Reunion de los sábados
Como todos los sabados nos reunimos y platicamos sobre nuestras aventuras
Sábados por la noche: Reunión de amigos.
-Cariño a donde vas- la voz de mi esposa me hizo detener, que ingenuo era para pensar que podía escabullirme sin que ella lo notara, a veces juraría que las mujeres tienen un trasmisor incluido para captar cuando el marido se les escapa.
-Con los chicos mi amor, no recuerdas, sábado por la noche.-dije mostrando mi mejor sonrisa y abriendo la puerta.
-Ha cierto.-dijo apoyándose en la pared.- Acaso nunca se cansan de eso, desde que éramos novios siempre se reunían tu y tus amigotes los sábados a las ocho.
-Lo se cariño.-dije mirando hacia el pasillo.-Pero esa es la forma que tenemos de no perder la amistad.-le guiñe un ojo.-Tu me comprendes.
-No, no te comprendo.-dijo meneando la cabeza.-Pero no importa, si quieres ir anda.-dijo dándose media vuelta.-No regreses muy tarde, recuerda que mañana tenemos cena con los vecinos.- (los vecinos, los vecinos, no se porque se preocupaba tanto haciendo citas, cenas, reuniones, si igual nos veíamos todos los días, es decir, VIVEN ALADO NUESTRO!!).
-Si cariño, nos vemos, no me esperes despierta, y no te asuste si llego con una rubia con ropa de cuero.-Salí de la casa y cerré la puerta para no escuchar la queja de mi mujer, nunca le habían caído bien esas clases de bromas, pero era inevitable hacérselas.
Me subí al auto y conduje hasta la casa de Nicolás, hoy le había tocado hacer la reunión en su casa, y como era el único soltero de nuestro grupo podías hablar tranquilamente. Toque la puerta y me atendió Gille.
-He, Santi pensamos que ya te había dominado tu mujer.-dijo bromeando.-pasa que ya estamos todos.
Pase directamente hacia el salón donde habían un sillón grande y dos pequeño, en el medio una mesa ratona con patatas, galletas y lo infaltable CERVEZA, o como lo llamábamos el suero de la verdad, después de dos botellas, confesabas todo.
-Por fin. Pensamos que íbamos a tener que empezar sin ti.-dijo Nico abriendo una botella y sirviendo.
-Bueno tampoco es para exagerar apenas son las ocho y media.-me senté en uno de los sillones pequeños y agarre un vaso que Nico había llenado, mire a los demás, habían llegado todos, en el sillón grande estaban sentados Nico, Gille, Mati y en el otro sillón pequeño se encontraba Julián, ya podíamos dar por empezada la reunión.
-Ahora que el dominado llego.-dijo Mati alzando la copa.- podemos empezar a contar, quien empieza.- miro de reojo a Julián que estaba sentado tranquilamente fumando un cigarrillo.-
-No se imaginan lo que me paso en la universidad.-dijo Julián apagando el cigarro. El era un profesor de matemáticas y aunque parezca increíble le encantaba su trabajo, creo que lo comprendo, en la universidad donde da clases puedes encontrar las nenas más sabrosas.-
-Una alumna mía Vanesa, una hermosa chica, ya saben, blanca tiene el cabello de un color rubio bien lacio y unos ojos marrones increíbles, además de ese par de senos bien redondos que apenas verlo te dan ganas de convertirte en bebe.-dijo riéndose, mientras nos dábamos codazo y hacíamos bromas.-la cuestión es que esta chica esta a un paso de reprobar mi materia, vino después de clases a hablar de sus notas y a darme un par de excusas poco creíble.
Julián y su alumna (tal como lo contó el)
Vanesa se detuvo en frente del escritorio, y comenzó a hablar detalladamente de lo difícil que fue su semana, como sus problemas personales habían sido tan graves que habían alterado su vida en la universidad.
-La entiendo Srta. Pero no tiene excusa para no haber entregado los prácticos que yo les di hace mas de un mes.-dije inclinándome en el asiento.
-Lo se, profesor, pero comprenda mi situación.-dijo apoyando sus libros en la superficie del escritorio.
-La comprendo, pero tampoco puedo darle una nota de arriba, si me comprende.-le explique observándola, notando la redondez de sus pecho que parecían no caber en esa apretada camisa.
-No pido eso.-suspiro mirándome a los ojos.-no pido una nota de arriba, pido un poco de consideración.-pude percibir como bajo su mirada hacia mi pecho y siguió hasta mi entrepierna, note como mi miembro iba hinchándose-de cariño.-dijo volviendo a mirarme a los ojos.
-¿Cariño?-levante una ceja contemplando esos brillosos ojos cafés.-a que clase de cariño se refiere Srta.-dije apoyando los codos en la mesa.
-A la clase de cariño que puedan tener una alumna y su -se me acerco y apoyo sus manos en el escritorio.- profesor favorito.
Debo admitir que no pude evitar agrandar los ojos al notar la proposición que me estaba ofreciendo, bastante atrevida, bastante tentadora.
-Me temo, que no comprendo a que se refiere.-dije tratando de parecer serio, mientras me fijaba ya sin trata de disimular en el escote de su camisa.
-quieres que se lo escriba.-rodeo el escritorio hasta situarse delante mío.-o se lo demuestre.-tragué saliva al percibir lo que tramaba esa muchacha, al principio una punzada de disgusto me invadió, imaginen esta cría de 19 años se estaba prácticamente ofreciendo en bandeja de plata a su profesor doce años mayor que ella, imaginando que tal vez con una simple insinuación, o con un solo beso podría aumentar su nota, pues se equivocaba...iba a necesitar mas que eso.
Me levante abruptamente de la silla, mi reacción hizo que retrocediera unos pasos, ella inicio el juego ahora tendría que seguirlo hasta el final.
-Preferiría que me lo demuestre.-dije acercándome lentamente hacia ella.- pero trate de usar muchas ejemplos así podré entenderla mejor.-note como se sonrojaba y me dio bastante satisfacción ver que se ponía incomoda.
-Como usted desee.-dijo acercándose tímidamente y abrazándome del cuello mientras me daba un pequeño beso en los labios.-Confío que eso bastara para que capte-me dijo alejando su rostro, ¡Que mierda! Pensé notando mis pantalones a punto de estallar, con eso no me calmaba ni el dedo.
-Con esa pequeña muestra no será suficiente Srta.-dije mientras la atraje violentamente y la bese profundamente, penetrando su boca, con mi lengua hasta que encontré la de ella, la saboree, le mordí los labios hasta que la escuche gemir, en ese momento baje mis manos y le acaricie la espalda, baje hasta su cintura y le apreté los glúteos.
Vanesa emitió un gemido, al sentir como masajeaba su culito, esto me hizo aumentar los manoseos, y le masajee más fuerte sus nalgas, y sin dejar de probarla, le levante la falda apartando con los dedos el fino trozo de tela, note lo ardiente que estaba al sentir sus labios vaginales húmedos e hinchados. Con tan solo notarlo mi pija volvió a ponerse a mil, tanta excitación me dolía.
La joven arqueo la espalda al sentir como mi dedo iba entrando.
-Profesor, que esta haciendo.-me dijo, más bien me gimió, casi no pude entenderla bien y se sujeto más fuerte de mi cuello.
-Estoy dándote el cariño que querías, no es así-dije enterrándole otro dedo mas dentro de ella, chilló al sentirlo, involuntariamente elevó una pierna y me rodeo la cintura.
-Profesor no aguanto mas por favor cójame poséame ahora -me dijo entrecortadamente, y yo como soy un caballero, cumplí sus ordenes.
-Como usted apetezca Srta.-dije mientras la levantaba sujetándola de los glúteos y la apoye contra el escritorio.-pero primero vas a tener que sacarte esto.-dije bajandole las bragas y mostrándoselas, para después tirarlas por ahí.
Le desabotone la camisa dejando a la vista sus blancos pechos, el dolor que producía mi erección ya era insoportable, incline la cabeza y le atrape un pezón con los dientes chupándoselo y mordiéndolo suavemente, con mi mano izquierda baje la cremallera de mi pantalón lo baje junto con mi calzoncillo liberando por fin mi miembro que salto impaciente, le solté el pezón y con ambas manos le separe un poco las rodillas, apunte mi pene hacia abertura (ya saben a que me refiero) ya mojada y caliente, lentamente fui enterrándome dentro, fue un poco difícil porque no se quedaba quieta, arqueaba la espalda y me atraía hacia ella con sus piernas, esos movimientos me hacían poner mas duro así que de un solo movimiento se la hundí completamente, si, fui un poco brusco pero eso se gana con hacerme desearla tanto.
Subí las manos y le pellizque los pezones, fui aumentando las embestidas causando que el escritorio rechinara cada vez más fuerte, menos mal que no había nadie, si no nos hubieran descubierto enseguida. Vanesa se mordió el labio emitiendo gemidos, sentí como temblaba abajo mío arqueo el cuerpo y se apretó más mientras gritaba, había llegado al orgasmo, uno bastante ruidoso por cierto, le saque levemente mi miembro y la embestí mas fuerte que la ultima vez, un liquido caliente descendió hacia mi pene, al final salí completamente de ella y la obligué a dar media vuelta, separando sus nalgas note como su vagina palpitaba y chorreaba por el orgasmo que antes había tenido, aun no me sentía satisfecho así que le metí un dedo, ella me respondió apoyadse en el escritorio y abriendo mas las piernas. Saque el dedo húmedo y lo metí en su ano, provocándole un chillido de dolor.
-Me es difícil creer que aun seas virgen de algo.-dije riendo, mientras movía el dedo en circulo alrededor de su ano.-y bien apretaditas que estas aquí.- la mire y vi como me miraba con miedo.-tu quisiste empezar esto, ahora no puedes echarte hacia atrás.- le recordé moviendo aun el dedo cuando estuvo lubricado le metí otro dedo mas, logrando que gimiera mas fuerte y también logrando dilatar el orificio, saque los dedos y apunte mi pene hacia la entrada, empuje lentamente sintiendo lo estrecho que estaba, tuve que sujetar bien sus caderas para no desplomarme, no se imaginan el culo que tiene esa muchacha. Continúe penetrándola hasta sentir mis testículos chocar con sus nalgas, comencé a moverme pausadamente mientras le masajeaba los pechos, se la metí hasta el fondo y la sacaba hasta la punta y se la volví a meter mas rápido, ella seguía agarrandose fuertemente del escritorio, tome una de sus manos y se la guíe hasta su clítoris, la anime a que se lo masajeara, ella lo hizo, y empezó a gemir con mas placer, mordiéndose los labios, diciéndome groserías impropias para una chica de su edad, no se las dijo para no herir sus sentimientos, que demonios mejor se los dijo, lo que puede entender entre gemidos y gritos fueron: "Rómpeme todo mi culito" "no pares por favor, clávamelo" y los usuales "mas rápido","mas duro", y hasta creo que dijo mi nombre en algún momento.
Saque la mitad de mi pene y volví a penetrarla estas vez por poco y creo que rompo el escritorio se la metí hasta lo mas profundo derramando tres chorros. Al ver como se seguía masajeando frenéticamente la concha saque unas fuerzas guardadas y empecé a penetrarla de nuevo pero esta vez le metí dos dedos en la vagina, creí que se iba a desmayar por como grito sosteniéndose de los bordes del escritorio, al final se desplomo encima del escritorio cuando llego a su orgasmo.
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-Y que paso después?-Pregunte dando un sorbo a mi cerveza.
-Lo único que te puedo decir es que esa chica tiene aprobada mi materia.-todos reímos felicitando a Julián por su "logro."
-Y decían que matemáticas era la materia mas aburrida.-dio riéndose Nico.
-Eso no es nada Julián, esperen a que les cuente mi historia.-dijo Guille llevándose unas galletas a la boca