Román (1)

Román es un chico tranquilo, muy del montón. Que se ve envuelto en un juego que le hará pasar de ser un niño a un hombre. Soy Román, y esta es mi historia.

15 de marzo de 2020

Buenas, permitirme que me presente, soy Román. Ayer nos confinaron en Madrid por todo esto del Covid. Tengo 18 años, estudiante en la Politécnica, estoy celebrando con todos mis amigos que han cancelado las clases. (Pobre iluso, aún no sabe la que se viene.) En mi casa no somos muchos, está mi hermana Rebecca, es mi melliza, no nos llevamos muy bien, siempre estamos discutiendo. No me entendáis mal, yo la quiero mucho, pero es una chica complicada. Todos mis amigos dicen que está buena, yo no tengo esos pensamientos pero no puedo negar que tiene un cuerpo envidiable. Vientre plano y con todo bien puesto. Sin duda alguna ha salido a mi madre, a pesar de sus 48 años se conserva bastante bien. Es una milf con todas las de la ley. Me permito el lujo de decirlo pues, así como a mi hermana no la veía con esos ojos. A mi madre siempre la he mirado de otra manera. Y luego está mi padre, no suele estar mucho por casa, siempre anda de un lado para otro por su trabajo. Se llama Iñaki, cuando era joven se vino a probar suerte a la capital y vaya que si la encontró, aquí conoció a mi madre y ahora tiene un trabajo que nos da todos los caprichos que queremos, permitiendo a mi madre no trabajar, la cual está encantada porque puede dedicarle todo el tiempo del mundo a su gran pasión. La música.

Pero bueno volvamos a lo nuestro que es lo que nos interesaba. Nunca he sido un chico que se masturbase mucho ni nada de eso. No veía la necesidad. Supongo que solo me llegó la etapa de maduración más tarde. Pues con  18 estaba en plena adolescencia cuando me tuvo que haber llegado hacía dos años. En fin. Ahora era como un mono, solo podía pensar en una cosa. Las mujeres. No había tenido ninguna relación con ninguna, si que me había besado con alguna que otra niña de clase y nos habíamos metido algo de mano pero era más por no quedarme rezagado con mis compañeros que por gusto propio. Ahora no lo veo asi, soy como un lince salido. Cuando veo a mamá que está limpiando, con esos pantaloncitos cortos que le hacen tan buen culo, me quedo embobado, ella se da cuenta, pero nunca me dice nada.

Hoy mis padres se han ido a la cama pronto, no se escucha nada pero Rebe y yo sabemos lo que están haciendo. Nosotros nos hemos quedado en el sofá viendo una peli. Y me estoy empezando a dar cuenta de porque dicen esas cosas mis amigos. Pues mi hermana va con unos shorts negros que le.hacen un culazo espectacular, y una camiseta blanca sin nada debajo, no se le notaba mucho pero yo me di cuenta. Note una palpitación en el miembro cuando la vi al llegar al salón. (Compórtate Román tío, es tu hermana no fastidies)

Román - Eh tu, toyaca. Donde se han metido pa y ma.

Rebecca - Han dicho que se iban ya a la cama, tenemos la sala para nosotros. Y yo ya se lo que vamos a ver en la tele, ni sueñes que me vas a poner nada de Star Trek ni mierdas de esas me oyes?

Román - Bueno, pero como me pongas un pastelón romántico juro que te vas a arrepentir.

Rebecca - Anda callate un mes y ponte cómodo.

(esas amenazas van en broma, a mí en realidad me gustan casi todo 5ipo de pelis mientras estén bien hechas, pero no la puedo dar ese gusto) A propósito, nuestra casa tiene vasiar plantas, es algo así como un loft modular, algo raro de explicar y un laberinto para el que no haya estado. Pero para que os hagáis una idea rápida, el la parte de aabajo está la habitación de mis padres y su despacho, el la planta del medio está la sala de estar y la cocina, medio piso más arriba está el salón y el salón , y en la parte de arriba estan nuestras habitaciones y una sala de juegos, donde tengo la play, un billar, una máquina de estás enormes de Pacman, aunque tiene como 5000 juegos y un minibar, es nuestra parte favorita de la casa, ahí también tenemos un sofá muy cómodo y la tele. Dicha está aclaración, podemos continuar.

Román - Oye Rebe, ve a hacer la cena antes anda, que como la haga yo quemamos la casa.

Rebe - Voy a pedir pizza o algo, ni sueñes que yo te voy a estar haciendo la cena cuaval

Román - Tu debes de ser muy tonta, no te das cuenta que estamos confinados y no se puede pedir nada? anda no me enfades y ve a traerme una cerveza niña, que estoy muy cansado.

Rebe - Que no que no voy a ir a por nada tuyo tío eres un vago

Román - Claro que vas a ir, y vas a ir porque sino te quito el mando y no lo vuelves a ver en tu vida, suficiente que te dejo elegir película.

Rebe -  Joder tío, voy para que no me des más el coñazo, pero esto no va a ser así todo el tiempo que estemos confinados me oyes?

Rebecca se levantó y cuando estaba pasando por delante mío, PLAS, no pude resistirme, la di un azote, no fue fuerte ni nada, era más para que entendiese que podía hacer lo que me daba la gana y que no pasaba nada.

Ella solo me miró un segundo mientras se marchaba pero no dijo nada.

A los dos minutos venía ya con mi cerveza y con unas chuches para ella, no sé cómo podía tener ese cuerpazo y comer tanta mierda, yo también la comia, y aunque no estaba mal, no se nos podía comparar.

Román - Muchas gracias ratón. La dije mientras me la daba en la mano.

Rebe - Pongo ya la película, no te preocupes que no es ninguna romántica, es una de miedo.

Me cago en la puta, la muy cerda sabía bien que no me gustaban pero me tendría que aguantar y hacer el duro.

La película empezó y al final no me estaba dando miedo alguno, pero a Rebe parecia que sí porque estaba hecha una bolita en el otro lado del sofá, en el fondo me compadecí un poco y me quería aprovechar de la situación. Una mezcla de ambas y la ofrecí que se acurrucase en mi pecho, tumbandose prácticamente encima de mi.

Román - oye Rebe te puedes venir aquí conmigo si quieres. Así yo te protejo.

Ella no se lo pensó dos veces y se vino conmigo, se tumbó en mi pecho y sus tetas quedaron justo unos 5 cm encima de mi polla, la cual se había quedado apoyada en su vientre, en ese momento supe que no me iba a poder aguantar pero no pasaba nada, por el morbo que mi hermana me daba valía la pena aguantar y ya más tarde ver su reacción.

La reacción no tardó en llegar y pronto mi pene se empezó a endurecer, yo estaba seguro de que ella lo sentía porque se empezaba a hacer muy evidente, además yo iba con mi torso desnudo y solo unos pantalones de deporte cortos puestos, muy finos, eso sí, con calzoncillos.

Ante la pasividad de mi hermana le pase un brazo por la espalda, y la empecé a acariciar, de manera protectora, para que ella estuviese a gusto, pero yo ya notaba mi polla como un garrote en su vientre y sus pezones erectos. Sabía que no podia hacer mucho más y tampoco quería asustarla la verdad.

Era con la primera mujer con la que estaba en esa situación, nunca había estado tan caliente, ella se recostó hacía un lado para poder ver bien la tele, ahora quedaba su culo muy a mano peor me tenía que aguantar, y mi bulto se notaba bastante, ella me estaba acariciando con sus uñas el vientre y me estaba poniendo enfermo. A estas alturas ya no estaba prestando atención a la película. De repente pasó algo que me dejó asombrado, mi hermana tomo la iniciativa y empezó a acariciarme el pene por encima del pantalón. Yo la notaba muy excitada y ya mi mano se había hecho con el territorio de sus nalgas, eran duras y todo mías, ya nada me las iba a quitar.

Y sin previo aviso me dio un beso en la mejilla, se levantó y se fue corriendo de repente, no sabía que mosca la había picado, me había dejado con un calentón de alucine y no iba a estar persiguiendola.

Y se me había olvidado con todo lo del confinamiento que Rebecca me debía casi 100 pavos por una apuesta que había perdido, me cabree mucho por no haberme acordado y me puse una alarma para que al día siguiente no se me pasase. A mí no me importaba el dinero, se me había ocurrido un juego con el que tendría en control total del cuerpo de mi hermana, y estaba dispuesto a llevar a cabo mi plan.