Reunión de trabajo boxers abajo

Hace poco os relate MI PRIMERA VEZ POR EL CULO, una experiencia en la que disfrute mucho junto con Víctor. Voy a contaros lo que me paso hace poco mas de un mes en una reunión de trabajo en el hotel donde dormíamos algunos de los que asistimos a esa reunión.

REUNION DE TRABAJO BOXERS ABAJO

Hace poco os relate MI PRIMERA VEZ POR EL CULO, una experiencia en la que disfrute mucho junto con Víctor. Voy a contaros lo que me paso hace poco mas de un mes en una reunión de trabajo en el hotel donde dormíamos algunos de los que asistimos a esa reunión.

Hace poco más de un mes, la empresa nos manda una circular en la que se nos convoca a una reunión de trabajo, para fijar criterios (según dicen ellos). La reunión era en una ciudad costera del sur de España, en el hotel AC. Duraba dos días, lo que hacia necesario pasar una noche en el hotel donde se celebraba esta reunión. Por unos lados me agradaba ir y salir de la rutina, cosa que creo que si logre, pero por otro me daba pereza tener que estar fuera de casa dos días.

El primer día resulto aburridísimo, las reuniones de trabajo es lo que tienen. Por la tarde acabamos a eso de las 8:30, y nos fuimos a cenar. Acabada la cena, algunos de mis compañeros y yo nos juntamos a tomar algo en la cafetería del hotel. Al principio éramos bastantes, poco a poco y por orden decreciente de edad mis compañeros se iban retirando a sus habitaciones a dormir. Al poco rato solo estábamos cinco compañeros, tres de ellos mayores, un chico de Barcelona de unos 30 años y yo mismo.

Como suele pasar en estos casos, cada uno mantenía conversación con la gente más de su edad, con la que tiene más afinidad. Evidentemente los tres mayores hablaban solos y, bueno, yo mantenía una conversación sobre cosas del trabajo y otras más intrascendentes con Juan, el chico de Barcelona.

Al cabo de un rato, sobre las 11 de la noche, nuestros tres compañeros decidían retirarse a dormir. Nosotros decidimos hacer lo mismo, al día siguiente nos esperaba un día igual de aburrido por las charlas de las reuniones además del viaje de vuelta. Teníamos la primera reunión a eso de las 8:30 de la mañana. Nos despedimos en el ascensor de nuestros tres acompañantes y me despedí de Juan en el pasillo que compartían nuestras habitaciones.

Llevaba 15 minutos en la habitación, ya estaba cambiado, me había quitado el incomodo traje del día y me encontraba con la toalla atada a la cintura para darme una ducha, cuando llamaron a la puerta de la habitación. Abrí, era Juan.

Tío es muy pronto para dormir. Vamos abajo a tomar una última copa. Me dijo nada mas abrir

Venga, no jodas. Ya me he cambiado. Iba a ducharme. Le conteste.

¿en serio te vas a acostar tan pronto?. Me pregunto

Bueno… ya te digo que iba a ducharme, y después ver la tele hasta que me quede dormido. Conteste.

Entre palabra y palabra nos encontrábamos en la habitación. Al ver que no desistía en su intención de tomar una última copa, le señale en pequeño bar que tienen todas las habitaciones de los hoteles invitándole a que preparara un par de copas. Las sirvió y se sentó a beber en el sillón rojo que había en un rincón junto a la cama de frente a la televisión. Copio el mando a distancia y se puso a zappear, cambiando de canal a canal. Al final de los canales estaban los de pago que algunos hoteles tienen para ver cine. Juan fue pasando de uno a uno cada canal hasta que llego a los de cine x que, naturalmente, también hay en estos casos. Siguió los pasos necesarios y compro una de esas películas. Yo lo mire y el se limito a reírse. Pensé que bueno tampoco era tan raro.

Me senté en la cama con mi copa, y charlamos un rato sin hacer caso ninguno a lo que había en la televisión. Cuando levante la mirada, curioso al oír algún gemido que se escapaba de la tele, comprobé que el canal elegido por Juan era uno llamado Arco Iris, cuya temática era de cine pornográfico gay, bisexuales, transexuales etc. Las imágenes en ese momento mostraban a dos chicos jóvenes haciendo sexo oral. Lo que me alarmo y a la vez los gemidos hicieron que mi polla creciera bajo la toalla que llevaba anudada a la cintura. Una vergüenza inicial me hizo sonrojar.

Juan, ¿ que has puesto?. Le pregunte un tanto enfadado.

Perdona tío. Me contesto. Leí el titulo y pensaba que era una película "normal"

Ambos intentábamos disimular que tampoco estaba tan mal lo que hacían, más cuando nos conocíamos de unas horas y de tomar unas copas juntos. Pero Juan había notado el bulto que se adivinaba debajo de la toalla.

Además tu "amiguito" no parece que le disguste el canal. Me dijo señalando la toalla .

En ese momento me fije que bajo el pantalón de traje que llevaba también se le adivinaba la excitación. Quizás no había elegido ese canal por error. Lo que me hizo contestarle:

Pues parece que a tu "amigo" tampoco le disgusta.

A mi eso no me sorprende. Lo que si me sorprende que te excite a ti. Contesto.

Me quede un poco cordado ante su toma de iniciativa. Intente averiguar que tramaba:

¿es que te van los chicos o que Juan?

A mi me va el placer. Me contesto.

¿Qué pretendes hacer? Le interrogue.

Nada nada, no te mosquees. Me contesto pensando que tal vez se hubiera equivocado conmigo.

Al ver que le había acobardado, que ya no le veía tan decidido, pensé "que coño si se trata de placer para que negarnos". Ya tuve una experiencia con Víctor y no me había vuelto a pasar nada igual axial que, digámoslo así, me insinué:

Yo no se que tendría que hacer. Le dije acercándome a el. Pero si se trata de dejarse hacer podría dejarme hacer y hacer lo que tú me vayas indicando.

Juan se levanto del sillón, copio mi copa de mi mano y la dejo junto a la suya en la mesita. Se situó delante de mí de pie. Me miro la toalla. Paso su mano por mi cabeza. Acaricio mi pecho. Tomo mi mano y la llevo al bulto que tenia en su pantalón y me dijo:

Tócala. Nótala. Siéntela.

Mi mano apretó ese bulto, tocando, notando y sintiendo su polla. Se agacho lo suficiente para desajustar la toalla de mi cintura y dejar a la vista mi polla, tras lo cual me beso en la boca.

Me notaba nervioso. Sabía que había inseguridad en mí. Intento tranquilizarme:

Relájate. No haremos nada que no queramos los dos.

Y volvió a besarme. Sentí su boca y sus labios uniéndose a los míos. Me excito aun más. Mi mano seguía acariciándolo por encima del pantalón. Mi otra mano se fue a su cintura. Fue buscando el modo de liberar aquella polla. Juan me ayudo desabrochando su cinturón, sus botones y su bragueta lo que hizo que cayera el pantalón al suelo quedándose en bóxer. Haciendo mas notorio el bulto de esa polla en él.

Mis manos tiraron del bóxer hacia abajo dejándole la polla al aire. La cogí. La sobe. Era más grande que la mía. Descapullada. Más gorda y venosa. Ya había notado que estaba excitado por el líquido que había impregnado sus calzoncillos y que aun tenía en la punta.

Pensé que lo mejor era chupar esa polla, estando yo sentado en la cama y el de pie, estaba a la altura de mi cara. Lo mire como pidiendo permiso y lamí la punta del capullo. Mis manos le dedicaban una paja con movimiento suave y le apretaban los huevos duros y depilados que tenia. Recorrí con mi lengua desde la base hasta el capullo un par de veces para acabar metiéndomela en la boca y succionar. Juan se limitaba a respirar cada vez mas fuerte, escapándose algún gemido de su garganta, solo intentaba guiarme con sus manos en mi cabeza. La televisión ayudaba al ambiente emitiendo los gemidos de la película que aun estaba puesta.

¿te gusta? Le pregunte dejando lo que estaba haciendo por un momento.

Sigue…. ,mmmmmm es lo más que acertó a decirme.

Seguí con mi trabajo. Mamando cada vez más fuerte y más rápido y moviendo mi mano arriba y abajo. Notaba como le palpitaba la polla ante mis caricias. Mi boca sentía como su pelvis hacia movimientos, intentaba follarme la boca. Lo conseguía sujetándome la cabeza. Dejo de sujetarme lo que aproveche para sacármela de la boca y lamerla. Lamía rápidamente con la punta de la lengua ese capullo mientras que lo seguía pajeando. Lo mire. Tenía los ojos cerrados. Gemía. Respiraba deprisa, rápido. Al verlo tan excitado le pregunte:

¿ quieres correrte ya?

Pare un momento para saber como seguiría la cosa. Me miro y me dijo:

Quiero que tú también disfrutes. Puedo correrme más veces. Recupero pronto.

Vaya! Eso es un si ¿no?. Insistí con mi pregunta.

No contesto. Me agarro la cabeza de nuevo y empezó a culear follando mi boca. Nunca había hecho eso. Pero ya no había marcha atrás. El estaba excitadísimo y yo por lo que estaba apunto de experimentar también.

Tras varias sacudidas note que llegaba el momento. Juan emitió unas palabras

AGGGGGGG…..AGGGGGGG….me voy a correr….

Me retire lo suficiente. Lamía el capullo. Lamía la polla. Movía mi mano más rápido. Sus gemidos eran más fuertes. De pronto al pasar mi lengua por su polla note algo caliente que antes no estaba. Me dio cosa y me retire. El tomo la iniciativa y se agarro su polla para sacar toda su leche. Me lleno en la cara y en el pecho. Sentía cierto reparo pero ya tenia toda su corrida encima. Se había corrido un tío sobre mí. Sobre mi cara. Sobre mi pecho.

Que corrida tío. Me dijo en unos segundos. Déjame que te haga disfrutar a ti. Límpiate.

Tras limpiarme los restos de su corrida, Juan comenzó a acariciar todo mi cuerpo. Volvimos a besarnos, a juntar nuestras bocas, nuestras lenguas. Sus manos fueron bajando a mi pecho, mi vientre hasta mi polla. La agarro. Mientras esos besos se prolongaban tenia agarrada mi polla y apretaba mis huevos. Se mojaba los dedos con mi babeante capullo. Me vio excitado. Yo tocaba su polla. También la acariciaba. Pronto tenía su boca haciéndome una mamada. Le acariciaba su cabeza enredando su pelo entre mis dedos. Notaba el calor que subía y me recorría el cuerpo. Estaba excitadísimo. Sentía como su boca me trabajaba el capullo. Como éste desaparecía dentro de su boca. Mis ojos se cerraban. Sentía placer. Su polla había crecido entre mis manos. Se había recuperado.

Note que, Juan agachado al lado de la cama, llevaba su legua hasta mis huevos. Ahí estaba yo disfrutando. Tendido en la cama con las piernas abiertas para facilitarle sus lamidas a mis huevos. Supongo que dejando también mi culo mas expuesto. Recordaba a Víctor.

Pronto llevo su lengua a mi culo, a mi ojete. Dando unas lamidas que me llevaban al éxtasis. Yo simplemente me limitaba a hacer lo que habíamos dicho al principio: dejarme hacer. Él se dio cuenta que no ponía objeciones a sus caricias en mi culo, en mi ojete. Oía los pequeños gemidos que se me escapaban casi sin querer. Entonces note que algo me tocaba el culo, no era su lengua. Me incorpore y le vi. agachado. Intento tranquilizarme al ver que me preocupaba:

Tranquilo. No haremos nada que no queramos. Estoy jugando con mi dedo. He notado que te gustaba lo que hacia pero si no quieres paro.

MMMMMMM….. No, no pares. Sigue. Me encanta lo que me haces tío. Le conteste. Sigue tío. Es genial. Sabes hacerlo muy bien.

Pues entonces relájate….

Mmmmmmmm… siiii sigue … le conteste con voz entrecortada.

Tras mi aprobación siguió con sus dedos. Humedecía primero uno y lo metía dentro. Después dos. Volvía con uno que metía y sacaba varias veces dándome unas lamidas en los huevos que me hacían disfrutar como antes….

Notaba que si seguía así no tardaría en correrme. Intente aguantar lo que pude. Hasta que cuando la situación estaba abocada a la corrida. Me incorpore excitado. Él, al verme, pregunto:

¿Qué pasa? No quieres correrte así.

Ufffff tío, si sigues 10 segundos mas me corro. Le conteste.

¿y no quieres?

Me gustaría que me la metieras tío. Quiero que me folles. Le dije excitado y totalmente fuera de mí. Así es como quiero correrme. Dijiste que aguantabas y te reponías pronto.

Y lo hago. Me dijo levantándose y mostrándome su polla ya erguida.

¿Tu tienes condones? Pregunte.

Se fue a su pantalón y tras sacar su cartera saco de ella dos condones que me mostró riéndose.

Mira! Podemos hacerlo un par de veces si tantas ganas tienes.

Me coloque de espaldas, de rodillas, apoyando mis brazos en la cama. Dejándole mi ojete expuesto. Dilatado por sus caricias anteriores. Juan se coloco el condón en la polla. Apoyo su capullo en mi ojete. Note el calor de la polla. Antes de seguir quiso asegurarse.

¿Estas seguro?

Siiiii. Venga tío. Húndela yaaaa. Uffffff. Lo estoy deseando.

Pues prepárate….

Sentí como su polla se abría paso por mi culo, abriéndolo deslizándose despacio. Oí a Juan gemir.

Aaaaaggggggggggg. Joder tío que culito tienes. Dijo.

Sigue venga. Conteste. Quería que siguiera.

Notaba dolor, pero sabía que ese dolor pronto seria mucho placer. Gemía gritaba por el dolor pero aguantaba.

Agggggggg. Que polla tienes Juan. Venga métemela toda.

Siiiiii. ¿quieres polla?. Pues tómala toda. Contesto.

En ese momento la empujo toda dentro. Comenzó a follarme. A meterla y a sacarla. Tras unos minutos ya tenía oleadas de placer en mi cuerpo. El seguía dándome. Estábamos follando. Me la estaba metiendo un tío que apenas conocía. Me estaba dando por el culo. Pero también le gustaba hablar y decir cosas que a mí me ponían cada vez más.

¿ Te gusta?. ¿ Te gusta como te la meto? …. Ehhhh.

Siiiiiiii. Damela toda. Agggggggg. Ohhhhhhhhhh.,,,,,

Tómala toda…. Ufffffff. Que culo mas tragoncete tienes nene…..

Ohhhh siiiiii . tu polla me vuelve locoooooo .

Eso es disfruta…. Me encanta joderte….

Agggggggg…. Y a mi como me jodes….

El sonido de sus huevos en mi culo, los gemidos de la película de la tele que aun estaba puesta, las palmadas que me daba en las nalgas… eran los únicos ruidos que se oían en esa habitación junto a nuestros gemidos y golpes de respiración.

Pronto note que me iba… que me corría…y se lo hice saber a mi macho

Uffffff…. Juan me corroooooooooooooooooooo aggggggggggggg

Eso es putita… córrete

Aun estaba diciéndoselo cuando empecé a correrme. Solté un chorro de leche que, dado la postura que tenia, cayo en el suelo.

Pero Juan seguía follando, ajeno a mi corrida. La metía cada vez mas adentro dándome unas sacudidas cada vez más fuerte. Yo quería que se corriera. No podía quedarse así….

Le pedí cambiar, bocaarriba, a lo que el accedió. Tras ponerme en posición. Volvió a la carga. La hundió entera. Me agarro mi polla y empezó a hacerme una paja. Tocándomela.

mmmmm que culito más rico tienes….decía con mi polla en su mano.

Me gusta lo que me haces….sigue ufffffff. Aggggggggg.

Si cariño tómala toda…. Disfruta. Que veo que te gusta. Eres mi putita ¿si?.

Siiiiiii….. follame métemela mas… vamos cabron

Tómala putita… dijo mientras me daba cada vez con mas saña.

Al cabo de unos minutos, note que su polla empezaba a crecer en mi culo. Se hinchaba. ¡Dios! Se iba a correr…. A su vez sus caricias en mi polla y lo bien que me daba por culo había hecho que yo también estuviera muy excitado de nuevo….

voy a correrme tioooooo…. Me dijo.

Y yoooo… no la saques sigue…. Hazlo dentro.

Hizo lo que le dije. Me cogí la polla y a la vez que notaba que sus movimientos eran torpes por su corrida y al oír sus gemidos me vino una segunda corrida

Aaaaaaaaaaaaaggggggggggggggggggg.

Ohhhhhhhhh siiiii me corroooooooooo. En tu culoooooooo. Ohhhhhhhh.

Juan cayó a mi lado en la cama bocabajo. Con su polla dentro de mi aun hasta que fruto de la flacidez se salio.

Al cabo de un rato estábamos limpios tras una ducha corta. Nos despedimos hasta otro día.

Al día siguiente nos vimos en salón de reuniones. Hicimos como que no había pasado nada. Tras terminar la jornada y al despedirnos antes de partir de viaje, todos los que estábamos nos deseamos buen viaje y volver a vernos pronto en otro encuentro parecido. Juan me guiñó el ojo.