Reparacion express

Después de varios días de que ocurriera… ¡aun no sé cómo explicar lo que ocurrió! Lo conocía de vista de la cafetería en la que coincidíamos y la camarera me explicó que se dedicaba a arreglar ordenadores.

REPARACION EXPRESS

Después de varios días de que ocurriera… ¡aun no sé cómo explicar lo que ocurrió!

Lo conocía de vista de la cafetería en la que coincidíamos y la camarera me explicó que se dedicaba a arreglar ordenadores.

Después de Varios días en casa sola sin mi marido, las noches se hacían eternas y comencé a mirar sexo en el ordenador por curiosidad, una cosa llevó a la otra y cada día deseaba llegar a casa servirme una copa de vino blanco fresquito y sentarme delante de la pantalla viendo las miles y miles de páginas de relatos de sexo que hay en internet.

Mientras leía las páginas mis manos actuaban por ellas solas y acababa totalmente desnuda sobre el sofá y extasiada de tanto orgasmo.

Por alguna razón que no comprendo ya que no entiendo mucho de ordenadores, acabó infectado de toda clase de virus y cuando lo encendía se quedaba bloqueado.

Me levanté de la mesa en la que estaba desayunando y dirigiéndome al chaval que entendía de ordenadores, le dije mi nombre y le comenté que la camarera me había informado de que él se dedicaba a la informática y que si me podía solucionar un pequeño problema que tenía en el mío…

Me miró de arriba abajo y me ofreció una silla para sentarme junto a él y que le explicase lo que le ocurría al ordenador mientras el seguía dando bocados a su bocadillo.

Cuando lo conectas se enciende, pero de inmediato empiezan a salir diferentes pantallas que no me deja cerrarlas – le dije –

Es simple – respondió sin dejar de masticar – algún virus de las muchas páginas que hay por internet se te ha colado.

¿Y cómo se puede arreglar? – Pregunté –

tendría que verlo, ya que hay diferentes clases de virus – me respondió – a las 14:00 acabo y antes de irme a casa podría echarle un vistazo para ver lo que es – continuo diciendo –

De acuerdo – respondí mientras en un papel le apuntaba mi dirección y mi teléfono –

llegaba a casa con cinco minutos de retraso por culpa del trabajo acumulado y sudando por el excesivo calor que hacia cuando lo divisé esperando en el portal de mi edificio.

Aceleré el paso y llegué resoplando disculpándome  por el retraso mientras buscaba la llave en mi bolso y el sonreía quitándole importancia a esos minutos de retraso.

No te preocupes – me dijo – todos vamos igual en estos días en el que la mayoría de gente están de vacaciones.

Subimos a mi piso y acompañándole a la habitación que utilizamos como despacho le indiqué donde estaba el ordenador al mismo tiempo que le decía que iba a a darme una ducha rápida, ya que las prisas y el calor habían hecho que el sudor impregnara todo mi cuerpo y realmente me sentía incomoda.

El se sentó frente al ordenador y yo me metí en el baño de mi habitación, había tenido una mañana realmente complicada y necesitaba una ducha que me relajase y quitarme el calor de mi cuerpo.

Al notar el agua templada sobre mi cuerpo cerré los ojos y me fui relajando y olvidando del día que había tenido, salí de la ducha y en mi habitación me dispuse a colocarme una camiseta de tirantes cómoda y unos pantalones cortitos que utilizaba para estar por casa, la casa estaba en total silencio y olvidé por completo que había alguien arreglando el ordenador, recogí la ropa sucia y me dirigí al cesto de la ropa que teníamos en la cocina, cuando al pasar por el despacho escuché una voz que me llamaba por mi nombre.

Del susto la ropa se me cayó al suelo mientras escuchaba unas risas desde dentro del despacho al mismo tiempo que decía que sentía haberme asustado.

No te preocupes – le dije mientras intentaba esconder mi ropa interior y notaba que mis mejillas empezaban a arder por la vergüenza – no me acordaba de que estabas.

Ahora vuelvo – le dije – voy a dejar la ropa en el cesto.

Rápidamente dejé la ropa en el cesto y me di cuenta de que no llevaba ropa interior al pensar que estaba sola, esto hizo que mis pezones se irguieran notándose a través de la fina camiseta que llevaba.

Pasaré rápido y me iré a la habitación a cambiarme – pensé –

al intentar pasar por delante de la habitación me volvió a insistir en que pasara un momento para enseñarme algo y no tuve escapatoria, así que ahuecando un poco la camiseta pasé a ver qué era lo que necesitaba.

Me acercó una silla y colocándola a su lado nos sentamos mientras él me indicaba cual era el problema.

Abrió el historial y mirándome de reojo esperando mi reacción, me preguntó si todas esas páginas las había abierto yo…

en ese instante empezaron a subirme los calores mientras notaba mi cara roja de vergüenza al mismo tiempo que mis pezones volvían a erguirse sin razón aparente y yo intentando ahuecarme la camiseta de tirantes no me daba cuenta que al ser un poco ancha y el además de ser más alto que yo estaba sentado en una silla más alta y tenía una perfecta visión de la totalidad de mis pechos.

Ese es el problema que tenías en el ordenador  - me dijo mientras me miraba y sonreía –

Yo no quería mirarlo por vergüenza pero notaba su mirada clavada en mis pechos y me estaba poniendo cada vez más nervios al mismo tiempo que estaba notando como mi pantalón corto se empezaba a mojar por la excitación.

Empezó a abrir algunas de las páginas del historial en el que se veían relatos eróticos, videos porno y en ese momento colocó una de sus manos sobre mi desnuda pierna y yo me quedé aun más paralizada, no sabía qué hacer, no podía reaccionar y el al notar mi impasividad, dio por hecho mi aceptación y comenzó a subir su mano hacia mis partes intimas acariciando toda la pierna mientras yo seguía totalmente paralizada y con los calores adueñándose de mi cuerpo.

Aparté su mano de mi pierna e intenté explicarle que llevaba algunos días solos y la curiosidad me pudo y simplemente me dio por visitar esas páginas.

Colocó su brazo derecho sobre mi desnudo hombro y con la mano derecha continuo acariciándome la pierna mientras en la pantalla se exhibía un video en el que una madura estaba a cuatro patas mientras un jovencito con una descomunal polla se la metía desde atrás mientras sus pechos se movían al ritmo de las embestidas.

Yo continuaba paralizada frente a la pantalla mientras notaba que su mano izquierda había abandonado mi pierna para comenzar a acariciar mi piel desnuda bajo la camiseta subiendo lentamente hasta tocar mis pechos que muy hábilmente y con tan solo dos dedos atrapó uno de mis pezones duros y erguidos retorciéndolos muy suavemente haciendo que de mi interior e involuntariamente escapase un gemido.

En ese momento volví a la realidad y apartándole las manos le dije que quien se había creído que era yo, que no era una zorra de esas de los videos y que era una mujer casada, que se estaba propasando.

Me puse de pie y le indiqué que se fuera de mi casa y que no quería volver a verlo.

El tranquilamente se levantó de la silla y mientras lo hacía no pude evitar en el gran bulto que se había formado en su entrepierna imagino que debido a la situación.

Me pilló mirándole y acercándose a mi me rodeo de la cintura y atrayéndome hacia el pegando su bulto a mi pelvis mientras intentaba besarme.

Aparté la cara y el empujándome hacia la pared me cogió la melena y colocó sus labios sobre los míos  empujando su lengua hasta que logró introducirla en mi boca.

En ese momento ya me dejé llevar debido a lo excitante de la situación y dejé que su lengua invadiera mi boca hasta encontrar mi lengua.

Su mano se soltó de mi cintura y manteniendo su pelvis apretada sobre la mía subió mi camiseta y comenzó a acariciar con fuerza mis pechos sin dejar de besarme, mis manos rodearon su cuello atrayéndolo hacia mí e incrementando la fuerza del beso.

tras un par de minutos en los que no paró de besarme y sobarme y estrujarme los pechos de repente se separó de mi y tirando fuertemente de mi melena me hizo salir del despacho llevándome hasta la habitación de matrimonio mientras iba diciéndome lo puta que era y lo guarras que nos volvíamos las mujeres casada y malfolladas.

Llegamos a mi habitación y me tiró sobre la cama subiéndose sobre mí colocando una pierna a cada lado de mi cuerpo mientras yo miraba sus ojos que despedían fuego.

De un solo tirón rompió mis tirantes y bajando mi camiseta a la altura de mi cintura comenzó a devorar mis pezones alternando de uno a otro mientras sujetaba mis manos con las suyas manteniéndolas por encima de mi cabeza.

Yo estaba inmovilizada y aunque un poco asustada esa sensación me excitaba era como esos sueños eróticos que alguna que otra vez había tenido de ser forzada.

Su lengua no paraba e iba de un pezón a otro, subía por mi cuello e invadía mi boca mientras yo lo único que podía hacer era suspirar y gemir.

De repente me soltó y levantándose me quito el pantalón corto y acabo de arrancarme la camiseta y mientras yo aun seguía tumbada boca arriba sobre la cama expectante a lo que podía pasar y muy excitada el comenzó a quitarse la ropa dejando a la vista un delgado cuerpo y una enorme polla dura que apuntaba al techo.

Al notar mi cara de sorprendida al ver su polla se sonrió mientras me preguntaba si no había visto ninguna igual al mismo tiempo que se la tocaba me decía que me la iba a meter por todos mi agujeros y que la iba a sentir muy adentro.

Yo no podía ni tragar saliva y el cogiéndome otra vez del pelo me incorporó sentándome en la cama acercando mi boca a su polla e indicándome que ya sabía lo que tenía que hacer.

Mi boca había quedado a escasos centímetros de ese enorme pollón con un impresionante capullo por el que ya empezaba a salir el líquido pre seminal.

Abrí la boca todo lo que pude y me fui tragando su capullo poco a poco mientras el ejercía cierta presión sobre mi cabeza haciendo que me llegase hasta la garganta atragantándome y sin poder respirar hasta que el volvía a tirar de mi pelo y la sacaba.

mis lagrimas brotaban recorriendo mis mejillas y tan solo lo escuchaba gemir y decir lo puta y lo zorra que era mientras volvía a repetir la operación una y otra vez, haciendo que mi excitación fuese en aumento.

Cuando se cansó de que se la mamase me volvió a empujar tirándome sobre la cama y cogiendo mis piernas las colocó sobre sus hombros dejando la punta de su polla en la entrada de mi coño.

Yo estaba a punto de decirle que fuese con cuidad que era muy grande y que no quería que me hiciese daño, cuando él empezó a empujar poco a poco al mismo tiempo que decía que estaba muy mojada y que era muy estrecha y que me la iba a meter con cuidado pero hasta el fondo.

Su polla empezó a taladrar muy poco a poco mi coño mientras yo notaba como se abría paso hasta que noté su pelvis pegada a mi culo, había entrado toda y no me había dolido.

Me miraba a los ojos mientras iba metiéndola y sacándola profundamente a la vez que muy despacio haciendo que mi cuerpo temblase y que cada vez que entraba de mi boca saliese un profundo gemido.

Tan solo llevábamos un par de minutos en esa posición y mi cuerpo empezó a tensarse notando como me venía un gran orgasmo que no pude contener al mismo tiempo que las contracciones de mi cuerpo hacían que su polla quedase mas atrapada dentro de mi mientras el seguía diciendo lo zorra que era y su respiración se agitaba mas y mas.

Sus palabras acompañadas de sus embestidas lograron algo que nunca me había pasado, un gran orgasmo recorría mi cuerpo tensándolo hasta casi partirse y yo no podía dejar de correrme una y otra vez de una forma tan seguida que parecía un solo orgasmo.

Estaba a punto de desmayarme mi cuerpo no respondía y mi respiración era muy agitada, era la primera vez en mis 40 años que tenía un orgasmo de esas dimensiones.

De repente sentí un vacio dentro de mi cuerpo y noté como mis piernas caían a peso muerto sobre la cama, se había salido de dentro de mí y había soltado mis piernas, me sentía como una marioneta manejada.

Tranquila – escuche que me decía mientras yo intentaba regular mi respiración con los ojos cerrados -  esto no acaba aquí.

Lo vi salir de la habitación desnuda y con su polla aun en erección y yo incapaz de levantarme ni hablar me quedé tirada sobre la cama.

Apareció de nuevo tan solo un par de minutos después con una botella de agua en la mano que había sacado de la nevera y con algo en la otra mano que no supe que era.

Mira lo que me he encontrado en la nevera cuando buscaba el agua – me dijo mientras me ofrecía la botella para beber enseñándome un tarro de mantequilla –

En ese momento no entendí para que quisiera la mantequilla y simplemente lo que quería era agua para poder recuperarme.

SI ES DE SU AGRADO EL RELATO ESPERO QUE ME LO HAGAN SABER PARA PODER CONTINUARLO

UN SALUDO Y AGRADECER SU LECTURA Y COMENTARIOS