Residencia universitaria (1)
Comienza el sexo en la residencia de estudiantes. Chicos jóvenes dandose placer en su residencia
Mi nombre es Alex, estoy cursando mi segundo año en la universidad. Como la universidad está lejos de mi ciudad, estoy viviendo en una residencia universitaria. El curso pasado ya estuve ahí, el trato con los compañeros fue muy bueno. Este año decidí repetir, aunque algunos de mis compañeros de clase, me ofrecieron irme con ellos y buscar un piso que alquilar.
La residencia era mixta, con diez o quince habitaciones por piso. Algunas de las habitaciones eran individuales y otras eran compartidas. Yo repetí este año en una habitación individual, son algo más caras, pero dormir con otra persona en la misma habitación nunca me ha resultado cómodo.
Con el comienzo del curso, los compañeros de la residencia comenzaron a llegar, muchos de ellos ya estaban el curso pasado, por lo que nos conocíamos la mayoría. Había muy bien rollo entre todos, y aunque a ciertas horas no dejaban entrar a nadie de fuera, casi todas las noches siempre había al menos alguna habitación en la que se escuchaba follar. Era lo más normal, con tanta gente entre los 18 y los 25 años allí viviendo.
La primera noche era común hacer una pequeña fiesta, después de cenar. Desde la dirección de la residencia se ofrecía una charla de bienvenida, se daban las instrucciones básicas y normas de comportamiento y posteriormente nos quedábamos allí solo los residentes e íbamos conociendo un poco a la gente nueva. Se hacía algún juego con ellos, en plan novatada, pero siempre cosas graciosas y sin maldad.
Al subir ya a nuestras habitaciones para dormir, pude hablar con dos chicos nuevos que llegaron, por lo que me contaron, eran amigos de la misma ciudad, y era su primer año fuera, comenzaban este curso la universidad. Fuimos caminando y resultó que éramos vecinos de habitación. La mía estaba casi al final del pasillo y al llegar allí ellos me dijeron que estaban en la siguiente, la que quedaba en el final del pasillo.
Al llegar a mi puerta me despedí de ellos. Edu y Luis, así se llamaban, me parecieron muy simpáticos, quedamos en vernos al día siguiente. Me pasé a mi habitación, y tras hablar un poco con unos amigos por WhatsApp me disponía a darme una ducha antes de dormir. Me desnudé, dejé la ropa tirada por el suelo y me dirigí al cuarto de baño. Éste estaba pegado a la parte contraía donde estaba la pared la habitación de Edu y Luis. Terminé mi ducha, me sequé y fui a mi cuarto a ponerme unos bóxer, normalmente dormía así.
Me tumbé en mi cama y dispuse a dormirme, aunque con el horario aún cambiado del verano no era capaz, cogí de nuevo mi móvil y a ver si pasaba el rato jugando y mientras me entraba sueño. Serian ya casi la 1:30 de la madrugada y yo aún seguía sin dormirme. Cuando escuché varios golpes en la habitación de al lado. No le di más importancia, dejé el móvil en la mesilla y al rato de nuevo volví a oír los mismos golpes.
Como no tenía sueño, me levanté, me acerqué a la pared y esos golpes fuertes que se oían de vez en cuando, se estaban repitiendo más suaves. De nuevo un golpe más fuerte y oí como mis vecinos hablaban.
-“Tío más despacio, no seas tan bruto, que al final se enteran en toda la residencia”.
Este comentario hizo que mi imaginación se disparase, ¿¿me había tocado unos vecinos que se follaban??
-“Si quieres que te la meta pues menos ruido no puedo dar”.
Ostias, pues sí, que estaban fallándose mis dos nuevos vecinos. Eso hizo que mi polla dentro del bóxer se pusiese bien dura.
Siguieron oyéndose los ruidos un rato más, yo tenía la oreja pegada a la pared, cada vez más cachondo, oía como Edu le decía a Luis que siguiese, que estaba a punto de correrse. A los pocos segundos, un gemido largo terminó con la fiesta de mis vecinos. Yo llevaba ya un rato con el bóxer en el suelo y pajeándome. Tras el silencio y aun sin terminar mi paja, tuve que encender el ordenador para buscar algo de porno que terminase con mi calentura.
Me tumbé en la cama completamente desnudo, me puse uno de los primeros vídeos que vi y en pocos minutos me había corrido sobre mi pecho. Fui al baño a limpiarme y me fui de nuevo a la cama. Ahora ya si, más relajado y me quedé dormido pronto.
Al día siguiente nada más levantarme, me vino a la mente la escena de anoche. Yo siempre he sabido que me gustaban los tíos, desde pequeño aunque siempre me liaba con tías, siempre sentía curiosidad por ver a mis amigos desnudos. Aprovechaba las duchas de los vestuarios del gimnasio del colegio para fijarme en mis compañeros.
Ya algo más mayor, un verano, en el pueblo de mis abuelos me lié con un amigo que también veraneaba por allí. Entonces descubrí que tras follar con tías, hacerlo con un tío me producía el mismo placer o incluso más.
Debía trazar un plan para poder pasar una noche divertida con Edu y con Luis. Bueno primero debería descubrir si eran pareja, o simplemente eran follamigos, no quería meterme en medio de una relación y terminar por joder el año, que justo acabábamos de comenzar.
Pasaron los días, yo siempre intentaba estar cerca de ellos, a la hora de comer, cenar o si hacíamos alguna escapada todos los de la resi. Nos estábamos haciendo buenos amigos. Eso sí, el tema del sexo nunca había salido a la luz. Ellos en público, nunca había mostrado ningún sentimiento y habían hecho ningún gesto que evidenciase que fuesen pareja. Eso sí cada noche los mismos ruidos se repetían y con ellos mi paja antes de dormir.
Ya no podía seguir así debía hacer algo para dar un paso adelante. Y la casualidad hizo que ese momento ocurriese. Me iba a duchar, estaba desnudo, cuando alguien llamó a mi puerta, me anudé la toalla a la cintura y abrí la puerta. Eran Edu y Luis.
-“Oye tío, nos podemos duchar aquí, nuestra ducha se ha debido de joder, que no funciona el agua caliente”.
-“¿No jodas que se ha roto? Algunas veces pasa, voy a mirar yo en la mía”
Fui a mi cuarto de baño abrí el grifo y comprobé si salía agua. “Aquí sí que hay, traeros las cosas si queréis y os ducháis. Yo me voy a duchar ya, dejad la puerta abierta del cuarto y ahora pasáis.”
Dejé a propósito la puerta del cuarto de baño abierta, desde el pasillo no se podía ver nada pero desde dentro del cuarto sí. Vi como venía Edu y Luis con sus toallas en la mano y entraban. Yo me duché como si ellos no estuvieran ahí, me sequé dentro de la ducha y salí con la toalla anudada a la cintura.
-“Ya podéis pasar el que quiera o los dos juntos como más os guste, jajajaja”
Se miraron con cara de susto, pero no dijeron nada, Luis cogió la toalla y se fue hacia el baño.
-“No me importa que os duchéis aquí, pero que sepáis que me habéis jodido el pajote que me iba a hacer, que llevaba varios días sin descargar”
Comenzamos a reírnos los tres, Luis pasó al baño y cerró la puerta. Edu estaba sentado sobre mi cama. Yo fui a mi mesilla, saque unos bóxer, dejé caer mi toalla al suelo. En ese momento vi como Edu de forma disimulada se fijaba en mi cuerpo totalmente desnudo. Tengo que decir que aunque no hago casi deporte, me mantengo bastante bien, no soy muy alto, sobre el 1,70 y peso 68 kilos, no tengo casi pelo por el cuerpo, y lo poco que tengo lo depilo. Mi verga es una cosa normalita, ni muy grande ni pequeña, eso sí, algo gorda y sin circuncidar.
Tras dejar unos segundos a Edu para que contemplase mi cuerpo, me puse el bóxer negro. No tardó mucho Luis en salir del baño, con la toalla en la cintura.
-“Me voy a nuestro cuarto, allí te espero”, le dijo a Edu, que entraba al baño en ese instante a ducharse.
Luis tenía un cuerpazo, sin estar marcado al 100% se venía que estaba en forma, tenía la piel morena, y algo de vello cerca del ombligo y en el pecho, las piernas se veían depiladas y bien fuertes.
-“Alex tío, muchas gracias por dejarnos darnos una ducha. Mañana nos vemos”
Aprovechando que estaba sólo con Edu, decidí aprovechar para pasar al baño mientras estaba duchándose.
-“Edu, voy a pasar a echarme crema, ¿te importa si paso?”
-“Para nada tío, estás en tu casa, nunca mejor dicho”
No teníamos bañera, en todos los dormitorios, había un plato de ducha, cerrado con una mampara translucida. No se podía ver con claridad el interior, pero sí que dejaba ver el contorno del cuerpo. Mirando por el espejo pude ver el pollón que tenía Edu, así flácida era casi como la mía cuando estaba dura. Yo seguía solo con el bóxer, pero mi erección era bastante considerable.
No lo oculté, quería mostrarme así delante de mi vecino. El o no quiso verlo o no le dio más importancia a este hecho.
-“Bueno tío, muchas gracias, por la ducha, nos has salvado, mañana nos vemos”.
Edu era más alto que Luis y que yo, pero muy delgado, con el pelito un poco largo y una piel muy blanca, era bastante delgado y sin nada de pelo por el cuerpo. Edu cerró la puerta al salir, y ahí me quedé yo con mi erección.
Nada más cerrase la puerta, me desnudé y empecé a pajearme pensando en el pollón de Edu. No tardé en correrme sobre el lavabo.
Los días seguían pasando, nuestra amistad cada vez era más fuerte, muchas veces parecía que solo vivíamos los 3 en toda la residencia, siempre estábamos juntos. No hacíamos casi a nadie.
Ellos hasta ahora no se habían quedado ningún finde en la residencia, a ellos al contrario que a mí les pillaba su pueblo a una hora de camino. Ese viernes a la hora de comer me comentaron que se quedaban todo el finde, que ya en esas fechas en su pueblo no había casi nada de ambiente y que preferían quedarse y salir por aquí. Me dijeron que si no tenía planes que me fuese con ellos. Que tenían pensado bajarse a tomarse unas cervezas y dar una vuelta por ahí.
Tras cenar y ducharnos, nos arreglamos y quedamos para salir, pasaron a buscarme a mi cuarto y nos fuimos los tres. Vimos un bar que tenía oferta de cerveza los viernes y ahí nos fuimos. Nuestro plan era emborracharnos o por lo menos animarnos bastante. Y así fue, entre cervezas y algún chupito que otro nos fuimos entonando. El dinero ya iba escaseando por lo que tras bailar un rato, decidimos recogernos.
Nos marchamos hacia la residencia, y cuando estábamos ya en nuestro pasillo, Luis me dijo que si quería pasar a su habitación, que tenía allí guardada una botella de vodka, que podíamos tomarnos algún chupito más y estar otro rato juntos.
Entramos a su habitación, aunque ya había pasado antes, me sentía un poco raro, pero entrar ahí y pensar en mis dos amigos desnudos sobre esa cama y follándose bien fuerte, hizo que mi polla se pusiese dura al instante de cruzar la puerta.
Estuvimos un rato charlando y bebiendo algún chupito, mi erección no bajaba, y con los chupitos me iba animando y calentando más, no pude aguantarlo más y les dije:
-“Bueno, que si os voy a cortar el rollo y no os vais a follar esta noche, yo me voy a mi cuarto”.
A ambos se les pasó el pedo con mi comentario, se quedaron callados, no sabían que decir, y comenzaron a ponerse rojos.
- “¿Cómo sabes eso?” , dijo Edu.
- “No nos asustéis, si os llevo oyendo follar desde la primera noche, jajajaja”.
-“No queríamos decir nada por si nos dabas de lado, nos caes muy bien y no sabíamos cómo ibais a reaccionar al descubrirlo”.
-“No os preocupéis, que no me importa. Vamos no es que no me importe, es que me ponéis bien cachondo cuando os oigo, jajajaja”.
De nuevo mis vecinos se quedaron un poco a cuadros con mi comentario.
-“¿Te molan los tíos?” me preguntó Luis.
-“A mí me pone caliente todo el mundo, no tengo problema, jajajaja. ¿Pero vosotros sois novios o es que?”
-“No sabemos si somos novios o no, somos muy buenos amigos desde la infancia y con el tiempo y la pubertad empezamos a ir probando cosas y a ir investigando en el tema del sexo, y al final pues hemos acabado follando a menudo. Nadie lo sabe, o eso pensábamos, jajajaja”. Comentó Edu.
-“¿Sabes lo que tenemos muchas ganas de probar y nunca nos hemos decidido?” dijo Luis.
-“Queremos hacer un trio, probar una polla nueva” dijo Edu mientras se acercaba a Luis, que estaba sobre la cama.
Yo me puse de píe, mi polla dentro del pantalón estaba a punto de explotar, me fui acercando a ellos que estaban sobre la cama sentados, me quité la camiseta y dejé mi polla cerca de sus caras. Edu no tardó en quitarme el cinturón, y desabrochar el vaquero. Luis por su parte sobaba mi verga por encima del pantalón.
Poco a poco Edu fue bajando el pantalón, yo les ayudé a quitarlo por completo, ahora ambos me acariciaban la polla con sus manos sobre la tela de mi bóxer. Luis acercó su boca y comenzó a dar besos a lo largo de mi polla. Yo no podía más, por lo que de un tirón me bajé el bóxer, sacándomelo por completo con los pies.
Mi polla dio un salto y quedó a merced, de mis amigos. Luis la agarró con fuerza dejando libre mi glande, que por aquel momento estaba totalmente húmedo. Acercó su cara a mi punta y la fue metiendo en su boca poco a poco. Mientras Edu se agachaba para poder lamerle los huevos. Yo acariciaba las cabezas de mis vecinos. Edu agarró mi polla para ser él quien comenzase a chupar. Que delicia de mamada me estaban regalando entre los dos.
En el momento que Luis quedó con las manos y la boca libre, comenzó a desnudarse, se quitó el jersey y se bajó los pantalones dejando su torso desnudo a la vista. Se levantó de la cama, se acercó a mí y se bajó el bóxer, dejando libre una preciosidad de polla, también más grande que la mía, bastante gruesa, muy morena como todo su cuerpo y con unos huevos bastante grandes. Lo que más llamaba la atención de aquel trozo de carne era un glande rojizo que poco a poco se comenzaba a humedecer.
Puso su polla cerca de la mía, Edu la agarró con su mano y tras sacarse de su boca mi verga, comenzó a chupar la de Luis. Ahora a mí me pajeaba mientras le comía el rabo a su compañero de cuarto. Acercó nuestros glandes y con la lengua comenzaba a pasar de uno a otro, sin dejar de pajearnos a los dos.
Desde que vi su silueta en mi ducha no me había quitado de la cabeza el pollón de Edu, tenía ganas de verlo de cerca y porque no, de chuparlo. De un pequeño empujón tiré a Edu hacia la cama, para que me diese acceso a su verga. Dentro del pantalón se apreciaba un bulto inmenso. Con mucho deseo quité el pantalón y al instante tiré de la tela de su bóxer para liberar su trozo de carne.
Allí apareció un pollón inmenso, algo más grande aún que la de Luis, muy blanca, y con el glande aun escondido. Puse mi mano rodeando su mástil y comencé a masturbarlo, dejando ya libre el glande, rosita, que no dudé en llevarme a la boca al momento.
Me costaba un montón poder meter su glande al completo en mi boca, era una polla muy gruesa, aun así hacía lo que podía, comía, chupaba y masturbaba con deseo la verga de Edu. Luis por su parte, estaba de rodillas sobre la cama, con la polla dentro de la boca de Edu, que por lo que se podía ver era un experto mamando rabos.
Edu poco a poco se fue tumbando por completo en la cama, y Luis fue encaminando su culo hacia la cara de Edu. Se tumbó encima dejando su polla cerca de su boca. Luis se tumbó sobre Edu acercando su cara la mía.
Ahora estaban nuestras lenguas jugando con la polla, bueno con el pollón de Edu. De vez en cuando se tocaban las lenguas al recorrer la verga. Y sobre todo cuando ambos jugábamos con su glande.
-“No aguanto más”, dijo Luis. “Quiero que me folles Edu, quiero sentir como me clavas tu pollón en mi culo”.
Luís se levantó, acercó su culo a la polla de Edu y poco a poco se fue sentando. Era increíble la facilidad con la que ese pedazo de polla iba entrando en el culo de Luis. Tras unos segundos de penetración y algún que otro gemido, Luis comenzó a cabalgar sobre Edu.
La verga de Luis que en nada tenía que envidiar a la de Edu, rebotaba con fuerza sobre sus piernas y su pecho. Yo me quedé unos segundos contemplando esa maravilla. Ellos seguían con su follada y yo aprovechaba para masturbarme lentamente contemplando como mis amigos continuaban follándose.
De pronto Luis se incorporó, sacándose de su culo el rabo de Edu. Tras ponerse de píe giró con fuerza a Edu dejándolo con su culo en posición. Si la polla de Edu entró con facilidad en el culo, ahora el culo de Edu el que aceptaba con mucha facilidad el pollón de Luis. Tras varias embestidas con fuerza vi como Luis estiraba sus manos hacia detrás indicándome que me acercase.
Quería se me la metiese yo al él. Eso hice sin dudar, agarré mi polla y la dirigí hacia su culo, que al estar ya bastante dilatado, mi verga más pequeña que las dos suyas, entró con mucha facilidad. Agarré con fuerza por la cintura a Luis y comencé a follarlo también con bastante fuerza.
Estuvimos los tres enlazados bastante tiempo, los gemidos cada vez eran más fuertes, menos mal que eran viernes y apenas quedaba nadie por la resi, podíamos gritar fuerte que era difícil que no escuchasen.
Yo estaba a punto de correrme, ellos aún parece que tenían más aguante. Saque mi polla del culo de Luis, y sobre su espalda descargué varios chorros de leche. El no pareció inmutarse, seguía con su follada brutal al culo de Edu. Ya no se cortaban para nada, gemían como locos, cada vez más fuerte.
Yo sentado en el suelo contemplaba la escena mientras tocaba con suavidad mi polla ya bastante desinflada. Unos segundos más tarde, Luis sacó su verga del culo de Edu, ambos se incorporaron y con sus preciosas y grandes pollas se dirigieron hacia mí. Sabía que me iban a llenar la cara de semen. Se masturbaron con fuerza durante unos minutos hasta que me descargaron sobre mí. Primero Edu y luego Luis.
El semen que entró en mi boca lo tragué con mucho placer, bastante más fue sobre mi cara y mi pelo. El suelo también quedó bastante lleno de leche. Quedamos así un rato, yo en el suelo con la cara manchada y sus pollas un poco flácidas colgando frente a mí a escasos centímetros.
Tras limpiarnos y volver a la habitación, allí estaban mis dos compañeros, tumbamos desnudos sobre la cama de uno Edu. Yo me agaché para recoger mi ropa del suelo y comenzar a vestirme.
-“Mira que llevo más de un año en esta residencia, pero como hoy no me lo había pasado nunca de bien, jajajaja”.
-“Nosotros también nos lo hemos pasado bien. Y seguro que de aquí a que termine el curso nos lo vamos a pasar mejor” dijo Luis.
Me había corrido hace apenas diez minutos, pero ver a mis dos amigos, tumbados desnudos, con sus pollas reposando sobre sus piernas, me estaban volviendo a calentar, por lo que decidí salir hacia mi habitación.
-“Bueno tíos, me voy a mi cuarto ya, espero que algún día más me invitéis, jajajaja”.
-“Eso está hecho, nosotros casi todos los días tenemos fiesta, jajajaja”.
-“Ya os llevo escuchando un tiempo, ya, vaya par de vecinos cerdos que tengo y cuando me alegro de ello, jajajaja. Venga tíos nos vemos mañana”.
Salí del cuarto de Edu y Luis, mirando primero que no hubiese nadie cerca, me fui a mi cama, me di una ducha para quitarme todo los sudores y olor a semen que tenía por la cara y me metí en la cama.
Este curso me lo iba a pasar en grande con mis nuevos amigos………..