Relatos Morbosos II
Me llamo Diego, tengo 35. Mi esposa María, también de la misma edad. Tenemos un hijo de 6 años. Las cosas iban de mal en peor en nuestra relación.
Yo que siempre había sido muy pervertido sexualmente con mis antiguas novias. Pero desde que me case con María mi apetito sexual fue disminuyendo, producto que ella siempre fue muy conservadora para vestirse y muy fría en la cama. Debo reconocer que una típica frígida, que no le calienta nada. Ahora sentía que no tenías erecciones como antes. Ante de hacer cojer con mi esposa debía tomar alguna pastilla para estimularle. Además de todo eso, ella sufre de los nervios. Por ende vive tomando todo tipo calmante. Yo creo que es bipolar. ¡Un combo perfecto¡
Mi mujer tiene medidas comunes. Es alta, mide 1,70 y pechos chicos. Pero lo más lindo de ella es su cola, Pero lamentablemente nunca la muestra. Desde que nació mi hijo se ha dejado de arreglarse. ¡No se viste linda¡ Vive en casa estudiando y haciendo cosas para nuestro hijo. Solo verla con esa falda color verde y sandalias me daba asco. A los 35 años María ya no me excitaba, a pesar de ser bonita. Sinceramente ya no quería cojer con ella. Esto no tenía solución y ella percibía eso.
Un viernes a la noche, María había invitado a cenar a su hermanita Josela a nuestra casa. La pendeja esta re buena, tiene 20 años y estaba soltera. Además era la madrina de nuestro hijo. Cuando llego, me quedé unos segundos mirándola, estaba vestida de gata total. Tenía puesto unas calzas rojas con botas negras y un top negro arriba, como usan las jóvenes ahora. Al parecer si iba a bailar después de cenar con nosotros.
Mi cuñada me había excitado y vi que ella se dio vuelta rápidamente y me miró a la cara, media disimulada, y después bajo su vista, observo mi pija que en ese momento hacía un bulto en mi pantalón. Yo un poco avergonzado por lo ocurrido, me metí en el baño a lavarme las manos pensando qué pensaría ella por verme el bulto. Luego salí del baño, miré de reojo hacia la habitación y vi a María que se encontraba llorando. ¿Qué te pasa? le pregunte. ¡Te vi, te vi viendo a mi hermana, son un degenerado¡ me contesto. Me acerque, y me pego una cachetada. Yo me quede mudo. Ella se fue con su hermana y no me hablo más toda la noche.
Al otro día teníamos un cumpleaños de una amiga de María a la noche. No obstante me dijo que debíamos hablar de nuestra separación. Que iba a desayunar con una amiga y que luego hablaríamos cuando regrese. La verdad, yo estaba destrozado, la amaba mucho.
Como a las 5 de la tarde llego María a nuestra casa con su horrible vestido verde y sus sandalias azules. Le doy un beso como si fuese una amiga y me tiro en el sofá a ver algún partido de futbol, esperando que me llamara para charlar de la separación. Mientras ella revolvía unos paquetes en la habitación, le dije María que es todo ese revuelo. ¡Fui de compras con una amiga, me compre ropa para el cumple de esta noche¡ me dijo. Cerrando la puerta del cuarto.
Paso el tiempo, yo seguí mirando un partido de futbol, cuando al darme vuelta puedo observar en la habitación a María con una remeron negro escote en V, que le tapaba su cola. Me incorpore rápidamente, pero María sonriendo cerró la puerta.
A los 5 minutos aparece María con unas hermosas calzas abrillanta color verde claro, que le marcaba increíblemente su bonito y pequeña concha, sonriéndome se da vuelta y me muestra su culito perfecto ingresando de nuevo a la habitación. Se le marca descaradamente la bombacha tipo vedetina que se había puesto. Se notaban perfectamente las rodillas, eran preciosas, se le apretaba tanto que se apreciaba lo esculpido de su figura.
Abre una caja de cartón y puedo ver dentro de ella unas hermosas botas de cuero color negro, de media caña y plataformas de 5 cm, y taco aguja de unos 12 cm. ¿Te enojarías si salgo con ellas puestas? Tome una de ellas y no sé si el olor a cuero nuevo o la visión de ese tacazo y esas plataformas comenzaron a inquietarme. ¿Me ayudas a ponérmelas, espero no sean incomodas?, me dijo. Cuando María introdujo el pie dentro de las botas, vi en su rostro una sensación de placer. ¡Cierra las cremalleras porfi¡ me dijo.
María se levantó. Yo estaba extrañado, no sabía qué hacer. María se puso frente a mí, me oprimió contra su cuerpo. Todo era increíble, para ser cierto. En ese momento le dije: ¡Hay María, me tenes re caliente¡ y la empecé a manosearla su culo por encima de la calza. ¡Mira cómo te queda María¡ Aproveche el momento para meter mi mano por debajo de la calza y subirme la bombacha más arriba, metiéndose un poco la bombacha en su culo.
La discusión termino allí, porque de repente un grito, ¡Mamaaa! Mi hijo grita asustado. María corre sobre sus botas y sus calzas ajustadísimas sobre el piso de Madera, toc toc toc. Voy tras ella. En la habitación del Luciano, puedo ver una cucaracha gorda negra e inmensa de unos 7 cm, en el piso. ¡Aplástala Mama porfi¡ dice mi hijo. María dudo un segundo, dado que le impresionan esos bichos. El gran insecto como entendiendo el aviso quiso rápidamente escapar inútilmente de la hermosa bota derecha de María, que apoyo su plataforma sobre el insecto en un chasquido crish. María no movía su pie. Mi hijo pregunto: ¿está muerta? levanta el pie mama.
El pobre insecto no estaba ya en el piso sino pegado a la suela madera de la bota de María. Formando una pasta. Mi hijo gritaba enloquecido "la hiciste puré mama", que ¡superbotas!
En ese instante llego mi suegra que venía a buscar a nuestro hijo que se iba a dormir a su casa. Cuando vio a mi esposa se quedó muda por cómo se había vestido. Note que María se puso incomoda, pero trato de disimular la situación. Yo me fui a despedir a mi hijo a su cuarto, mientras mi mujer y su madre conversaban.
Después partimos para el cumpleaños. Lo estábamos pasado de maravillas, ya saben, la comida, unas cervecitas, lar charlas con amigos y todo eso. Los hombres presentes no dejaban de ver a mi esposa, la desnudaban con la vista. María esta distinta, se sentaba de una manera muy sensual, se para y caminaba entre los asistentes y lo hacía de forma muy sexy. ¡Esa situación me calentaba a más no poder¡
Como se imaginarán mi esposa desde el comienzo fue objeto de miradas de parte de todos los hombres del lugar, y cuando digo de todos, es de todos, los jóvenes y los de avanzada edad se la comían con los ojos. Entre los asistentes había un chico de unos 20 años que me percate no dejaba de ver a mi esposa, la desnudaba con la mirada, era muy insistente en verla, nada disimulado, la delicia de sus piernas con esos calzas y botas.
Llegó la hora de la torta y todos al patio. Dejé que mi esposa se adelantara mientras terminaba mi cerveza charlaba con el esposo de la cumpleañera. De reojo vi que el chico en cuestión salto de su silla para ir a la patio. Vi mi esposa parada atrás de toda la gente, y nuestro amigo atrás de ella, me quede observando de lejos.
Las cosas quedaron allí, y tipo 2 la mañana partimos para nuestro domicilio. Ambos habíamos tomado mucho. Yo me preocupe por que debería manejar un largo trecho a nuestro lugar de destino. En el trayecto le decía a María lo linda que estaba. Ella me decía que se vistió así por mí. Ahí aproveche para decirle que le iba hacer el amor como nunca. ¡Ella solo se reía¡ La noche era ideal para cojer, ya que era una noche cálida, y pronto empezaría a llover. Los refucilos se veían en el horizonte.
De repente se desató la tormenta, un relámpago seguido de un trueno ensordecedor acompañado de una manta de agua. ¡No se veía nada¡ María me pidió que bajara un poco la velocidad, pero no lo hice caso. En un momento no vi venir un pequeño socavón, y el coche dio un pequeño salto; entonces el motor comenzó a hacer un ruido extraño, y antes de que fuera a más, decidi tomar el primer desvío. Al tratar de volver a arrancar el motor éste no respondía.
María se puso muy nerviosa, y me empezó a decir que quería llegar a casa. Inmediatamente tome mi móvil y llame al auxilio. Me dijeron que tenía una demora de por lo menos 3 horas. Mi esposa se puso como loca. Me dijo que era un boludo por conducir velozmente bajo la lluvia. ¡Estaba sacada. Fuera de sí¡ Como les dije ella sufre de los nervios. ¡Quiero salir de acá¡ gritándome me decía. Entonces agarre mi móvil y llame a una empresa de remis y pedí un móvil para ella. Tenía una demora de 30 minutos. En todo ese tiempo no me dirigió la palabra.
Pasado como unos 20 minutos, note que me hace señas de luces. Era el remis que se había estacionado atrás de mi coche. Yo tenía puesto las balizas. Llovías a mares. ¡Y ahora me voy a mojar toda¡ exclamo. Y si, le conteste con cara de fastidioso. De pronto aprecio el remisero con un paragua. Era un tipo grandote, pelado y medio gordo, más o menos de 50 años. ¡Típico remisero - después me entere que se llamaba Rubén - ¡ Me hace señas que baje el vidrio. Lo hago y me pregunta si nos íbamos a subir al auto. Yo le conteste que me quedaba esperando el auxilio, y que mi esposa iría con él. El hombre bordeo el auto y se dirigió a la puerta de María. Ante que se marchara llame al celular de ella y le dije: Atendelo y déjalo abierto la comunicación por las dudas. Ella lo hizo y se lo puso en su cartera de bolsillo. Y se despido con un simple te espero en casa. Luego abrí su puerta y salió del coche. El remisero la cubrió con el paragua y se marcharon a su vehículo. En ese trayecto, a pesar que la cubrió el paragua, ella se mojó toda. Y para colmo note que metió sus linda botas en un charco de barro. Ella se subió atrás, y emprendieron el viaje.
Inéditamente escuche que ella le dice donde debía ir, o sea a mi casa. El tipo solo le contesto ok. Yo estaba muy embolado, esperamdp la maldita grúa. Pasaron unos minutos, y escucho que el remisero le ofrece un trapo para cercarse. Ella le contesta gracias. Después mi mujer le pregunta que si tenía agua para tomar una pastilla. Como les dije, ella la da ataque de ira, y por ahí toma algún ansiolítico para calmarse. El tipo le ofrece cerveza. ¡Es lo que tengo flaca¡, le dice. Mi esposa acepta. Tómala todo se queres. Ella le contesta: ¡Gracias¡ El audio era muy claro.
Después siguieron hablando de cosas del clima, que estaba lloviendo muchos y esas cosas. Pero de pronto el remisero le empieza a preguntar cosas a María, que se desarrollar más o menos así:
- Rubén: ¿Hace mucho que estas casadas?
- María: 8 años
- Rubén:¿Y todo bien? ¡O la relación, esta medio para atrás¡
- María: ¿Por que lo preguntas?
- Rubén: Me pareció que se despidieron así no más…
- María: Si, puede ser. Esto estoy re enojado con el
- Rubén:¿Qué paso flaca?
- María: Mira, típico de hombres, hago todo para que estemos bien, y él lo arruina como siempre ¡Me canso¡
- Rubén: ¿Jaja, que te hizo?
- María: Me vestí para él. Mi hijo está en la casa de mi mama. O sea, íbamos estar solo en casa
- Rubén: ¿Y?
- María: ¡Se quiso hacer el corredor de rally bajo la lluvia y el muy boludo choco¡ Además es un tonto: lo vi cuando le miraba el cola a mi hermana. ¡eso me saco¡
- Rubén: ¡Que pajero¡ ¿La verdad, no me extraña?
- María: ¿Por que me dice eso?
- Rubén: ¡Porque tiene cara de tremendo Boludo¡
Yo al oír esa palabras tenía ganas de cortar la comunicación y llamarla nuevamente para decirle que estaba escuchando todo. No podría creer que el tipo sean tan desubicado y ella que hablara tan naturalmente. Pero decidí seguir escuchando…
- María: Jajaja. ¿Vos decís?
- Rubén: Además yo ni loco me despegaría de vos. ¡Más como estas vestida¡
- María: ¡Ya te dije que me vestí así por el¡
- Rubén: Bueno flaqui, que carácter. Y como la llevas con el… ¿porque no es lo mismo, no? ¡Menos fuego….no me digas que es lo mismo…¡
- María: Jajaja ¡Vos preguntas todo¡ Eso no te importa…
- Rubén: ¡Bueno, ya me dijiste todo¡ ¿Se te ensuciaron todos las botas flaqui, se te van a arruinar?
- María: ¡No me importa, no lo voy a usar más¡
- Rubén: Por que no?
- María: Me la compre hoy, le quise dar una sorpresa a él. ¡Pero todo salió mal¡
- Rubén: ¡Te quedan infartaste¡
- María: Jajaja, por que?
- Rubén: ¡Son muy sexy¡
- María: Jaja, sí. Gracias
- Rubén: Además esa conminación con la calzas te quedan de maravilla …
- María: La verdad me siento media incomoda vestida así
- Rubén: Por?
- María: ¡Ya te dije, no estoy acostumbrada, no soy yo usando esta esta ropa¡ ¿Parece que no me escuchas?
- Rubén: Si flaquita, obvio que tu escucho, y también te veo. Jaja. Ya te dije, tu marido tiene cara de boludo, vos tenes que vestirte como vos quieras. Pero te doy con consejo. Si te pones calza no te tenes que tapar la cola..
¡Ya era suficiente¡ Yo esperando en mi auto - bajo una torrencial lluvia - a ese maldito auxilio y escuchando esa conversación que se estaba yendo para otro lado. De repente escucho la voz de María que le contesta:
- María: Jajaja, ¡me da vergüenza¡
- Rubén: ¿Debes tener una cola perfecta?
- María: Jajaja, no es para tanto
- Rubén: Si me la muestras no te cobro nada
- María: Jaja, ¡estas locooooo¡
- Rubén: Jaja, ¿me refiero a las botas, puede ser?
- María: Ahh, bueno, jaja
- Rubén: Para que paro el coche y prenda la luz
- María: Jaja, bueno, pero después seguimos. Quiero llegar rápido a casa, esta pastilla que tome me siento mareada
- Rubén: Bueno flaqui. ¡Uuu, son de cuero¡ Te quedan bárbaro. No te ofendas, pero son re gatas.
- María: Jaja, si, tiene tacos aguja
- Rubén: ¡Pero mostrarme bien¡
- María: ¿Pero cómo queres que haga, no puedo parame?
- Rubén: Levanta un poco las piernas
- María: ¡Bueno¡ Asi…
- Rubén: Por dios, mira cómo se te marca esa calzas
- María: ¿Pero me dijiste que solo me ibas a ver las botas? Jaja. Ya está, sigamos…
- Rubén: Que culpa tengo yo que cuando levantaste las piernas se te vea, ya sabes…. Jajaja. ¿Levante la remera, quiero verte bien?
- María: Nooo, ya esta
- Rubén: Dale, solo un poco
- María: ¡Dios, no sé porque te hago caso¡
- Rubén: Sí, sí. ¡Mira cómo se marca todo, impresionante¡
- María: ¡Ahora sigamos¡
- Rubén: Date vuelta, te quiero verte la cola
- María: Eso ni loca, vos estás loco, basta, en serio, sigamos….
- Rubén: Solo quiero verte de atrás, y no te joda más. ¡Además esto queda entre nosotros¡
- María: Bueno, pero después seguimos. ¿Prométemelo?
- Rubén: Siiiii flaquita, obvio. Pone las manos en la luneta así está más cómoda
- María: ¡Estoy incomoda¡
- Rubén: Solo un ratito. Dale, mostrame bien. Por diosssss, mira el culo que tenes, se te marca todo…
- María: ¡Suficiente, vamos ya¡
- Rubén: No soy de madera, me la pusiste re dura. Se te marca toda la tanga
- María: No es una tanga, es una bombacha vedetina
- Rubén: ¡Que se yo¡, lo que veo que tenes un orto terrible
- María: Basta en serio, me siento mareada
- Rubén: Que color es?
- María: Blanca
- Rubén: ¡Mostrame¡ ¿Bájate la calza?
- María: No, eso noooo
- Rubén: ¡Dale, solo miro, me porto bien¡
- María: Bueno, pero solo un poco
- Rubén: Si, bájala despacito……. Por dios, mira cómo se pierde por el culo
- María: ¿Conforme?
- Rubén: Nooo. ¿déjame tocarte la cola?
- María: ¡Basta ya¡, en serio, dale que mi marido va a llegar atentes que nosotros
- Rubén: Jaja, no, ese boludo tiene para rato parado al costado de la ruta
- María: Dale, arranca, que me siento mal
- Rubén: ¿Bueno, pero con una condición, que te sientes en el asiento del acompañante?
- María: ¡Ni loca, sigue lloviendo, me voy a mojar todo de nuevo. Dale arranca¡
- Rubén: Entonces me voy a sentar atrás con vos a tomar todas las cerveza que restan
- María: No, ahí voy, pero me cruzo por acá. No me voy a mojar de nuevo
- Rubén: ¡Dale¡
Entonces escuche que María se pasaba al asiento del acompañante. ¡No me toques¡ ¿Solo te estoy ayudado faquí? ¡Deja, yo puedo sola¡ Al parecer ya María se sentó a su lado. Yo no daba crédito a todo eso, estaba paralizado.
- María: ¡Arranca ahora¡
- Rubén: Sí, pero antes vamos a charlar un rato mientras tómanos una cerveza cada uno. ¿Te parece?
- María: ¡Bueno¡
Pasaron unos minutos hablando de tonterías, mientras las cervezas ibas pasando y en un momento él le dice:
- Rubén: La último flaqui, dame un beso en la boca, un piquito
- María: ¡Nooo¡
- Rubén: ¿Dale, solo uno?
- María: Bueno, pero después seguimos
- Rubén: Siiiii
- María: ¡Conforme¡
- Rubén: Nooo, uno más apasionado. ¡Así¡
- María: ¡Para, para, basta, en serio, está mal todo esto¡
- Rubén: ¡Dale, mete bien la lengua¡
Solo se escuchaban el sonido de los besos. Yo no podía creer que María este besando a ese tipo.
- Rubén: Así flaquita, estas terrible, mira como estas, estas calzas te quedan pintado ¿Te gusta que te toque el culo?
- María: No sé, no se
- Rubén: ¡Como no se? Mira el orto que tenes. ¡Uuuuu, por dios¡
- María: Nooo, por favor, la vagina no
- Rubén: Jajaja, la concha dirás. Si, seguro que la tenes re húmeda. ¡Sabes qué?
- María: ¡Decime?
- Rubén: ¡Antes de cojerte con mis dedos, te voy a tocar bien el culo, las concha y la tetas¡ ¿Queres?
- María: No sé, no sé que estoy haciendo
- Rubén: Jaja, te toy tacando toda flaqui. ¡Te gusta?
- María: ¡Esto es una locura¡
Evidentemente el remisero la estaba manoseando toda. Se oía los gemidos de ella.
- Rubén: ¡Que lindas tetitas que tenes¡
- María: Ahhh, oooohhh, uuuuhhh
- Rubén: UUUU bebe, con la tenes esa conchita ¿Te gusta que te metas dedos?
- María: ¡Despacito, me haces mal¡
- Rubén: La tenes cerradita, como se nota que tu marido no te coje seguido
- María: ¡Sos muy bruto¡
- Rubén: Me tenes re caliente, ¿queres que te coja?
- María: ¡No está bien esto¡
- Rubén: Tranqui flaquita, no voy hacer nada de lo que no quieras. Pero mi amiguito tiene necesidades?
- María: ¿Quién es tu amigo?
- Rubén: Mi pija bebe. Una chupadita y te llevo
- María: No sé, mejor dejemos las cosas acá
- Rubén: ¡Deja de decir No sé¡ ¿Dale, mira como la tengo?
- María: ¡Esto es una locura¡
- Rubén: ¿Te gusta lo que ves?
- María: ¡Es grande¡
- Rubén: Si, dale, métela en la boca. Nadie se va a enterar
- María: ¡Júrame que esto queda acá¡
- Rubén: ¡Si obvio. Empeza¡
- María: Si
- Rubén: UUUU, así, así, dale, Métela bien. Por dios faquí, que bien lo haces. Veo que tenes experiencia. ¡UUUU, así¡ Tu marido la tiene así de grande?
- María: No, no. Estoy incomoda
- Rubén: Para que tire en asiento más atrás
Empecé a escuchaba ruidos. Al parecer el remisero estaba acomodando el asiento.
- Rubén: ¡Ahora si¡ ¿Estas más cómoda?
- María: ¡Si, ahora puedo¡
- Rubén: UUU, flaqui, donde aprendiste a chupar así. Chupame la huevos
Solo se sentía los gemidos del tipo. Mi esposa seguro le estaba dando una mamada terrible. No lo podía creer. Yo seguía escuchando todo.
- Rubén: ¡Si sigues así me vas a hacer llegar rápido, espera, quiero chuparte la concha¡
- María: ¿Pero cómo vamos hacer?
- Rubén: Para que me recuesto en el asiento tuyo. Yo me acuesto y vos te pones arriba mío. Vamos hacer un 69
- María: Pero no puedo bajar la calzas
- Rubén: Dale, pone tu concha en mi cara
- María: Pero estoy re incomoda. No puedo con esta botas
- Rubén: Entonces sácate todo. ¡Dale trolita¡
- María: ¡Bueno, espera¡
- Rubén: Dale, apúrate, mira como la tengo
Solo escuchaba el sonio de la lluvia golpeado la chapa de auto. María seguro se estaba quintando todo la ropa. Luego escuche:
- María: ¡Ahora si¡
- Rubén: Siiiii, que concha hermosa que tenes. Me encanta como lo tenes depilado. ¿Decime como te llama flaqui?
- María: ¡Ahora me pregunta cómo me llamo, mientras me come la concha? ¡Sos hijo de puta¡
- Rubén: Jajaja Yo me llamo Rubén. ¿Te gusta María como te chupo la concha?
- María: ¡Si¡
- Rubén: ¿Sos fría o que, no sentís nada?
- María: ¡Te dije que si¡
- Rubén: ¿Decime que te gusta chupar mi pija?
- María: Sí, me gusta,
- Rubén: ¡Alguna vez chupaste una pija así de grande?
- María: ¡No, nunca¡
De pronto no se decían palabras. Solo el sonido de sus gemidos se apoderando del audio del celular.
- Rubén: ¡Quiero cogerte, ponete arriba mío¡
- María: ¡Esto es una locura¡
- Rubén: Dale guachita, si te morís de ganas. Estas re mojada
- María: ¡No sé lo que estoy haciendo¡
- Rubén: ¿Solo queres que te cojan de verdad, o no?
- María: ¿Tenes protección?
- Rubén: Jaja, que es eso, como venga. ¡Así, dale¡
- María: Ahhhh, despacio, por favor …
- Rubén: Estas re estrecha, se me parte la pija
- María: Me duele, despacio, despacio….
- Rubén: ¡Si, despacito¡
- María: ¡Siii, así, siiiii¡
- Rubén: ¿La sentís?
- María: ¡Si, la siento¡
- Rubén: ¡María, que puton que sos¡ ¿Movete rápido?
- María: ¿Asi?
- Rubén: Viste que sos una atorrante. Te estoy cojiendo mientras el cornudo de tu marido espera la grúa
- María: Callate y cojeme fuerte. ¡Dale¡
- Rubén: Te voy a coger duro putita
- María: Siiii, dale, dale, dale. Cojeme, cojeme. Ahhhhh
- Rubén: ¿Como te moves guacha, me vas hacer llegar rápido?
- María: ¡Siii, dale, cojeme, partime en dos¡
- Rubén: ¡Voy a llegar María, salite¡
- María: Seguí…. No pareces
- Rubén: ¿Te voy a llenar la concha de leche?
- María: ¡Siii, dale, lléname la concha con tu leche¡
- Rubén: Ahhh, sos una trolon, te lleno la concha ….
- María: Siii, daleeeeeeeee
- Rubén: ¡Ahhhh, por dios, que polvo¡
- María: ¡Daleeee, seguí que no termine¡
- Rubén: ¡No puedo seguir María¡ Se me muere ….
- María: ¡Necesito terminar¡
- Rubén: Dame uno minutos que me reponga….
- María: ¡Dale, pero rápido¡
Pasaron unos minutos. El remisero le decía que era muy linda. Que necesitaba un hombre de verdad al lado de ella. En un momento, mi mujer le dice: ¡Tengo frio Rubén¡ ¡Queres que prenda el auto y ponga la calefacción? ¡Solo quiero que abraces¡ Yo no podía creer la actitud de María, no daba crédito lo que estaba escuchaba. Después la conversación siguió de esta manera:
- María: ¡Abrázame fuerte Rubén¡ ¿A tu amiguito le falta mucho?
- Rubén: Mmm, vamos a ver… Vas a tener que trabajar mucho para que se me parece rápido. ¡Empezarme a besar y decime cosas linda¡
- María: ¿Qué te gustaría que te diga?
- Rubén: ¿Que nunca te vas olvidar de mí?
- María: ¡No Rubén, nunca lo voy hacer¡
- Rubén: ¡Que me deseas, que necesitas mi pija en tu concha?
- María: ¡Si Rubén, necesito que me hagas terminar con es verga enorme que tenes¡
- Rubén: Así me gusta flaquita. Que seas bien putona. Ahora mastúrbate
- María: ¿Eso te gusta, que sea una perrita¡
- Rubén: Siii, así, tócate la concha. ¿Sentí tu leche en tu concha?
- María: ¡Si, está llena de tu leche¡
- Rubén: Ahora empezar a pajearme ¡Méteme bien la lengua en mi boca¡
- María: ¡Me encanta besarte¡
- Rubén: ¡Siii, méteme bien la lengua?
- María: Así te gusta, que linguete todo.
- Rubén: ¡Siii, chúpame las tetillas también¡
- María: ¡Qué te pasa Rubén, no se te para¡ ¿Queres que te la chupe?
- Rubén: ¡Si dale¡ Me encanta que sea así de putita…
- María: No se para, la tenes muerta, la necesito…
- Rubén: Seguí chupando putita, ya se va a parar
Yo no lo podía creer, María necesita que se la cojieran nuevamente. Estaba absolutamente sacada.
- Rubén: Viste, ahí va querido. ¡Besame mucho¡ ¿Decime que queres que te cojo de nuevo?
- María: ¡Sii, quiero más de tu pija, quiero que me hagas acabar¡
- Rubén: ¡Tócame el ano María¡
- María: ¿Como?
- Rubén: Con tu dedo
- María: ¡Así¡
- Rubén: ¡Si, dale, mira cómo se va parando¡
- María: Eso quiero…. ¡Que se ponga bien dura¡
- Rubén: Entonces, meten un dedo en el culo
- María: ¿Pero te voy hacer mal?
- Rubén: Nooo, dale
- María: ¡Bueno¡
- Rubén: Viste, ahora sí que se paró. ¿Te gusta?
- María: Me encanta, la quiero re dura¡
- Rubén: Uuuuuum siiiii María, así, seguí. Méteme bien ese dedo. Mira como me la pusiste Pajeame y chupala a la vez….
- María: ¡Quiero que me cojas, dale, ahora¡
- Rubén: Subite arriba mío
- María: Sii, asiiiiiii
- Rubén: ¿Mira si tu marido te viera así, que diría?
- María: ¡Diría que te voy a coger yo¡
- Rubén: Pobre cornudo. Jajaja
- María: Si lo es. ¿Así te gusta?
- Rubén: ¡Siii, dale, dale¡
- María: ¡Necesito sentirla bien adentro mío¡
- Rubén: ¡Sos una tremenda puta Maria¡ Se lo tiene merecido por dejarte semejante putona suelta
- María: ¿Vos decís que soy una puta? ¡Voy a llegar, seguí, seguí¡ ¿Decime cosas sucias Rubén?
- Rubén: Sos un zorron, re puta, te cojo mientras tu marido piensa que estas durmiendo
- María: Siiiiiiiiii, ahhhhhhhhhh. Hasta el fondo. Méteme bien esa pija. ¡Dale¡ ¡Dale Rubén¡
- Rubén: ¡Siiiii, acaba putona, dale¡
- María: Siiii, estoy llegando, siiiiiiiiiiii, mmmmmmmmmm daleeeee hijo de puta, cojemeeeeee
La agitación de María era contaste. ¡Ya había llegado¡ Él le decía que estaba a punto, que solo le faltó un poquito más. ¡Tranquilo Rubén, ya te voy hacer llegar, dame un ratito que me reponga¡ le contesto María. Después de unos minutos, María le dijo a Rubén: ¡Ahora si¡ y le empezó hacer otro mamada. Se escucha el trajín de la felación. Pasaban los minutos y solo se escuchan los gemidos de Rubén. No recuerdo bien, pero pasaron 10 minutos. En momento María le dice:
- María: ¡Te falta mucho Rubén? ¡Estoy incomoda¡
- Rubén: ¡Seguí chupando, estoy a punto¡ ¿Dónde queres que te llegue? ¿Concha o Boca?
- María: ¡Ya me llenaste la concha de leche¡ ¿Nunca trague semen¡
- Rubén: Ahora va a ser la primera vez. ¿Quiero que te tragues todo? ¡Prométemelo¡
- María: ¡Siii, te lo prometo¡
- Rubén: Ya viene putita, ya viene el volcán. ¿Pedimelo?
- María: Si, termina en mi boca. ¡Dame toda tu leche¡
- Rubén: Siiiiiiii, toma todaaaaaaaaaa. Ahhhhhhh
Después escuche que María le pedía algo para limpiarse. Aprovecho para decirle que lo que había sucedido no le tenía que decir a nadie. Después se cambiaron y retornaron el camino a nuestro domicilio. María, por supuesto, se volvía a sentar en el asiento de atrás. Cuando llegaron, ella se despidió que un simple ¡Chau¡
Yo a todo esto iba con el tipo de la grúa camino a casa con el celular en mi oreja. Habían transcurrió 2 hora de llamada. Cuando llegue, ella ya dormía. Me acosté no pudiendo salir de mi asombro lo que paso esa noche. ¡Al dia siguiente me iba a separar¡ María no se dio cuenta que el celular estaba abierto. Yo nunca le hable de esa noche.