Rencor

Desde las entrañas....

No me encontrarás en ella aun que me busques

No encontrará tu boca consuelo en esa boca

No se reconocerán tus manos en su cuerpo

Tu piel no reaccionará en otra piel si no es la mía

No…tus ojos no se desgastarán mientras la miras…

Ni encontrarás esa sonrisa permanente en la que te hallabas

Me buscarás en cada uno de sus gestos y sabrás que me has perdido.

Te condeno a padecerme en el silencio, no me encontrarás tendiéndote la mano en tu derrota.

Comenzarás a echarme de menos cuando tus ganas vayan a más…

Porque….

Tus labios no saben comulgar con otros labios que no lleven mi nombre

Nunca tu cuerpo reaccionará ante su cuerpo como lo hace frente al mío.

Y aun cuando así fuese…

Jamás el suyo reaccionará para ti como lo hace desde mi piel hasta el último rincón de mi ser

Y serán sus silencios una orden condenatoria ante el recuerdo de mis gemidos.

Te condeno a soñarme cada noche.

A cerrar los ojos a otras miradas

A añorarme cada momento

A despertar vacío de mis latidos

A abrir los ojos a mis ausencias

A gritar mi nombre en sueños y a tragarte tanta pena al saberme fuera de tu vida  para siempre

Te condeno a  no reaccionar hasta la muerte.

La tuya en vida no será suficiente

Tus labios se verán perdidos ante otros labios ajenos

No reconocerás suspiros placenteros

Echarás de menos mis caricias.

No….

No encontraras consuelo en ella  por que no me encontraras en ese cuerpo… ni en otra alma.

No habrá pasado. No tendrás presente. No existirá para ti otros futuros

Será entonces cuando sepas realmente que nada mereció la pena a cambio de perderme.

No habrá otro instante inicial, otro principio.

Yo te condeno por la potestad que me ampara la ley de este amor irremediablemente acabado. Por la culpabilidad de tus actos. Por mi rencor  sin límite de dudas.

¡Y que así sea hasta  ver las cenizas de la llama que un día encendiste!