Reunión con los amigos de Artuto

Voy a una reunión con los amigos de Arturo, él no puede llegar, y ellos me hacen tener una excelente noche

Arturo llegó el viernes en la noche, me dijo que el lunes tendría que viajar por su trabajo estaría una semana en Guadalajara, que regresaría el siguiente viernes por la noche. Además me dijo que el día que regresaría habría una fiesta en casa de Ricardo. Que nos viéramos allá. Me dijo que como no estaría una semana hiciéramos el amor esa noche.

Estuvimos cogiendo un rato, debo de decir que se esforzó en darme placer, raro en él me hizo tener un orgasmo.

Cuando acabamos, me dijo.

A –Ya ves así no te engaño en Guadalajara.

P –Que poca madre, osea que eres capaz de engañarme.

A –No mi amor.

P –Es increíble jamás te he sido infiel, ni siquiera he pensado en la posibilidad, y tu me sales con esto.

A –Perdoname mi amor, fue una broma, te amo.

Ustedes saben que soy bien puta, pensé que estaba exagerando, ya había sido demasiado, le dije.

P –Sí mi amor, lo sé, eres un excelente esposo, pero me da miedo que me llegues a engañar, no lo soportaría.

Él me abrazó y me besó, nos quedamos dormidos, pasamos todo el fin de semana juntos, parecíamos un par de novios que empiezan su relación.

Llegó el lunes y antes de irse me recordó cuanto me amaba.

Paso la semana, habíamos hablado tres veces, la última el viernes a medio día para recordame lo de la fiesta en casa de Ricardo.

Ricardo es un amigo de mi esposo de la preparatoria, él era el eterno soltero, muy guapo y con mucho verbo, varias veces ya me había llevado a la cama. Quería mucho a mi esposo, me cogía a mí, pero aunque suene extraño realmente quería a Arturo.

Ese día mientras comía en mi casa pensaba

en que ponerme quería agradarle a

Ricardo y a los otros hombres que estuvieran en la fiesta, no sabía quienes irían. Pero también no quería exagerar por mi esposo.Decidí ponerme unos pantalones estilo leggins muy ajustados, por debajo una tanga de hilo dental, un brassier blanco, unos tacones de aguja abiertos, una blusa blanca que llegaba debajo de mis nalgas, y un cinturón negro muy grueso. Me planche el cabello, mis labios los pinte rojos, quería que mi boca de mamadora se viera bien.

Antes de ir a la fiesta pasé al súper por una botella de ron, y algunos refrescos. En él súper un jovencito me dijo que si no lo quería acompañar a una fiesta, otro muchacho un poco mayor

me dijo que si me podía invitar a salir, una señora le dijo a su esposo que dejara de verme y cerrara la boca.

Al pagar en la caja, el señor que pone las compras en las bolsas no dejaba de verme, el señor debía de tener más de 70 años, cuando tomé iba a tomar las bolsas, saque dinero para darle propina, mientras se lo di con una mano con la otra le acaricie el pene y le guiñe el ojo. Me fui y llegué a casa de Ricardo, toqué el timbre y me abrió Ricardo.

R –Hola Pam, ¿que haces aquí?

P –Hola, Arturo me dijo de la fiesta y vine, el me va a ver aquí porque viene de Guadalajara.

R –Perdón Pam, al parecer Arturo entendió mal era una fiesta para puros hombres, la idea era tomar unas cervezas y jugar cartas, de hecho solo falta él.

P –Oh me siento como una tonta, hagamos una cosa, cuando llegué José dile que me hablé para saber a que hora quiere que venga por él.

R –Perdón Pam estoy siendo un patán, pasa por favor.

P –No gracias, no quiero importunar.

R –Para nada, pasa.

Entre y saludé a todos, eran 6 con Ricardo, a los otros ya los conocía. Eran Gonzalo, Claudio, Andrés, Roberto y Evaristo. Solo con Andrés y Evaristo no me había acostado, de los otros cuatro ya había probado sus vergas.

R –Que quieres tomar Pam.

P

-Una cerveza por favor.

Me la dieron y pregunté que quien estaba ganando, era Claudio quien había ganado más partidas. Me invitaron a jugar, pregunté que cuanto estaban apostando, me dijeron que 10 pesos la jugada. Acepté, jugamos como 7 partidas solo gané una, pero era muy difícil jugar póquer con 7 personas, quien ganaba a lo mucho ganaba con una tercia, eso le quito emoción al juego.

Roberto dijo que o solo jugábamos 4 o que cambiaramos el juego. Evaristo sugirió que en cada jugada a cada uno se le dieran 2 cartas, que la más grande ganaba, Andrés comentó que era un juego muy rápido, que se perdería mucho dinero. Gonzalo dijo que lo bueno es que alguno podría ganar mucho dinero. Ricardo se rió y dijo.

R –Se me ocurrió una buena idea, juguemos de castigos.

A –Pero ya no somos unos jovencitos para jugar a eso.

P –Vamos juguemos, será divertido.

Los demás aceptaron, en el primer juego perdió Evaristo, su castigo fue tomarse un caballito lleno de ron. El segundo en perder fue Gonzalo su castigo fue imitar a Juan Gabriel. Después perdió Ricardo, a él le tocó ir tomar una mezcla de cerveza, ron

y mucha sal. Hizo una cara muy cómica de asco. Así fuimos perdiendo todos, a mi me tomar un caballito de ron, después una mezcla de bebidas con sal que lo hacía muy difícil de beber, me toco comer una salsa muy picosa. En eso sonó mi celular, era Arturo, fui a la cocina a contestarle me dijo que ya no llegó al aeropuerto, que tendría que pasar la noche en Guadalajara que al siguiente día regresaría, me preguntó por la fiesta, le comenté que era sin esposas que me invitaron un rato pero que ya me iba para dejarlos estar agusto. Colgamos y regresé con ellos. Para nada tenía la idea de irme, lo de los castigos me estaba divirtiendo mucho.

En algún castigo le pidieron a Gonzalo que hiciera un baile sexy. Después yo perdí otra vez, Claudio me pidió que me levantara la blusa y dándoles las espalda me agachara sin doblar las rodillas. Todos veían a Claudio con incredulidad. Yo acepté el castigo, me levanté la blusa, todos comenzaron a chiflar, cuando me agache, gritaron cosas como, quiero, que no haría con todo eso. Los más emocionados eran Evaristo y Andrés, los otros cuatro ya había podido ver mi culo al natural mientras me daban de perrito.

Roberto iba a repartir cuando Ricardo dijo.

Ri –Juguemos de prendas.

Ro –Sí es buena idea.

E –Yo no los quiero ver a ustedes, si hubiera más mujeres sería divertido.

Ri –Sí pero imagina cuando pierda Pamela.

G -¿Qué dices Pamela, aceptas?

P –Esta bien juguemos.

Primero perdió Andrés se quito la chamarra, así fueron perdiendo cuando yo perdí lo primero que me quite fue el cinturón. La segunda vez un zapato, la tercera el otro, me hice la difícil cuando perdí la cuarta vez me tenía que quitar algo, ellos insistieron, me quite la blusa, llego un momento en que los 5 de ellos ya solo estaba en bóxer, solo Claudio tenia su bóxer y la playera. Yo aún tenía mi pantalón, mi tanga y mi brassier. Andrés dijo que era una jugada importante. Yo deseaba que perdieran él o Evaristo para conocerles la verga. Pero perdí yo, todos aplaudieron, le dijie que les daría un regalo, comencé a bailar, me tocaba el culo, les di la espalda y me baje el pantalón todos pudieron ver mi culo divido por mi tanga de hilo dental negra. Gonzalo me dijo que era hermosa. Evaristo me dijo que siempre le había gustado. Roberto me dijo que siempre soñaba conmigo. Les di las gracias por sus comentarios y siguió el juego perdió Roberto, se bajo el bóxer. Su pene es enorme, Ricardo riendo me pregunto que que pensaba de aquel pene, le dije que era muy grande. Volvieron a repartir, esta vez perdió Claudio se quito la playera, a la siguiente mano perdió otra vez. Me dijo que me iba a devolver el baile, el estaba sentado a mi lado, comenzó a bailar, de repente se puso muy cerca de mi, yo sentada, él paradado, se bajo el bóxer e hizo un movimiento lo que hizo que su pene me pegará en la cara, yo no aguante más lo tomé y se lo comencé a mamar. Mi lengua iba y venía por todo su tronco, dibujaba sus venas.

Todos los demás comenzaron a aplaudir, y a pedir su parte.

P –Esta boquita es muy mamadora, va a mamar la verga de todos.

Todos terminaron desnudarse. Andrés me acercó su verga, era de buen tamaño, también se la chupé lo mejor que pude, mientras con mis manos tome las vergas de Ricardo y Roberto y los masturbaba. Evaristo me quito el brassier, se agacho como pudo para quedar debajo de todos y mamarme las tetas, me las chupaba riquísimo, varias veces tuve que sacarme la verga de Andrés para poder gemir.

Evaristo dijo que fueramos a la sala para estar más comodos, me llevo de la mano, los demás nos seguían, Evaristo me acostó en el sillón y me comió la concha de una forma deliciosa. Ricardo me acercó su verga, se la mamé mientras Evaristo me seguía chupando. Me sacaba la verga de Ricardo para gemir.

P –Aaaahhhh así así, que bien me chupas.

Volvía a meterme la verga de Ricardo, jugaba con mi lengua en su cabezita, el me la saco para no venirse. Evaristo se aventó sobre mi y de un solo golpe me metió toda su verga en la concha. Comenzó a cogerme de una forma salvaje.

E –Sabía que te gustaba la verga, se ve que eres una puta.

P –Sí soy una puta, hoy soy tu puta, lléname con tu vergota.

R –Pobre de nuestro amigo Arturo es un cabrón cornudo.

Evaristo seguía moviéndose, cada vez lo hacía más rápido, su verga me daba mucho placer.

P –Me vengo, me vengo papi.

Me vine en un orgasmo muy placentero, de repende sentí como la leche de Evaristo inundo mi concha.

E –Toma puta, toma mi leche.

Se salió de mí y preguntó que quien seguía, Roberto se puso sobre mí, al igual que Evaristo comenzó a darme verga muy rápido.

P –Así papi, así

El entraba y salía de mi me agarraba las tetas, después me abrazó muy fuerte y me penetro más duro.

P –Así, destrozame la concha a vergazos.

El comenzó a eyacular, se quedo abrazado unos dos minutos a mí hasta que Andrés lo jaló y le dijo que era su turno.

Andrés me ordeno ponerme de perrito, primero me la metió suavemente, después aumento la velocidad, me tenía tomada por la cintura, me cogía aun buen ritmo, su verga era gruesa y me abriá rico. Al igual que los otros dos, aumento el ritmo, haciéndome el amor de una forma muy rápida, su verga entraba y salía de mi concha a gran velocidad, ya no me agarraba de la cintura si no de las caderas, el golpeteo de nuestros cuerpos era muy fuerte, la cogida era rápida y deliciosa, sentía como me llenaba de carne, mi vagina era un mar de placer, comencé a tener otro orgasmo.

P –Síííííííííííííííí papi me haces llegar, sííííííííííííííííí.

Me quede quieta mientras el seguía dándome una cogida deliciosa.

A –Puta culona que rica estás.

P –Sí papi dame duro.

Estuvo unos minutos más así, hasta que se vino, fue impresionante la cantidad de semen que salió de aquella verga por lo visto tenía mucho que no cogía. De ellos el único soltero era Ricardo, todos los demás estaban casados, pero por lo visto Andrés no tenía mucha actividad con su mujer.

Andrés salió de mí, yo me quede en esa posición y le dije.

P -¿Quién sigue mis machos?

Claudio dijo que él me hizo mamársela, cuando su enorme verga estuvo a punto, me la metio por mi concha, sentí un enorme placer, aunque ya era la cuarta verga que entraba, la de él era enorme, la más grande de las 6.

La metía y la sacaba, sentía como mi vagina se abría, muy despacio me llenaba, yo sentía como toda esa carne se abría paso por dentro de mí. Él sin prisa me la daba, me gustaba ser cogida por ese macho.

P –Así papi, que rico me llenas, hazme sentir esa vergota.

Su verga resbalaba muy bien pues gran parte de la leche de los otros tres estaba dentro de mi vagina. Yo comencé a moverme más rápido el entendió el mensaje, y aumento el ritmo de la cogida, me tomó de la cintura e hizo más rápido el mete saca.

Yo disfrutaba, mi coño era llenado por aquel pedazo de carne que Claudio movía también.

C –Te gusta Pamela, te gusta así.

P –Sí papi, así me gusta, hazme sentir quien es mi macho.

El aumento la velocidad, cada vez entraba y salía más rápido, una descarga eléctrica paso por todo mi cuerpo y llegué al orgasmo.

P –Aaaahhhh que placer, soy una puta, soy una puta.

Para sacarle la leche comencé a mover mi cadera en círculos, él no aguantó mucho y me llenó de semen la concha.

Claudio salió de mí. Se acercaba a mi Gonzalo, cuando Ricardo le pidió que esperara. Ricardo se fue a su cuarto, regresó con un bote de lubricante.

R –Yo le doy por el culo, tu por la concha, penetración doble para esta puta.

P –Que rico dos vergas para mí, me van a llenar bien rico.

Ricardo se lubricó la verga, y a mí me lubrico el ano. Gonzalo se acostó, yo me subí en él, con toda su verga adentro me acomodé para recibir a Ricardo quien con cuidado me la metió por el culo. Dejó que me adaptara a su verga, después comenzó a moverse, al sentir el ritmo Gonzalo se adaptó, entraban y salían de mí a buen ritmo, sus vergas me daban mucho placer. Los otros cuatro nos veían con atención.

Yo era una puta que estaba siendo bien cogida por dos buenos machos. Otros cuatro machos que ya me había cogido nos veían los seis eran amigos de mi esposo. Todo eso me excitó mucho, llegué a un orgasmo más.

-Aaaahhhh, sííííííííí que bien cogen, son unos sementales, soy su puta.

Con las contracciones de mi cuerpo, mi concha exprimió a Gonzalo y mi culo a Ricardo, quienes vaciaron sus huevos dentro de mí. Salieron de mí

y me dejaron acostada en el sillón. Ellos se pusieron a fumar.

Después de una hora volvieron a cogerme, todos me cogieron toda la noche, me dieron penetraciones dobles. Hicieron un círculo y todos me iban cargando uno por uno de frente a ellos para meterme la verga. Mame mucha verga, mi culo lo cogieron muchisimo, al igual que mi concha.

Como a las 7 de la mañana todos estábamos muy cansados. Era hora de que cada uno se fuera a su casa, yo salí muy bien cogida y muy feliz.