Resurgir: capitulo 1
Esta es la historia de un joven de 18 años, al que la vida, y la mujer a la que amó más que a nada le jodieron de la forma más perra posible, haciéndole perder la fe en cualquier persona del sexo opuesto, y porque no decirlo perder la fe en las personas. Dice así.
Hola me llamo Uriel, ya lo sé no es un nombre muy común que queréis que os diga mis padres eran cristianos apostólicos y románicos y les pareció divertido ponerme el nombre de un ángel o un arcángel yo que sé, estoy divagando es verdad, pero la razón por la que me salgo de la tangente es porque he bebido más de lo que mi cuerpo puede aguantar, intento mirar a mi alrededor, pero solo veo a universitarios borrachos metiéndose mano entre ellos. Tal vez os preguntéis “qué hace ese chico de 18 años, que está en 4º año de física molecular y que está a punto de terminar su tesis de licenciatura en química industrial en un bar de la universidad un miércoles por la noche”. La respuesta es sencilla me acabo de enterar de que la chica de la que estaba enamorado y con la que he estado saliendo hasta ahora, se folla al capitán de fútbol y para rematar ha estado saliendo conmigo por una apuesta con sus amigas, divertido eh. Bueno para que lo comprendáis mejor vamos a remontarnos unos días atrás. Por cierto, soy eso que la gente llama “mente brillante” una tontería solo soy un chaval que percibe el mundo de otra forma.
Otra vez no puedo dormir porque siempre que cierro los ojos durante unas horas el recuerdo de mi madre tumbada en la bañera con las venas cortadas no me deja dormir, si es verdad, mi madre se suicidó cuando yo tenía 5 años, mi padre se casó otra vez no me hacía ni puto caso. Claro que ese imbécil estaba centrado en su nueva mujer y su hijastra de los cojones y digo hijastra porque la zorra de mi madrastra venía con una hija de serie. En fin, a los 10 años me escapé de casa porque no soportaba los malos tratos de mi madrasta junto con mi hermanastra que es cuatro años mayor que yo y al desgraciado de mi padre que no intercedía por mí, aunque esas zorras me desollaran vivo. Con diez años me vi en la calle sin nada en los bolsillos y con mi mochila que solo tenía mis libros y el cuaderno de notas de mi madre (el único recuerdo de mi madre, ya que mi queridísimo padre mandó quemar todo lo referente a mi madre en casa y afortunadamente pude salvar eso). En resumen, llevaba unos días en durmiendo en la calle, una noche me encontró una prostituta que me llevó a su casa me dio de comer me vistió con ropa limpia, ofreciéndome una cama y un techo al que llamar hogar. Mi habilidad en el ámbito de la ciencia se hizo evidente durante una convención de ciencia que mi colegio organizaba a través de una empresa dedicada a la fábrica de productos de biotecnología principalmente de uso militar (tengo demasiado interés en la ingeniería militar), bueno resulta que era un cerebrito o un superdotado francamente como he dicho antes nunca me he considerado como tal, esa empresa se comprometió a pagarme los estudios. Me gradué en el instituto a los 12 años, entré en la universidad oficialmente a los 16 años (antes de entrar en la uni ya había empezado con las carreras que quería estudiar).
Volvamos donde lo dejamos no podía dormir porque las pesadillas no me dejaban en paz, pero esta vez no estaba enfadado como otras noches porque a mi lado dormía Amara una chica de 22 años, pelo castaño, pechos no muy grandes pero notables, aunque se pusiera una camisa dos tallas más, culito respingón y redondo; toda una diosa, y no hace unas horas hemos hecho follado como salvajes o eso me parecía a mí. Tal vez me diera esa sensación porque estaba perdiendo mi virginidad con semejante mujer.
- ¿No puedes dormir? - me preguntó Amara besándome en la mejilla- vamos Uriel duerme, mañana tienes clase y debes descansar.
Estuve tentado a contarla lo de mis pesadillas, pero no pude hacerlo porque no quería que me mirara con pena. Me hice el dormido para ella pudiera descansar y otra noche que me quedaba en vela.
Baje a la calle cuando estaba amaneciendo para comprar algunas cosas para el desayuno y así hacerle el desayuno a mi reina. Por primera vez en mucho tiempo era plenamente feliz, cuando volví, Amara ya estaba despierta, creo no se percató de mi presencia en la casa, en ese momento tuve que ponerme en modo alerta por la conversación que ella mantenía por el móvil con una de sus amigas
Amara: Si tía de verdad es un sieso y lo peor de todo es que era su primera, me he corrido de milagro jajaja, sí, es muy mono me trata como una reina y eso me aburre.
Entre rápidamente he hizo como si estuviera hablando del novio de su amiga, cosa que me tranquilizó. No sé si era porque estaba enamorado de ella, pero la explicación que me dio me hizo olvidarme del tema. Llevaba saliendo con Amara una semana lo que yo no sabía es que mi realidad se iba hacer añicos justo ese miércoles por la noche.
MIERCOLES POR LA MAÑANA DESPUES DE CLASE:
Amara: Uriel porque no nos vamos a una fiesta que organiza Julio en su casa así te presento en sociedad oficialmente como mi novio.
Un miércoles no es precisamente un día para salir de fiesta, además tenía pensado llevarla a cenar con mi madre adoptiva (la exprostituta), no me pude negar a su petición con esa carita de ángel y esa sonrisa que derretía al más duro y grande iceberg tuve claudicar y aceptar.
- ya verás amor nos lo pasaremos bien y después follaremos como a ti te gusta- me dijo ella, como sabréis bajo semejantes términos es difícil negarse.
Llegamos a la fiesta y ocurrió todo lo contrario Amara no me “presentó en sociedad” más bien lo contrario pasó olímpicamente de mi culo dejándome solo en una fiesta en la que no había nadie con quien mantener una conversación medianamente inteligente. Llego un momento en el me harté de estar en aquella fiesta y me dije a mi mismo que para estar aquí sin hacer nada mejor me voy para mi casa a avanzar en mi tesis de licenciatura en química.
Me dediqué a buscar a Amara por todos lados para despedirme o al menos darla la opción de venirse conmigo. Pero me encontré con un panorama que nunca olvidaré.
- hola Uriel si estás buscando a Amara está en la planta de arriba- esa era Carla una de las amigas de Amara, me lo dijo con cierta sonrisita- Gracias Carla. Su sonrisita me dio igual porque sabía perfectamente que para las amigas de Amara yo era poca cosa, ellas estaban a salir con los tíos con más dinero y populares de la universidad.
Cuando llegué en la planta de arriba me encontré con un lugar donde estaba la gente follando como sin ningún pudor, eso hizo que saltaran todas mis alarmas, que hacía Amara aquí arriba.
Instintivamente empecé a caminar hacia una puerta entreabierta por el que salían uno gemidos que me eran familiares al abrir la puerta me encontré a Amara a cuatro patas siendo penetrada por Julio el capitán del equipo de fútbol y anfitrión de la fiesta.
Me quedé paralizado quería irme de aquel sitio, pero mis piernas no me respondían, mis oídos empezaron a pitar como si hubieran estado cerca de una explosión, reaccioné justo en el instante en el que os ojos de Amara se encontraron en los míos, no pude descifrar lo que exactamente decía su mirada si era pena, terror o indiferencia.
Salí como alma que lleva el diablo de esa fiesta y no sé cómo fui a para en el bar de la universidad, la cuestión es que allí estaba yo cepillando a una botella de Black Label.
El móvil empezó a vibrar en el bolsillo de mi vaquero pensé que era Amara quien me estaba llamando así que colgué sin mirar la pantalla, lo que no sabía es que esa llamada era el principio de algo buenísimo.
CONTINUARÁ.
PD: os agradecería que dejéis vuestros comentarios, este es mi primer relato que se va a publicar. GRACIAS.