Repaso si o si... previo a la ITV (2)

Nervioso por el lugar… no atinaba por bajarle la cremallera, pero tras bajársela e introducir mi mano dentro, eche a un lado esos blancos calzoncillos y tomar su pollón, ¡deslizando mi mano desde su glande hasta sus genitales… uuummm!!

Repaso si o si... previo a la ITV (2)

Antes de nada, agradecer tantos a aquellos que me leéis como los que me ponéis un comentario, ya sea mediamente al mismo portal de www.todorelatos.com como a mí email, pues por vosotros me dais animo a continuar, siguiendo a plasmar mis confidencias. Deseando haceros participe de alguna forma de cada una de ellas, no quedándome otra que plasmarla mediante confidencias, experiencias de mi vida. Un desahogo tan verídico como tantos, no plasmado como realmente sucedió pues los hechos y momentos son difícil de exponerlo con palabras. Hoy os relataré una experiencia más que me ha ocurrió…

Como bien sabéis, os hice saber que mañana iba a llevar mi coche a la revisión de la ITV, pero antes debo de revisar mi coche y no queriendo que me lo echaran hacia atrás, busque por internet que mirar, busque información que inspeccionar, cosa que hice. Durante el proceso de reparación, os hice saber en mi anterior confesión, como que ‘tuve’ ayuda de una persona, ayuda que término de una manera algo peculiar, pero que tampoco me asusté por ello. Luego fui a comprobar la presión de las ruedas, donde tuve un segundo susto, bueno este si me acojone, quizás más por la persona que como acabo. Para deciros y de paso recordaros que este me soltó, nada más sacarme de mi boca su polla, comentario que hizo entre insultos y amenazas…

  • “Uuuffff!!, menuda mamada me has dado… maricona, me siento tentado de llevarte a mi barrio los ‘Pajaritos’ y sacarme unos euritos, poniéndote a hacerte la calle para mí”.

Os debo decir que los ‘Pajaritos’ es el tercer barrio más peligroso y conflictivo de Sevilla, cuyo grado de marginidad es muy alto y cuyas condiciones de supervivencias es muy baja, siendo uno de los barrios que más se ha deteriorado en los últimos años. Pero bueno, dejando a un lado esta aclaración, os digo que este tras guardarse su flácida polla, dio media vuelta y marcho, dejándome allí aun tosiendo e intentando vomitar la ‘lechada’. Marchándome a casa como si no hubiera pasado nada, echando de menos una buena follada por alguno de ellos, follada que no recibí y que si me dio, mi pepino de veintidós centímetros… uuummm!!.

Pero bueno, comenzare como os deje, me acabo de despertar, hoy es viernes y tengo que ir a pasar la ITV, revisión que la tengo a las 7:15 horas de la mañana, temprano pues no me suele gustar esperar demasiado, antes de salir de casa me he duchado, dándome una buena limpieza bien a fondo. Saliendo y colocándome mi ropa, escogiendo sin pensar, pues me he colocado mi tanga de hilo negro de Calvin Klein, siguiendo con el resto de la vestimenta. Tomándome mi café y tras salir a coger mi coche, me he encaminado hacia la estación de la ITV asignada, claro está no diré ni cual es ni el municipio donde se encuentra. Tras llegar, entrego la documentación, pago y ahora solo me toca esperar mi turno, turno que lo pase en el aparcamiento subterráneo a modo de cobijarme del frio. Frio a pesar de lo caliente que estaba, pues venia aun siendo bastante temprano, conversando con una amiga y compañera una conversación muy caliente.

Conversación que tuve que llegar a detener en varias ocasiones, pues mi mujer no dejaba de interrumpirme y discutir, pues no encontraba nada en casa y decía que se tenía que marchar a trabajar, no viendo malo en interrumpirme. Mi compañera no dejaba de mandarme fotos de cómo estaba y de decirme lo malita que estaba, provocándome una erección de caballo, no dejándome de insinuar que cogería cualquier objeto para penetrarse… uuuffff!!. Teniéndole que colgar ante las interrupciones por mi mujer, aunque esta no dejaba de tentarme, no dejaba dejar caer que podría hacer una video llamada, donde mi amiga me iba a mostrar algunas de sus virtudes, virtudes que se quedó en eso… virtudes, pues veía que no me iba a comer una rosca finalmente.

Tras cortar con ambas las conversaciones, levante la vista y pudiendo ver en el cuadro, ¡que aún faltaba tres coches por delante… uuuffff!!. Dándome por mirar el estacionamiento, pudiendo divisar varios coches a lo lejos, cuyos conductores estaban en la misma situación. Yo continuaba en mi coche estacionado, no quedándome otra que permanecer dentro, dándome por levantar nuevamente mi cabeza y ver como frente a mi hay otro coche, automóvil que no me había dado cuenta que estaba ahí. Cuyo conductor me está mirando fijamente, dándome la sensación que lo conozco, pero no caigo de que, pues la verdad yo conozco a muchas personas. Este no deja de mirarme, dando por sentado por sentado que me sonríe, permanezco serio… no devolviéndole la sonrisa, pero eso si… sin apartar mi vista de este.

Conductor que sale de su vehículo, quedándose junto a este parado, pudiéndole mucho mejor, pero aun así ignoro de que lo conozco, veo que es un hombre bajo cuya altura no supera el metro sesenta y nueve al menos, grueso y corpulento, barbudo, pero sin apenas cabellos. Este deja de mirarme, comenzando a mirar alrededor, como si se cerciora, acabando por volverme a mirar y hacerme el gesto con una de sus manos de un bebedor. Gesto que entiendo si va con doble intención, pero aun así ignoro a este y vuelvo a bajar la vista, viendo la pantalla del móvil, observando cómo estas dos están calladitas, dos que no son ostras que mi amiga y mi mujer. Volviendo a subir la vista, pudiendo ver a ese hombre corpulento y ciertamente grotesco aún ahí, ahora soy yo quien le mira desafiante, pero mirada que este no le achica, pues me devuelve la mirada como si me retará. Hombre que veo cómo se lleva su mano a su entrepierna, simulando al principio, pero minutos después con descaro se palpa. Manoseo que intenta que aprecie su bulto, bulto que apenas se deslumbra, pero en esos precisos momentos recibo la imagen del whatsapp de mi amiga, imagen que me enseña como la muy… le queda un conjunto de ropa interior, imagen que me hace soltar una sonrisa maliciosa.

Sonrisa que esté toma por lo que realmente no es, hombre que la verdad me suena su cara… pero ignoro de que, no dejo mirarlo y no caigo, pero no solo miro su cara, sino como este no deja de acariciar su entrepierna, no deja de acomodar su llamativo bulto de un lado hacia el otro. No deja de mirarme, siendo ahora su mirada más prominente… más desafiante, mirada que hace que se tambalee mi fuerza de voluntad, digo fuerza de voluntad, porque soy de esos que suelo contenerme en lugares como estos, lugares que debes de anteponer ante todo la discreción, debiendo de ir con cautela. Pero pensar que me había llevado meses si llevarme nada a la boca… por no mentar otro sitio, contentándome con lo que me ofrece el sexo opuesto, sexo que puedo afirmar que ha sido derrochador. Pero pensamiento que me viene, pues ha sido concluir el confinamiento y desatarse los deseos, cuyas fantasías reprimidas han realizado a toda costa, tomando más de uno lo que pretendía, eso sí sobre todo con conocidos, pues realmente es más sencillo. Sigo…

No dejo de mirarlo, observando con devoción como este no deja de magrearse, ¡no deja de hacerme entender el tamaño y grosor… uuufff!!, gestos cuyos ojos me los tiene como platos, gestos que además ahora le ha dado por pasarse la lengua por su mentón superior, acabando por morderse el inferior… uuummm!!. Acabando este por acercarse hasta mi coche, continuando hasta ponerse a mi izquierda, agachándose y apoyarse en la ventanilla de mi puerta, colocando sus brazos y preguntarme...

  • "¿Qué pasa?".

No llego a contestar, cuando este me dice primero y pregunta después...

  • "Te ha comido el gato la lengua o que, dime… ¿Buscas algo?".

Callo por supuesto no respondo, pero dice este al tiempo que retira su brazo de la ventanilla, brazo izquierdo que mete por esta y que, tras bajarla posa directamente sobre mi entrepierna, comenzando a palpar mi flácido miembro y soltar...

  • "Veo que no te ha hecho efecto, o quizás ya no eres de los que se levanta”.

Dice sin dejar de sonreír, me quedo extrañado ante este último comentario, mientras este no deja de mirar a nuestro alrededor, cerciorándose una vez más de no haber ‘moros’ por la costa, cerciorarse que los coches que están al fondo, continúan en el mismo sitio. Sonriente vuelve a bajar su cabeza, mirándome con descaro, apartando su mano de mi miembro, ascendiendo hacia mi vientre e ir subiendo hasta mi pecho, comenzando por acariciármelo… uuummm!!. Sintiendo como sus caricias hacen efecto, pues mis pezones se me ponen duros como piedras, pezones que comienza a coger con dos de sus dedos sobre mi camisa, dedos que los aprietan con fuerza… aaahhh!!. Mano que no apartó aun pudiéndolo hacer, dándole a esté alas para seguir subiendo, ¡dándole por acariciar mi cuello… ooohhh!!, lóbulos de oreja y finalmente cara. Cara que por mis mejillas va en dirección a mi boca, cuyo uno de sus dedos introduce, comenzándolo a mover de dentro hacia afuera, como si fuera se tratara de otra cosa. Preguntándome...

  • "Uuummm!!, no te gustaría que sustituyera mi dedo por otra cosa?".

Preguntándole con descaro y con mirada desafiante...

  • "¿Otra cosa como qué…?".

Sonríe maliciosamente, y dice...

  • "Así me gustas más… más abierto y picarón, venga abre la puerta y comprobarás a que cosa me refiero, te aseguro que está te gustará más".

Dedo que saca de la boca y que vuelve a dirigirlo hacia mi pecho, gesto que hace al tiempo que me pide…

  • “Ve desabotonando la camisa, ¡quiero ver tu pecho… uuummm!!”.

Cosa que comienzo a hacer con cierto disimulo, no entendiendo porque motivo obedezco, digo esto porque mi falta de discreción al estar en un lugar público y del estado, lugar que, aun siendo el aparcamiento subterráneo, no deja de ser público y estoy perdiendo la compostura. Pero quizás sea por el morbo o por lo caliente que estoy, acabando por desabotonar los botones de mi camisa, tirar de esta hasta sacármela del interior de mis pantalones, abriendo los pliegues y dejándole ver mi pecho. Siendo este el comienza a magrear con placer mi cuerpo, ¡acariciando a todo lo largo y ancho… mmm!!, manos que dirige finalmente a mis pezones, comenzándolos a coger, pellizcándolos con fuerza y hacerme soltar un grito de dolor, grito que sonriente me suelta...

  • "No creo que te hayas olvidado de mí… verdad, dime te acuerdas o no…”.

Callo por no saber que responderle, pues la verdad es que me suena su cara, pero no caído de donde, acabando por responderle…

  • “Lo siento, te recuerdo, pero no sabría decirte dé… que”.

Sonríe y dejando mis pezones doloridos y enrojecidos, este coge y viendo cómo se lleva sus dedos a su boca, veo como se chupa sus dedos y humedecidos estos, vuelve a dirigirlos hacia mis pezones, cogiéndomelos y humedecernos. Soltándome…

  • “Bueno, no te preocupes, habrá que recordarte esos encuentros furtivos que teníamos, pero me faltaría mi porra".

Dice y prosigue sin dejar de magrearme el pecho, cuya mano desciende hasta el cinturón, intentando por todos los medios meterse entre mi pantalón y mi vientre. Diciendo…

  • “Aún recuerdo lo puta que te ponías, ¡estando de rodillas comiéndome la polla… uuummm!!”.

  • “¿Te acuerdas?, como te gustaba degustarla a placer… uuuffff!!, y como te ponías cuando permitías que miraran los mirones… por mucho que te quejabas de estos, ¡pero creo que no tanto cuando dejabas que estos te metieran mano… uuummm!!”.

  • “Dime… ¿Te acuerdas o no?, cuando dejabas que algunos se unieran… uuummm!!, ¡cómo me ponía verte comerte mi polla mientras otro te enculaba… uuuffff!!, ¡menuda zorra que eras… uuummm!!”.

Mano que permití que ascendiera, tan pronto como pude soltar el cinturón, desabotonar el botón del pantalón y bajar mi cremallera, tirando un poco de mi prenda hacia abajo, prendas que me las dejo a medio muslo joder, estaba claro que había perdido la compostura). Mano que llego hasta mi entrepierna, ¡dejando atrás mi miembro… ooohhh!!, mano que acaricio mi perineo, ¡acariciando con suavidad y volver a descender hasta mi orificio anal… ooohhh!!, dándose cuenta de mi prenda, cuyo adjetivo soltó…

  • “Joder que puta, ¡si vienes preparado para la guerra… eeehhh!!”.

Dedos suyos que comienza a deslizar en círculos, ¡pasándolos con suavidad y lentamente alrededor de mi orificio… uuummm!!, movimientos que hace para que me relaje y dilate, probando al introducir la yema de su dedo… ooohhh!!, metiéndomelo de dentro y fuera con suavidad… uuummm!!. Nervioso por el lugar… no atinaba, dándome por bajarle la cremallera e introducir mi mano dentro de su pantalón, echar a un lado esos blancos calzoncillos y tomar su pollón… uuuffff!!. Comencé a magreárselo y hasta sus grandes y peludos huevos, acabando por tirar con cuidado de su pollón hacia afuera, consiguiéndolo gracias a su ayuda. Soltándome…

  • “Bien… vas bien… uuuffff!!, eso sácala y juega con ella… uuummm!!”.

No dejo de magreársela, no dejo de deslizar mi mano desde su glande hasta sus genitales, ayudándome con el precum que sale, ¡impregnando este… uuummm!!, deseando llevármelo a la boca. Pero mientras este, ¡había comenzado por ir metiéndome lentamente su dedo… ooohhh!!, presionando suavemente e ir introduciéndomelo poco a poco… uuuffff!!, metiéndomelo lentamente antes de moverlo más profundo. Viendo mi cara de placer y satisfacción, esté calla y suelta un sonido de aprobación, continuando por decir…

  • “Sal del coche… venga rápido”.

Dice al tiempo que tira de mi brazo hacia él, continuando al tiempo que abre la puerta trasera de mi coche, exclamando…

  • “Ven… venga y metete aquí, venga que vamos a recordar viejos tiempos”.

No me da tiempo ni reaccionar, me veo empujado hacia delante, amortiguando el golpe con mis brazos, tan poco es para tanto porque el asiento es blando, pero aun así es por inercia. Este actúa con desesperación, tirando de mi pantalón hacia abajo, descalzándome solo por puro placer, pues acaba por quitarme mi prenda del todo. Sintiendo como me abre los glúteos, como desliza sus dedos y abre mi orificio, dándome cuenta que su juego previo me lo ha dejado bien dispuesto, acabando este por escupir un par de veces, soltándome…

  • “Aún recuerdo cómo te ponía esto, ¡no veas lo cerda que te ponías… uuummm!!”.

Viendo cómo se agachaba, metiendo una de sus manos bajo mi asiento, como si buscará algo, doy por sentado que no es la primera vez, busca que intenta hurgar, acabando por decir…

  • “Ah!! por fin, veo que aun tienes tu neceser bajo tu asiento”.

Decir esto y sacar precisamente eso… mi neceser, abriéndolo con prisa, notando como se le caía de su interior lo que había, dejando caer unos preservativos y soltar…

  • “Ah!!... eso no nos hace falta, te voy a preñar… mi putita”.

  • “No veas como echo de menos el cogerte casi todos los días, pero no tanto como escucharte decirme que eres mi zorra, ¡mientras te rompo el culo… uuummm!!”.

Ver como acaba por coger un paquete de toallitas húmedas, un bote de lubricante y otro de Popper, cogiendo precisamente este último, bote que tras llevárselo primero a su nariz… esnifó, acabando por ofrecérmelo a modo que esnifará. Tomo el bote de lubricante y tras echarse un poco en sus dedos, cogió y me introdujo dos de sus dedos dentro de mi orificio, soltándole…

  • “Despacio… despacio… eeehhh!!”.

Replicándome…

  • “Si… seguro… ja ja ja, te duele… seguro”.

Me vi a mi mismo reflejado en el cristal de la ventanilla, reflejo que me hizo pensar que ya de discreción como que poca, rezando para mí mismo que nadie nos sorprendiera, pues sería muy bochornoso explicarlo. Como explicar que me encuentro desnudo prácticamente, pues mi camisa religada en mis muñecas no cuenta y menos los calcetines. Explicar como un tío que podría ser mi padre de cien kilos encima de mí, hombre cuya polla la tengo dentro… cosa difícil. Hombre que llevaba al menos cinco o quizás diez minutos follándome con dos de sus dedos, tiempo que se dedicó también a magrear mi miembro a modo de levantármela, cosa que sabe bien que es difícil, quizás porque no me gustan los hombres, pues no es lo mismo follar que gustar. Soltándome…

  • “Ya estas lista… cabrona, sabes pena de tener mi porra a mano sino tela metía antes que mi polla… eeehhh!!”.

Y me viene a la cabeza, aquellas veces que nos veíamos por la zona cercana al acceso a la Raya, zona que había un puente y que me solía llevar a los pilares de este, ocultándonos detrás. Como llevado por el morbo me dejaba hacer, como este ejerciendo su fuerza, convicción y persuasión en desnudarme, llevando el morbo a un nivel superior, dejándome hacer con sus juegos de dolor, sobre todo. Comiéndole la polla, mientras este me sodomizaba con su porra de vigilante, porra (o defensa) que llegaba a introducirme hasta veinticuatro centímetros, ofreciéndome a otros compañeros, acabando desecho… uuummm!!. Haciendo este que volviera a la realidad, cuando tras coger de nuevo el bote de popper y darme más de esnifar, acabando por hacer él lo mismo. Tomar su miembro y sentir como lo colocaba entre mis glúteos, alojado en la entrada de mi orificio anal, diciéndome…

  • “Bueno, vamos que nos vamos, venga que hoy vamos con prisa, me hubiera gustado volver a sentir esa boquita que tienes, pero hoy no tenemos tiempo, ¡bien sabes que la chupa del carajo… pero habrá que conformarse con preñarte… uuuffff!!”.

Fue colocar su glande sobre mi orificio al tiempo que coloco su mano en mi boca, ¡mano que no entendí hasta que se dejó caer… aaahhh!!, sintiendo como a pesar del popper y la vaselina aquel pollón me partió… ooohhh!!. Fue increíble y al mismo tiempo doloroso, como que de una sola estocada me haya metido al menos la mitad… uuuffff!!, comenzando un mete saca endiablado… ooohhh!!. No dejando de gemir y suspirar, mordiéndome el mentón inferior, sujetándome con ambas manos a la puerta, pues mi cabeza golpeaba contra esta en cada embestida que me daba… ooohhh!!. No dejándole de decir…

  • “Joder… joder… aaahhh!!, uuuffff!!... menudo culito… ooohhh!!, como traga la cabrona… ooohhh!!”.

  • “No me hace falta que te empalmes, ¡mariconas como tu es lo que me hace falta todos los días y no a la puta de mi mujer… ooohhh!!”.

El muy cabrón me empotraba contra la puerta una vez tras otra, el ritmo de sus embestidas era brutal, sentir como su polla entra y sale de mi culo cada vez más rápido comenzaba a encloquecerme. Volviéndome a soltar…

  • “Grita… puta… grita, ¡dime que te gusta mi polla… uuummm!!, grita… ooohhh!!”.

  • “Dime puta cuando me das a dar el placer de tenerte en mi cama con braguitas y medias, quiero humillarte, ¡vendarte los ojos y amarrarte a la cama y hacerte mía… ooohhh!!”.

Tras algo más de veinte minutos o quizás más follándome, penetración que para nada ha tenido miramientos, follándome a pelo haciéndome sentir su barriguda llenas de pelos por mi espalda, sudando como guarros. Llegándome a morder hombro e incluso cuello, muerdos que muy a mi pesar me dejo marcado, chupando y mordiendo el lóbulo de mi oreja, embistiéndome como un poseso, no dejándole de decir…

  • “Despacio por favor… despacio… ooohhh!!”.

Mientras el reía, gemía, suspiraba y gritaba bien fuerte, jactándose y alardeando de la penetración, avisándome de su pronta llegada. Soltándome…

  • “Te voy a preñar putita… aaahhh!!”.

Y si… me preño, dejándome bien cargadito, pero no sintiendo eso como molesto como lo abierto que me dejo mi orificio… uuummm!!. Este saco su morcillona polla de mi orificio, regulando al tiempo que miraba a nuestro alrededor, cerciorándose de que no hubiera nadie. Saliendo del coche para limpiarse resto alguno con las toallitas húmedas, ayudándome a salir al tiempo que me ofrecía toallitas, dándome mis prendas, mientras sonreía y soltaba…

  • “Menudo polvo te he echado, ¡me has dejado satisfecho… uuuffff!!”.

Fue levantarme y ver en el panel luminoso la matrícula de mi coche, metiéndome en mi coche y cuando fui a salir este peguntarme…

  • “¿Cuándo volvemos a repetir?”.

  • “Te mando un WhatsApp y para que te acuerdes de mí, te enviare una foto de cómo te he estado hoy follando, veras parte de tu cara, mi cara, mi polla y tu culo como entra… eeehhh!!. ¿Qué te parece?”.

No conteste, me marche, colocándome en la puerta asignada, donde me doy cuenta, como entre una cosa y otra al final he llegado un poco tarde, tocándome un ‘nota’ que estaba de los nervios, lógicamente por mi retraso. Persona que no ha dejado de ponerme trabas por muy bien que va el vehículo, acabando por echar mi coche atrás, no siendo por otro motivo que, por humos, teniendo que arreglarlo y volverlo a pasar la ITV. Fue salir y llamar a mi mecánico, dejándole saber los motivos por el cual no ha pasado mi coche, mecánico que me cita para el miércoles a primera hora. Marchándome ahora a casa, deseando darme una buena ducha, echándome luego algo de crema hidratante en mi orificio, deseando llegar y en mi cabeza está la tremenda follada recibida… uuummm!!. Bueno para no alargar mucho más, iré directamente al miércoles, pues creo que no queréis saber lo que me aconteció el fin de semana, ya que me toco cumplir con mi mujer, y poco después a una compañera de trabajo. Fin de semana que ese no dejo de mandarme WhatsApp a modo de recordarme quien era, no dejando de repetirme cuando quedar y repetir, no contestándole y aún le debo la respuesta.

Bueno, llego el miércoles, donde tenía cita con el mecánico en dejarle el coche, taller que me iban a realizar una revisión Pre-ITV para gestionar el grado de gases, mecánico que me informo inicialmente durante una hora iba a estar con mi coche, pero que finalmente cuando llegue rectificó, diciéndome que lo dejará y que lo llame antes de las dos. Nada más llegar, le dejé las llaves y me marché, llamando a mi mujer a modo de recogerme, cosa que aparte de mandarme a la mierda, no dejo de ponerme excusas. Comenzando por caminar por el polígono (Polígono industrial su eminencia), encaminándome hacia la estación del metro (cochera), deseando primero ir a una tienda de ropa cercana. Pues eso, iba yo caminando con mis manos en los bolsillos, echando de menos mis auriculares. Cuándo un vehículo todoterreno se detuvo junto a mí, bajando la ventanilla y una voz proveniente de su interior, me pregunto...

  • "¿Cuánto por una mamada?".

Con cara de sorpresa me quede, respondiéndole… o mejor no, pues no deseo alargar demasiado esta experiencia, y no deseando alargarlo mucho más, os dejo y espero que os haya gustado, deseando recibir vuestros comentarios, ya sea a este portal como a mi correo. Claro está, mi email es: Jhosua 1974 @ gmail . com (obviamente todo junto… jhosua1974@gmail.com).