la espalda y estire su cabello mientras el se dejaba caer sobre mi y su semen se disparaba muy dentro de mi vagina. Terminamos agotados y me recosté sobre su pecho, el acariciaba mi cabello y con seriedad me dijo – no quiero que nuestra relación solo sea carnal, quiero estar contigo siempre, no nos llevamos tantos años de diferencia en la edad y me gustaría ser mas que tu alumno, mas que tu amigo, mas que ser amantes, te amo- me quede sin palabras porque yo lo amaba y temia decírselo, pero al ver su honestidad le declare mis sentimientos, comenzamos a besarnos y al mirarnos directamente a los ojos, supe que era el indicado, nos hicimos una promesa que se que cumpliríamos en un futuro.