Revelaciones

Mi amiga anna no quiere perder su trabajo... y me conto todo lo que hizo para salvarlo. (fotonovela)

Hola mi nombre es Arturo, soy un hombre que va por la vida recogiendo experiencias, esta es la que le paso a una de mis mejores amigas Anna, ella es casada y tiene dos hijos.

Su marido es taxista, y ella hasta hace unos 15 días era ama de casa. Como tenían muchas deudas, su marido le exigió que busque trabajo.

Anna busco, y a los pocos días y con mucha suerte consiguió, prueba en la oficina del hermano de una amiga de una amiga.

Ella no sabia escribir a maquina y eso le dificultó bastante el trabajo, no sabia computación, y apenas pasar las llamadas.

Como estaba unos días, de prueba al legar al día decisivo esto es lo que le ocurrió:

perdón señor Gerardo, ¿me llamó?

Si señora Anna, tengo que comunicarle la decisión sobre su situación

Anna se había puesto muy nerviosa, aquel trabajo significaba mucho para ella, es mas sus hijos dependían de aquellos dineros extras.

-bueno…este...no se muy bien como encarar esto.

Dijo el calvo Gerardo, un tipo arrogante y mal humorado.

Anna se dio cuenta que aquello no era nada bueno así que trato de anticipar la jugada

sé que tengo mucho que aprender, si usted me tuviese mas paciencia yo podría mejorar

a ver señora no es cuestión de paciencia, siéntese aquí en la silla, atienda ese llamado

Anna levanto el tubo, apretó un botón y nada, otra vez y la llamada se perdió

lo ve, no puedo trabajar de esta manera

espere pruebo de nuevo, había una nueva llamada

La llamada otra vez se perdió, Anna sabía que esto era el fin de su trabajo allí.

El jefe, Gerardo se sentó sobre el escritorio y le dijo:

Lo lamento Anna, se lo mucho que necesitas este trabajo, pero yo también tengo que hacer bien el mío.

Estaba desesperada, estaba dispuesta a cualquier cosa por quedarse con aquel trabajo, su necesidad la llevo a no pensar y si actuar. Se paro se tiro para atrás el saco

Vamos Gerardo,¿cuantos hombres quisieran tener una secretaria así?

La verdad que muchos, pero esto se trata de trabajo linda

Anna se dio cuenta que lo perdía todo y ya aquel paso atrevido estaba dado, ¿Qué mas podía pasar? ¿Cuánto más se podía humillar?

Avanzo unos pasos hacía el, tiro su saco al piso

¿es que no te atreves a verificar que soy la mejor que puedes tener?

Gerardo se dio cuenta que al tirar el saco ella mostró que no usaba corpiño, sus pezones se transparentaban en la tela rosa de su remera. Trato de sentar cabeza, aquello era un tipo de extorsión

tranquila, no dudo lo bella que eres y lo que puedas hacer, lo que pasa es que

no lo dejo terminar

que pasa, no temas, hay algo mas que quiero que veas de mi

Anna se sentó sobre el escritorio y comenzó a sacar su pantalón, cuando lo tuvo casi afuera, vio que Gerardo pasaba las manos por su rostro, tenia que actuar rápido.

vamos Gerardo,¿ no quieres?

Ya te dije que eres muy bella, pero esto no tiene que ver con eso

¿No te gusta esta cola?. Dijo Anna sacada

Si, es muy…espera, por favor esto no

Ah, ya se que es lo que te gusta

Eres un maldito, ¿ las quieres ver?

Gerardo cambio su rostro aquella actitud desafiante y la situación hicieron que se caliente, que su pene se ponga erecto

Si quiero verlas, puta, mostramelas

Bueno. Dijo con cara de puta

¿así te gustan?

Dijo en un baile de su cuerpo se movía despacito y sensualmente

Anna se seguía moviendo, ella también se había calentado, con su marido hacía mucho que no tenia relaciones y mostrarse así frente a un desconocido la había puesto caliente.

ponte el saco y chupame la pija, puta

Ella asintió se puso el saco, se agacho frente a el y desabrocho su cierre, saco su pene y mirándolo le preguntó:

¿Quieres que me la meta en mi boquita?

Si, puta, si

Y ella lo hizo.

Los gemidos del jefe eran casi gritos, Anna no paraba un segundo de chuparlo, lamerlo, etc.

El quería decirle algo, pero el placer no lo dejaba.

Ella no paraba de chupar, su boca era un motor, lo disfrutaba como nadie, y lo hacía como nadie

Gerardo noto que sus tetas estaban duras, realmente estaba excitada

tengo mucho calorcito en el cuerpo y ahí abajo. Dijo ella mientras sin sacar el pene de su boca trataba de sacar nuevamente su saco.

-¿tienes calor? Decía entre cortado en las palabras Gerardo la giro, quería cojerla, pero ella no se despegadaza de su pene trato de sacarla pero ella giro, sin sacar un centímetro de su boca

Gerardo no aguantaba mas quería sacarla de allí, estaba por acabar y quería cojerla.

La levantó, le bajo de nuevo los pantalones y la sentó en el escritorio.

La miro, se agarro su pene y le preguntó:

¿lo quieres?

Si. Dijo ella casi desesperada

Pues tendrás que esperar que chupe tu clítoris, tengo ganas de el.

Diciendo esto se agacho y poso su lengua en su hinchado clítoris.

Gerardo chupaba, lamía, mordía. Ella gritaba, estaba mojada, hacía muchos años que no tenia una relaciona si, tipo salvaje, adolescente.

¿Gerardo? Dijo entre suspiros

¿que quieres puta?

Anna sabia que el esperaba esas palabras, las deseaba como todos

Cojeme, métemela, me arde la concha, por favor. Dijo excitada.

Gerardo apoyo su pene en su cavidad. Empujo solo su glande adentro ella gimió.

Un poquitito mas y ella sintió un dolor que rozaba con el placer.

Gerardo gusto de eso y la penetro despacio, un coco mas adentro, despacio, sintió el calor de su vagina, caliente.

Ella ya no sintió ese dolor, su expresión cambio, era de placer, su boca esbozo una sonrisa.

Gerardo se movía dentro y fuera, ella gritaba, el placer se había apoderado de los dos.

Ella miro la cara de estar fuera de si de Gerardo y le dijo:

¿eso es lo mas fuerte que me podes coger?

Gerardo bañado en una ola de excitación comenzó a moverse mas fuerte y sus cuerpos se golpeaban

Anna parecía no sentir el impacto, estaba tan caliente que reto a Gerardo, le pidió mas

Gerardo casi enojado, hizo su mayor esfuerzo y ella parecía no importarle, quería más.

La levanto la giro, y le dijo

¿queres sentirme de verdad?

Y la penetro lo mas fuerte que pudo

-ahhhhhhhhh.

Ella grito entre gemidos, era una doble sensación, y eso la volvía loca, el placer y el dolor, de sentirse penetrada por un hombre.

ohhhhhhhhh.

¿Ahora no pedís más fuerte?

Siiii…mas…¿nnno podeeees?

Gerardo se volvió loco, se saco.

Se sentó y le dijo

ahora hacelo vos todo.

Anna ya no podía mas, quería terminar, ella quería explotar, el placer la estaba desquiciando.

Se subió sobre el comenzó a moverse, casi al borde de acabar, mucho mas no iba a tardar

Ella gritaba, Gerardo gemía, el sexo era fabuloso, ella ya no aguantaba más

¡Gerardo te voy a acabar! No…aguant…masssss

Acábame dale

Vos no acabes, ¿eh?

Quédate tranquila, te espero

Entonces Anna junto sus piernas y empezó a acabar, grito, con un ahogo profundo, acabo como hacía mucho no lo hacía.

-ahhhhhhh…ohhhhhhh… ¡que lindo!, ¡hermoso!

Anna había acabado

Gerardo estaba que se sacaba, Anna explotó dentro de el, que sintió como sus jugos se derramaban y envolvían su pene.

Anna se salio, se agacho frente a él, con su mano izquierda tomo su pene y mirándolo le dijo:

¿ahora me vas a dar todo lo tuyo? ¿Queres dármelo en mi boca? Yo la quiero toda. Dijo y metió el pene de Gerardo dentro de su boca.

Ahhhhhhhhhhhh

Gerardo estaba por acabar y Anna saco el pene de su boca, quería ver como salía el jugo de Gerardo, le gustaba ver como explotaba el glande.

Los chorros de semen golpearon contra sus labios y su paladar, cayeron por sus tetas manchandolas.

Ella estaba satisfecha, el tambien

Ella se levantó, tomo unas servilletas se lavo los pechos.

El se vistió, su cara lo decía todo, su boca no dijo nada.

Ella se vistió, y se estaba yendo, no dijeron palabras mientras se vestían.

Ella rompió el hielo, antes se cerrar la puerta

Lo miro picarescamente y dijo:

Hasta el lunes.

Pero para sorpresa de ella, el lunes antes de salir le llego el telegrama de despido.

Así que pobre de mi amiga Anna…¿pobre?