Revancha (1)

Las cosas no se pueden quedar asi, ya veran que no.

Hola; después de algún tiempo, por fin me he animado a escribir otra vez. A quienes no me han leído aún, si les interesa hacerlo pueden hacerlo en esta dirección. http://www.todorelatos.com/perfil/5983/

El escribir las cosas que me suceden es para mi algo así como una terapia, de liberación y un modo según creo, de desahogarme. Hay veces, y creo que a todo el mundo le sucede, en que ciertas cosas no podemos decirlas, pero quisiéramos poder gritarlas.

También aclaro, no soy escritora ni nada por el estilo, no creo tener talento para crear o inventar historias, así que cuento vivencias reales que me han sucedido. Así que lo que lean, les garantizo, que pasó en realidad, aunque a veces como he comprobado, la realidad a veces supera con mucho a la fantasía.

Como ya en alguna ocasión les he contado, no llevo precisamente la mejor de las relaciones con mi marido, aunque siento que hemos mejorado, aún de pronto me hace cada cosa, que no se ni como describir la rabia y la impotencia que me produce, considero que mis infidelidades se deben principalmente por esta situación, porque de alguna manera al serle infiel, siento que de desquito de un modo superlativo de las jaladas que el hace. En esta ocasión, les contaré de uno de esos desquites.

En una ocasión, sucedió que fui a buscarlo a su oficina; el me había dicho que trabajaría hasta tarde, pero el no cuenta con que en alguna ocasión, yo aproveche un descuido suyo para sacar duplicado de la llave de su oficina. Así que, con esto fue que me animé a caerle. Pero al llegar vi. todas las luces apagadas, entré con la llave y entre justo a su despacho.

No estaba "así que hasta tarde pensé ya malhumorada" vi. En su escritorio y no había ni señas de que hubiese siquiera estado ahí. Pensé en trajinarle sus cosas a ver que encontraba, pero en eso escuché el inconfundible motor de su auto. Estaba llegando, de cierto modo me ilumino el corazón, sentí mucha alegría y pensé en hacerle una travesura. Lo voy a asustar, pensé con diablura, y me escondí en el archivero, que es una especie de cuartito a un lado del baño. Me acurruqué y esperé ya disfrutando de antemano la travesura, pero en eso, escuche el golpeteo de tacones altos en el piso, "caray, no es el" pensé un poco alarmada. Creyendo que alguien mas había entrado, pero en eso escuche su voz. "adelante, pásale" escuche que dijo, y las luces de la ventana (o sea de afuera) se encendieron, creando una atmósfera de penumbra a media luz, por la poca que se filtraba a través de las cortinas. Me asome un poco y alcancé a ver la figura femenina. Era una chica bastante joven diría yo, es mas, me atrevería a decir que era menor de edad. Pues se veía medio pendejona hasta para hablar.

Ingeniero, escuche que dijo, creo que debería haber llamado a mi casa primero. Pero bueno, pensé yo, que quizá sería alguna asesoría de tesis o algo por el estilo. "ASESORIA!!!" cuando vi. La tenía tomada por el talle. Y se empezaban a besar. Me hirvió de rabia toda la sangre de mi cuerpo, y empezaron a escurrir lágrimas por mis mejillas. Tuve la intención de caerles y darle en la madre a la jija de la chingada zorrita que estaba con mi marido, pero aguante y me dije, "no, si lo hago, el la defenderá y no quiero que me lastime mas con sus actitudes hirientes, ya vendrá la mia ".

Una de las maneras de hacer el amor que mas le gustan a el, es no desvestir a la victima, lo se porque a mi misma me lo ha hecho así, solo le subió la falda, honestamente la niña tenía bonitas piernas y un trasero increíble, redondo y firme. La recargo, en el escritorio, y sin dejar de besarla, le metió una mano bajo su blusa con el fin de tocar sus senos. Pude ver como saco la mano con el sostén, lo tiro al piso y volvió a meter la mano. Ella le mordía las orejas, y le daba besos en el cuello, aunque parecía que era lo único que sabia hacer la pendeja. A este le gustan inexpertas, pensé, a veces hemos jugado a que yo soy una alumna y el se aprovecha de mi, veo que no se quedó con ganas de llevarlo a la realidad. Escuché sus gemidos, aunque no alcanzaba a ver bien, asomarme mas implicaba ser descubierta, indudablemente ya se la estaba cogiendo. Escuchaba el escritorio moverse y las cosas que había en el, caer al piso; "así, así, papito, cogeme haaaa haaaaaa, escuchaba como le decía ella.

Muy a mi pesar, me empezó a resultar excitante escuchar sus gemidos, ella estaba de pie con el culo parado, empinada contra el escritorio, y el, le daba frenéticamente sujetándola de las caderas. Ella se separo de el y se arrodillo en la alfombra, quedando de a perrito. El se arrodillo detrás de ella sujetándola nuevamente y por fin, le quito la falda. Pude apreciar que realmente tenía un cuerpo de envidia la chica, sus piernas eran gruesas y torneadas, y sus pechos eran regulares, no demasiado grandes, pero con la turgencia y firmeza propias de la juventud. No debía tener más de 19 años. Ella gemía como enloquecida, y el no dejaba de arremeter. Me sentí dolida, burlada. " yo no tengo nada que envidiarle a esa pendeja " me decía, " yo tengo bonito cuerpo, todo el mundo, mis amigas me lo dicen todo el tiempo. Porque buscaba el en otro lado lo que yo misma podía darle?

Vi. como ella se separó de el y le dijo con voz aguardientosa " yaaa papi, échamelos en la cara " y se metió su miembro en la boca, succionándolo como si se lo quisiera gastar. En eso lo escucha a el dar un largo y apagado quejido, se estaba viniendo, " después de todo no se los hecho en la cara, perra, tan chiquita y ya le encanta el semen " pensé. Ella se estaba tragando la eyaculación de mi marido.

Después de esto, ella le dijo, ya me voy amor, debo llegar a mi casa. El se subió el pantalón que para esto solo se había bajado, jamás se lo quitó. Ella por su parte, se puso su falda, pero sus panties los dejo. El los recogió y dijo, esto ahora será mío, y dicho esto lo acerco a su cara y lo olió profundamente, como si fueran flores.

Salieron de la oficina y escuche el motor del auto encender. Hasta que no me cercioré de que se había ido, no salí de mi escondite. Me acerque al cajón donde vi. Que guardo el chon, y lo abrí, sentí como lava hirviente dentro de mi cara al ver adentro una amplia colección de modelos de panties y tangas ahí dentro.

Me fui a la casa con un sentimiento de tristeza profundo, y una amargura que no puedo describir. Lo que era una travesura, había resultado en abrirme los ojos, mi esposo tenía en su oficina su putero particular.

Me acosté dispuesta a dormir, ya muy de madrugada, escuché la puerta de la habitación era el, lo sentí acostarse a mi lado como si nada y en lo que me acomodaba para mirarlo y hablarle, ya estaba dormido y roncando. , me daba muchísimo coraje, pero me aguanté.

Al otro dia, durante el desayuno, me dijo, " nombre, como me demore en sacar las estimaciones, estoy agotado. Trabajaste hasta tarde???? Le pregunté irónicamente, si, respondió, acabé muy noche, ya estabas dormida cuando llegué, me dijo y al escucharlo sentí ganas de lanzármele encima y bajarle los cueros de los cachetes con las uñas, y morderlo, arrancarle los pedazos a mordidas, tal era mi rabia, pero me contuve. Acabó de desayunar, se paro y se fue como el que nada debe.

No olvide ese día, pero la revancha no tarda en llegar. Les contaré en la próxima como me desquité de este pendejo, solo de recordarlo me da muchísimo coraje. Son así todos los hombres ??