Robert se emborracho y quedé sola con Javier

Despues de la fiesta, Robert se emborracho y me quede sola con Javier, allí, se encendió una fiesta para dos en un tobogán infantil, fue muy excitante.

Cuando mi prima se graduó en la secundaria, hicieron una fiesta muy amena y para la misma, yo quería lucir mas linda que nunca, así que me dirigí esa tarde para la peluquería y allá me maquillaron como nunca, me compre un vestido de fiesta muy lindo, era cortito, de una tela muy suavecita y de color rojo, además un liguero charol y medias negras con sus respectivos zapatos de tacón de 10 cm. de alto, brillantes como un espejo. Para ese entonces era novia de Robert un chico agradable, estudiante de medicina en la misma universidad donde yo curso mis estudios.

Robert y yo fuimos para la fiesta a las 9:00 p.m. y allí el ambiente estaba muy de rumba como dicen en mi tierra, el licor era sólo cerveza por el calor de la época y la música era mezclada entre salsa, tambores y zamba. A las 11:30 todo estaba muy encendido, y el grupo se unió para hacer un gran circulo y bailar todos en trencito al ritmo de la zamba, en ese baile Robert se ubico delante me mi y Javier uno de los graduandos y vecino estaba detrás de mi, en el ritmo de la música brasilera, Javier me sujetaba con fuerza por detrás, agarrándome con fuerza por la cintura, cosa que me incomodaba, pero comprendía que era parte del baile, sin embargo una hermana de Robert vio como me agarraba y ésta se lo comento a él.

Robert en el medio de los celos y las buena cantidad de cervezas que había tomado me llamo la atención, yo le explique que todo era por las circunstancias del baile, pero no se conformo, en ese momento se acerco Javier a la mesa donde estábamos, eso me puso nerviosa, por la posible pelea que formaría, y así fue, Robert le reclamo a Javier por su actitud y Javier se defendió como pudo verbalmente, cuando los ánimos se calmaron, terminaron ellos bebiendo cerveza y yo como una figura pintada en la pared.

Robert bebía mucho y de un momento a otro comenzó hablar cosas incoherentes y le decía a Javier lo mucho que lo "apreciaba".

Yo no baile mas y estaba aburrida, no me atrevía a bailar con nadie, así que me resigne a quedarme con el borrachín de Robert hablando con Javier; al poco rato decidieron continuar bebiendo en la casa de Robert hasta el "amanecer" y yo me fui con ellos como una niña obediente.

Cuando llegamos a la cosa de Robert, nos quedamos en el jardín externo de su casa –bueno, de casa de sus padres- el jardín es inmenso, con garaje, sala de estar y un pequeño parque infantil, eran la 1:15 a.m.; ellos buscaron una botella de vino, Robert no paraba de beber, sin embargo Javier ya estaba aburrido de él, en el medio de la conversación entre ellos, Robert se quedó dormido de la borrachera, roncaba fuertemente y se veía muy raro por lo tanto que había bebido, fue cuando Javier se dispuso a despedirse de mi y lo acompañe hasta la salida del jardín. Mientras lo acompañaba nos reíamos de la borrachera de Robert y las cosas incoherentes que decía.

Al despedirme de Javier, éste me sujeto de nuevo de la cintura y recordé como lo hizo en el baile, esta vez no me incomodo, me gusto y seguidamente me dio unos besitos de despedida al buen estilo Europeo, sin embargo sus labios se acercaban mucho a mi boca, pero no se atrevía a ir mas allá, en ese momento, me observó lo bien que lucia con mi vestidito de fiesta y me halagó sólo con su mirada; era cerca de las 2:00 de la mañana y todo se había quedado en un silencio casi absoluto, nos miramos un poco mas y con un lenguaje corporal le insinué que no fuera aun.

Nos quedamos un rato mas y ambos observamos el inmenso jardín de la casa de Robert, Robert rompía de vez en cuando el silencio con sus ronquidos y esto nos hacia mucha gracia a Javier y a mi. Entramos de nuevo al jardín y quedamos de acuerdo en dirigirnos al Parque Infantil, había en el dos mecedoras y un tobogán grande, y figuritas de Disney. Era muy bonito y bien cuidado, me senté en la mecedora y Javier comenzó a jugar conmigo como si fuera una niña, comenzó a balancearme y con el aire de subía mi vestido, haciéndose ver mi liguero; me bajaba la faldita, pero no podía evitar que Javier lo viera, eso lo excito a él, lo se, porque a cada momento que él me balanceaba, sentía su deseo de sujetarme fuertemente con sus manos.

Dejó de balancearme, sin embargo no me bajé de la mecedora y él detrás de mi, me sujetaba para que no fuera a caer –por supuesto que sola no me caería jamás, pero me hacía la débil -, él contacto físico entre ambos hacía subir la química sexual, así que no aguante y esta vez le demostré con aptitud inocente que estaba dispuesta a dejarme probar y lo primero que vi., frente de mi fue el tobogán.

Me levante y me dirigí al tobogán, me recosté sobre el bajante lo mas alto que pude, gracias a los tacones que llevaba, me apoyaba para que no me venciera la gravedad y enseguida Javier se acerco a mi algo nervioso pero decidido, él, en contraparte se colocó encima de mi y me sujeto, haciendo que no me deslizara fácilmente, la posición de Javier era encima de mi, allí comencé a sentir su cuerpo de hombre –aunque era un chico de 18, pero muy fuerte-, me besaba y me sujetaba por las caderas, creo que esa zona era la de su mayor gusto, me baje los panties como pude, y el sacó su miembro del pantalón, creo que era la primera vez que Javier estaba con una hembra, sin embargo por instinto animal hacia que se comportara bien.

El tobogán hacia que me deslizara fácilmente, pero Javier me sujetaba y me llevaba otra vez hacia arriba en medio de sus besos y caricias, de pronto me incitó abrir las piernas y me ensartó su miembro sin mucha dificultad, en ese momento él me soltó un poco más y el efecto de la gravedad del tobogán volvió a surgir, él lo resolvía subiéndome pero con su pene dentro de mi, ufff, me deslizaba hacia arriba pero con su falo dentro de mi; era muy fuerte de verdad y eso me ponía a millón, su abdomen definido, junto con su pene erecto trabajaban en conjunto para mi felicidad, cuando el ritmo del bombeo se mantuvo constante fue lo mas rico para mi, experimente un orgasmo múltiple, estaba siendo penetrada sin lastima y sin ningún consentimiento, mi vulva convulsionó varias veces y mi fluido vaginal bajaba por el tobogán por gotas. Javier jadeaba, sentí que se había vuelto más de acero que nunca era porque tenia deseos de acabar, logre sentir en el acto su semen en el momento menos esperado, y el cual también salió de mi vagina para correr junto con mi flujo por el bajante.

Cuando él eyaculo, saco su pene de mi vagina, sintiéndome de pronto inmensamente vacía, saliendo también dentro de mi vagina su esperma mezclada con mi flujo, él aun lo tenia muy erecto, se veía brillante y desafiante aun, me acomode como pude y me acerque a esa estaca que me había hecho sentir tan bien para agradecerle con una buena succión de mi boca. Nunca había lengüeteado un pene, recién sacado de una cuevita pero su olor era muy característico y especial, era un poco amargo, pero igual lo degusté a placer. Sentí dentro de mi boca unos pequeños pulsos de su pene y creí que había vuelto a eyacular pero no fue así, ya se había vaciado mucho, me saco el pene flácido de la boca y dispuso a vestirse, yo también me arregle y en el medio de lo claro-oscuro de la noche pude ver sólo por curiosidad el hilito de semen junto con mi flujo como corría por el bajante de un tobogán infantil, creo haberme merecido ese final de velada que Robert me pudo regalar por estar con sus borrachera.

Robert aun roncaba, le di un besito y le agradecí haberme prestado su parque infantil para sentirme feliz. No me sentí culpable por lo que hice con Javier, al contrario esa noche fue la primera y última vez que le fui infiel, ya que al otro día termine con él, el creyó que era por su borrachera, pero jamás le dije que fue por la experiencia en el tobogán.