Rocío - La Hermanita de mi Esposa (aun más)

La hermanita de mi esposa está embarazada! Pero aun quire más verga...

La historia orginial ha recibido más de 125,000 lecturas! Disfruten de esta que ha sido publicada debido a la peticion de mis fans...

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... Uno de mis recuerdos favoritos fue el día que llegue del trabajo y al subir hacia la recamara oí ruidos que procedían de allí. La puerta estaba abierta y, al acercarme, los ruidos se convirtieron en gemidos. Ahhhs y Mmmms llenaban el cuarto. Eran mi mujer y su hermanita haciendo un 69 en la cama. Como mi mujer ya estaba a días de dar a luz, estaban en sus costados. Era una escena que nunca se olvida. Rocío, con cuidado de no molestar al bebe, hacia todo lo posible por brindar el mayor placer posible a mi esposa. Al mismo tiempo, la panochita de Rocío era devorada. Las manos de mi mujer jugaban con las nalgas y el culo de Rocío, introduciendo uno y luego dos dedos en su culo.

Me quede parado en la puerta, viendo a este par de enamoradas. Sus ojos cerrados nunca se percataron que yo observaba cada movimiento y que mis oídos disfrutaban de las notas que eran producidas por las dos. Al rato se corrían al mismo tiempo. Sus cuerpos se convulsionaban y ellas seguían comiéndose sus panochas hasta que, dentro de segundos, sus cuerpos dejaban de vibrar. Rocío se levanto y se dirigió a la cara de mi mujer. Tomo su rostro con sus manos y le dio un beso apasionado el cual fue correspondido con la misma intensidad.

Me acerque a las dos y las abrace. Las bese. Les dije que me agradaba mucho el que se llevaran tan bien y que estaba complacido que las dos fueran mías y solo mías. Entre las dos me desvistieron y me brindaron muchas sensaciones placenteras. Cogimos por más de una hora antes de quedar dormidos y abrazados entre sí…

Al siguiente día, mi esposa y yo platicamos de lo mucho que Rocío disfrutaba ya de nuestra compañía. Acordamos que le preguntaríamos si quería quedarse indefinidamente. Después de todo, aquí también había universidad. Podría terminar su carrera aquí, vivir con nosotros.

Al fin llego el día del nacimiento de Miguelito, nuestro bebe. Un niño hermoso, con cabello negro y ojos color miel como los de su madre. Entre los tres le dábamos mas amor que ningún otro bebe jamás conocería.

Rocío acepto a quedarse a vivir con nosotros. Ayudaba en los quehaceres de la casa, cuidaba de Miguelito para darnos oportunidad de volver a encontrarnos a mi esposa y a mí; y también participaba en nuestros juegos sexuales regularmente. Al paso de las semanas y de los meses se había convertido en mi segunda esposa; después de todo, era ella la que ahora esperaba un bebe…`

Después de que Rocío quedara embarazada, se puso mas que cachonda. Quería tener sexo en cualquier lugar y a todas horas. Un día estaba en mi oficina escribiendo unos memorándums para mi trabajo cuando apareció Rocío con una taza de café.

Te traje un cafecito para que te de ánimos.

Gracias, Rocío me va a caer muy bien.

Por mi no te preocupes, sigue trabajando…

Volví a mis memorándums y Roció se hinco junto a mi. Sus manos sobaban mi verga por sobre los shorts que vestía. Me costaba trabajo concentrarme. Me puse cómodo quitándome los shorts para que Rocío tuviera mejor acceso. Ya me frotaba, apretaba y masajeaba la verga al igual que mis huevos. Se metió debajo del escritorio. Abrí mis piernas para facilitarle la tarea. Sabia que quería darme una buena mamada. Desde que había llegado, en muchas ocasiones me decía que le gustaba tomar mi leche caliente.

Trataba de seguir editando los memorándums pero ya era mas que difícil. Cerré mis ojos, me incline en el bordo de la silla y puse mi cabeza en el respaldo y disfrute…simple y sencillamente disfrute de la mamada que Roció realizaba sobre mi palo endurecido. Con su lengua recorría desde la base hasta la punta. Dibujaba círculos sobre la cabeza y metía la punta de su lengua en el pequeño agujero, violándolo. Después el recorrido era al revés. Comenzaba en la cabeza para llegar a los huevos que chupaba cual dulces; primero uno y luego el otro. Repetía este recorrido una y otra vez. Después, se metía toda mi verga en su boca, llegando esta hasta su garganta. Entraba y salía repetidamente. Sus cachetes se hundían al mamar las paredes de mi verga que estaba por explotar. Mientras mamaba, su mano apretaba mis huevos, como exprimiéndolos para que saliera el jugo que de ellos brotaría.

Ahhh. Mmmm. Que bien lo haces mamita. Sigue…Sigue…Me voy a venir…Ahhh.

Siguió chupando hasta que sintió mis huevos endurecer. Esto indicaba que ya estaba por lograr su objetivo. Paro de mamar cuando sintió el primer chorro estrellarse en su garganta. Abrió la boca para recibir uno y otro. Cuando ya había acabado, salió de su escondite para abrir la boca y mostrarme que estaba llena de mi leche. Luego cerro sus labios y cuando abrió de nuevo su boca, estaba vacía. Se había tragado toda mi leche. Se acerco a mi y me planto un beso. Pude saborear algo de mi leche en su boca. Mi lengua lamia los restos de mi semen que se habían quedado pegados en las paredes de su encía y sus cachetes. No sabia mal. Estaba algo dulce, algo salado. Era lógico que a ella le gustara tanto.

Que bien Rocío. Me has dejado en seco! Pero, ahora te toca a ti. Te voy a coger de lo mas rico…ya veras…

Ay si, quiero que me cojas. Haz que me vuelva loca con tu vergota en mi!

La tome por la cintura y la levante. Apretó mi torso con sus piernas, juntando sus pies tras mi espalda. Nos besamos de nuevo y dejamos que nuestras lenguas exploraran cada rincón de nuestras bocas. La suya aun tenia mi sabor. Esto me enloquecía aun mas. Puse su espalda contra la pared mientras mi mano buscaba bajo su vestido. Encontré una panochita muy mojada que no estaba cubierta por nada. Roció había venido a la oficina preparada para todo…no usaba pantys! La senté en el escritorio y ahora fui yo quien se arrodillaba frente a ella. Doblo sus piernas hasta tener las plantas de sus pies en mis hombros, dándome acceso perfecto a su panocha que ya disfrutaba mi lengua. Jugaba con su raja, con su clítoris y con su culito que estaba mojado por sus jugos que ya brotaban de su panochita.

Ahhh. Ahhh. Ahhh. Me matas papito. Mas, mas, mas! Ahhh. Me corro! Me corro! Ahhh.

Sus jugos sabor a néctar salían de su agujero y yo trataba de limpiar lo mas posible. Limpiaba con mi lengua mientras lamia desde su culo que se espasmaba cada vez que trataba de introducir mi lengua en el, hasta su clítoris hinchado por el placer.

Ahhh.Ahhh.Ahhh…

Su cuerpo vibraba con el poder de su clímax. Sus piernas apretaban contra mi cabeza como pidiendo que no la quitara de allí. Después de lo que parecían varios minutos, dejo de estremecerse. Me levante y puse mi verga que ya había recuperado su dureza frente a su culo mojado por sus jugos. Apunte y metí la cabeza.

Ahhh. Cuidado que me duele un poco. Ahhh. Si. Si. Cuida…Ahhh…

Metí la cabeza y algo mas. Me detuve para dejar que su esfínter se acostumbrara. Continúe metiendo mi verga en su culo poco a poco. Dentro de un minuto ya estaba toda adentro y empecé a bombear. Despacio al principio, aumentando de ritmo poco a poco hasta que

Ahhh. Si papito, dame duro, dame. Rómpeme el culo! Así…Ahhh. Ahhh. Dame.

Seguí bombeando. Mis manos jugaban con sus tetas. Para este entonces, ella se había quitado el vestido veraniego por su cabeza y estaba completamente desnuda. Apretaba sus pezones con mis dedos. Esto hacia que ella gimiera aun mas y mas fuerte

Ahhh. Mmmm. Ahhh. Sigue, sigue. Lléname con tu amor papito. Dame mas. Mmmaaasss…

Después de bombear por unos minutos y entre sus gemidos y el plaf, plaf de mis huevos contra sus nalgas, anuncie que me venia:

Ahhh. Me voy a correr. Toma mi leche putita! Toma mi leche!

Si papito, lléname de ti! Quiero sentir tu leche en mi! Lléname… Ahhh…

Mi verga disparo varios chorros de leche. Su culo se lleno de mis jugos mientras ella gritaba que le gustaba tanto sentirme dentro de su culo! Esto hacia que yo me excitara aun mas y mi verga espasmaba con cada disparo.

Rocío, me vuelves loco! En algo eres mas que tu hermana! Cogerte por el culo es delicioso!

Ah si? Pues que cabrón serás!

Era la voz de mi esposa que había entrado en la oficina no se cuando. Había estado viéndonos coger como locos.

Pues ahora me coges a mi también! Ya veras que mi culo no te decepcionara!

Salí de Roció y mi leche salía por su culo dejando un hilo sobre sus muslos. Mi esposa se hinco frente a Rocío y comenzó a lamer mi leche, llegando su lengua hasta el culo aun abierto de Rocío. Mi mujer metía su lengua en el agujero de Rocío, sacando lo mas que podía. Roció se corrió de nuevo al sentir la lengua de mi mujer dentro de ella…

Ay hermanita, me corro! Ahhh. Me corro!

Mi esposa no desaprovecho. Su lengua dejo el culo de Rocío para chupar los jugos que emanaban de la panocha de esta. Yo me dedicaba a verlas en acción mientras mi verga conseguía endurecerse de nuevo. Ya estaba sentenciado…Ahora era el turno de mi esposa que ya terminaba de limpiar a Rocío. Ahora era el turno de ella…