Rol en casa - parte 1

La versión de Alejandra del relato "Mi novia de puta con mi mejor amigo - parte 1"

Este es el seguimiento del reto que le puse a mi novia Alejandra, en el que cada uno escribiría su punto de vista sobre la visita de uno de mis mejores amigos a mi casa, y con el que teníamos la fantasía de hacer un trío... Yo pienso que mi chica tenía sus propios planes y que me utilizó para salirse con la suya, así que le propuse relatar la experiencia, cada uno por su cuenta sin saber la versión del otro, hasta que ambos hayamos terminado para ver que tan diferente fue la experiencia de uno respecto al otro. Desgraciadamente, Ale leyó mi relato completo así que el experimento se arruinó, pero de todas formas publicaremos el resultado para darle la última opinión al lector.

Aun que el texto de Ale iría más bien en la categoría CONFESIONES, dejaré todas las publicaciones bajo la misma categoría de HETERO: INFIDELIDAD; para mejor seguimiento.

He aquí la versión de Alejandra sobre la llegada de Rol. Después de haber leido la mía ella quizo hacer correcciones a su historia, pero como se ha tardado mucho publicaré su versión tal cual la escribió, antes de conocer la mía.


El universo es bondadoso y te concede lo que le pides, hay que ser pacientes y confiar en su infinita sabiduría.

Hace poco más de un año mi chico y yo intentamos hacer un trío con su amigo, propiciamos la situación, pero por diferentes motivos no pudo suceder, desde ese entonces fantaseábamos con Rol, lo deseábamos. Un buen día mi chico recibió un mensaje de su amigo diciendo que vendría a la ciudad por cuestiones de trabajo y pretendía quedarse unos días más de vacaciones por lo que le solicitaba alojamiento para esos días.

En ese momento supimos que esa sería la oportunidad que esperábamos.

Lo esperábamos un sábado al medio día, el plan era ir juntos a recogerlo, pero al final por cuestiones de tiempo fue solamente mi chico, yo me quedé en casa a preparar la comida, darme un baño y estar linda para recibirlos.

Yo bien sabía que debía vestirme provocativa, así que me puse un short muy corto y una blusa con escote. Cuando llegaron noté que su amigo me evitaba, no me miraba a los ojos, de hecho, evitaba mirarme, yo me empeñaba en hacer cosas para provocarlo, una de ellas fue inclinarme frente a él para colocar una botella en el piso, acto que lo puso nervioso, de inmediato.

Vivimos en una ciudad bastante cálida, así que las cervezas eran obligadas para comer rico, después de la comida, seguimos bebiendo hasta entrada la hora en la que debíamos salir a un compromiso, (debo confesar que yo, ya me sentía algo ebria para ese momento) los tres salimos bastante contentos de la casa, el compromiso duro más de lo que imaginábamos, así que decidimos que al salir iríamos a un bar, una pareja de amigos de Rol se unió al plan. Llegamos al bar los 5 y comenzamos a beber, la estábamos pasando muy bien, en algún momento la pareja salió a fumar y mi chico salió con ellos, Rol y yo nos quedamos solos y la idea era comenzar a seducirlo, pero él ponía resistencia. Después de un rato, pedimos un taxi y nos fuimos a casa.

En casa teníamos una botella de vino, descorchamos y seguimos bebiendo, hasta que la plática comenzó a ponerse cachonda y así sin más, mi chico le preguntó:

-¿Ella te gusta?

Él respondió(nervioso):

-Sí, claro.

En ese momento le dijimos:

-Queremos hacer un trío.

Yo, le dije:

-Él quiere verte cogerme.

No podía ocultar su asombro.

Rol, le pregunto a mi chico si eso era cierto, a lo que mi chico respondió:

-Sí.

Rol se fue al baño mientras mi chico y yo nos pusimos a fajar, cuando Rol regreso, mi chico me entregó a él y Rol empezó a besarme suave, fuimos deshaciéndonos de la ropa, mi chico comenzó a grabar el encuentro, trajo condones y se puso a fumar mientras nos miraba. Yo veía el rostro de mi chico con una luz especial, estaba feliz, curioso, ansioso.

Nos acomodamos en un colchón inflable que teníamos preparado y Rol estaba tan nervioso que no se le paraba, comenzó a frotarse con mi sexo, le pedía con la mirada que me la metiera estaba muy caliente, quería devorármelo, pero aún la tenía flácida, así que tomé la decisión de chupársela para ayudarlo y ponerlo a tono, mi chico no perdía detalle. Yo mientras degustaba el miembro de Rol y miraba a ratos a mi chico, su mirada morbosa y de satisfacción me ponían caliente, así que intentaba hacerle una gran mamada para dejarlos satisfechos a ambos, recorría con mi lengua aquel miembro delgado, con mis labios jugaba a succionarlo, podía sentir su sabor, su olor, acercaba mi rostro a su pelvis, intentaba tragármela toda, hasta que poco a poco aquel miembro comenzó a despertar, apenas me percate de ello le pedí que se pusiera el condón y lo monté, yo ya quería que me la metiera, quería tenerlo adentro y debo confesar que me gustó sentirlo dentro de mí, pero como era de esperarse al principio nos costó acoplar nuestros ritmos, yo no podía dejar de mirar a mi chico, me encantaba la idea de que nos observará, sus gestos provocaban en mi un calor especial, yo intentaba comportarme como una gran puta para satisfacerlos a ambos, después de un rato Rol demostró que se sentía algo incómodo, así que decidimos cambiar.

Mi chico tomó la batuta; yo deseaba que él le enseñara como se trata a una golfa, como se coge de verdad, así que di rienda suelta a todo el calor que traía dentro de mí, mientras me movía veía como Rol no perdía detalle de lo que hacíamos y la forma tan sensual y brutal de hacerlo. Se tocaba y le excitaba vernos, yo gemía de placer. El miembro de mi chico es bastante grande y su grosor es perfecto para mí, me vuelve loca y sabe cómo moverse, cómo llevarme al clímax. Pero ¿cómo no llegar al clímax, cuando tienes a dos hombres a tu merced? Uno, penetrándote con potencia, sensualidad y ritmo perfecto, y otro, mirándote con morbo, deseándote y ansiando ser él quien estuviera debajo de ti, pero que por pudor y tontos prejuicios no se había dejado llevar. Yo llegué al orgasmo, grité con todas mis fuerzas, una sonrisa iluminaba mi rostro, me sentía plena y muy puta.

Al finalizar con mi chico, nos fuimos a la habitación para continuar, ambos estábamos calientes, queríamos más, mientras cogíamos me encantaba la idea de gritar fuerte para que Rol escuchará lo bien que la estábamos pasando. Me encantaba la idea de hacerlo desearme más, imaginarme detrás de esa puerta disfrutando y gimiendo como puta. Seguimos mi chico y yo hasta que el cansancio nos venció y nos quedamos dormidos.

A la mañana siguiente mi chico tenía una grabación en diversas partes de la ciudad y en la playa y a mí me correspondía “atender” a nuestro invitado. Lo que sucedió al siguiente día amerita otro relato…


Estas son las palabras de mi novia... tu qué piensas? nuestra versión es muy diferente?

alejandra.veroca@aol.com