Romance de mi desfloración

Relato de mi desvirgamiento en clave de sudor, sexo, arena y mar. Homenaje a M. Martí Pol y su poema erótico Arran de sorra lespill. (Espejo junto al mar)

Romance de mi desfloración

Relato de sudor, arena, sexo y mar en homenaje al desaparecido M. Martí Pol y su delicioso poema erótico "Arran de sorra l’espill" (Espejo junto a la arena), que me ha inspirado libremente el estilo de este texto.

Verano de 2006. Delta del río Ebro. (Al sur de Tarragona).

Me miras, yo desnuda y adolescente pura en la orilla del mar.

Te conocí hace pocos días, en San Carlos de la Rápita, en aquel bar de la playa, tú eres camarero de piel morena, yo flor de vacaciones, en bikini con mis amigas

Y sentí tus ojos clavados en los míos

Hace una hora me viniste a buscar, junto al Hotel Miami, mientras mis padres duermen la siesta después de almorzar.

En tu coche nos adentramos por la estrecha carretera del sur del Delta, dejamos atrás las lagunas y el campanario de Poble Nou, hasta llegar al desierto de las Salinas de la Trinidad

Y nos bañamos en el mar tranquilo, en total soledad

Yo sólo con la braguita, tú un bañador que desvela tu cuerpo de gorila orangután. Grito y huyo cuando te dedicas a mi culo tocar y mis pechos pellizcar.

Nos reímos y jugamos, tus manos en mi cintura me dan seguridad mientras en un remanso de arena nos acostamos para sentir el sol nuestra piel calentar.

Pero tu te giras hacia mí, veo en tu fuerte pecho desnudo el tatuaje de una cobra brillar

Tus manos en mi cintura… Acaricias mis muslos… Mis pechos… Tu cara se acerca a la mía

Siento temblar mi cuerpo suave cuando lo besas y despierta tu volcán.

En tus labios hay el deseo, y tus dedos encuentran tacto de rosas.

En mi piel dulce el olor limpio de colegiala decente lleva al infierno infinito tu pasión criminal.

El deseo se hace carne, tu carne en la mía.

Un grito de sorpresa, sin eco, cuando me desnudas, me bajas la braguita y la lanzas a un lado

Y me doy cuenta con terror de que ya no llevas tu bañador

Tensa calma eterna de la tarde, me besas y acaricias en las solitarias dunas del Istmo del Trabucador, allí donde el río Ebro se vacía en el mar.

Me susurras que cuerpos bellos has conocido, ninguno joven y tierno como el mío, ni en tu América ni en mi Europa a nadie como yo has cogido.

Me acaricias los pechos y el sexo

Te respondo sin pensarlo, te abrazo bajo el sol

Ya lo sé, amigo, yo estoy ya debajo de ti, y tú vas a estar pronto dentro de mí

En tu cara veo el Caribe, en tu piel chocolate mil soles de fuego del mar, en tu sudor gotas de sal de un ciclón tropical

Mi piel es blanca, mis ojos azules, una suave melena rubia cae sobre mis hombros desde que soltaste la cintita… Soy una virgencita de Barcelona, la más viva y guapa ciudad… Tu cuerpo y el mío, un solo sudor, una sola pasión

Me separas los muslos, siento tu peso encima de mí.

Me tomas y trazas mi perfil en un gesto ágil de tus dedos… La suave curva de mi cintura, mis pezones, mi secreto rincón

Tu lengua en mi boca, mientras gimo y te abrazo.

Tu vibras en la luz y cuando se levanta la brisa del mar, tibia marinada que arrastra hasta nosotros la caricia de finos granos de arena, todos los colores se encienden en mi piel mientras jadeas y tus manazas aprietan mis pechitos sin piedad

Las trompetas del Apocalipsis me sorprenden y me alarman, lo esperaba pero lo temía…Ya me penetras lentamente

Tensas el arco de mi cuerpo acogedor, me sujetas con fuerza, tus dientes muerden mi cuello

Y al final salto, en un solo grito de dolor, en el terror de sentir tu sexo avasallador romper el mío y atravesar mi carne hasta lo más hondo, con brutal decisión.

Yo lloro y me agito con dolor, tu te aprovechas con placer de tu victoria en mi horror

Olas lentas y poderosas, mientras noto que muero en una extraña visión

Estás dentro de mí, con la más profunda plenitud.

Soy ahora para ti un lago claro y enloquecedor, y es tu fuerza mi soledad

Pura, inocente y obscena me veo, aplastada por tu cuerpo desvirgador… Sonríes y te burlas de mí mientras me revientas sin compasión, mi dueño y oscuro señor llegado de lejanos y cálidos mares de noches de sexo turbio y enloquecedor

Mis pechos ahora duros y erectos ahora muerdes en mi confusión, mientras yo te sonrío con lágrimas, gimoteo y me acaricias con violenta pasión, repites mi nombre y te mueves como un dragón

Y me devoras… Me devoras una y otra vez

Y ya tu volcán revienta, siento tu explosión.

Se desborda dentro de mi cuerpo tu más cálida inundación

Un río caliente se desborda en el interior de mi vientre

Gritas como fiera enloquecida y me maltratas con cruel decisión

Sangre, sudor y semen

Y tu sudor y saliva con gusto a tabaco y ron en mi boca y corazón

Dos cuerpos que saltan unidos en las arenas del Delta

Dos cuerpos que gimen, jadean y se ahogan bajo el sol.

Dos cuerpos que ya descansan exhaustos sin respiración

Me acaricias y sonríes, feliz en tu cruel satisfacción.

Sol de tarde en los juncales de las dunas junto al mar

Desde su vuelo, cigüeñas y flamencos rosados de la laguna de La Tancada nos observan con curiosidad

Por la noche, ya con mis padres, en San Carlos, extrañas mentiras les hago creer… Con mis amigas y las bicis una excursión por el Delta les digo que he vuelto a hacer… Ellos sonríen y me miman sin sospechar

Hemos quedado, tiemblo, mañana te volveré a ver

Y en las dunas del Trabucador, en las cabañas de La Encañizada y La Tancada o en los naranjales de la desembocadura del Senia dentro de mí te volveré a tener

Otra tarde, muchas tardes

Y, casi al final del verano, una noche, en la fiesta de la población, yo iba con mis padres y mis amigas, y te vi, con un grupo que iba contigo, abrazado a una bellísima muchacha de piel oscura como la tuya

Nos saludamos y me presentaste sonriendo a Violeta, tu compañera

Y ahora, en la primera noche fría del nuevo invierno de Barcelona, mientras estudio en mi habitación, y mis padres ven la televisión, te recuerdo con deseo, dolor y recuerdo de pasión, mi moreno caribeño desvirgador

Barcelona, 19 de Diciembre de 2006