Ritual de paso
De como descubrí la sexualidad sin tapujos gracias a mis padres y mis hermanos, y de la orgía que hicimos todos ese día.
RITUAL DE PASO
Soy el quinto hijo varón de mi familia, y el más pequeño de todos ellos. Mis padres (ambos ya fallecidos), siempre fueron muy avanzados para su época. Algo que siempre tendré que agradecer a mis padres es que me proporcionaron los medios para que todos sus hijos varones tuviéramos una vida sexual sana.
En mi familia, nunca hemos cerrado las puertas para nada: ni para ducharse, ni para hacer siquiera las necesidades fisiológicas más esenciales. Además, la casa no era muy grande, y nosotros dormíamos en parejas en las camas.
Yo veía como mis hermanos mayores jugueteaban, por las noches, uno con otro, y se comportaban muy misteriosos, sin dejarme entrar en los juegos. También, me daba cuenta que, alrededor de los 11-12 años, cada uno de mis hermanos mayores dormía durante una noche con mis padres, pero no sabía muy bien de qué iba la cosa.
Una noche, recien cumplidos los 11 años, de repente, sentí que mi polla se ponía tiesa como una barra de hierro, y que me salía un líquido pastoso por la punta del nabo en una enorme cantidad, que hizo que me pringara hasta los pezones.
Mi hermano Juan (que dormía conmigo), al sentir que me movía, y que estaba mojado él también, se volvió y me dijo:
-"¿qué te pasa, enano? ¿te has meado?"
Muerto de vergüenza, muy bajito le dije:
-"no lo sé, Juan. El caso es que me sale liquido de la polla, pero no es pis y me da mucha vergüenza"
De pronto, mi hermano se vuelve, toca aquello, toca mi polla, y me dice:
"joder, enano, ¡¡te has corrido, y menudo corridón!! Esto hay que celebrarlo, y ahora me voy a pringar con tu lefa todo mi cuerpo." Y eso hizo: expandió todo mi semen por su cuerpo, de la cabeza a los pies. Y luego, se corrió él encima mía.
A la mañana siguiente, cuando nos levantamos a desayunar, se lo cascó a todos mis hermanos y a mis padres. Mis hermanos me miraron con mirada maliciosa, y me dijeron que no me creían, y que si era verdad, me tenía que correr allí mismo. Miré a mis padres (ambos), pero me dijeron que, si era verdad, lo haría allí mismo. Sorprendido, me bajé los pantalones, y mis hermanos, por turno, me empezaron a hacer una paja. Después de correrme con la paja de mi hermano mayor (Enrique), me tocó correrme con la paja que me hizo mi hermano Alberto, luego igual con mi hermano Fernando, y luego con mi hermano Juan. Y todo esto, sin desayunar Acabé exhausto, como os podeis imaginar, y mis padres y mis hermanos ni fueron a trabajar, ni al colegio, para celebrarlo.
Ya una vez desinhibidos, todos los varones de la familia (comenzando por mi padre, y acabando por mí), decidimos hacernos una paja juntos todos. Luego, volvimos a repetir, pero esta vez yo recibí en mi cuerpo el semen de todos los demás varones de la familia, y luego todos los varones nos corrimos encima de mi padre. Posteriormente, por turno, todos nos corrimos encima de todos.
Mi madre se acercó y me dijo:
"bueno, como ya eres un hombre, habrá que enseñarte algunas cosas de los hombres. Esta noche duermes con papá y mámá"
Nervioso, esa noche me fui a la cama con mis papis. Mi madre, según entré, me despelotó y me empezó a manosear todo mi cuerpo, mientras mi padre me pajeaba. Una vez cachondo como un burro, mi madre metió mi verga en su coño, apretando sus manos sobre mi culo, para obligarme a meterla hasta el fondo, y la verga de mi padre se metía en mi culo todo lo que podía mi culo dar de sí (aunque los 26cm de la verga de mi papi no es que sea fácil de meter en ningún sitio). Tuvimos un orgasmo simultáneo, que hizo que gritáramos como posesos. Mi madre, sintiendo mis (entonces) 14,5 cm de verga en su coño, y yo disfrutando de los 26 cm de verga de mi padre en mi culo Luego, mientras mi padre follaba a mi madre, yo daba por culo a mi padre, mientras le apretaba los cojones. Y mientras él le comia el coño, yo le comia la polla a mi padre y me hacía una paja.
A la mañana siguiente, mis hermanos preguntarón: "qué, parece que el enano anoche dio la talla " Pues sí (respondió mi padre), la mama mejor que todos vosotros juntos: ninguno de vosotros me la ha comido como él, y además, cuando nos folló a tu madre y a mí, nos dejó exhaustos: nos dormimos mientras nos follaba", cosa que certificó mi madre. Para acabar la celebración, nos metimos todos en la cama con mis padres, y empezamos a follarnos todos a todos. Todos nos follamos a mi madre y a mi padre, ellos nos follaron a todos, y yo me follé a todos mis hermanos, y mis hermanos me follaron todos a mí.
Me enteré luego que, todo lo que había pasado, era un Ritual de Paso a la Masculinidad que siempre se había dado, desde generaciones, en mi familia, y que todos mis hermanos habían pasado por lo mismo. El motivo de ello era que los propios padres, cuando los hijos e hijas entraban en la edad fértil, supieran la realidad del sexo, sin tapujos.
Desde entonces, hacerme una paja en el salón mientras veíamos una peli, se convirtió en una de las cosas más normales. Lo único que nos pedía nuestra madre es que usáramos unas toallitas pequeñas para no mancharla la tapicería del tresillo.
Y si necesitaba otro cuerpo con el que satisfacerme, siempre tenía a mano el cuerpo de cualquiera de mis hermanos e incluso de mi padre.