Revancha (2)
Deseos indescriptibles se sacuden en mi interior, definitivamente me las va a pagar...
Hola. Continuo con mi relato, como ya les conté en la ocasión anterior, mi marido resulto ser un cerdo infiel. En realidad no es algo que me resultase increíble, pero pensé que tenía por lo menos un poco de madre. Pues resulta que su oficina es un "matadero" un cenote sagrado para los sacrificios humanos, y no precisamente sacrificio de vírgenes.
Pues bueno, desde esa noche que escondida en su oficina presencié una monumental cogida que le dio a una chavita bastante menor que el, me quedé con un sentimiento de repudio hacia su persona. Aunque debo admitir que en su ocasión yo le he puesto los cuernos, considero que fue por alguna razón o situación fortuita, quizá espontánea diría. La primera vez que le fui infiel (que ya relate también) la verdad me sentí miserable, no niego que lo disfrute, pero fue mientras duró, y el sentimiento de culpa y la cruda moral que me atacaron ese día me tuvieron llorando semanas al sentirme desubicada. En su caso era bastante diferente, el lo hacía premeditadamente, con todas las ganas de hacerlo y el cinismo del mundo, hasta las tangas de sus "victimas" tenía guardadas como trofeo pendejo a su desmadre.
Se que los hombres no son fieles por naturaleza, pero podría por lo menos ser menos jijo irrespetuoso de su . Hacer eso en su oficina, coño, que no para eso son los hoteles???. Bueno, creo que de injurias e insultos podría escribir todo un libro, tratándose de su persona.
Al platicárselo a Carolina (una amiga) esta me dijo, pues pendeja tu si te dejas yo a mi esposo le hice lo mismo, pero primero le partí su madre a la puta amante. Lo anterior no solo me parece de lo mas bajo y corriente que una mujer puede hacer, sino además, yo soy enemiga de los numeritos, de hecho creo que por eso es que no nos hemos terminado por separar.
Yo lo que creo es que debes hablar con el, me dijo Edy, amiguísima de años, dile que si va a andar con pendejadas a la chingada, me dijo con cara de encabronada.
Sandra; la tercera en discordia, con tono tranquilo y expresión serena dijo: Dalia, los hombres son todos infieles, eso debemos aceptarlo y viviremos, si no felices, por lo menos tranquilas. Yo conozco a David desde hace tiempo, es un cabrón bien hecho, pero no es mala persona. Mejor haz como que no pasó nada y ya, es lo mejor si quieres salvar tu relación.
Aunque Sandra no es la mejor de mis amigas, me sentía de cierto modo comprometida moralmente con ella, pues hace ya tiempo, tuve un desliz con su entonces todavía novio. Aunque al chavo lo había evitado como plaga desde ese día en el mar (en mi primer relato conté esa experiencia).
De hecho a ella no la frecuentaba mucho desde ese día precisamente por lo ocurrido con su novio. Me sentía apenada con ella. Es más, no habría aceptado salir con ella de saber que el iría, pero como yo sabía que se había ido a una comisión a Campeche (el es oficial de la marina) es que estaba yo ahí.
No pude evitar desviar la mirada mientras ella me hablaba. Recordaba ese día, sus brazos rodeando mi cintura, sus besos apasionados, la firmeza con la que me sujetaba, sus labios rodeando mis pechos mientras me acariciaba, el orgasmo explosivo que me hizo sentir y que admito era algo que aún a la fecha me prendía.
En esas estábamos cuando lo escuché, su voz varonil saludándonos. "hola niñas" . Me sobresalté, sentí como algo frío corriéndome por dentro del pecho, era el. Me puse irremediablemente nerviosa, llegó y saludo de beso a Sandra. Sin querer me turbé y regué un poco del lechero que estaba bebiendo, no sabía como conducirme, y el lo notó, "hola Dalia" me dijo tranquilo, pero sin duda divertido de verme en esa situación.
Esteeee . Yo, bueno, hola como estás, yooo con permiso, dije y me levanté rápido de la mesa para ir al tocador (o por lo menos aparentarlo) me metí en el baño tenía las manos frías, y sentía un mariposeo violento dentro del pecho, y las piernas con algo frio corriéndome por dentro y sin fuerzas para mantenerme de pié. Edith que entro al baño en ese momento me dijo, pinche Dalia, que te pasa? Todas te comprendemos, no es fácil que un pendejo le haga eso a una, si a mi me engañaran así, también estaría peida.
Edith me miro con ternura, pobrecita amiga, te duele mucho verdad?. Me alivió un poco el creer que creyeran que era eso lo que me tenía así, ojalá Sandra piense también que es por lo de mi marido, pensé. Sentí el impulso de contarle a Edy lo sucedido, pero me contuve, no sabía como tomaría eso. Si Edy, tienes razón, le dije.
Voy por el carro, dijo Sandra y salió del café, Luis (así se llama el novio de mi amiga) no me quitaba la vista de encima, eso me hacía sentir turbada, sentía como si tuviera visión de rayos x y pudiera verme desnuda. Aparentemente el también recordaba ese día. Trató de comportarse lo mas normal posible, pero yo sabía que el recordaba como habíamos hecho el amor en su bote. Indudablemente que recordaría mi cuerpo desnudo. El trató de convencerme ese día de que anduviera con el, me dijo cosas muy bonitas, que la verdad me movieron el tapete, pero no había aceptado, en primera, porque me había causado algo así como un shock, y en segunda, porque eso implicaría ser su amante, Sandra, con todo y sus pendejadas era mi amiga, no podía hacerle eso.
Como Edith vive por mi rumbo, generalmente yo le doy el aventón cuando no lleva su coche, en esa ocasión así fue, en el camino platicamos, ella es a quien considero mi amiga de más confianza, nos conocemos de muchísimos años, y hemos vivido muchísimas cosas. "Dali, amiguita, no te pongas mal por ese entupido, me dan ganas de castrarlo solo de saber las gachadas que te hace." Yo prácticamente no contestaba a lo que me decía, solo monosílabos "aja", "si" . No pude más y le solté, "Edy, me tiré a Luis" dije tan rápido y corrido como leer la oración, Queeeeeee?!!!! Respondió ella asombrada, no mamesssss!!! , en eso me detuve, pues las manos empezaban a temblarme de nuevo. Si Edy fue sin querer te lo juro, " pues hay que no querer- mas seguido me contesto mofletuda y empezó a sonreírme. Cuéntame, cuéntame, cabrona Dalia, como fue, el te llego, o como estuvo. Me dijo prácticamente emocionada.
Le conté lo ocurrido ese día y ella me escuchaba con cara de gusto y emoción, Dalia, no mamesss, esta re bueno el guey, si que tiempo tiene que hasta mojo el calzón pensando en sus brazotes no chingues, que rayadota te diste. Yo que tu, le hubiera dicho que si cuando te propuso que anduvieran. Pues si, pero no, le respondí; soy casada Edy, OK, le he puesto el cuerno al Deivid ocasionalmente, pero ha sido sin querer. "yaaa, no mames pinche Dalia, quema mucho el sol" me dijo, sin querer queriendo, yo que tu, ahorita que el pendejo de David te anda haciendo de chivo los tamales, le llegaba al chavo. Pero como, si el tiene a Sandra, le dije, mira, me dijo, los hombres tantito quieren para llegarle a una, si te le insinúas el en chinga te llega.
No paró de insistirme de todos los modos posibles hasta que llegamos a su casa, y se bajo, piénsalo Dalia, el culero de tu marido no merece menos, me dijo al bajar. Llegué a mi casa, me metí a bañar y mientras el agua corría por mi cuerpo, los pensamientos lo hacían por mi mente. Recordé como me hizo sentir esa ocasión, francamente y sin mentir ni exagerar, viví algo único, empecé a sentir excitación mientras el agua se deslizaba por mi piel, imaginaba sus brazos sujetándome con firmeza, pensaba como sería hacerle el sexo oral, se me enchinaba la piel de imaginarlo. Y si no me pela? Pensaba mientras, pero y si se enamora de mi?, no, eso es absurdo, pero . Y si David se da cuenta?, me preguntaba. Sin secarme, salí de la regadera, escurriendo agua, me recosté en el piso de mi alcoba, deje correr las gotas de agua por mi piel, cerré los ojos, y me deje arrastrar por mis pensamientos. David no me quiere, me decía, a veces creo que solo se casó conmigo porque tenemos dinero (mi familia), sentí como el frio del piso en mi espalda empezaba a taladrar mi piel, me acaricié el cabello, recorrí con la punta de mis uñas la piel de mi abdomen, me di cuenta de que estaba a punto de masturbarme, y era por el!!!, estaba imaginándolo penetrándome por detrás como ese día en el bote, imaginaba el sabor de su semen, imaginaba, su torso fornido arriba de mi, y mis manos acariciándolo, sin querer, mi mano ya estaba abajo, acariciándome, jugando con mis vellos pubicos, ensortijándolos, sentí como si tuviera fiebre, con el cuerpo mojado pero hirviendo por dentro, recorría mis pechos, me acariciaba las areolas, me di cuenta de que estaba excitada, mi vagina estaba húmeda, mis pezones erectos, me faltaba la respiración, me imaginé que estaba arriba de mi, penetrándome e introduje dos dedos en mi vagina, gemí en voz baja, empecé a meter y a sacar simulando sus embates, cada vez mas rápido, cada vez con mas fuerza, siiii, sii, si quiero que me tires, cogeme papi, decía para mi misma, estaba tan excitada, que de haber tenido un consolador, me lo hubiera gastado como cigarro. Me parecía ver su miembro entrando y saliendo empapado de mi cuerpo, su aliento azotando en mi rostro en cada jadeo suyo, sentía sus besos, me besaba mi propia mano, quiero coger contigo, siii, así, haaa, decía ya casi fuera de mi, recordé como me penetro por detrás, recordé cada una de las veces que se retiro para volverme a penetrar, su pelvis chocando contra mis nalgas, la brisa del mar bañándonos a ambos, me di cuenta de que lo deseaba, volver a verlo había despertado cosas en mi interior, di un gemido largo y profundo al sentir el orgasmo, me estaba viniendo pensando en el. Sentí como me explotaba cada célula de mi cuerpo, de mi interior, de mis órganos, de mi piel, me estaba viniendo como loca, me mordí la mano con furia, apreté los ojos y tensé mi espalda, cada músculo. Me quedé ahí, en el piso un rato.
Me levanté abrumada, me mire en el espejo, todavía con la piel húmeda, el cabello mojado, vi. Que en realidad no tenía nada que envidiarle a nadie, yo siempre, desde niña, he tenido bonita figura, el ejercicio y la practica del shotokan desde los nueve años me habían mantenido no solo en forma, sino que había modelado mi cuerpo. De niña, yo era flaca como un palillo, incluso, me decían que parecía Archibaldo, ese muñequito de plaza sesamo. Ahora, me veo y me digo, nada que ver con esa niñita tan lejana, aunque sigo siendo delgada, mi cuerpo es casi de modelo, mis gluteos son redondos, perfectos, mis senos, mi abdomen es plano, sin gota de grasa, mis piernas torneadas, mi cintura considero que es una de mis cartas fuertes, como es posible que me engañe?, es decir, si estuviera gorda, fea, o hecha una araña patona, pues bueno, no creo que esa niña a la que se tiró en la oficina estuviera mejor que yo, y no es por que sea presumida, trato de ser objetiva. E s solo que se lo que tengo.
Me acosté a dormir, me sentía muy cansada, la depresión desgasta físicamente también. Dormí profundamente, soñé Con el, con Luis, muy a mi pesar estaba empezando a causarme una extraña situación obsesiva, soñaba que el me tenía por la cintura y muy cerca de mi cara me estaba cantando una canción hermosa, sentía que alguna fuerza me jalaba hacia atrás, pero yo no quería desprenderme de el, empezaba a llorar pidiendole que me sujetara mas fuerte, pero el solo se limitaba a sonreír y seguía cantando. No se que significara ese sueño, y si alguien lo sabe le ruego me lo explique, pero volviendo al tema, desperté sollozando como si hubiera fallecido alguien a quien amara, me di cuenta que ya no estaba enamorada de David, sentía cierto rencor por lo injusto que era, yo jamás fui mala onda con el, me dije, reconozco que he tenido affairs, pero nunca fue premeditado, ni mantuve una relación extramarital con nadie.
Lo haré, me dije, voy a acostarme con el, si he de tener relaciones sexuales con alguien mas, por lo menos debe ser alguien que me guste mucho, y Luis era el indicado, aunque ahora venía la situación de hacerlo caer. Ojala Sandra no lo sepa, no quisiera que dejáramos de ser amigas.
Al otro día, me vestí y Salí de casa decidida, y con la determinación de lo que seguía para mi.