Roberto

Roberto empezará 1o de bachiller en septiembre y éste verano parece que aprenderá muchas cosas.

Soy Roberto y vivo con mi hermano Adrián y mi madre Julia en un suburbio cerca de Barcelona donde viven currantes de los de toda la vida: un piso pequeño de dos habitaciones, cocina baño y un zulillo (mi habita) en un 6º piso de un bloque rodeado de otros bloques y algunos parques y plazas que parecen descampados.

Mi madre trabaja de secretaria en una oficina de seguros 9 o 10 horas al día, mi hermano básicamente se rasca los huevos y vende costo, y yo el curso que viene empezaré 1º de bachiller, el de ciencias. Supuestamente soy el listo de la familia. Cada dos o tres semanas mi padre, Antonio, nos lleva a cenar, a comer unas bravas o a ver la formula1 a su casa con su novia. Está en paro, nada de ir a DisneyLand...

Este verano he buscado trabajo y no he encontrado nada. Imposible en estos tiempos y menos a mi edad… pero he pillado unas cuantas horas de vez en cuando descargando cajas en un almacén de ropa de chinos, así que me tiro casi todo el día pegado al ordenador que me regalaron mi madre, mi padre, mis tías y mi hermano por mi cumpleaños, saliendo con los colegas a pasear por el barrio y poco más.

A veces me enrollo con Marina. Está realmente muy buena, un buen par de tetas y un culito redondito que encaja a la perfección en mis manos. Pero la chavala se corta, no se atreve, o no se qué coño le pasa pero como mucho me hace una paja, a veces unas lamidas, pero nada más. A veces verla es peor que no verla porque me deja la polla a reventar y con ganas de irme corriendo a casa...

El viernes salí del almacén a eso de las 8 y media. Estaba totalmente sudado, el flequillo pegado a la frente, la camiseta azul claro era azul marino, sentía los gallumbos húmedos entre las piernas, tenía sed, hambre y ganas de nada. En el móvil tenía 2 mensajes: mi madre diciendo que pasaría la noche con su ligue dominicano y otro de Marina, que estaba con todos en el banco de la plaza. Me puse a caminar, tenía unos buenos 20 minutos de paseo. Por el camino me gasté un tercio de lo ganado esa tarde comprando tabaco, una botella grande de cerveza fría y unas bolsas de ganchitos. A ver si eso y los colegas me subían el ánimo, a ver si Marina me dejaba hacer algo

A medio camino una moto se paró a mi lado, Adrián, mi hermano, con su casco negro de cristal opaco dió unos pitidos y gas a tope para hacer ruido. Se levantó la visera.

  • Me voy a casa, te vienes?
  • He quedado en el parque con ésos
  • Te llevo.

Me subí a su moto coreana amarillo canario, la cual nunca nadie supo de dónde había sacado y nadie había preguntado. Hizo el numerito de siempre, unos acelerones y una salida digna de Montmeló. Tuve que agarrarme con un brazo a su tripa mientras con la otra sujetaba la bolsa con mis compras. Joder, se estaba agusto, con el aire refrescándome el sudor, a toda leche, apoyado en mi hermano que iba gritando para contarme nosequé de lo que había pillado con los moros

Me dejó en la plaza justo detrás del banco y se fue con una de sus salidas para dejar a todos respirando humo y medio sordos. Saludé a todos dándoles la mano, dejé la bolsa en el suelo y cogí la botella. Me senté en el banco, me apoyé, bebí cerveza y encendí un cigarro. Le eché una sonrisa a Marina que cogió al vuelo y se sentó en mis piernas y se inclinó a morrearme. Hmmm que gusto.

  • Robe tío deja algo para los demás –dijo Javi quitándome la cerveza.
  • Una mierda, todo esto es mío –dije agarrándole el culo a Marina y cogiendo mis bolsas de patatas.

Marina abrió una, y como se puso un ganchito en la boca me abalancé a comérmelo directamente de su boca.

  • Qué rica estas… Me das un poco más?
  • Un poco de qué? –poniéndose otro ganchito en la boca- Tienes hambre?
  • No lo sabes tu bien… -comiéndole la boca, la lengua, los ganchitos… todo lo que encontraba.

Javi, el graciosete de mierda, se puso detrás de Marina y empezó a moverse como para follársela, ella empezó a gritar y reír y yo de un empujón se lo saqué de encima agarrando a mi nena y colocándola a mi lado.

  • Vamos a la caseta? Tengo un problema y quiero contártelo en privado –la susurré al oído con una sonrisa.
  • Jijijii, ya me imagino tu problema, un problemazo tienes tu, que lo veo desde aquí –dijo bajando la mirada hacia mi paquete.
  • ¿Vamos?

Nos levantamos, me bebí media botella de cerveza de un trago y la agarré de la cintura.

  • Nos vamos, esto es para vosotros… –dije dando con el pie a lo que quedaba de comida.

La caseta es una pequeña construcción que hay en un descampado, detrás de un bosque al lado de un riachuelo lleno de mierda. Suponemos que es alguna base eléctrica o algo así, pero nunca hemos podido forzar la cerradura aunque lo hemos probado hasta con palancas. Ahí vamos a enrollarnos. Nunca hay nadie alrededor, hay unos escalones donde sentarse, un pequeño porche que los cubre… No es un hotel, pero es lo más parecido que tenemos.

De camino nos ibamos besuquenado y ella colocó su mano en el bolsillo trasero de mi pantalón

  • Qué culete tienes, nene –me dijo debajo del oído, en el cuello.
  • Y tú que par de pechitos, cariño –mientras amoldaba la palma de mi mano sobre una de sus tetas- venga reina, hagámoslo hoy… mira como me tienes
  • Ya sabes que no puede ser… -habíamos llegado y me había apoyado contra la pared- Pero si quieres te hago un masaje ijiji… -colocando la mano en mi paquete hinchado.

La agarro bien del culo, y la acerco contra mí, nos comemos la boca mientras me acaricia el paquete con una mano y el pecho con la otra. Deslizo un poco la mano bajo sus vaqueros. Noto el inicio de las nalgas y toco la tira del tanga que lleva. Lo agarro un poco y doy unos tirones suaves que imagino que le hacen rozar la tira en el chochito. Me mira y se queja un poco, pero se ríe, buena señal. Con la otra mano desabrocho el botón de su pantalón. El vaquero queda menos prieto y es más fácil pasar la mano. Le sobo las nalgas, bajando sin prisa pero sin pausa hacia su chichi que me imagino humedito y con ganas de ser acariciado. Pero, como cada puto día, pasa algo. Le suena el móvil. Su padre. Realmente debe estar cabreado porque oigo los gritos por el teléfono

Y así se va. Me da unos besitos, dice que lo siente y se pira. Ahí me quedo, con cara de tonto, con la polla dura y con un cabreo de cojones. Joder. Me siento en los escalones y me fumo un cigarro. Pasa algo de aire, el atardecer, en el fondo, es agradable. Me voy a casa. Me haré unas unas pajas, una peli y a dormir, a ver qué tal mañana.

Me fui dando un paseo, ya estaba en los bloques. Unos niños jugaban por ahí y les marqué un gol. La moto de Adri estaba abajo. Abrí la puerta, ascensor, rellano, puerta

-Hola! Adri! Estoy aquí! –no hubo respuesta, el piso estaba a oscuras, sólo el fluorescente de la cocina con media pizza aun en la caja. Voy hacia mi habitación, un trastero de 2 por 2 sin ventana en el que cabe justo la cama y una mesa, hay luz, me acerco y me asomo. Ahí está Adri. El muy cabrón lleva solo los calzoncillos y tiene la polla fuera, se la casca lentamente con una mano embobado mirando la pantalla. En la otra tiene un porro. Tiene los ojos hundidos y muy rojos. En los altavoces se oyen unos gemidos de tia.

  • Que haces tio!! –le grito según le veo

  • Joderrr – se sube los calzoncillos pero es inútil, la tiene muy dura y se le queda el capullo por fuera de la goma- perdona tío mi portátil se ha escacharrado y… joder que me quería hacer una paja!!

  • Lárgate ahora mismo! –digo acercándome, viendo que en la pantalla hay dos tios comiéndole el coñito a una morena.

  • No jodas, déjame acabar… mira como disfruta de la comida la tía ésta

Con Adri tenemos bastante confianza. Ya nos habíamos pillado haciéndonos pajas varias veces. En un piso tan pequeño ya se sabe. Me acerqué, me senté a su lado. Miré la pantalla, él me observaba esperando una reacción y poco a poco se agarro la polla sobre los bóxer y se la fue meneando un poco más. El video, de unos pocos minutos de duración, acabó. Enseguida puso la mano en el ratón y clickó en otro, casi sin mirar. "Bix–first time" se titulaba.

Aparecieron dos tíos en pie con una japonesa arrodillada frente a ellos. Les comía la polla ahora a uno ahora al otro. Juntaba las pollas y les mamaba el capullo al mismo tiempo. Los hizo rozar entre si. Uno de los tíos le empezó a comer la boca al otro mientras le acariciaba el pelo a la tía.

  • Adri éstos dos tíos se follaran entre ellos, es un video bisexual… -le dije notando mi polla crecer.
  • Si, ya lo sé, ya verás que cachondo pone eso… - se sacó la polla otra vez. La tenia bien dura, húmeda por la punta. A ojo diría que mide como la mía, unos 18 centímetros. Gordita, marca de la casa, con los huevos más bien pequeños y pegados- Venga hazte una paja tu también Robe
  • No sé tío… -le dije mientras me sobaba el paquete- Joder es que Marina me ha dejado a medias otra vez
  • Dale, hombre –y de un movimiento rápido me agarró el borde del pantalón y tiró abajo. Siempre llevo bóxers de los sueltos y mi polla salió disparada creando una buena tienda de campaña- Si ya estás duro!
  • Joder, quita la mano, ya lo hago yo!
  • Jeje –me mira con cara de "ya te lo dije"
  • Jajajjaa

Efectivamente en la siguiente escena uno de los tios estaba a 4 patas mientras le lamía la rajita a la chinita. El otro se la metía muy despacio por el culo mientras le hacia una paja. El tío gemía con la lengua metida en el coñito.

  • Joderr como me pone esto… -Se la meneaba bastante rápido y con la mano se acariciaba la nuca, el cuello, el pecho. Adrián está muy delgado. A veces parece enfermo. Se le marcan todos los huesos. Tiene algo de pelo que sale de los huevos y va subiendo, perdiendo espesor, hasta el pecho.
  • Mira ya se la mete… le va a petar el culo con ese pollón… - dije mientras metia la mano bajo mis bóxer y meneé despacio. Me quité la camiseta. Soy más bajo que él y mi cuerpo aun no está del todo desarrollado. No tengo nada de pelo menos en los sobacos y el pubis, pero como como mucho y con lo de cargar cajas, tengo más carne que él.
  • A ver como tienes la polla que hace mucho que no te la veo hermanito –otra vez volvió a bajarme la goma, ésta vez la de los calzoncillos. Le echo una mala mirada. – bueno no está nada mal, se parece a la mía- acercándola- Has follado ya o qué?

Otro cambio de escena en el vídeo. El que recibe está boca arriba, el otro le agarra las piernas y le da fuerte. La tía está sentada en su cara y le chupa la polla al mismo tiempo.

  • Que va… Marina no se deja… Siempre me deja con el calentón... –mientras aceleraba un poco la paja.
  • Y mamadas? Alguna te habrá hecho, no? Con esa carita de chupona que tiene, jeje.
  • Poca cosa… algun lametón y algún chupetón, pero poco más. –a cada pregunta se gira y deja la pantalla para mirarme a mí. Me mira a la cara, el pecho, la polla.

En el ordenador, plano de la polla metiéndose en el culo desde abajo.

  • Mira que bien le entra al mariconcete… no para de clavarle y no se queja
  • dijo Adrián mientras se sobaba los huevos, agarrándolos, masajeándolos, tirando un poco, sus dedos iban más allá de lo necesario, tocándose ahí, entre las pelotas y el culo.
  • Claro que no se queja, tiene la boca llena de coño!!
  • Jajaja, si y además le debe gustar, no?
  • Nose, supongo… a ver si te callas un poco –dije yo mirándolo a los ojos, pero sin querer fui bajando los ojos por su torso, que empezaba a brillar de sudor, hasta su polla que en ese momento tenia bien apretada con el puño masajeándola y me fijé en su otra mano, cada vez un poco más entre las piernas- Eh tío, te estás metiendo un dedo por el culo!?!?
  • No lo meto, solo acaricio… Uff mira, que se corren

Ultimo plano, la chica otra vez arrodillada, las dos pollas muy cerca de la cara. Se la machacaban fuerte al tiempo que la japonesita les iba comiendo los capullos. Empezaron los gemidos y el último acelerón y de repente los dos empiezan a soltar leche. A chorros, cruzándole la carita a la morena, intentando apuntar a la boca.

  • Joder que corridas no? Tu seguro que no sacas ni la mitad, niñato –me dijo Adrián mientras se incorporaba a por el ratón otra vez.
  • Ya verás la lechada que soltaré, que tengo los huevos muy llenos! Vas a poner otro de maricones?
  • Jejeje, te ha gustado eeeh!
  • Bah, pon lo que quieras, yo estoy a punto. –dije resignado a lo que a él le diera la gana.

De repente le cambió la expresión. Parecía una media sonrisa, aunque estaba serio, como pensando

  • Qué? –pregunté
  • Nada
  • Como que nada? –volví a preguntar
  • No… solo que
  • Venga que me quiero correr
  • Ok, ahí va: Si me haces una paja te chupo la polla.
  • Pero que dices, loco? –Respondí quitándole el ratón y pinchando en un video llamado "Lesbic Love"
  • Venga, seguro que deseas una mamada.

Ya me estaba cansando de su tonito y le solté:

  • Venga, chupa, seguro que no hay cojones.

Y sí que había cojones. Nada más decir esa frase acerco una mano y quitó la que tenía en la polla. Con la otra me agarro de la base y se fue acercando.

  • Pero tío, que era bromaaahhhhhhh…..

Sus labios rodearon mi capullo. Lo tenía hinchado, enrojecido, mojado. Su lengua dio unos lametones en mi frenillo, en el agujero. Empezó a deslizarla, metiéndola más adentro. Cuando llegó a la mitad empezó a mover la cabeza arriba y abajo rozándome con la lengua y el paladar y succionando un poco al mismo tiempo. Joder, la chupaba bien! Puse las dos manos en su cabeza, no por querer empujarle la cabeza, si no como acto reflejo de agradecimiento por lo que me hacía. Le acaricié el pelo, muy corto, rapado. Tragó más y cuando volvía a subir me dio un buen chupetón en la punta. Se la saco de la boca, giro la cabeza hacia mí y dijo:

  • Avísame eh, no quiero comerme tu leche, carbón.
  • Sisi, no te preocupes

Así volvió a inclinarse y siguió con la mamada. En la pantalla dos guarritas se metían un consolador la una a la otra por los chochitos. Me fije en la polla de mi hermano, que en la posición que estaba chupándomela se le había quedado contra la tripa. Le goteaba la punta. Me decidí y se la agarré. Empecé a pajear a lo que respondió con un "mmmhhh" y una chupadita en el capullo. Estaba cerca, muy cerca de correrme, así que decidí darle bien fuerte. Se la casqué como me hacía yo mismo cuando tenía prisa, y además con el pulgar le fui frotando el capullo baboso. Y supongo que lo hice bien, porque de repente soltó un chorrazo de semen que se estrelló en su pecho, seguido de 3 o 4 más que se quedaron entre su tripa y mi mano. Joder, eso me puso muy, muy cachondo y sentí que mi corrida era inminente, sentí el semen iniciando su viaje y puse una mano en la frente de Adrián para que se quitara y me dejara pajear para acabar. Pero solo aparto la boca un poco y siguió con su mano. En 3 segundos empecé a correrme. Me pajeaba fuerte, y cuando vio la primera lechada llegar a mi propio cuello, suavizó la paja y miró el resto de corrida aterrizar en mi pecho y tripa.

  • Menudo charco has sacado, nen!
  • Ughhhhhfffffffffffff… -fue todo lo que pude responder
  • Con todo eso dentro no se puede vivir, hazte mas pajas o te pondrás enfermo! Jjajajaa
  • Madre mía, que mamada Adri. No sabía que sabias hacer eso.
  • Jejeje, yo se hacer muchas cosas

Fin.