Resurgir: capitulo 2
Continua...
Joder que dolor de cabeza todo me daba vueltas, y lo peor de todo es que me encontraba desnudo en una habitación que no era mía estuve durante cinco minutos intentando hacer memoria de lo que pasó anoche, pero tenía ciertas lagunas, bueno más que lagunas aquello era un gran océano de amnesia producida por la enorme cantidad de alcohol ingerida la noche anterior.
Como es lógico intenté encontrar algo que me diera una ligera idea de a quien pertenecía aquella habitación, así que me dediqué a hurgar entre los cajones y me encontré con ropa interior de mujer, ante aquel descubrimiento me arrojaba una friolera de dos opciones o bien la habitación era de una mujer y la última y la que menos ilusión me hacía era pensar que aquel habitáculo pertenecía a un travesti.
- no es de buena educación abrir cajones de una casa que no es tuya sin permiso- me asusté tanto que tiré el tanga que tenía en la mano como un burdo intento de ocultar lo que hacía.
-per…pe...perdón, no sabía dónde estaba y hacer eso fue lo único que se me ocurrió para orientarme- estaba avergonzado no sabía dónde meterme, delante de mí emergió una amazona de pelo rubio y piel blanca como la nieve envuelta en una toalla como única prenda que me impedía ver sus partes íntimas.
-para ser un cerebrito 18 años que está terminando su tesis de licenciatura en química y está a punto de terminar la carrera de física molecular no te sobran las ideas ¿verdad? - y cómo demonios sabía esa amazona lo que hacía o lo que dejaba de hacer- no sé si lo dijo para picarme, pero desde luego que lo consiguió, tenía que defenderme como diera lugar.
- es que cuando me despierto desnudo en una habitación que no es mía y me habla una tía que está buenísima solo con una toalla como única prenda, comprenderás que se me sequen las ideas y que haga lo primero que se me viene en mente- sonreí para mis adentros.
Yo: Hablando de prendas, ¿sabes dónde está mi ropa? Me estoy empezando a sentir incomodo sin mi ropa.
Ella: Bueno anoche cuando te traje aquí te corriste en los pantalones y estabas muy sudado así que tu ropa se está secando anoche la tuve que meter en la lavadora, por cierto, me llamo Analía.
- un gusto conocerte Analía, yo me llamo Ur…- te llamas Uriel no me lo dijiste anoche, lo sé porque eres bastante popular entre los profesores- estaba alucinando como es que esta tía me conocía y yo no sabía ni en que clase iba.
Yo: Analía perdona, pero es que no entiendo cómo es que tú me conoces a mí y yo ni siquiera supiera tu nombre hasta este momento.
Analía: jajaja!! es normal, creo que a los demás de la clase nos ves como a unos tontos que no estamos ni de lejos a tu nivel de inteligencia
- de donde ha salido ésta tía, primero me llama tonto y ahora me tacha de arrogante, orgulloso y vanidoso. Como cojones es que va a la misma clase que yo y nunca me he fijado en ella.
Yo: Haber guapa eso tampoco es así, yo no me meto con nadie de clase ni siquiera hablo con los compañeros de clase, no entiendo porque piensas eso de mí.
Analía: no hace falta que hables o te lleves bien con la gente de clase, nunca te apuntas a los estudios en grupo, cuando hay que hacer un trabajo en grupo siempre lo haces tú solo sin importar que haya alguien en clase que tal vez necesite tu ayuda para aprobar el trabajo y la prueba visible de eso es que estamos en la misma clase, pero nunca te has dado cuenta de ello.
- me daba la sensación de que ese alguien era ella y que estaba bastante cabreada.
Yo: Analía si hago los trabajos solo es por la única razón de que el trabajo en grupo no es lo mío y siempre voy más rápido cuando trabajo solo. Lo del estudio en grupo es una soberana tontería porque no tiene demasiado sentido estudiar en grupo si al final no vais a compartir la misma nota.
- esta conversación está tomando un cariz que no me gustaba, Analía me estaba haciendo sentir culpable y no tenía razón para sentirme así, no hecho nada malo.
Analía: Mira Uriel vamos a dejar esta conversación hasta aquí, pero que sepas que sigo pensando lo mismo de ti, eres muy vanidoso y no te das cuenta de lo que pasa a tu alrededor, y eso es una característica propia de una persona superdotada mentalmente.
Yo: Para haber dejado la conversación hasta aquí me has dado un buen viaje, te habrás quedado a gusto. Lo digo por última vez Analía no soy un superdotado o un genio ni ningún otro adjetivo que intente calificarme como una especie de ente supremo, solo soy un chico de 18 años que percibe el mundo de manera diferente. Si me disculpas me gustaría irme a mi casa y llamar a mi madre estará preocupada.
Analía: Ahora te traigo tu ropa.
Me vestí en cuanto ella me entregó mi ropa, encontré mi móvil y mis llaves encima de la mesa del salón, llegó la hora de la despidida le di las gracias y nos despedimos con un ligero apretón de manos, con un simple “nos vemos por allí” Salí de su apartamento y del edificio.
Me di cuenta de que su edificio estaba al lado del mío con razón me sonaba tanto aquella calle, a ver si va a tener razón Analía cuando me ha dicho que lo que ocurre a mi alrededor me es indiferente. Bueno vale tal vez sea un poco arrogante, chulo y vanidoso, pero solo un poco.
Llegue a mi casa con ganas de darme un baño y tomarme algo para el dolor de cabeza que aparecía a ratos. Después de hacer todo eso me tumbé en el sillón del salón para ver la tele. En momento de lucidez mental recordé que justo anoche recibí una llamada, cogí el teléfono y efectivamente había cinco llamadas perdidas de un numero bastante largo, diez llamadas perdidas de Amara y treinta llamadas perdidas de mi madre, lo primero era llamar a mi madre para hacerla saber que estoy bien y despreocuparla.
Mamá: Pero hijo donde te metes te he estado llamando toda la noche, he tenido que llamar a la policía para denunciar tu desaparición, donde diablos estabas, me tenías con el corazón en un puño, para que mierdas quieres un móvil si luego no lo coges cuando te llaman. ¿Es que no te importa que me pueda dar un infarto?
Yo: Mamá de verdad que lo siento mucho salí por allí y me deje el móvil en casa, no volverá a pasar sabes que te quiero muchísimo y lo último que quiero es que te pase algo malo, siento haberte preocupado tanto no prometo que no vuelva a pasar, pero haré todo lo posible para evitarlo.
Mamá: Eso espero hijo no me vuelvas hacer algo así, eres lo único que tengo hijo. Haber niño cuéntame ayer tenías que venir a mi casa a comer y a presentarme a tu novia ¿qué pasó?
- joder a ver cómo le cuento lo de Amara, si la digo la verdad es capaz de cogerla por los pelos y arrancárselos junto con la cabeza.
Yo: Mamá al final no pudimos venir, tuvimos que ponernos a estudiar y luego salimos a dar un paseo fue cuando me dejé el teléfono en casa, en un día de estos voy a visitarte. ¿Qué tal lo de la hipoteca?
- cuando mi madre me adoptó tuvo que dejar la prostitución para que yo tuviese un buen ejemplo a seguir, aunque la dije que la prostitución no era un trabajo del cual avergonzarse (en mi humilde opinión), lo dejó de todas formas, se puso a trabajar de limpiadora para una empresa de importación con los gastos de mi colegio, la hipoteca y los gastos que genera la casa no nos daba para vivir. Luego que la empresa que mencioné antes se comprometió a pagarme todo lo referente a mis estudios respiramos un poquito al menos ya no estábamos tan ahogados como antes no era suficiente, pero nos podíamos permitir cenar en el Burger o el maccdonals.
Mamá: No te tienes que preocupar por eso Uriel ese tema está cubierto, tu ocúpate en terminar tus estudios, encontrar un buen trabajo y darme nietos.
- yo sabía que me mentía lo de la hipoteca la seguía agobiando, preferí fingir creerla, no quería se disgustara conmigo, bastante tenía ya la pobre con cargar con un hijo que no era suyo.
Yo: Está bien mamá no me preocupo (mentirusco gordo atado con piedra), vale mamá hablamos luego y recuerda que uno de estos días vendré a comer contigo.
Mamá: ¡Hasta luego hijo, un beso y cuídate!
La tarde se me hacía eterna, no me gustaba aburrirme, pero tampoco tenía ganas de hacer algo, entonces volvió a sonar mi móvil otra vez el número largo, quien cojones era. Esta vez conteste total no tenía nada mejor que hacer.
Yo: ¿Dígame?
Operario: Soy el directo de una sucursal de seguros Extremis, nos ponemos en contacto con usted porque tiene que cobrar una suma de tres millones. Nos consta que su difunta madre Doña Margarita Santana le dejo como beneficiario de su seguro de vida en caso de que ella falleciera, nos dejó instrucciones para que se lo diéramos en cuanto usted tenga 18 años, por lo que veo usted ya cumple todos los requisitos, si me hiciera el favor de darme una cuenta bancaria para hacerle el ingreso… ¿oiga? ¿Me está usted escuchando?
Yo: Si, si le estoy escuchando, comprenderá que a uno no le digan que va a recibir 3 millones todos los días, estoy alucinando…
Director: Comprendo que se encuentre así, por favor deme un número de cuenta y le hago una transferencia ahora mismo, lo recibirá en 30 minutos una última cosa tendrás que venir a la oficina para firmar un documento de cobro.
Yo: Claro que sí, estaré allí mañana para firmar lo que sea.
- estaba flipando en colores 3 millones de euros pensaba que era una broma, pero cuando entre en mi banca online efectivamente había un ingreso reciente de 3 millones de euros. Madre mía la de cosas que podía hace con ese dinero, como por ejemplo pagar la hipoteca completa de mi madre, iniciar mi proyecto empresarial y muchas otras cosas más.
Me puse a saltar y a gritar por toda la casa durante un buen rato, que queréis que os diga mi suerte a cambiando en una sola mañana joder son 3 millones de euros.
Me serené y ponerme a planear mis próximos movimientos, otra vez mi móvil volvía a sonar al mirar la pantalla apareció el nombre de la persona que menos me apetecía tratar, Amara. Bien ya era hora de hablar no podía eludirla todo el rato así que me dispuse a descolgar la llamada.
Yo: Amara espero de verás que seas lo más breve posible y clara posible, lo último que quiero es hablar contigo.
Amara: Mira Uriel te llamaba para disculparme, pero veo que estas en plan borde, si es verdad que me he acostado con otro tío, pero porque él me daba lo que tú no, Julio me da lo que tú no puedes, no me trata como si fuera una muñeca de porcelana, me folla de maneras que hace que me sienta una perra en celo, es más, tiene dinero y me compraría todo lo que quisiera, contigo solo me podría conformar con una cena en el Burger, lo siento Uriel, pero tienes que buscarte a una chica de tu nivel, además empecé a salir contigo para ganar una apuesta con mis amigas. De verdad que lo siento Uriel eres muy mono e inteligente, pero no estás a mi nivel.
- en ese momento mi cerebro era como un coctel molotov a punto de estallar por lo general nunca he sido una persona mal hablada la menos de cara al público y nunca le dije cosas feas a una chica por mucho que me cabrease.
Yo: Escucha Amara, eres el ser más despreciable y miserable con el que me cruzado, puesto que ocupas con mi madrasta y su hija, nunca me he arrepentido de conocer a una persona porque siempre intento aprender algo de las personas que me rodean o que han compartido algo conmigo, pero tú Amara acabas de romper esa norma, tú piensas que yo soy una mierda comparado contigo, pero una cosa te voy decir eres tú la que no está a mi nivel porque no tienes alma ni sentimientos. Algún te arrepentirás de esto que me acabas de decir y si no ya me encargaré de hacerlo. Pero créeme esta me las pagas te lo juro por lo más sagrado.
Amara: Uriel me da igual lo que pienses de mí, sé que ahora mismo está hablando tu dolor y en cierta forma te entiendo, espero que algún día me puedas perdonar y si no puedes me da lo mismo jajajaja adiós pringado.
-aquella conversación fue como un detonante de repente toda la ira, el odio y el resentimiento salieron a flote como una lava de un volcán, me acordé de mi madrasta y su hija, de mi padre y su indiferencia hacia su único hijo, entonces decidí que todos ellos me las pagarán, les haré revolcarse en su propia porquería y me pedirán clemencia, empezando por Amara.
Continuará
PD: por favor sigan dejando sus comentarios y gracias a todos los que han comentado