Repaso si o si... antes de la ITV (1)

Fue llevarme su polla a la boca, y comenzar por a pasarle la punta de la lengua desde los huevos hasta su glande… humedeciéndola bien, escuchándolo como comenzaba a gemir y sobre todo resoplar, ¡acabándola por engullírmela entera hasta los huevos… mmm!!.

Repaso si o si... antes de la ITV (1)

Antes de nada, agradecer tantos a aquellos que me leéis como los que me ponéis un comentario, ya sea mediamente al mismo portal de www.todorelatos.com como a mi email, pues por vosotros me dais animo a continuar, siguiendo a plasmar mis confidencias. Deseando haceros partícipe de alguna forma de cada una de ellas, no quedándome otra que plasmarla mediante confidencias, experiencias de mi vida. Un desahogo tan verídico como tantos, no plasmado como realmente sucedió pues los hechos y momentos son difícil de exponerlo con palabras. Hoy os relataré una experiencia más que me ha ocurrido…

Mañana debo de ir a pasar la revisión de la ITV, pero antes debo de revisar mi coche, no quisiera que me lo echaran hacia atrás, comenzando a buscar por internet que debo mirar antes de llevar mi coche a la revisión, sacando varias páginas en la cual me informaba unas y otras recomendaban, sacando información e imprimiéndola. Para después revisar mi coche, compré en una tienda especializada una serie de repuestos, como luces, agua de refrigeración, filtros de aceite y de aire, y poco más. Disponiéndome después a buscar un lugar donde poder hacerlo con tranquilidad, lugares encontré varios, cercanos… más de uno. Finalmente escogí uno y más por cercanía, tras montarme conduje por la autovía hasta el lugar donde me iba a poner.

Cruzándome con una de tantas señales de tráfico o indicaciones, como esa que me hace saber que tras coger la salida de servicio a 500 metros había una gasolinera. Cosa que finalmente me detuve, no siendo mi intención echar gasolina, pero si mirar la presión de las ruedas. Busqué el surtidor del aire, encontrándolo finalmente en la parte trasera, bastante lejos de los surtidores de gasolina, pero finalmente me dirigí a este, deteniendo mi coche detrás de otro dos que estaba en ello. Mire mi reloj en varias ocasiones, observando como el primero se mostraba parsimonioso a la hora de llenar sus ruedas, evidentemente no tenía prisa, acabe por marcharme pues pensé que ya tendría tiempo después, poniéndome en marcha hacia donde me iba a poner con el coche.

Llegué al sitio tras acceder por un acceso de servicio, conduje por una carretera en mal estado y paralela a la autovía, tomando una salida que era más bien un camino de cabras hasta la dichosa explanada. No se veía apenas nadie, pues muy a lo lejos se divisaba un par de coches, poco más. Fue detener mi coche junto a un árbol más por la idea de darme cobijo, pues piensas que la sombra es buena cuando comience a salir el sol. Abrí el capo, el maletero y las puertas, tome la lista y comencé con mi propia inspección, mirando luces que solo tuve que cambiar la larga, mire el aceite que en teoría estaba bien, la refrigeración teniendo que echar algo de líquido, líquido de aceite, sustituye los limpiaparabrisas, etc… etc.

Cuando en un momento dado, pasó un coche a mi lado, como si no hubiera sitio por donde pasar, vehículo que se detuvo y cuyo conductor se ofreció a ayudarme, cortésmente le hice saber que no necesitaba ayuda, pues el coche no tenía avería sino todo lo contrario, le estaba haciendo una puesta a punto, creyéndole escuchar a él… ‘yo sí que te daría una puesta a punto’. Comentario que le pedí que me repitiera, pero este en vez de contestarme, veo como detiene su coche detrás del mío, sale de este y camina hacia mí. Hombre no muy grande, corpulento con algo de tripa, cuya camisa abierta a pesar de refrescar se le apreciaba su peludo pecho. Este se puso a mi lado, soltándome…

  • “Te voy a ayudar hombre, no acepto una negativa por respuesta”.

Por lo que no me quedo otra que callar y hacer las cosas, ayudándome a reparar algunos defectos del parachoques, sugiriéndome hacerles algunas cosas, como sacar las alfombrillas y ponerlas sobre el suelo a modo de poderlas limpiar, cosa que hice. Me incline a modo de coger las alfombrillas y me sentí observado, mire hacia atrás y me lleve el susto de verlo detrás de mí, este se excusó diciendo…

  • “Estoy aquí para ayudar… no, no comprendo que te extrañas, tú coges las alfombrillas y me las das, trabajo en equipo… verdad”.

Callo y continuo, cogí las de delante y sin llegarme a salir, acabe por dárselas a este, este que las dejo al suelo, salí de delante y me metí detrás, inclinándome a modo de coger la alfombrilla de detrás del conductor, cogiéndola y dársela. Teniéndome que tumbar un poco al tiempo que me incline, pues no llegaba bien a la otra, momento en que siento ya no solo su presencia, sino la presión de su pelvis presionar mis nalgas. Presión que se ayudó con sus brazos, sujetándome con una de sus manos por mi cuello al tiempo que la otra, tiro de mi muñeca hacia atrás. Escuchándole decirme…

  • “Sé lo que buscas, muchos vienen aquí a buscar caña, no poniendo tantas pegas y menos cuentos como tú”.

Comencé a decirle que se equivocaba conmigo, intentándole hacer comprender que yo no soy de esos, simplemente escogí ese lugar para arreglar mi coche, simplemente como eso, pero vez que este no razona y no soy nuevo en esto, acabe responderle que podríamos hacer esto por las buenas, no actuando de esta manera y menos utilizar la fuerza, volviendo este a decir…

  • “Sí… podríamos, pero entonces no sería tan excitante, me gusta que haya morbo y a esta situación, tú se la has dado”.

Dice y sigue…

  • “Pero no veas como de calentorro me has puesto, ¡no veas como me has puesto cuando te has inclinado, sobre todo al verte ese culito… uuummm!!”.

Miro hacia atrás, volviéndole a decir…

  • “Podemos si quieres hacerlo bien, primeo te la chupo y si quieres después me follas”.

Viendo como este acepta, soltándome y tirando de mi hasta quedar sentado mirando hacia él, tirando de sus prendas hacia abajo y sacándose su miembro fuera, miembro que lo cierto no estaba nada mal. Fue acercarse y tome su polla, llevándomela a la boca, primero le pase la punta de la lengua desde los huevos hasta su glande… humedeciéndola bien, escuchándolo como comenzaba a gemir y resoplar… uuummm!!. Sentí como con una mano rodeaba mi nuca al tiempo que con la otra la introducía por dentro de mi camiseta, ¡mano que comenzó a acariciar mi pecho… mmm!!, mientras escuche el ruido de pisadas, ruido que no me dejo comprobar de quien era. Continuando con lo mío, continúe por soplar un poco por la zona del frenillo, sabiendo bien como pone eso, ascendiendo luego la lengua a lo largo de su tronco hasta su glande… aaahhh!!.

Acabando por engullírmela por completo, moviendo mi lengua al tiempo que su polla entra y sale de mi boca… uuuffff!!, saboreándola con gran placer… ooohhh!!. Ejercí con mi labios un poco de presión no solo sobre su duro tronco… sino por su glande, volviéndomela a introducir hasta la base chocando mi cabeza con su pubis… ooohhh!!, comenzando a acelerar al tiempo que magreaba sus genitales, este comenzó a gemir con fuerza y resoplaba. Me lleve un buen rato hasta que, si avisar comenzó a correrse, intente sacármela de la boca, pero mi vi preso de sus manos, pues este me tenía bien sujetado por mi cabeza, no quedándome otra que tragar.

Me estuvo sujetando unos minutos, minutos que sentí como se le bajo la erección, sacándomela de la boca toda flácida, dándome por mirar con sigilo, fingiendo que no echaba atención a un mirón, pudiéndolo ver de reojo, permanecía aun de pie mirándonos, mientras se tocaba su entrepierna, no disimulaba y menos fingía, simplemente sonreía. Como si no fuera obvio lo que tenía en mente, era algo que en esos momentos todos desean, dependiendo de ellos si solo lo desean o pretenden actuar. Ese otro hombre al cual me comí su polla, comenzaba a arreglarse, metiéndose bien sus ropas dentro de su pantalón, guardándose su miembro flácido dentro de la bragueta, momento que le pregunté al tiempo que este me puso cara de circunstancias, diciéndome…

  • “Uuufff!!, pues va a hacer que no, me has vaciado, vas a tener que venir otro día para que te folle, ¿Qué te parece?”.

No conteste, simplemente me despedí de él, montándome en mi coche y conduciendo hasta la salida de la explanada, contento en parte por tener mi coche arreglado. Continúe en dirección hacia la gasolinera, donde mi intención ahora era ver la presión de las ruedas, viendo a lo lejos que había un solo coche y que a este ya se la estaban llenando. Situándome detrás, apagué el motor y bajé de mi vehículo, mirando en el marco de la puerta del coche, lugar donde hay una pegatina donde marca la presión que debe de llevar las ruedas. Dándome por mirar al dueño del coche delantero, fijándome lo torpe que era solo para llenarlas, nervioso por la espera, me dio por mirar por los alrededores, fijándome hasta donde la vista me llegue. Dándome cuenta de varios personajes, como uno que parecía que iba en pijama, aunque sabía que era un chándal, pero era tan ridículo por el colorido que poco faltó que me riera. Después veo a otro, cuya torpeza al coger una bolsa de hielo de un contenedor para ello, torpeza digo pues nada más cogerla esta se rompe, esparciendo los cubos de hielo a su alrededor. Momento que el hombre del coche delantero llama mi atención, soltándome...

  • "Oiga… que ya le toca".

Montándome en mi coche, dándole hacia delante lo justo para mirar la presión de las ruedas. Cojo la manguera no sin antes marcar en la máquina la presión… 2.40, comenzando por la rueda de la izquierda y teniendo que aumentar la presión, sigo con la de atrás también de la izquierda, fijándome como llega un coche y este se coloca detrás. Vehículo que al igual que yo antes hice, conductor de este que sale del interior, fijándome en este individuo, no siendo otro que ese hombre del chándal pijama. No puedo evitar sonreír, pues sus prendas ridículas me la provocan, volviendo a mirarlo y ver como éste se está a rascándose la entrepierna, gesto que me pareció obsceno y de mala educación, aunque sea normal. No prestando atención precisamente a lo que estoy, pues vuelvo a mirarlo, observando como éste se me ha acercado, estando ahora apoyado sobre el capo de su coche, magreándose ahora con descaro. Manoseó que llama mi atención sin poderlo evitar, pues me hace adivinar el estado y como posiblemente la tiene. Soltándome esté...

  • "Oye… creo que esa rueda, ya tiene la presión adecuada".

Retirando la manguera y colocando el tapón a la válvula de la rueda, levantándome y dirigiéndome hacia la rueda de atrás derecha. Me inclinó, apoyándome con mi mano al coche al tiempo que con la derecha comienzo a desenroscar el tapón de la válvula, mano que también sujeto la manguera del aire. Momento en que me dispongo a enchufar la manguera a la válvula, viendo que está… está por debajo, pues marca un kilo y medio, aprieto la manguera a modo de adelantar. Cuando siento como posan una mano en mi cadera derecha, mano desconocida y de una persona que me dice...

  • "Está muy vacía, presiona la manguera con cuidado, no vayas a romper la válvula".

Indicación que me doy cuenta que está en lo cierto, presionando la manguera con cuidado sobre la válvula. Volviéndome este a soltar...

  • "Yo te ayudo, tú estate atento a la rueda que yo te aviso cuando llegues".

No cayendo en ese momento que precisamente que es la máquina la que me avisa, pero si darme cuenta como éste no solo no aparta su mano de mi cadera, sino que se coloca detrás de mí, posición que presiona su cuerpo levemente contra el mío, sintiendo su pelvis y claro está su más que llamativa erección sobre mis nalgas. Mirándolo con rapidez y descubrir que esta persona, no es otra que ese individuo del chándal pijama, persona que me mira con desfachatez y descaro, haciéndome sentir como de dura y vibrante la tiene... uuuffff!!. Soltando...

  • "Te puedo ofrecer otra manguera si quieres, creo que antes te llamo la atención la válvula que dispongo, si quieres la puedes usar".

Intento apartarlo, moviendo mi cuerpo, movimientos que le favorece, pues son más culeadas que golpea de forma embestidas. Volviendo este a decir...

  • "Uuuffff!!... si... si, como sigas así me voy a correr".

Acabado por soltar una carcajada, diciéndole en forma amenazante...

  • "Quítese de ahí, cuando pueda se va a enterar… le voy a denunciar por acoso, tengo las cámaras de vídeo como pruebas".

Respondiéndome...

  • "Eres un iluso, no sé si te has dado cuenta, pero en este precisó lugar, no hay cámara".

Prosiguiendo...

  • "Podría incluso darte fácilmente una paliza y nadie se enteraría, como si te violan".

Observaciones que la verdad me sorprendió por su veracidad, volviéndome a soltar...

  • "Cambia de rueda la manguera… coño, está ya está lista".

Quitándose de detrás, dejándome espacio para apartarme, retirando la manguera de la válvula, colocando el tapón. Dirigiéndome a la rueda delantera, agachándome hasta ponerme de rodillas, comenzando como en las tres anteriores. Fue poner la manguera y este ponerse frente a mí, dando la espalda al coche, no prestándole atención, pero cuando algo golpea mi cabeza, me hace mirar, encontrándome como el muy cabrón se había sacado su polla fuera, miembro de buen tamaño y no decir… grosor. Soltándome...

  • "Sabes que necesito meter mi manguera en algún surtidor, no veas cómo vengó y note por cómo me mirabas que debía de gustarte".

Quise responderle, pero siseándome me hizo callar, indicándome que no perdiera atención a lo que estaba haciendo. Volviéndome a decir...

  • "No soy de esos, pero veo en ti un buen surtidor, cuya válvula en este caso boca... está a mi altura".

Prosiguiendo...

  • "Si abres la boca y me dejas meterla... te dejo en paz".

Viendo mi negativa y mi insistencia a levantarme, cosa que este con fuerza me lo impedía, volviéndome a decir...

  • "Dame, aunque sea un lametón, mira podemos hacerlo por las buenas o por las malas, pues como sea por estas, te doy aquí mismo un navajazo que te dejo tieso".

Pensé en empujarlo y salir corriendo, aunque tuviera que dejar mi coche ahí, pero este mirándome, como si hubiera leído en mis ojos mis intenciones, me soltó…

  • “Vamos a ver cabronazo… dime que no has entendido, veo que encima te lo estás pensando y no deberías”.

  • “Eres un tío mierda… que te has dejado avasallar por un viejo hace media hora, al cual le has dado una mamada de la ostia… ¡dejándole incluso que se corriera en tu boca… eeehhh!!”.

  • “Y ahora encima dudas conmigo, simplemente porque te he pedido que al menos me des un lametón, pero lo que jodes es que encima quieras chulearme… a mí y tomarte lo a guasa”.

  • “Pues mira marica… cómo te pases de la raya, no solo no dudare en de ostias hasta el carnet de identidad, sino que encima te doy un navajazo que te dejo tieso”.

Estaba bastante acojonado y encima para nada estaba excitado, pero me vi que no me quedaba otra y más cuando este acerco este su polla a mi boca, aquella olía ‘perros muertos’ y lógicamente… me vino una arcada. Sintiendo un fuerte coscorrón en mi cabeza, siguiendo, separé mis labios y abrí mi boca… dándole un lametón a su glande, seguí pasando la lengua muy despacio sobre su tronco hasta su capullo, acabando por metérmela hasta al menos la mitad. Os doy mi palabra que no me quedo otra, debo decir que al principio no me gustó claro esta como sabía… claro está, incluso pensé en dejarlo y continuar con una masturbársela, pero este cogiéndome del pelo me forzó a chupársela, mientras me insultaba llamándome…

  • “Puta… sigue”.

Obligándome mediante la fuerza a mamársela, forzándome a chuparle su polla, huevos e incluso su culo, me intente negar a esto último, pero fueron dos bofetadas las que me hicieron entrar en razón, bueno eso y que comenzó a pisarme mi entrepierna. Volviéndome este a meter su polla en mi boca, advirtiéndome con su navaja…

  • “Cuidadito con los dientes… maricona”.

Seguí chupando y lamiendo durante unos eternos cinco minutos al menos, tiempo que este no dejaba de gemir y suspirar, tiempo que estuvo hasta que terminó, no quedándome otra que tragar parte, bueno quise apartarme, pero fueron sus manos las que me lo impidieron. Soltó seis o siete chorros de semen, liquido un poco espeso, cuyo sabor era entre amargo y al mismo tiempo dulce, chorros que casi me ahoga y que fueron directamente al fondo de mi garganta. Sentí arcadas al intentar impedir tragármelo, pero este me hizo entender que debía de tragármelo, cosa que a pesar de las náuseas conseguí tragar, pero como he dicho… ‘no me quedo otra’. Nada más sacarla este de mi boca, acabe por dirigir mi boca a un lado y… vomite’ un poco, mientras este no me dejaba de insultar y jactándose de mí, soltándome…

  • “Uuuffff!!, menuda mamada me has dado… maricona, me siento tentado de llevarte a los ‘pajaritos’ y ponerte a hacer la calle para mí”.

Os debo decir que los ‘Pajaritos’ es el tercer barrio más peligroso y conflictivo de Sevilla, cuyo grado de marginidad es muy alto y cuyas condiciones de supervivencias es muy baja, siendo uno de los barrios que más se ha deteriorado en los últimos años. Pero bueno, dejando a un lado esta aclaración, continuo…

Pues eso, fue acabar de soltar este comentario al tiempo que se guardaba su flácida polla, darse media vuelta y marcharse en dirección a su coche, coche que ni tan siquiera fue a mirar la presión de sus ruedas. Quedándome allí unos minutos más, tiempo que me aclare, acabe y tras limpiar cualquier resto que este me hubiera dejado, acabe por marcharme a casa. Actuando como si no hubiera pasado nada, quizás porque echaba de menos esto, pero en verdad fue porque ninguno de esos dos, no me dieron una buena follada, no quedándome otra que coger el pepino en casa y sodomizarme solo, bueno solo y con esos veintidós centímetros… uuummm!!.

Bueno me acabo de despertar, hoy viernes tengo que ir a pasar la ITV, revisión que la tengo a las 7:15 horas de la mañana, temprano pues no me suele gustar esperar demasiado, antes de salir de casa me he duchado, dándome una buena limpieza bien a fondo. Saliendo y colocándome mi ropa, escogiendo sin pensar, pues me he colocado mi tanga de hilo negro de Calvin Klein, siguiendo con el resto de la vestimenta. Tomándome mi café y tras salir a coger mi coche, me he encaminado hacia la estación de la ITV asignada, claro está no diré ni cual es ni el municipio donde se encuentra. Tras llegar, entrego la documentación, pago y ahora solo me toca esperar mi turno, turno que lo pase en el aparcamiento subterráneo a modo de cobijarme del frio. Frio a pesar de lo caliente que estaba, pues venia aun siendo bastante temprano, conversando con una amiga y compañera una conversación muy caliente. Bueno, creo que de momento mejor será dejarlo aquí, pues veo que se me va a alargar demasiado, no os preocupéis que no os dejare así, como suelen decirme…

  • “Cumples demasiado bien… mmm!!”.

Bueno supongo que no tanto, como cuando voy a casa de algún conocido amo, ese que me hace ponerme algunas prendas femeninas como humillación o degradación, continuando por colocarme una jaula en mi miembro y pinzas metálicas de oficinas en mis pezones, supongo que esto es cumplir con demasiada amplitud, no os parece. Bueno, pues lo dicho, muchas gracias por vuestros comentarios, antes de despedirme, debo deciros que os he hecho caso y lo paso por un corrector ortográfico y gramatical. No es una excusa, si encontráis un error, pero supongo estos programas tienen también fallos como cualquier ser humano. Bueno, pues dicho esto, y por deseando alargarlo mucho más, os dejo y espero que os haya gustado, deseando recibir vuestros comentarios, ya sea a este portal como a mi correo. Claro está, mi email es: Jhosua 1974 @ gmail . com (obviamente todo junto… jhosua1974@gmail.com).