Repetí con un tío, y esta vez era mayor
Mi mejor polvo fue con un tío así que decidí repetir.
En un relato anterior conté como un profesor de instituto me echó el mejor polvo de mi vida sin que yo buscara nada con él. Después de aquello seguí con mi vida "normal". Aquella experiencia nunca la conté a nadie, nadie sabía de mi experiencia homosexual. Sin embargo yo nunca pude olvidarlo. Seguí teniendo relaciones con chicas, y, aunque me gustaron, aunque no tanto como aquella. Siempre que me masturbaba era pensando en aquella noche. Un día, estaba muy cachondo, hacía tiempo que no echaba un polvo, así que comencé a ver porno gay en mi ordenador. Sin embargo estaba cansado de masturbaciones y, el ver a un tio metiéndosela a otro me dieron ganas terribles de follar. En ese momento se me ocurrió meterme en un chat y ver si surgía algo. No es por utilizar los típicos clichés, pero en los chats se conectan tío a ver si pillan algo. Así que me metí y comencé a hablar con varios que tenían en su nick "gays". Hablaba con ellos, pero no me daban confianza. Hasta que dí con un tío que, desde mi punto de vista, fue el más serio y sincero. Me dijo que tenía 50 años y que probablemente no fuera mi tipo. Sin embargo yo estaba cachondísimo y necesitaba follar. Le dije que me viniera buscar, pues vivía lejos y necesitaba ir en coche. El metro ya estaba cerrado. El me dijo que venía, pero que le asegurara que iba a aparecer, debía haber más veces en las que lo habían dejado tirado. SIn embargo yo le convencí a base de decirle cosas guarras. Le dije que si venía a por mi se la iba a comer nada más verle, que quería que me la metiera nada más llegar a su casa... Entonces él me dijo: "dentro de 10 minutos en la para de metro".
Dicho y hecho. Bajé y allí estaba un hombre maduro esperando en un coche blanco. No era muy guapo, y desde fuera ya podía apreciar que no tenía buen tipo. Sin embargo estaba muy cachondo y necesitaba follar. Entré en su coche y me dijo: "no sabía yo si ibas a ser serio, pero ya veo que sí". Me preguntó si estaba seguro de lo que estaba haciendo mientras arrancaba el coche. Yo se lo demostré a base de hechos. Le cogí y le toqué el paquete y le comencé a acariciar. El me miró y me sonrió. "Así que vas a cumplir lo que me has dicho por chat..." Le dije "por supuesto". Aproveché que paró en un semáforo para desabrocharle el pantalón y bajarselo un poco hasta ver su polla. No estaba nada empalmado así que comencé a menearsela para intentar que se empalmara. El miraba alrededor, parecía como si le diera vergüenza que le viera alguien. Sin embargo pronto se empalmó y notaba en su cara que estaba cachondo pero nervioso. Salimos del semáforo y le pregunté: "quieres que te la chupe?". Y el me dijo "claro que si". Quitó uno de sus brazos del volante para que pudiese bajar y me la metí en la boca. El gemía de placer mientras seguía conduciendo con una mano. Paramos en otro semáforo y entonces me cogió la cabeza con las dos manos. Me decía "Madre mía, como la chupas". Su polla era normal, tendría unos 16 centímetro, pero era gordita y sabía bien. Yo se la chupé durante unos minutos hasta que me dijo: "Hemos llegado". Levanté la cabeza y comenzamos a besarnos brutalmente. Me dijo "Vaya mamada cabrón. Quiero follarte".
Nos bajamos del coche, nos metimos en su casa y me señaló donde estaba su dormitorio. Fui hacia allí mientras me quitaba los zapatos y calcetines. La verdad es que me sentía con la inicitiva desde el principio. El hecho de estar tan cachondo y haber tenido el polvazo que tuve con mi profe me hicieron estar muy relajado. A parte, el hecho de haber visto como disfrutaba en el coche mientras se la chupaba me daba ventaja para saber que él iba a hacerme lo que yo quisiera. Cuando llegué a la habitación encendí la luz y me quité la camiseta. Él vino por detrás y comenzó a besarme por el cuello. Me di la vuelta y le quité la camiseta. Como había intuido no tenía un bueno tipo, pero estaba muy cachondo y necesitaba un polvo (ya lo he dicho) así que no me cortó el rollo. El me comía la boca como si fuera el tío más impresionante del mundo con el que había follado. Me agarraba el trasero por encima del pantalón con fuerza, como con deseo de follarme cuanto antes. Al ser yo quien llevaba la iniciativa fui yo quien le tiró encima de la cama y me puse encima. Le quité el pantalón y yo me quité el mío. Estábamos los dos en calzoncillos. Le volví a tocar la polla y me dijo "chúpamela como tu sabes". YO sonreí, le bajé los calzoncillos y la ví completamente empalmada. Yo diría que había crecido un poco... Comencé a chuparla mientras el se llevaba las manos a la cara y gemía de placer. Se la comí con unas ganas impresionantes. Me sorprendió porque era un tío que aguantaba mucho, porque no se corría ni me decía que se iba a correr. Le chupaba los huevos, me la metía hasta la garganta, pasaba la lengua por su glande con velocidad. Pero él seguía con las manos en la cara y gimiendo. Al ver eso me puse como si fuera un sesenta y nueve pero en vez de encima de él, estaba de lado. El me quitó los gayumbos y sin mediar palabra se la metió en la boca. No sería guapo, no tendría una polla espectacular, pero...MADRE MÍA COMO LA CHUPABA. Se lo dije, le dije que la chupaba como los ángeles. Se la sacó un momento de la boca y me dijo "es que vaya polla que tienes cabrón". Yo seguía chupando la suya, pero no pude más y le dije, "lo siento, pero me corro". Y me corrí, aunque lo hice sobre su hombro porque justo se cuando lo dije la dejó de chupar.
Le pedí perdón por correrme tan pronto. El me miró algo decepcionado y me dijo que no pasaba nada. Cogió un clinex se limió riéndose y me dijo "vaya corrida". Al mirarme así entendía que tenía que compensarle. Así que me puse encima de él y le dije "Quiero que me folles". Cogí sus dedos, me los metí en la boca y los chupé hasta llenarlos de baba. Los llevé hacia mi culo y le dije "métemelos, quiero que me lo abras bien". El me los metió mientras nos besábamos. Yo se la meneaba para que no perdiera la empalmada. El me los metía hasta el fondo. Yo seguía encima de el besándole. Entonces paré y le dije "yo creo que ya está bien abierto". Cogí y, como la anterior vez me gustó, me puse encima a cabalgarle. Costó un poco metermela, pero enseguida llegó hasta el fondo y comencé a subir y bajar cada vez más rápido sobre su pene. Él gemía y me agarraba por la cintura marcando el ritmo en el que bajaba y subía. Sin dejar de cabalgarle, le cogí las manos y se las coloqué en mis nalgas. Yo cada vez subía y bajaba más rápido sobre su pene. El gritaba y yo gritaba apasionadamente. Me dijo, "vamos a cambiar". Aunque me gustaba la postura le hice caso porque estaba cansado. Me puso de lado me levantó un poco la pierna y comenzó a metérmela. La verdad es que me gustaba esa postura también. Mientras me la metía con fuerza me mordía y chupaba la oreja. Los dos seguíamos gimiendo, más que gemidos, por mi parte eran gritos. Llevaba más de 10 minutos con esa polla dentro de mi culo y comenzaba a escocerme, por eso gritaba. Mis gritos cada vez eran más desgarrados así que mordía la almohada para no desconcentrarle. No podia más, quería que se corriese. Le noté cansado y le pregunté que si quería cambiar de postura. Me dijo que no que eso le ponía mucho y que quería correrse dentro de mí en esa postura. En un principio no quería porque me daba miedo el hecho de tener una corrida en mi culo. De todas formas no me dio tiempo a pensarlo mucho, porque enseguida noté que se corría dentro mientras él gemía de placer.
Nos quedamos unos minutos sobre la cama, sin mirarnos a la cara mientras nos reíamos. Había sido un gran polvo. Mi culo estaba ardiendo, me lo había follado a tope. Había quedado saciado. No hablamos nada después del polvo. De repente miré y vi que estaba dormido. Aproveché para vestirme y me fui de allí. No tenía mucho más que hablar con él, había sido un gran polvo, uno de los mejores. Aunque el mejor fue con mi profesor, este fue también impresionante, mucho mejor que los que hecho con chicas. Sin embargo, el mejor polvo de mi vida lo eché en el caribe. Pero eso ya lo contaré en otro relato.