Revancha

Ahora va la mia.

Hola a todos (es decir a mis 2 lectores ji ji.) en esta ocasión, les platicaré la conclusión de esta dalí aventura. Las dos partes anteriores, si desean leerlas o no lo han hecho aún, pueden verlas en la sig. Dirección:

http://www.todorelatos.com/perfil/5983/

Pues bueno, como ya les platiqué, el desvergonzado de mi marido, no solo era un orangután depravado en celo, sino que además resulta que usaba su oficina como pinche motel, faltándole el respeto a la empresa (que por cierto es de mi papá) y a mí.

Pero mi perspectiva cambió drásticamente, esto que les cuento sucedió hace ya casi tres años.

Tuve un encuentro fortuito y yo diría que accidental con el entonces novio de mi amiga Sandra, cuando lo vi. Se me agitaron muchas cosas adentro. Recuerdo que el me propuso que anduviera con el, situación que en su momento rechacé, pues eso me habría hecho sentir mal al serle infiel a mi marido (que aunque ocasionalmente ha sucedido, no ha sido por que yo lo anduviera buscando.)

Sin embargo, el sentirme dolida por la forma en que este desdichado me engañaba, me hizo cambiar de opinión, no niego que de pronto, como hombre se le presente alguna situación en la que tenga relaciones con alguien mas, a mi misma me ha pasado, pero este ya lo hace por deporte y eso si no creo que sea justo.

Edith; estuve pensando en lo que platicamos anoche, le dije a mi amiga, con quién me encontré en conocido café del puerto, en donde siempre nos reunimos para platicar.

Que haz pensado amiga, me dijo mientras se bebía su expresso cortado, la verdad, creo que ya viéndolo bien, igual y no sea tan buena idea lo que te dije, Sandra es medio culerona, pero al final de cuentas es cuata. Me dijo ya mas seria que la noche anterior.

No chingues Edyyyy, le respondí, primero me incitas a la maldad y el pecado y luego te pones de santa, si tu misma me dijiste anoche que si de ti dependiera te echarías al Luis, le dije algo contrariada. Me costo un poco decidirme, y creo que es cierto, el culey del Deivid no merece otra cosa, pero bueno, la verdad, no tengo ni idea de cómo es esto de bajarle el chavo a alguien.

No se lo tienes que bajar, me dijo, solo vas a andar con el. Sabes lo que es un free´s?. un queeee?????, le respondí. Un free´s pendeja, un chavo con el que solo te ves cuando tienes ganas, salen cotorrean y si es el caso hacen "el caldito", y de ahí cada quién para su casa, no tiene derechos sobre ti, aunque tu tampoco sobre el, es como un novio sin serlo. Pero sin derechos.

Eso suena interesante, respondí, pero como se llega a eso?. Pues de común acuerdo, le das entrada al chavo, el te va a llegar, y tu se lo aclaras, si el acepta, es con esas condiciones, y ya a sabiendas de a que tiene derecho, o mejor dicho, a que no tiene derecho, pues ya está.

Pero donde lo veo?, o como le hago? Pregunté algo ansiosa, de eso nos encargamos, solo hay que encontrárselo, todo el mundo tiene mas o menos una rutina que sigue en la vida diaria, te tienes que hacer la aparecida si el te saluda, pues ya solo tratas de hacerle platica, y si el todavía quiere contigo, va a buscar el modo, no sé, te invitará a salir o a verse después, no le digas que no y cuando se vean pues tu normal, el solito va a ir dando la pauta.

Pinche Edy, eres experta en ligues por lo que veo, le dije riendo. Y tienes idea de donde puedo encontrármelo? Digo, porque si no, veo mas difícil que pase lo que dices. Ella me dijo, mira, el chavo va mucho al deportivo veracruzano (no es comercial lo juro) te pones una minifalda como para jugar tenis para que se aprecie lo buena que estas y rondas, Total, tu eres socia, puedes ir a vivírtela ahí si quieres.

OK, pero acompáñame, me da pena ir sola, le dije. Pinche Dalia, ni modo que te llegue si ando contigo, capaz y me llega a mi y te lo bajo antes de tiempo, ambas nos reímos.

A partir de ese día, Edith y yo empezamos a ir al deportivo a hacernos pendejas, nos tomábamos un jugo que duraba dos horas para estar sentadas a la expectativa. Dalia, me dijo Edy, es medio aburrido estar como pendejas nadamás sentadas. Pues si, pero si nos ponemos a jugar me voy a sudar y quiero darle una buena impresión, espeté, creo que nos equivocamos de hora, a lo mejor viene mas temprano. Nos vemos mañana a las seis de la mañana, ok?. Dalia no mames, no me voy a parar a las cinco para venir a tomarme un jugo de zanahoria aquí!! Me dijo inconforme. Pues ni modo, tu me alentaste así que ahora me tienes que hacer el fuerte, ok?, le dije mirándola con cara de sarcasmo. Mañana paso por ti si quieres, no sea que me dejes plantada. No mames wy, me dijo a esa hora estoy en la cama todavía roncando y babeando la almohada.

Dicho y hecho, eran las cinco y media, y ya estaba yo afuera de la casa de Edy tocando el timbre; quien?, sonó por el altavoz, soy Dalia vengo por Edith, quedamos de vernos temprano, dije. El chamaco de mantenimiento me abrió, a esa hora ninguna de las gordas del aseo llegaban aún, el papá de Edy ya estaba levantado y en pants, Dali, hija, que gusto verte, ahorita baja Edith, deja que la despierte porque creo que no se ha levantado aún. vi. al señor subir y escuche algunos murmullos, después de unos minutos vi. A Edy bajar con la cara congestionada por el sueño, Dalia, no puedes venir mas tarde?, preguntó. Hija, si quedaste con Dali de verte temprano, no la dejes así, que ella se tomo la molestia de venir por ti, le dijo su papá en tono serio. Ok, ok, ya ahorita me visto. Pero apurate, o se nos hará tarde, le dije, apurate por favor hija, le dijo su papá reforzándole mis palabras.

Poco después ya estábamos en el deportivo, eran las seis y minutos, yo invito las pollas, le dije riéndome. Que mamona eres me dijo ella. En eso lo vimos, iba saliendo del gimnasio, este guey madruga no chingues me dijo ella, míralo ahí viene. En cuanto nos vio volteo y cambió de rumbo para ir a saludarnos, órale Dalia, me dijo ella, voy a hacerme pendeja dizque a traer los jugos o algo, no se, me dijo visiblemente emocionada al grado de que hasta el sueño se le había ido.

Hola, buenos días dijo cortésmente al dirigirse a nosotras, yo me sentí nerviosa, como si me movieran el piso y por dentro de mi pecho se agitaran mariposas, o mejor dicho aún, un enjambre de avispas.

Buenos días dijo Edy sonriendo de oreja a oreja con una cara de admiración que no podía disimular, ahorita vengo no quieren algo?, no gracias, le dije, o bueno si esteee… un… bueno mejor no…los nervios me comían. Edy dio vuelta y se dirigió a comprar algo de beber. Al quedarnos solos, el pareció no saber tampoco que decir, solo se me quedo viendo. Este…. Hola, dije turbada, como estas?, a poco vienes tan temprano? Dije tratando de hacer plática. Si, respondió, como haz estado Dalia? Me preguntó, pues bien, le respondí, me sentía como boba, no se me ocurría nada bueno que decir. Oye, me dijo, ya fuiste a la nueva sección de plaza americas? No creo, le dije, no voy mucho a las plazas si no tengo nada que hacer, pues no voy, dije. Tienes cel.? Me preguntó, si, me apresuré a responder si no lo tienes es 2291…. ( y etc. Eso no puedo decirlo aquí) o llámame al nextel y también le di mi numero. El sin duda que ni por un momento habría olvidado lo que pasó en el mar. Así que era el momento en el que quizá debía sacar partido.

De pronto me dijo, me dio mucho gusto verte Dalia, al ponerme para despedirnos de beso, sentí su beso muy cerca de mi oído, me estremecí, cosa que fue muy visible para el. Se me quedo mirando, y yo algo turbada desvié la vista. Te acuerdas?, me dijo en voz baja, yooo… este… si, si me acuerdo, le dije poniéndome roja como la grana, sentía mis orejas calientes y un regusto amargo en todo el paladar. Mis manos empezaban a temblar. Era indiscutible que todo eso lo notaba el, así que le dio mas seguridad al saberse el dominante de la situación.

De pronto sentí ganas de correr, de que Edy ya regresara y me salvara de esa situación, pero pensé, ya, debo calmarme o puede salir mal este rollo. Levante la mirada tratando de ser firme y lo mire directo a los ojos. Si, le dije, si me acuerdo, creo que hay cosas que no pueden olvidarse no crees?, al decir esto sentí que había sido dura, Chin, me dije a mi misma, a ver si no lo espanto. El me dijo; no se que decirte, pero ok, como si nada, esta bien?, me dijo. Nooooo, pensé alarmada, esa no era la idea, pero ahora que le digo?, no quiero verme zorra o buscona. Pero si lo dejo así el dará por hecho de que nada que ver. Creo que puse una expresión en la cara de total desaliento, que el percibió, y quizá pensó que tenía chance, no se, pero me dijo, quisiera hablar contigo Dalia, ese dia ya no pudimos porque de plano te desconectaste, no respondías a nada que te decía y la verdad me dio mucha pena contigo, pensé que quizás te habías enojado o algo.

No, le dije, y volví a sonrojarme, la verdad es que me sentí desubicada, no sabía que hacer. El se me acercó peligrosamente, su rostro hacía el mío. Hijola, pensé, me quiere besar. Pero en vez de eso me dijo al oído. Me gustas mucho. Puedo invitarte algo?, no se algún día, yo visiblemente emocionada respondí de inmediato (incluso creo que antes aún de que el acabara la oración) si, si claro. El sonrió y me dijo, quieres que te invite a algún lado?, tengo libre mañana, yo te llamo. De nuevo nos despedimos pero al darnos el beso de despedida, el volteó la cara de modo que me plantó un beso en los labios, no pude evitar volver a ponerme roja (es lo malo de tener la piel blanca, en seguida se nota), mi corazón palpitó deprisa, y las piernas me quedaron temblando. Por fin se retiró y llegó Edy corriendo, pinche Dalia, me dijo mas emocionada de lo que sin duda yo estaba, ya chingasteee. Vamonos, cuéntame, cuéntame. Me decía, pero yo estaba temblando con un escalofrió largo por toda mi espalda. Edy, Edy, que hagooooo??, le pregunte ya también escandalizada. Pues nada sonza, espera que te llame, y cuando lo veas, pues PAPAS!!!! Me dijo y se empezó a reír.

Esa misma noche, nos reunimos el montón de viejas en donde siempre, para cotorrear, yo me sentía algo inquieta por lo de la mañana. Pinche Dalia, me dijo Nora, una de mis amigas, hay que agarrar el cuete, yo no salgo hoy de aquí si no me sacan cargando como pinche bulto. Anali para variar ya estaba peda, Edy tenía unas encima, Mirna bailaba con un chavo que la sacó a bailar, Carolina platicaba. En eso llegó Sandra, me saludo igual que al resto, y yo me sentí un poco incomoda, como puedo saludarla bien si estoy a punto de hacerle una gachada?, me decía a mi misma. Sentía una especie de revoltura de sentimientos encontrados, de verdad estaba dispuesta a acostarme con Luis?????, aunque fuera por desquitarme del inútil de mi marido, no dejaba de tener escrúpulos. Ya rozando el amanecer, íbamos todas para afuera, Nora cumplió su palabra, se tragó casi una botella de vodka ella sola, y tal como anunciara, la sacamos cargando.

Ala mañana siguiente, recibí la llamada de Luis, al contestar el cel. Me temblaba la mano; si?, bueno?, Hola, habla Luis, me respondió. Te acuerdas que quede de invitarte a salir?, pues aquí estoy, me dijo, no tienes problema?. No, claro que no, le dije. Ok, dime adonde y a que hora pasó por ti. Yo estaba demasiado turbada para razonar algo tan complicado (o así me parecía) A las nueve le dije tratando de tomar valor y de no verme muy pendeja. Ok, donde nos vemos? Preguntó. No se , le dije, tu dime. Que te parece en el Boulevard nuevo, respondí, acordamos el punto y se despidió.

En la tarde Edy estaba en mi casa asesorándome. Dalia, primero que nada, te recuerdo, nada de "papas" si primero no pones tus condiciones, si el se pasa de lanza antes de tiempo, mándalo a chingar a su madre, ok? Si, si respondí, pero en verdad aunque la oía, no le ponía toda mi atención. Para empezar, te traje esto, y me enseñó un tangón de hilo dental que me dejó boquiabierta, Queeeee??!!!!!!, Edy esa madre apenas si me tapa los "bonitos" (vellos) no jodas, que va a pensar?, que soy una golfa, esas madres solo la usan las prostís. Si vieras que no, me dijo, es mas, yo misma traigo una puesta ahorita, me dijo. Está bien que seas hija de familia, pero también hay que estar ad hoc. Considerando que Edy es hija de una de las familias mas conocidas de aquí, puede que no sea tan malo, pensé. Que tal esta?, le pregunté mostrándole una falda tipo jumper. No mames Dalia, nada de faldas, eso es sinónimo de "entrega inmediata" debes llevar un pantalón, este pescador que te compre está chido, es a la cadera. ¡! Haaa me dije, el pescador en cuestión llegaba bastante abajo del ombligo. Nada mas no te agaches porque se te va a salir la raya, me dijo. Y acto seguido saco de una bolsa en donde llevaba todo, una blusa pegada tipo ombliguera. Oye, Edy, no te parece que con un poco mas y me mandas encuerada?!!!, le dije. Ni madres!! Respondió, estas muy buena, y hay que sacarte el mejor partido, mira, como no tienes nada de panza, se te va a ver bien, tienes la cinturita, así que con el pescador, se te va a pronunciar mas la cadera, que de por si estas caderona, y como tienes bonita forma de piernas, te lo traje bieeeeen entallado, así luces mejor. Yo misma te voy a arreglar el cabello. Tienes que salir de aquí cayéndote del árbol de buena, me dijo. Estas chanclitas para que no te veas tan alta, a los hombres les acomplejan un poco las mujeres altas. Con toda la asesoria de Edy, por fin en la noche ya estaba lista. ORALEEEE ¡!!! PINCHE DALIAAAA! Dijo Edy al verme salir ya arreglada, deberías de salir en la televisión, me cae. Edy, estoy nerviosa, no se que decirle. Pues nada, tu normal, platica como si estuvieras conmigo o con cualquier amiga. No hables ni menciones absolutamente para nada al pendejo de tu marido, a menos y únicamente si el te pregunta algo, pero safate rápido, jamás debe saber si te va bien o mal con el. Sácale la cena, el chupe, baila con el no se, diviértete, no es indispensable que te acuestes con el hoy mismo, pero si sucede, ya sabes, condorito por delante (refiriéndose a un condón) y sobre todo, no aflojes si no te sientes lista todavía, o capaz y te me traumas y mañana te estas cortando las venas con un bolillo. Me miró con ternura y se sonrió, hemos sido amigas desde hace ya muchos años, nadie mejor que ella para un momento así, pensé. Ambas nos queremos más que como hermanas. Edy es hija única, tiene un medio hermano por parte de su papá, pero como si no, creo que nos entendemos bien en muchas cosas.

Por fin el momento llegó, llegué a donde acordamos, y el ya estaba esperando. Bueno Edy, ya llegué, le dije por el cel. Que llevaba en altavoz dentro del carro, ya te corto. Ok Dalibonita, me dijo, suerte.

Me saludo muy cordial, y con una sonrisa que lo hacía verse irresistible, pero pude notar como me miro de arriba abajo disimuladamente.

Me invitó a Samborns a tomar algo, y lo típico, no pedí mas que un café (creo que todas las mujeres eso hacemos en la primera cita) fuimos a un antro a platicar y el bebió varios tequilas. Yo me sentía un poco ya en confianza. Era simpático, platicaba cosas interesantes. Ya leíste el cerebro de Broca? Me preguntó, si, respondí, muy interesante y la verdad a mi me encanta Carl Sagan. Leíste los Borgia?, es novela (por cierto se las recomiendo a todos, no solo lean porno) no pero si tu lo recomiendas debe ser buena, me dijo.

La pasé súper, pero el momento de la verdad se acercaba, ya eran las tres de la mañana, y yo sabía que no tardando el sugeriría que nos fuéramos, obviamente sugeriría también ir a algún lugar mas "cómodo" o "intimo" (porque no le pueden decir a un pinche Motel por su nombre y así con todas sus letras?).

Dalia, ya es algo tarde, me dijo, quieres que nos vayamos? Sentí como si agua helada me corriera por dentro, se me erizaron los vellos de todo el cuerpo y lo típico (me sucede mucho) sentí mis orejas como si me estuvieran hirviendo. Si, le conteste fingiendo seguridad. Pagó la cuenta y salimos.

Al salir del antro, caminamos hacia su auto, obviamente abrió la puerta de mi lado como muestra de caballerosidad, antes de que subiera al auto me sonrió, yo respondí con una (si puedo llamarlo así) semi sonrisa. Y en eso me tomo la mano y me quedo mirando a los ojos, intuí que se me estaba lanzando, y asumí la situación, me tomo por la cintura y se acerco, supe que iba a besarme, y así fue, se acerco a mi y nos dimos un beso con todo. Sentí como si mis piernas perdieran compresión (como una manguera que lleva agua y le cierran a la llave) y el piso se movía. Respondí al beso cerrando los ojos y dejándome llevar. Sus manos recorrían mi espalda, y empezó a acariciarme el cabello. No se cuanto duramos besándonos, pero me pareció largo, como si el tiempo se hubiera detenido en ese momento, la verdad, el me gustaba mucho, y me parece que yo a el.

Vámonos, me dijo y dio la vuelta al carro para subir. Arrancó y bueno, lo demás ya saben, pasó lo que tenía que pasar……. Nos vemos la próxima.

Haaaaa verdad???, creyeron que los dejaría así. Pues no, encaminó hacía conocido motel de F. Magón (es una calle bastante conocida aquí en Veracruz) en el camino me temblaban las piernas, me sentía llena de ansiedad, recordé lo que Edy me dijo; "ante que nada pase, pon tus condiciones" pero me daba pena tocar el tema. Se metió y yo me agache (todas las chavas nos agachamos para que nadie nos vea entrar a los moteles, como si a esa hora hubiera cámaras y reporteros en todos lados, pero bueno, creo que es un reflejo innato) bajamos del auto y entramos a una habitación, fue solo entonces que tomé valor para hablar. Luís, le dije, solo quiero recordarte que soy casada, no se que pase después de hoy, pero no quiero problemas, espero que me entiendas. El me miro y me dijo; No va a pasar nada que tú no quieras, me dijo. Yo con la cabeza agachada mirando a ninguna parte y sonrojada le dije, bueno, es que si quiero que pase. (me desconocí diciendo eso, soy o me considero demasiado tímida) el se acerco y me levanto la cara por la barbilla y vi una ternura indescriptible en sus ojos, en su sonrisa. No te preocupes bonita, me dijo, yo no quiero causarte líos, eres una chava súper buena onda, y siempre me haz gustado. Quiero que estés bien. Y al terminar de decir esto me beso, su beso fue largo y dulce, yo cerré los ojos y me dejé arrastrar. Sentí mi respiración agitarse, me tenía sujeta por ambos lados de la cabeza y yo entonces lo abracé, era el punto sin retorno, iba a entregarme a el, y decidí que sería sin reserva alguna, ahora no era ni tenía nada que ver con desquitarse de mi marido ni nada por el estilo, era por que yo lo deseaba, por que me sentía realmente bien en ese momento, quería disfrutarlo y pensar en venganzas o desquites era una distracción.

Me separé de el suspirando, como describir el gesto al tragar saliva y suspirar. Me sentía muy emocionada, mis manos empezaron a temblar, y me vi muy nerviosa, el se me acercó y me dijo, eres un sueño Dalia, eres mas hermosa que nadie que yo conozca. La blusita que yo llevaba puesta era de tirantitos delgados casi como estambres. El me tomo de los hombros y los deslizó hacia abajo, dejó al descubierto mi torso, y desabrochó el bra. Al quitármelo, mis pechos quedaron libres, desafiantes, con toda su firmeza, mis pezones estaban ya erectos, sentí que estaba húmeda, definitivamente me estaba excitando. Mi respiración se hizo pesada. El me tomo una mano y caminamos a la orilla de la cama. Se sentó dejándome de frente a el, empezó a besar mi abdomen, y subía y me besaba justo en medio de los pechos, por fin sacó su lengua para recorrer con ella justo por debajo de ellos (a los lectores varones les aconsejo eso, a la mayoría de las mujeres nos gusta) yo ya suspiraba y sentía sus manos recorriendo mi espalda, acariciándola, subiendo y bajando por ella.

Por fin me animé a participar más activamente, y empecé a acariciar su cabello. Lo hale para que se levantara y empecé a desabrocharle la camisa, mis manos lucían ansiosas. Le quité la camisa y el bajo el zipper de mi pantalón, yo le ayudé a quitármelo, el se retiró para verme de cuerpo completo, estaba literalmente desnuda a excepción de la tanga, me dijo. Por Dios Dalia, estas hermosa, eres como salida de un sueño, de una fantasía. Me tomo por os hombros y besándome me dirigió hacia la cama. Yo para entonces ya estaba empapada, el jaló la tanga hacia abajo quitándomela. Mi monte de Venus quedo por fin a su alcance. Me recosté y el se acomodó a un lado, acarició mi vientre, y empezó a besarlo, recorría con su lengua mi ombligo, mi vientre, hasta llegar a mis pechos, los cuales empezó a besar, tomo uno entre sus labios y succionó mi pezón, yo gemía levemente, cambió al otro pecho y repitió la operación, recorría con su lengua mis areolas marrones, y volvía a metérselo en la boca, yo ya gemía sin tantas reservas. Bajó hacia mi abdomen, besando cada centímetro metió su lengua en mi ombligo, yo le tome de la cabeza y lo insté a que bajara mas, llego a mi pubis, me beso las ingles, y las recorrió con la lengua. Entonces hundió su lengua en mi vagina, yo gemí al sentirlo, con su lengua recorrió mis labios mayores. Luego volvió a hundir la lengua, sentía como me escurrían los jugos vaginales al hacer esto. Con su lengua jugó con mi clítoris. Ye introdujo un dedo en mi vagina, el cual empezó a meter y sacar con ritmo mientras con su lengua jugaba y lamía el resto de mi vagina. Me sentía súper excitada y acariciaba su cabeza mientras hacia esto, yo gemía, haaaa, siii, haaa, así, mámamelo (para esto ya había perdido yo la compostura) siii, el mete y saca de su dedo me tenía prendidísima, su lengua ocasionalmente tomaba el lugar del dedo, sentía que me daba vueltas todo en la cabeza. Sin dejar de hacerme el sexo oral se desabrochó el pantalón y se lo quito, se puso de pie para quitarse la trusa, y entonces me incorporé, le ayudé a hacerlo, quería ver su pene de cerca, pues aunque no me lo crean, en la ocasión del bote, ni siquiera me fijé en el. Y entonces lo liberé de su prisión, ya estaba erecto a todo lo que daba, una gotita de lubricante asomaba de el, tenía un pene hermoso, rosado, algunas venas azules se alcanzaban a notar a través de la piel, lo acaricié con mi mano y lo escuche a el gemir discretamente al hacerlo, empecé a chaquetearlo, y no pude resistirme, me acerque a el para metérmelo en la boca, quería conocer su sabor, sentir su textura dentro de mi boca, con mis labios como una "o" lo capturé y me lo metí con delicadeza, lo recorrí de arriba abajo, sentí el saborcito de su lubricante, me excito muchísimo, metía y sacaba su pene de mi boca como si me estuviera tirando por ahí. Asiii, hooo que rico lo haces bonita, hoo, decía mientras yo se la mamaba. Con mis manos acariciaba sus glúteos, redondos y duros, (haaaaaa, que emoción, me encantan ese tipo de traseros) succionaba y lo sentía cada vez mas excitado, parecía que iba a venirse, pero se separó de mi, yo me recosté esperándolo, sabía que iba a penetrarme por fin.

Se acomodó entre mis piernas y me tomo de la cara acercando la suya, me besó en la boca, dándome su lengua hasta lo mas profundo que podía llegar. Yo baje mi mano y tome su pene, lo dirigí hacia la entrada de mi vagina, y sin dejar de besarme por fin me penetró, me metió cada centímetro de ella despacio, sentía como las paredes de mi vagina iban abriéndose para recibirlo, por fin, llego al fondo, se retiró y empezó el mete y saca, con un ritmo suave, yo jadeaba, rendida a sus brazos. Haaa, sii, cogeme papi, cogeme, haaaaa. En eso empezó a arremeter con fuerza. Daba un embate fuerte, y se retiraba, para luego volver a atacar con fuerza, gimiendo, me vine, tuve un orgasmo tan liberador que me hizo sentir la gloria, una lagrima escurrió por mi mejilla, el al verlo con ternura me la limpió, y me dijo ya chiquita, bonita, mi reina, aquí estoy, y me beso otra vez, su lengua me supo tan dulce, que me arrancó un suspiro. Me sentí emocionada, el siguió con sus embates, y yo otra vez gemí, se levantó y puso mis piernas sobre sus hombros, volvió a metérmela, levante la cabeza para alcanzar a ver su pene perderse dentro de mi, veía su pubis chocar contra el mió, el acariciaba mis piernas mientras tanto. Hoo, mi reina, eres la gloria, siii, decía mientras se movía. vi su torso, atlético, bien definido, sus hombros musculosos, cambiamos de posición varias veces, me puse de perrito, a el pareció gustarle mucho esa posición, me tomó por las caderas y arremetió otra vez con fuerza, esa tecnica suya si que era efectiva, por que me hizo venir otra vez, yo gemia enloquecida, ya a estas alturas, la calentura me tenía loca, entonces pensé, ahora va la mia, me safé, me di vuelta y se la empecé a mamar, quería que se viniera en mi boca, repetir aquello que ví en la oficina de mi marido, para que así estuviéramos iguales. El no pudo contenerse y eyaculo, pude sentir su semen caliente salir de su miembro, espeso. Aunque he practicado el sexo oral prácticamente desde la adolescencia, jamás había permitido que nadie se viniera en mi boca, ahora sé que me había perdido algo increíble, la mayoría de mujeres consideramos algo muy sucio hacer eso, pero se ahora que no es así, es riquísimo sentir como el miembro se convulsiona al eyacular, y sentir el sabor y la textura del semen dentro de la boca es algo increíble. Descansamos un poco, eran casi las cuatro, pero el recuperó las fuerzas y volvió al ataque, esta vez probamos posiciones que yo ni conocía, me hizo y me puso como el quiso. Pero algo que me tenía conmovida, es que prácticamente para nada dejaba de besarme, pareciera que nos amaramos profundamente y de muchos años. Yo me sentí como una reina.

Otra vez, igual que en la ocasión anterior, me propuso, Dalia, en serio, piensalo, quiero andar contigo, y bien, si es por Sandra la corto, de verdad, eres una princesa, eres un sueño, cualquier hombre estaría en el paraíso contigo. Mientra me hablaba, por dentro yo sentía mucha tristeza, lastima que David no piense así, me dije. No puedo Luis, de veras, le respondí, y mis ojos se llenaron de lagrimas, de verdad no puedo, el notó eso y me abrazó acariciándome el cabello, yaaa, ya Dalia, quiero entenderte, tu mereces mucho respeto, me dijo.

Ya no dijimos más y salimos del motel. Me pasó a dejar para recoger mi carro y nos despedimos, Dali, podemos salir otro dia?, me preguntó. No se, déjame ver, pero como quiera de verdad, la pasé bien le dije. El me tomó una mano y me dijo, cuando quieras.

Por fin llegué a mi casa. Me sentía bien. Creo que aún hoy, me siento asi.