Rico sexo oral
Era virgen todavía cuando mi tío abuelo me dió el mejor sexo oral
Desde pequeña me han pasado varias cosas que me han llevado a ser la zorrita que soy ahora.
Aprendí que los hombres no me quitaban nada al darse placer conmigo y terminé sintiéndome halagada cuando alguien me desea y busca satisfacer sus deseos conmigo.
Quienes me han hecho tener alguna experiencia siempre me dijeron que no me harían daño y nunca lo hicieron, al contrario a mi me ha encantado ser usada y lo he disfrutado.
Cuando recién tenía 18 años iba a cuidar a mi abuela a su casa, ya que, había sufrido una caída. Ella tenía una parálisis que le impedía hablar y necesitaba de alguien que la apoyará. Yo iba ciertos dias de la semana que no interferian con mis clases.
El cuñado de mi abuela era ya viudo pero mantenía con ella una relación cercana así que la visita a seguido. Yo lo conocía ya por que era cercano a la familia pero nunca imagine lo que podría pasar entre el y yo.
Llegó por la mañana y mi abuela y yo desayuna amos, como solamente estábamos ella y yo no me tomé la molestia de ponerme brassier, ademas mis pechos eran pequeños.
Germán el cuñado de mi abuela era un hombre bien conservado de 65 años, delgado y alto, tenía barba y bigote largo, usaba siempre lentes oscuros y calvo.
Yo ya era mayor de edad y una chica que había tenido muchas experiencias pero aún era virgen porque nadie se había atrevido a meterme la verga. Siempre me tocaban, besaban y hacían cositas que me gustaban pero me decían que si me metían la verga me dolería mucho.
-ya cumpliste los 18 cielo?!
-la semana pasada don german
-te notas ya más grande y ahora si una señorita
Mi actitud era muy coqueta porque me encantaba despertar el deseo de los hombres y más de los mayores.
-mi abuela se durmió un rato y voy a recostrme yo porque nos despertamos temprano, cualquier cosa me despierta.
-Claro que sí, tu tranquila.
Me acosté en la cama en el cuarto contiguo al de mi abuela
No pasó mucho para que don Germán entrara y me despertará.
-pasó algo?
-no! Solo venía a ver que no necesitarás algo
Dijo mientras agarraba mi pierna
-te acuerdas cielo cuando eras pequeña y te cargaba y te mimaba? Que jugábamos al caballito en mis piernas?
Yo lo que recordaba era lo delicioso que se sentía cabalgar y como me besaba el cuello jugando. Eso empezó a calentarme
-si recuerdo que jugábamos mucho antes tío
-ahora que ya eres mayor quiero jugar contigo pero de otra forma. Tu sabes que nunca te he hecho daño pero quiero mostrarte algo que te va a gustar mucho.
-en serio tío?! De qué se trata?
-ahora te tienes que quitar tu short y calzoncito
-jaja! Por que?? Le pregunte pero ya se me estaba haciendo agua y estaba muy caliente.
Mejor jugamos al caballito como antes!
-bueno! Súbete pero después te voy a enseñar lo que te digo. Por favor! Tienes que ser buena
-no lo sé! Pero el caballito me gusta mucho. Actúe muy inocente y me subí con las piernas abiertas para restregarme en su verga con mi short de licra.
-ayy cielo! Te gusta el caballito?
-si tío Germán! Así es como recuerdo que jugábamos. Seguía cabalgando su verga sintiendola y mojandome. Me encanta a masturbarme y más si era en una verga real.
-no traías brasier en la mañana y te veías bonita
-es que estamos en confianza tío!
-síii. Es lo que yo creo
Me agarro de las nalgas y me aventó a la cama desesperado.
-que haces tío!
-bajate el calzón! Ya!!
-no tío!
-que te lo bajes te dije niña! Empezó a ponerse desesperado y forcejeamos mientras el intentaba bajar mi short y mi calzón. Se subió sobre mí y como pudo me dejó desnuda de la cintura para abajo.
-estas que quieres niña! Y te haces del rogar pero conmigo no!
-dejame tío! Sueltame
-callate!!
-sueltame!
-que te calles! Se va a despertar tu abuela.
De pronto me dio una cachetada y otra. Yo me quedé quieta de la impresión y el empezó a reirse
-te gusta y bien que quieres!
-tío no por favor! Me va a doler!
-solo quiero chuparte y comerte la conchita niña! Mira como estas ya bien jugosa!
Empecé a sentir su lengua en mi panochita depilada.
La movía de un lado a otro y abría la boca y la cerraba dando chupadas en mi clitoris y babeandola toda
-mmmh que buena esta! Muy dulcecita... Las panochitas jóvenes son bien ricas!
Yo estaba disfrutando tanto las chupadas que me daba
-tu conchita Rosita va a acabar bien roja de tanto que me la voy a comer hoy cielo! Estas bien hinchadita que pareces una perrita en celo.
Yo estaba sin decir nada! Y disfrutando tanto de lo que me hacía Germán!
Estuvo chupando y lamiendo mi panochita como media hora que no se cansaba y yo me venía una y otra vez.
Después descubrí que estuvo grabandose como me la chupaba.
Mi abuela hizo ruido y salí a ver que pasaba.
Los encuentros con mi tío Germán se hicieron mucho mejores.