Resurgir: capitulo 8

Continúa...

Ese beso fue como un oasis en medio de un desierto, no me hice de rogar la abrí la camisa de ejecutiva que llevaba rompiéndolo junto con los botones que salieron disparados por todas direcciones introduje una de mis manos debajo de su falda palpando la humedad que desprendía de su sexo a través de la fina tela de sus bragas, Analía gemía como un bestia mientras una de sus pequeñas manos acariciaba mi polla que ya había alcanzado su máxima dureza y que pedía a gritos ser liberada de su encierro, necesitaba perforar ese coño lo antes posible porque si no iba a estallar rompí la magia del beso por un momento para darla la vuelta y tenerla con la cara a la pared, me deshice  de su tanga con una rapidez pasmosa y sin encomendarme a nadie la penetré de una sola estocada, pegó un chillido de placer que fue música para mis oídos. La sensación de estar dentro de ella fue increíble el calor que emanaba de ese agujero hecho de carne era indescriptible, empecé a embestirla con fuerza y presión sin parar, separé de sus preciosas y duras nalgas hasta hallar su ojete rosado y brillante que por momentos parecía decir “por qué miras y no penetras”, me imaginé penetrando su entrada trasera y me puse más cachondo de lo que estaba.

-          Al intentar introducir un dedo noté que ella ponía resistencia a pesar de seguir yo penetrándola salvajemente por su vagina, retiré mi pene de su vagina para apoyar mi glande contra su ano. – Uriel por favor por allí no, nunca me han follado por ese agujero ni siquiera mi prometido – me dijo ella, aquella revelación me molestó un poco, en un momento de lucidez mental comprendí que era mejor no forzarla después de todo ella no quería que la diese por culo y yo no la iba a obligar a hacer algo que no deseaba, así que desistí y volví a introducirme en su vagina. - así Uriel sigueee!! ¡No pares estoy a punto de correrme, me corrooo!!!- los dos nos vinimos simultáneamente yo me derramé dentro de ella mientras sentía cómo sus fluidos vaginales resbalaban por el tronco de mi polla que se desinflaba a medida que iba recuperando un ritmo cardíaco normal.

-          Por si os lo preguntáis no parecía haber arrepentimiento por su parte por haberle puesto la cornamenta a su prometido, algo que me pareció raro también es que no llevaba puesto su anillo de compromiso.

Yo: Bueno Analía ha sido un verdadero placer volver a verte, y antes de que se olvide felicidades por tu compromiso tu novio es un tío afortunado

-   eso lo dije con sarcasmo, intentando hacer reaccionara por haberle puesto los                             cuernos a su novio.

Analía: déjate de ironías sé perfectamente lo que acaba de pasar aquí, hemos follado y sí le he puesto los cuernos a mi novio. Cambiando de tema ¿vas aceptar mi proposición de repartirnos el mercado?

Yo: Analía no voy aceptar esa estupidez, aunque mi vida dependiera de ello, al fin y al cabo, una hormiga no tiene nada que decirle a una bota.

Analía: Uriel por favor nuestra empresa tiene a padres y madres cuyas familias dependen de la nómina que les damos.

Yo: dile a esa gente que siempre tendrán un puesto en mi empresa si la cosa les va mal, eso sí, solo voy a contratar a los competentes.

Analía: ya veo que apelar a tu humanismo es una pérdida de tiempo, entre otras cosas porque no tienes humanidad.

Yo: por fin lo vas pillando, uno no hace millones siendo altruista. Lo curioso es que hace cinco años pensaba de manera diferente y ya ves para que sirve ser bueno, un ejemplo de eso es Jesucristo, lo mataron por ser bueno y decir que era hijo de Dios.

Analía: me sorprende que un desalmado e insensible como tú conozca las santas escrituras.

Yo: te recuerdo que le acabas de poner los cuernos a tu novio y según veo no te arrepientes no eres nadie para juzgarme y mucho menos encasillarme, si quieres podemos remontarnos unos años atrás y vemos quién es el más insensible y desalmado de los dos porque tú querida me ganas por goleada.

-  esa afirmación la hizo más daño de lo que esperaba, creo que hasta sintió                                       vergüenza.

Analía: no hace falta que recordemos viejas contiendas, sé que no me porté muy bien contigo y que fui una cabrona no voy a explicarte las razones por las cuales hice lo que hice porque no me entenderías… quiero decir no vas a querer entender mis razones, por eso te propongo otro trato

Yo: tienes razón no voy a querer entender tus razones por que seguramente son bastantes endebles como para sostenerse. Bien, tú dirás cuál es el otro trato.

Analía: no quería llegar a eso pero que te parece si tu empresa absorbe a la nuestra y nosotros pasamos a ser una parte de tu empresa, pero solo nos encargaríamos del marketing, te pasaríamos nuestra cartera de clientes, a eso no me puedes decir que no, multiplicas tus ganancias y nosotros nos centramos en el área en el que nosotros somos mejores que tú y aumentamos nosotros también nuestras ganancias.

  • eso era verdad el departamento de marketing y publicidad de la empresa de Analía                     era mejor que la nuestra y creo que lo necesitaré para mi próximo proyecto a                                          presentar ante el gobierno de los Estados Unido De América, esa oferta si era jugosa                         y beneficiosa para mí.

Yo: es una oferta bastante beneficiosa para mí, lo meditaré más fondo y dentro de una semana te daré mi veredicto.

Analía: pero con una condición, no quiero que despidas a nadie de mi empresa los puestos los ocuparán las mismas personas salvo los de producción que pasaran a formar parte de tu grupo.

Yo: si no cambio de opinión de aquí a una semana dalo por hecho y es la última y única condición que pones, espero que no te arrepientas de haber gastado tu único cartucho.

Analía: te aseguro que no me arrepentiré. ¿Podemos quedar a cenar antes de que vuelvas a España?

Yo: no lo creo, no es que no quiera que también, es que tengo a una embarazada que me está esperando.

  • lo cierto es que me podía haber ahorrado lo de Jovanna, la dolió que creo que tuvo                     que hacer mucho es fuerzo para no llorar.

Analía: ¿estás casado y tu mujer está embarazada? Podías haber pensado en ellos antes de follarme, ahora me siento mal con ellos

Yo: y es así exactamente como mataste lo que sentía por ti por llegar a conclusiones erróneas y no preguntar primero.

Analía: no me lo recuerdes por favor sé que no hice bien, lo tengo muy presente no necesito que me lo eches en cara a la mínima oportunidad que tengas.

Yo: Analía, para tener un hijo no necesito ni casarme ni tener una novia, creo que eres lo bastante adulta para saber que solo se necesitan dos personas maduras sexualmente para procrear, lo demás es una invención de las personas.

Analía: me quieres decir que no tienes ninguna relación sentimental con la que va a ser la madre biológica de tu hijo.

Yo: eso es exactamente lo que te quiero decir.

Analía: baya creo que ahora tienes 20 años, ¿no eres muy joven para tener un niño?

Yo: soy bastante joven para hacer muchas de las cosas que hago y para tener todo lo que tengo. La única diferencia con el resto de los humanos con los que comparto edad cronológica es que para ellos “el cielo es el límite” metafóricamente hablando, lo que te quiero decir es que los demás incluida tú os veis limitados por las convenciones humanas, yo me las salto cuando quiero.

Analía: no es algo de ahora, pero a veces das miedo con tus reflexiones, me pregunto cómo sería ver el mundo a través de tus ojos y tu mente

Yo: te aseguro que te volverías loca. Cada uno es como es y ve el mundo de una manera diferente.

Analía: en fin, si tú lo dices será cierto. Bien me tengo que ir ya, tengo otros compromisos.

Yo: hasta la próxima, y coge mi chaqueta creo que te roto los botones de tu camisa. La quiero de vuelta en cuanto nos volvamos a ver.

Analía: olvídate de ella esa chaqueta es un recordatorio constante de ti y me la voy a quedar.

Dicho esto, se dio la vuelta no sin antes dejar su tanga encima de mi escritorio, esto no ha terminado pensé, voy hacer hinques las rodillas para suplicar, lo que ella no sabía es que pensaba hacer una limpieza de directiva en su empresa que pasará a ser mía en esa limpieza iba ella dentro del lote.

A los poco minutos de llegar a mi habitación de hotel recibí la llamada de Jovanna preguntando cuando iba a volver, la dije que, dentro de dos días, la dije esa mentira porque quería darla una sorpresa, esa misma noche iba viajar a España.

Llegué a España cuando estaba amaneciendo, llamé a mi padre para comunicarle la decisión que había tomado sobre el futuro de la empresa y todo lo demás le dije que nos reuniéramos en su casa por la tarde, antes no podía ser porque quería descansar, eran muchas emociones incluso para mí.

Llegué a mi casa sobre las nueve de la mañana y me encontré a Jovanna desayunando en la cocina al verme se puso en pie de un salto y corrió hacia se ancho a mi cuello como si hubiera pasado una eternidad desde la última vez que no vimos.

Jovanna: tranquila Jovanna me vas a partir el cuello con tanto agarre, tranquila estoy aquí no me voy a ninguna parte.

-  empezó a llorar, pensé que eran las hormonas, pero era demasiado pronto para los                    cambios de humor al menos eso pensaba yo.

Jovanna: es que pensaba que no ibas a volver, he pasado unos días horribles pensando que nos abandonarías a nuestro hijo y a mí.

-   la gente dirá lo que quiera, pero no me voy acostumbrar a eso de “ nuestro hijo ”es                   bastante raro, no me imagino yo siendo padre.

Yo: tranquila Jovanna soy muchas cosas, pero nunca abandonaría a un hijo, es más no hay razón para hacerlo.

Jovanna: Uriel hoy bla bla bla bla bla, bla bla bla bla bla bla, ¿Uriel me estás escuchando?

Yo: perdón no te estaba escuchando, no estoy a lo que tengo que estar perdón, ¿qué me decías?

Jovanna: te decía que hoy en la tarde tenemos la primera ecografía y la primera visita al médico.

  • mierda el médico ya se me había olvidado coño.

Yo: si... si claro que iré contigo. Donde me decías que era el médico.

Jovanna: pero Uriel a ti que demonios te pasa, me dijiste que ibas a buscar al mejor médico de la ciudad o es que eso no lo has podido hacer.

  • joder yo tenía que buscar al médico coño haber como salgo de esta con las gónadas    intactas.

Yo: se me olvidó que teníamos cita con el médico Manuel ésta tarde.

Jovanna: sé que no has pedido cita con ningún doctor Manuel te lo acabas de inventar, más te vale tener cita con el médico ésta tarde.

Yo: que si joder, ya voy pidiendo cita, madre mía que embarazo me vas a dar.

Justo en el momento en que estaba con la agenda buscando el número de mi seguro de salud, el portero de mi casa llamó diciendo que había una mujer que insistía en verme urgentemente no terminó de hablar cuando tras él apareció Amara junto con mi hermanastra.

CONTINUARÁ….

PD: pido disculpas por mi tardanza en subir los relatos de la saga, pero es que estaba de exámenes y carecía de tiempo libre, espero que lo entendáis. Un saludo y dejen sus comentarios porfiiiiisss.