Rica y madura empresaria seduce a joven empleado

Un joven empleado de mi empresa me hace rejuvenecer 20 años y me enseña que a los cuarenta una mujer sigue guardando todo su atractivo a los más jóvenes.

Desde que tuve la aventura con mi sobrino de 18 años y el episodio del chico de la misma edad propinandole una mamada en un centro comercial mi interés por lo chicos jóvenes se ha incrementado de manera inaudita en mí.

A mis cuarenta años el saber que sigo excitando a los más jóvenes me hace sentir como una adolescente calentona, me gusta y me divierte engatusar a jóvenes dispuestos a darme sexo.

Lo difícil de encontrar a jóvenes dispuestos a lo que yo quería era complicado, ya que primero tendrían que estar muy dispuestos a follar con una madura cuarentona y además guardar el secreto para siempre.

Mi promiscuidad me hace querer no repetir en muchas ocasiones con el mismo hombre, por lo que se hace más difícil el buscar a alguien dispuesto a mis "fechorías".

Cesc es un jovencito que a comenzado a trabajar en la empresa de mi marido, es el hijo de uno de nuestros mejores trabajadores, y como premio a su buen hacer en la empresa hemos decidido contratar a su hijo que pasaba por algunos problemillas de adolescentes ( peleas con amigos, borracheras frecuentes en fin ... ) de todos modos el chico es buen trabajador y se adapta bien y rápido a su trabajo.

Lo mismo que antes yo no aparecía por la empresa para nada ahora tomo parte y decisiones importantes, mi presencia en mi despacho es diaria. Pero mi meta es que tanto mi suegro como mi marido me dejen de hacer algunos de los viajes que tienen que hacer ellos para cerrar contratos con alguna empresa en todo el territorio español. Si que he ido con ellos o a solas con mi marido, pero mi intención es la de ir yo sola y demostrar que también tengo madera de empresaria.

Por mi cuenta contacté con un posible cliente, y con fecha y hora pactada coincidían con unos días en los que ni mi marido ni mi suegro podían desplazarse al lugar de la cita. Mi primera gran oportunidad estaba a punto de llegar, no se opusieron mucho en dejarme viajar, pero si que me aconsejaron de que no fuese sola, y con varios candidatos a acompañarme decidimos entre todos que podía ser también una buena oportunidad para el joven Cesc.

La cita era a una hora temprana y a unos 400 km de donde vivimos, por lo que teníamos que viajar el día antes y pasar la noche en un hotel, con dos habitaciones reservada el joven Cesc y yo viajamos esa tarde en tren hasta llegar a nuestro hotel de destino. El viaje fue comodo y nuestro tema de conversación estaba basado en temas laborales, no había momentos para el ocio, solo preparábamos entre los dos la entrevista para el día siguiente.

Cuando llegamos al hotel era ya una buena hora para cenar, y después de darnos una buena ducha cada uno en su habitación correspondiente bajamos para cenar en el mismo restaurante del hotel.

Ahora sí, ya más relajados y con la entrevista preparada nuestra conversación en la cena fue más ociosa y distendida, en la cual traté de saber algo más de la vida privada de ese joven. Después de una llamada de teléfono por parte de mi marido para saber si había llegado bien y como estaba, en fin, lo normal de una pareja, le pregunté a Cesc.

  • ¿ No llamas a tu novia, o la llamarás más tarde ?

  • No, estamos enfadados, llevamos una semana sin hablarnos,

  • Anda, que pena, ¿ que os a pasado ?

  • Pues lo de siempre, ella es una cría, y yo soy más maduro que ella, a mi me gusta salir a solas con ella y a ella le guta salir con sus amigas.

  • Es normal, cesc, sois muy jóvenes, y está bien que os divertais con más gente

  • Pero, el problema es que ......- ( dudando si me contaba o no ) - sabes, hay una amiga de mi novia que le gusto, y ya hemos tenido un par de rolletes, y claro, tampoco quiero que salgamos juntos para evitar tentaciones.

  • ¿ Le pones los cuernos a tu novia ?

  • Bueno, si, pero, es, que, no sé como decirtelo, verás, mi novia es poco dada a mantener relaciones sexuales, y a mí me gusta mucho eso de practicar sexo, y su amiga pues, eso, se deja.

  • No sé, no se, que decirte, pero por un lado lo del sexo está bien, pero también debes de respetar a tu novia

( sé de sobra que no soy la más indicada para decirlo )

Bueno, durante la cena la conversación siguió por esos derroteros, juzgando si lo de poner cuernos solo por sexo eran menos cuernos que si se hacían por sentimientos, en cualquier caso ese tema de conversación con Cesc me gustaba, y aunque notaba que el se sentía algo incomodo hablando conmigo de ese tema la conversación continuó cuando después de cenar lo invité a tomar una copa en un pub que estaba justo al lado del hotel.

La pregunta más impertinente aunque al mismo tiempo me hizo algo de gracia llegó cuando Cesc en medio de una conversación sobre las costumbres de los adolescentes me preguntó:

  • Bueno a tu edad y a la de tu marido ¿ no practicareis mucho sexo ?

  • ¡ Pero que dices chaval !, no soy ninguna vieja, seguro que a mi edad follo más que tú y con mi experiencia seguro que doy mas placer a los hombres que cualquiera de tus amiguitas.

Le contesté algo molesta, aunque como he dicho antes también me hizo algo de gracia, de todos modos mi respuesta me salió desde lo más profundo de mí. Cesc se avergonzó algo y trató de remediarlo.

  • Perdón Alicia, no queria decir eso, pero es que no sé cual es la edad tope para seguir practicando sexo.

  • Pero vamos a ver Cesc, ¿ tu me ves atractiva ?

  • Claro que sí Alicia. - contestó muy ruborizado

  • ¿ Y serías capaz de acostarte conmigo ?

  • Sí, claro , eres muy sexy - su contestación con palabras entrecortada mostraba la verguenza que le daba mis preguntas en aquel bar de copas.

  • ¿ Te has acostado alguna vez con alguien mayor que tú ?

  • No, solo con chicas de mi edad

  • Y ¿ te los pasas bien con ellas ?

  • Claro que sí.

  • Y ¿ hacen todo lo que a ti te gustaría que hicieran ?

  • Bueno, la verda es que... no, hay cosas en la que son reacias y a mi me gusta innovar en todo, me atrevo con todo.

Este joven tenía ya muchas papeletas para ser follado, nuestra caliente conversación y lo ruborizado que se encontraba Cesc hacía que yo tomase las riendas del juego y mis preguntas tomaban giros inesperados para él.

  • Pues yo en la cama hago de todo, me encanta descubrir todos los día cosas nuevas, y practico toda clases de posturas, además me gusta mucho el sexo anal, y eso se que vuelve loco a lo shombres.

El estado de Cesc queriendo ponerse a mi altura en la conversación era de un gran sentido de la verguenza, y muy, muy ruborizado y con la cabeza agachada contestaba a mis preguntas.

  • Dime Cesc, ¿ has practicado alguna vez sexo anal con alguna chica ?

  • Poco, es que no se dejan, y aunque lo he intentado alguna vez, siempre acaban gritando y tengo que desistir en el intento.

  • Pues con una mujer madura no te pasaría esto, nosotras estamos dispuestas a todo.

  • ¡ Que suerte tiene tu marido !- ( pobre infeliz, si supiera la verdad )

El tono caliente de la conversación y las ganas de follarme a ese yogurcito hicieron que aún sin terminar mi cubata de ron Barceló con cola saliésemos de ese bar para subir al hotel.

Cesc todavía no se imaginaba que me lo iba a follar, y entendió que la huida de aquel bar de copas se debía a que se había echo tarde y teníamos que descansar para la reunión del día siguiente. De todos modos encontraba muy nervioso al chico con lo súbido de la conversación, y mi estado de libido subía por las nubes.

Cuando llegamos al hotel teníamos que subir por ascensor para bajar yo primera en la 2ª planta y después Cesc en la 4ª, ya que el que reservó las habitaciones del hotel fue mi marido , y el tío tonto decidió no solo separar nuestras habitaciones sinó que también decidió de cambiar de planta.

Eso daba igual para mis intenciones, cuando el ascensor paró en la segunda planta Cesc quiso despedirse de mí y dando sus buenas noches me quiso despedir hasta el día siguiente. Que equivocado estaba este jovenzuelo.

  • Acompáñame Cesc, no quiero entrar sola en la habitación.

Haciendo caso a mi petición Cesc salió conmigo del ascensor, me acompañó hasta la puerta numero 214, que era la mía, y mientras abría la puerta con mi tarjeta magnética le invité también a que pasase dentro.  Así lo hizo. Cesc entró en la habitación y una vez allí dentro le dije que se sentase en la silla que estaba junto al escritorio, mientras yo me fui al baño.

Me encontraba cachonda, caliente y excitada, este joven muchacho había despertado en mí un cierto calor corporal que tenía que apagar de alguna manera, por lo que quitandome toda la ropa en el baño decidí salir completamente desnuda a la habitación.

La cara de sorpresa de Cesc expresaba el momento por el que pasaba el chaval, en silencio, no decía nada, callado, no articulaba palabra alguna pero no dejaba de mirar mi desnudo cuerpo, me acerqué tranquilamente hasta la silla en la que Cesc estaba sentado, y completamente desnuda acerqué mis tetas a su cara,

  • Vamos a ver lo que sabes hacer , chaval.

Con mis tetas ya dentro de su boca poco podía decir Cesc, las besaba con ganas, sus manos rodearon mi culo y lo manoseaba a su antojo, su lengua acariciaba mis pezones, pero lo que trataba más que nada era de meter toda la teta en su boca, el tamaño de mis pechos le impedía tal hazaña, pero a el le daba igual, se pasaba de una teta a la otra, y podía sentir el calor de su saliva impregnada en mis pechos, como seguía sentado poco podía hacer yo y lo único era dejar al chico hacer lo que quisiera conmigo. Así era, sus manos frotaban una y otra vez las carnes de mi culo, mientras su boca se paseaba por mis tetas, de pezón a pezón.

  • No imaginaba que tu desnudo fuese tan sexy y atractivo, me gusta mucho Alicia

  • Bueno, levántate y enseñame el tuyo.

Cesc se levantó de su silla, como un rayo se quitó toda su ropa, incluso llegó a romper algún botón de su blusa con las prisas de quedarse desnudo. Una enorme y gruesa polla se dejaba ver con gran firmeza entre sus piernas, hermosa, con sus huevos afeitaditos, un capullo de color rojo y muy grande, vamos que el chaval disponía de una buena herramienta.

  • Que sorpresa Cesc, vaya pollón que tienes, haber si sabes manejar tanta carne.

No lo pensé mucho y rodeando su polla con mi mano derecha la acerqué a mi boca, saqué mi lengua y comencé primero a lamer su capullo, después con mis labios lo besaba, un minuto aproximado lamiemdo y besando el capullo de Cesc fue tiempo suficiente para pensar ya en introducirlo por completo en mi boca, así lo hice, y con cuidado de no rozar mis dientes con su polla sacaba y metía una y otra vez su polla en mi boca, lo lubricaba bien con mi saliva, y facilitaba el movimiento del miembro dentro de mi boca.

No sé, quizas varios minutos con su polla entrando y saliendo de mi boca, pero tenía ganas de pasar mi lengua por sus rasurados y suaves cojones, parecían los de un niño, pero solo con levantar la mirada y ver esa gran polla me daba cuenta de que era todo un hombre al que realizaba cual mamada. Agarrando su polla con mi mano lamía y metía sus huevos en mi boca, no podía apartar mi boca de él, su miembro me había hipnotizado, y solo pensaba en tener su polla dentro de mi boca, el posaba sus manos en mi cabeza y solo asentía con gemidos el placer que le proporcionaba mi lengua rozando la piel de sus huevos hasta su desnudo y carnoso capullo.

  • Túmbate en la cama Alicia.

Me tendí en la cama que había en esa habitación, boca arriba, Cesc se acercó a mí, y su cabeza se dirigía a mi velludo coño, no suelo afeitarme esa zona con frecuencia, pero tampoco tengo un exceso de vello como para resultar incómodo. De todas formas abrí mis piernas para facilitar el trabajo a Cesc, su lengua se acercaba y podía sentir en anhelo de su respiración en mi ya húmedo coño, el chico sabía mover la lengua en la zona roja y carnosa de mi coño, y con maestría me daba gran placer con su órgano oral profundizando en mis bajos.

Las manos de Cesc estaban sirviendo de posaderas de mi trasero mientras seguía jugando con su lengua en mi coño, había encontrado una zona con su lengua que me propinaba mucho placer, y con mis manos aguantando su cabeza le indicaba de donde no se tenía que mover. Pero yo quería mas ración de polla y le dije a Cesc que se diese la vuelta. Allí tumbada en la cama y sin cambiar mi posición Cesc se tumbó encima de mí, pero poniendo su cabeza encima de mi coño y su polla enfrente de mi cara.

Comencé a disfrutar de nuevo con su polla en mi boca mientras mi coño se mojaba más aún con la de Cesc, los dos jadeábamos de placer y nos gustaba lo que hacíamos el uno al otro.

No tardé mucho en ir acercando mis dedos al orificio anal de Cesc, y lejos de molestarse me siguió el ritmo colocando los suyos en el agujerito de mi culo. Cesc comenzó a imitar mis movimientos, sus dedos emulaban a los míos, y no hacían otra cosa nada más que rozar suavemente el estrecho agujerito del culo, antes de nada si que mojé los dedos en mi boca para que estuviesen mas resbaladizos, y poco a poco comencé a querer abrir hueco con mi dedo a través de las paredes del recto de Cesc.

Yo solo había introducido mi dedo un escaso centímetro en su culo, pero Cesc ya tenía por completo el suyo dentro de mi, yo no solo me dejaba hacer, además me gustaba, y con gemidos y apretando mi culo apresando el dedo de Cesc dentro de él me retorcía del placer. A todo esto decir que el 69 seguía funcionando, y nuestras lenguas no paraban en su faena de acariciar nuestras zonas más sensibles.

  • ¿ Quieres follarme Cesc, o prefires seguir así ?

  • Voy a follarte Alicia, en mi cartera tengo un condón

  • Vaya, que preparado vienes, póntelo si quieres.

  • Lo llevo en la cartera por lo que pueda pasar

No suelo follar con condones, pero para dar un poco de ejemplo a este joven chaval no iba a ser yo la que le aconsejase que no lo usase en esta relación. Mi intención como en la mayoría de los casos era la de que me follase el culo, pero ya que tenía su condón iba a dejar a Cesc que tomase su decisión, y si quería follarme por el coño, pués adelante.

Así lo hizo, mi postura de estar tumbada en la cama no había cambiado aún, y abriendo por completo mis piernas Cesc se me acercó con su preservativo ya puesto, se disponía a tumbarse encima de mí, y ayudado con mi mano comenzó a introducir su polla dentro del coño. Un sonoro suspiro por mi parte se hizo notar al tiempo que su polla comenzaba a entrar en mi coño seguido de otro sonoro - ¡ síiiiiiiiii !- cuando noté la totalidad de su polla dentro de mí.

El movimiento de Cesc sacando y metiendo su polla dentro hacía que mi respiración se entrecortase, y dificultaba de alguna manera mi respiración , esto hacía que jadease y gemiese fuertemente mientras me penetraba.

  • Ah,ah, ah, si, si, si, fóllame así, fóllame, no te pares, aaaaaaaaaah.

Cesc y yo habíamos echo una piña con nuestros cuerpos y abrazados los dos mis piernas se cruzaban detrás de el apoyando mis piés en su culo. Un clímax total, la pasión con la que Cesc me follaba me hacía sentir joven, puta y deseada. No podía parar de gritar, el chico me follaba incesantemente y los empujes  de su polla dentro de mi coño hacían que perdiese cualquier sentido de cordura, mis manos arañaban fuerte su espalda, y mis largas uñas seguro que hacían dejar rastro en su piel.

Es posible que el daño que le estaba ocasionando a Cesc en su espalda fuese el motivo de que me pidiese que me diera la vuelta, o quizás porque quería follar a lo perrito, en cualquier caso accedí encantanda a su propuesta.

Mis rodillas y mis manos se apoyaban en el colchón de la cama, mi cabeza miraba hacía la cabecera de esta y mi culo a los piés de la cama, Cesc estaba de pié en el suelo al filo de la cama y agarrándome por mi cintura acercó mi cuerpo hasta llegar a él, mirando hacía atrás vi como Cesc agarraba firme su miembro con su mano y lo acercó a la entrada del orificio de mi coño.

  • ¿ Quieres follarme el culo Cesc ?

  • Síiiiiiii

Cómo un maduro impropio de su edad se acercó con su boca a la entrada del agujero de mi culo, sacó su lengua y la pasó varias veces por el , con su dedo quería como abrir hueco, pero sintiendo ya que mi culo estaba preparado le volví a pedir que me follase ya.

La entrada de la polla de Cesc en mi culo me hacía perder la respiración y como buscando aire por algun sitio chillaba y gritaba, eso sí, del más grande de los placeres, de todos modos Cesc me preguntó.

  • ¿ Te duele Alicia, quieres que pare ?

  • ¡ NOOOOOOOO !  ¡ QUIERO QUE  LA METAS ENTERA ! ¡ QUIERO QUE ME FOLLES EL CULO !

Cesc entendió la propuesta y a pesar de mis gritos seguía empujando su polla a través de las paredes de mi estrecho culo, me gustaba, me agradaba y sin mentir también digo que me dolía, pero ese dolor sumado al placer es único, sentía ya el grosor de su polla queriendo reventar las paredes de mi culo, y yo misma comencé a mover el trasero de fuera a dentro , más bien se puede decir que era yo la que follaba a Cesc, empujaba mi culo hacía él y lo apretaba fuerte cuando llegaba a su cintura.

Yo seguía con mis rodillas y mis manos apoyadas en el colchón pero tuve que bajar mis manos y agarrando la almohada la ponía en mi cara para amortiguar mis sonoros gemidos, ahora era Cesc el que me follaba a mí, y con sus manos rodeando mi cintura no paraba de penetrar una y otra vez mi culo.

Como pude alargué mi manó hasta conseguir colocarla en mi húmedo y excitado coño, con mis dedos me masturbaba mientras Cesc apretaba su polla dentro de mi culo. El también gemía, yo seguía con mis jadeos, pero poco a poco y debido a la masturbación que yo me estaba propinando a la vez que Cesc perforaba mi culo incansablemente me daba cuenta de que mi orgasmo estaba por llegar en poco tiempo.

Su polla sin salir de mi culo y mis dedos con varios centímetros dentro de mi coño y rozando mi zona más sensible hicieron que sin poder aguantar me corriese como una colegiala en sus primeros encuentros sexuales.

  • Síiiiiiiiiiiiiiiii, Cesc, me corrooooooooooo, me corroooooooooo, aaaaaaaaaaaaaah

Conseguí el clímax total con la polla de Cesc dentro de mi culo, y como no podía dejar de premiar a este chico le pregunté :

  • ¿ Te falta mucho para correrte Cesc ?

  • No alicia, noooooo, estoy a punto

  • ¿ Te quieres correr en mi boca ?

No dijo nada, solo sacó su polla de mi culo, se quitó el condón que llevaba puesto y colocó su miembro enfrente de mis labios, lo tenía agarrado con su mano masturbándolo el mismo, pero enseguida lo reconquisté y tomé el mando de esa polla, y acercando el capullo a mi boca masturbaba aceleradamente el miembro de Cesc.

Mi boca abierta esperaba ansiosa la inundación de lefa por parte de Cesc, y esta llegó cuando entre sonoros gemidos su polla comenzó a disparar chorros y chorros de lefa que caían intencionadamente en mi boca, varios segundos agitando su polla mientras depositaba toda su lefa dentro, cuando me di cuenta de que la última gota de leche había salido de su polla me tragué toda la lefa que me había depositado y volví a meter el miembro en mi boca para terminar de exprimir cualquier posible resto de ese fluido blanco y viscoso.

El joven chico se había comportado como un verdadero campeón y se atrevió a preguntarme que como lo había pasado, mi respuesta no podía ser más sincera y curiosamente en todo momento no llegamos a besarnos en los labios para nada, por lo que para responder a su pregunta me acerqué a el y dándole un pequeño "pico" le dije que me había echo disfrutar como una zorra.

El también me dijo que lo había pasado bien y que ninguna de sus amiguitas estaba a la altura de su jefa, yo. El chico sabía ganarme y propinándole otro nuevo beso en sus labios le dije que me iba a duchar, quiso acompañarme pero mi sesión de sexo por hoy había acabado y le dije que subiese a su habitación a ducharse y a dormir, así lo hizo, aunque con algo más de ganas de quedarse, pero en todo caso el trabajo es el trabajo y sabía que el despertador sonaría pronto, dormí como una quinceañera esa noche, y la vitalidad y energía que me había proporcionado Cesc esa noche me sirvió para que la reunión del día siguiente fuese todo un éxito por mi parte.

Cuando se dio por finalizada la reunión Cesc y yo ya habíamos recogido el equipaje del hotel, y nos dirigimos en taxi al tren, por lo que ese día no hubo mas sexo con él.

Pero ¿ sabeis ?, este chico sigue y seguirá por mucho tiempo en mi oficina, al menos mientras yo este allí.