Renunciación

Habíamos logrado calmar plenamente nuestros deseos, pero llegó el momento en que tuve que dajarla partir y cuando se me ponía la verga tiesa, tenía que buscar la forma de satisfacerme.

RENUNCIACION

Ya no más, de tu cuerpo tan deseado;

nunca más, a escondidas una cita;

ya no más, de tu coño, que me excita,

y que es lo más rico que he probado.

De tu culo, ya no más, tan apretado;

ni de tu hambre de mamar, tan exquisita;

tampoco de tu clítoris, que invita,

con los labios a tenerlo aprisionado.

Tendré ahora que olvidarme de esas cosas

y esperar a que me atrape, odioso, el tedio,

sin pensar ya en nuestras horas tan hermosas.

Mas, si siento del deseo el gran asedio

y me acosan las pasiones tormentosas,

tendré, pues, que masturbarme sin remedio.

TRAUMA

Sicosis de joderte

padezco ya,

pues mucho tiempo ha

que estoy sin verte.

Mi verga, por tenerte,

ganosa está,

y como no la da,

su leche vierte.

Logro tranquilizarla

por un momento,

mas, no logro calmarla.

Es un tormento,

el no poder vaciarla

en su elemento.

AMAZONA

Mi verga bien parada

haz que se hunda

en tu coño, cual funda,

de gruesa espada.

Fuera no dejes nada,

que se confunda

con el vello que abunda

en tu honda entrada.

Y, alegre, cabalgando,

sobre mí, goza,

de orgasmos, que llegando

te harán, gustosa,

disfrutar de ella, cuando

llene tu poza.