Reunión de casados (2)
Robert sigue parado en el pasillo mientras Manu le mene mano y observa como en la cocina Juan y Carlos se disponen a follarse al repartidor de la pizzería. En el salón las cosas se van calentando igualmente Casados pero no capados era el lema del grupo
Robert se va excitando cada vez más con el sobeteo que le está pegando Manu sobre la tela de su jean. No puede dejar de observar lo que los dos maduros padres, que había conocido hacía unas horas y que parecían tan formales, le estaban haciendo al pobre repartidor de pizza. El chaval ya estaba completamente desnudo mientras juan le metía y sacaba dos dedos de su virgen culo, Carlos seguía dando cuenta de la polla del chaval sin descanso con una glotonería que excitaba a Robert casi tanto como los besos que Manu le estaba dando en su cuello.
Juan (dirigiéndose a Carlos y sin dejar de introducir sus dedos en el ojete del chaval): Carlitos, este ya está listo para la siguiente fase (pasándose los labios por la boca), ¿nos lo llevamos a la sala?
Carlos (Separándose de la polla del chaval para contestar pero sin dejar de masturbarlo): Antes hay que asegurarse de que Manu ha cazado al nuevo…
Manu (desde la puerta de la cocina mientras sacaba la polla de 19cm de Robert de su pantalón) Tranquilos, este ya está para comerlo en pepitoria jajajaja
Carlos (viendo la escena que se desarrollaba en el pasillo y de la que había sido ajeno): Uff no veas como está el Robert ¿no? (relamiéndose y dejando al chaval en manos de Juan quien se había levantado y sin dejar de dedearlo le había comenzado a meter la lengua hasta la tráquea) Ese pepinaco que se trae está pidiendo a gritos una boquita que le de cariño ¿eh Robertito? (se acerca a Robert se pone de rodillas y se mete toda la tranca de este hasta el fondo) umm si, lo estaba pidiendo a gritos el pobre.
Robert suspira con fuerza, no es capaz de resistirse, Manu y su padre lo están poniendo a mil, tanto que no pone resistencia cuando Manu aprovecha que ha abierto la boca para darle un sensual morreo.
Se roza con él Juan que se lleva al repartidor totalmente desnudo y empalmado al salón.
Juan: Vamos chaval, ahora empieza lo bueno… Mis colegas se van a alegrar de conocerte. ¡Eh chicos, traigo la pizza calentita!
Robert escucha los aplausos y los gritos de Agus, Suso y Berto desde la sala mientras se ve conducido igualmente a la misma por las fuertes manos de Manu, que con dicho movimiento hace que Carlos deje de chupar su polla y sonriendo se encamine también a la sala, marcando un obsceno paquete en su chándal gris.
Carlos: Robert campeón, nos lo vamos a pasar de puta madre en el grupo contigo y vas a flipar lo bien que sientan estas reuniones.
Cuando entraron el la sala Robert pudo ver claramente lo que allí pasaba.
Habían puesto al chaval a cuatro patas sobre la alfombra del centro de los sofás y Juan seguía agachado tras él comiéndole el ojete, mientras Berto se había colado por debajo del muchacho y estaba literalmente ordeñando al chaval con la boca. Suso, con los pantalones entre bajados tenía su gordo cipote en la boca del repartidor y le obligaba con sus manos a tragársela entera mientras que Agus se morreaba con el y le iba dedeando su maduro culo.
A Robert ,Carlos y su hijo lo tumbaron en uno de los sofás y le levantaron las piernas para que el padre le empezase a comer el ojete, lo que le dio una corriente eléctrica de gusto, el hijo de había desecho de sus bermudas y le mostraba un pollón de no menos de 20cm y grueso.
Manu: Que papito, ¿quieres un poco de biberón del nene? (acercándole su grueso capullo a los labios de Robert) tengo una dosis de leche calentita esperándote.
Robert se fue acercando a ese pollón y le pasó la lengua por el capullo, le gustó el olor a limpio y el sabor amargo y fresco, no podía más que relajarse, la comida de ojete que le estaba haciendo Carlos lo tenía por las nubes.
Carlos (levantándose del sofá y quitándose el chándal gris y los gallumbos de a una mostrando una polla de 15cm circundada) Hijo, esto ya lo tienes a punto de caramelo, estrénalo tu que te lo has currado, yo voy a supervisar a los chicos (mientras le guiñaba un ojo a su hijo). Disfrútalo campeón que este ojete tiene mucha hambre atrasada jajajaja.
Manu le quitó el pollón de la boca a Robert y sustituyó a su padre en el trasero del ingeniero padre de familia.
Carlos se acercó a la barra y de un cajón saco un paquete de condones y bolsitas de lubricante, le dio un par a su hijo ante la atenta mirada de Robert que gemía por la paja que le hacía Manu mientas le dedeaba el ojete. Se dirigió a Juan que estaba trabajándose el culo del repartidor y le dio una de las gomas y una bolsa de lubricante.
Carlos: Caballeros, es la hora de empezar a vaciarnos las bolas realizando unas buenas preñadas que las parientas los esperan para la cena y este (dándole un cachete en una nalga al repartidor) ya debe tener a su chica preocupada por no ir a recogerla.
Juan se calzó el condón en su larga polla y abriendo la bolsita de lubricante esparció la mitad en su nabo y el resto lo introdujo con dos dedos en el culo del chaval, para a continuación ir metiéndole poco a poco la punta por el ojete. Berto que seguía bajo el muchacho ordeñándole la polla aprovecho esta acción para acariciarle los cojones a Juan.
Carlos por su parte se aproximó a Agus, que seguía comiéndole la boca a Suso mientras este le follaba la boca al repartidor, y lo empujó hacia uno de los sofás con el culo en pompa, se calzó el condón y tras ponerse el lubricante se la clavó de a una.
Suso comenzó a jadear a lo bestia. El Olor de sudor inundaba la sala, a Robert Manu ya se la estaba acabando de meter, Robert estaba casi sin respiración mientras sentía el grueso calibre de la polla de Manu abriéndole literalmente las entrañas, Manu se le acercó a la cara y lo empezó a morrear salvajemente.
Manu: ¿Te gusta papito? Eso es tu próstata que en nada estará a punto de nieve de las batida que le voy a dar.
Y de una tacada le introdujo todo su pollón a Robert provocando un ligero grito de dolor en ese joven padre nuevo en el barrio y de estreno en esos lares.
Manu: Relájate Robert campeón, ya está toda dentro, vamos a esperar un poco ¿vale?, a que la sientas bien. Te va a encantar… (mientras lo iba morreando y besando por el cuello). Así cariño, ahora voy a empezar a follarte suavecito… Disfrútala que es toda tuya…
Manu empezó un suave bamboléo, Robert estaba pasando del dolor a un ligero cosquilleo placentero que tenía su polla a mil babeando precum sin parar, Manu se la estaba pajeando con una de sus manos mientras se lo estaba empezando a follar bien a gusto. Robert entre giró su cara mientras manu le comía una de sus orejas y vio al resto de padres casados que se habían reunido para ver el futbol esa tarde.
Juan se estaba follando al repartidor salvajemente mientras Berto le acariciaba los huevos en el mete saca y seguía devorando la polla del chaval.
Suso seguía follándose la boca del chico y por su cara de gusto estaba ya a puntito de soltar la carga de sus gordos cojones, y en el sofá de enfrente Carlos se estaba follando a Agus al que no le había dado tiempo ni a sacarse la ropa.
Los jadeos de todos llenaban el ambiente en la sala, parecía una competición a ver quien se corría antes. Y el ganador fue Suso que con un gritito comenzó a convulsionar en la boca del chaval sin soltarle la cabeza y obligándole a tragar toda la descarga, que al ser abundante se le caía al pobre por la comisura de los labios.
El chaval se corrió en la golosa boca de Berto que le devoraba literalmente la polla, y de la que no desperdició ni una gota. Tan sabrosa debía estar la lefa del muchacho que Berto se corrió en sus pantalones militares que ni se había sacado para ordeñar al repartidor.
El chaval al correrse apretó la polla de Juan que se lo estaba follando salvajemente y que sacándosela y sacándose el condón se corrió sobre su espalda.
Suso, que aún seguía con la americana puesta y llevaba los pantalones hasta la cintura se agachó para morrearse con el chaval y así compartir con el parte de su propia lefada.
Mientras Carlos sacó la polla del culo de Agus, el cual protestó, pero lo hizo para sacarse el condón y volver a metérsela al transportista que gimió y se mordió el labio como respuesta.
En ese momento Robert dejó de ver la escena porque era tal la follada que le estaba pegando Manu que tuvo que cerrar los ojos y dejar escapar un Diosssss porque estaba empezando a correrse salvajemente. Eso provocó que el hijo de Carlos empezase un vaivén más fuerte si cabe y convulsionase dentro del culo del ingeniero padre de una niña de 6 años. Eso lo ponía especialmente burro y más al saber que era el primero en catar ese virgen agujero.
Con los ojos cerrados y respirando para recuperarse del polvazo Robert escuchó el grito de Carlos y supuso que se estaba corriendo en el culo de Agus quien gemía de forma muy alta.
Robert abrió los ojos mientras Manu le pasaba la lengua por su estómago recogiendo toda su corrida para llevársela a su boca donde la compartieron en un tierno morreo.
El repartidor estaba ya medio vestido, se había puesto el gallumbo y el pantalón, aunque estaba desabotonado, mientras Juan lo besaba con calma.
Juan: Ves chaval como lo ibas a pasar muy bien, y tu no querías quedarte.
Repartidor: Sois una pandilla de salidos, es la primera vez que hago esto pero joder, no va a ser la última. Tíos (mientras se ponía una de las bambas) yo me voy ya que me va a caer una bronca del quince de mi churri, uff, a ver que le cuento. Y aún tengo que pasar por casa a ducharme. (acabó de calzarse las dos bambas, cogió su cazadora, el casco y la pasta de las pizas) Ale tíos, que tengáis buena tarde, que me da que aún os pegareis otra ronda.
Juan, en bolas acompañó al chaval a la puerta mientras le pedía el número de móvil.
Carlos estaba en la barra sirviendo otra ronda de birras y copas para todos.
Berto: Carlos, tendrás unos pantalones para dejarme? (señalándose la mancha de su corrida en el pantalón militar), no veas como me ha puesto la leche del yogurín, lo que había guardado para su novia me la ha dado todita jajajaja.
Carlos (acercándose al grupo de casados que ya estaba recomponiéndose y repartiéndoles las copas y papel en cantidad para que se limpiasen a gusto). Jajajaja Claro hombre, ahora te bajo unos, pero será mejor que te duches porque sino tu parienta te va a notar el olor a lefa desde el portal de tu edificio.
Suso: Tranki, que como lo llevo yo antes de dejarlo pasamos por mi gym y nos duchamos juntos (mientras le guiñaba un ojo) ¿eh Don Alberto? Jajajaja
Berto: jajajaja, yo encantado, que las duchas del Gym siempre están calientes jajajaja.
Manu seguía comiéndole la boca a Robert cuando Juan, que ya se había despedido del repartidor se sentó con ellos en el sofá y le agarraba la morcillona polla de Robert
Juan: Nosotros nos iremos ya ¿no Robert?, será mejor que tu mujerona y la cría te encuentre en casa formalito a la vuelta del cine. Aunque esta (sobándole la polla), me la tendrás que dejar catar algún día.
Manu (despegándose de la boca de Robert): jajajaja, creo que al papito lo vamos a catar todos pero bien.
Todos se rieron incluido Robert, que extrañamente no estaba arrepentido, se encontraba muy a gusto con ese grupo de casados con los que sabía que ya no se aburriría en su nuevo barrio :-)