Relatos de verano 3: La Celestina y el profesor.
De alumno a profesor con ayuda de una celestina.La serie Relatos de Verano: La profesora y la segunda parte La vecina, tiene una tercera parte, en la que paso a ser el profesor.
.Los jueves por la tarde iba al cine, la mayoría de personas que íbamos éramos jóvenes a casi todos los conocía de vista de la localidad, pero desde el primer día me fije en una mujer era increíble, la había visto antes de camarera en la disco, no pasaba de los 25 años, rubia casi platino, y un cuerpo de modelo, todo curvas.
La primera vez ella escogió una sala y yo otra, a la siguiente semana volví a verla y nuevamente no coincidimos, la tercera semana nos saludamos pero tampoco coincidimos, la cuarta semana nos saludamos y coincidimos a ver la misma película aunque separados por varias filas; la película era tan mala que decidí salir del cine, una vez fuera me quede parado pensando que hacer, podía ir a ver a mis amigas Lina y Dominique (Relatos de verano 2), estaba en esos pensamientos cuando por detrás escuche:
- “Que película tan mala”
Me gire y allí estaba ella, el acento denotaba que no era Española, sino sudamericana.
- “Si, por eso me he salido”
- “Me llamo Cecilia María, pero todos me llaman Ceci”
- “Yo me llamo José Antonio, y me suelen llamar José Antonio”
- “Que gracioso; te he visto varias veces en el cine” sonriendo
- “Si me gusta bastante el cine, y a ti” le pregunte
- “A mi también, me sirve para evadirme del trabajo” contesto Ceci
- “Tu trabajas de camarera en la disco”
- “De camarera exactamente no, soy la dueña”
- “Tan joven, y eres la dueña” me quede sorprendido
- “Gracias por lo de joven, pero no lo soy tanto, ¿cuántos me echas?”
La mire de arriba abajo.
- “No creo que tengas mas de 20 años”
- “De verdad cuantos me echarías”
- “No más de 25”
- “Buen ojo casi, tengo 24, ¿Y tu?”
- “No te lo puedo decir, pues no me dejarías entrar en la disco”
- “Te invito a tomar algo”
Paramos en una cafetería ella se pidió un café y yo un refresco, me conto su vida. La volví a ver el sábado siguiente cuando fui a la disco, el saludo fue efusivo, incluso me invito. Y nos volvimos a ver el jueves en el cine, entramos y vimos la película juntos, al salir me invito a la disco, una vez dentro ella se preparo un combinado y yo le pedí un refresco, mientras no lo tomábamos me enseño la disco por dentro aquellos lugares que eran desconocidos para la mayoría, como eran 4 departamentos, con una gran cristalera con vistas a la pista de baile y a la barra, con varios puff (taburetes) alrededor de una mesita de centro y frente a la cristalera un diván que la ocupaba completamente, la música podía ser la de la disco o bien escoger entre otras.
- “Para que son las habitaciones”
- “Son para reuniones ... “ me guiño un ojo “ ... o reuniones intimas, comprendes”
Claro que comprendía.
- “Pa follar” dije y ella rio
- “Exacto pa eso”.
De nuevo en la barra
- “Tengo que pedirte un favor”
- “Si está en mi mano”
- “Creo que si, mañana llega mi sobrina, es la hija de mi hermana mayor, tiene tu edad, no conoce a nadie y he pensado que tu podrías acompañarla”
- “No hay ningún problema”, me dio un beso, un roce, en los labios.
El viernes por la noche fui a la disco y Ceci me presento a su sobrina, Carie como ella misma me conto era belga, pues si bien su madre como Ceci eran argentinas, su padre era belga, poco tenia que envidiar a su tía, Rubia, con un cuerpo lleno de curvas, vestía con un vestido corto, ajustado al cuerpo, marcaba su pecho, un pecho juvenil redondo no muy grande, y los pezones pequeños, pues no llevaba sujetador. Conocía el castellano con ciertas limitaciones, pues nació en Bélgica, y lo que sabía de castellano era lo que podía hablar con su madre, fue Ceci la que propuso que nos subiéramos a uno de los reservados.
Subimos, Carrie se apoyo en el diván y se puso a ver por las cristaleras la gente que había en la disco, y me puse detrás, mire su trasero, me gusto. Como el vestido era corto permitía ver sus muslos, me acerque a ella y apoye mi paquete en su culo, dio un respingo, pero no se movió, seguí rozándome con su culo, mi polla iba cada vez más en aumento ella se tenía que dar cuenta.
Se giro, me miro a la cara.
- “Veo que estas muy caliente, quieres que te refresque” me dijo
- “Como lo vas a hacer”
Se arrodillo, me bajo los pantalones como no usaba slip quedo la polla al aire, sonrió y comenzó a chupármela, yo simplemente cogí su pelo. Sabía como comer la polla.
- “Uf, la sabes mamarla muy bien”
Se separo de mí
- “Pues eres al primero que se la chupo, solo lo había visto en películas”
- “No es posible”
Pero no me había soltado la polla seguía moviéndola
- “¿La primera vez?
- “Si la primera vez en todo, soy virgen”
Volvió a comerme la polla, era tan excitante que pronto me llegaron ganas de correrme.
- “Estoy a punto de….”
Esperaba que se separase, pero no lo hizo, siguió, sentí como mi leche salía a chorros, ella los engullo, para más tarde limpiarme con la lengua mi polla y no dejar rastro de semen.
Me guarde la polla, y bajamos a la disco, Carrie hablo con su tía Ceci, cuando me acerque le estaba dando unas llaves Ceci a Carrie.
- “No te preocupes si tardo, aquí se sale tarde” dijo Ceci
Cuando iba salir de la disco.
- “No le hagas daño” me dijo Ceci
Acababa de darme el visto bueno para lo que sucediera. Seguí a Carrie hasta la casa de su tía, entramos.
- “Tenemos toda la casa para nosotros”
La cogí por la cintura, la atraje hacia mí, sentí su cuerpo juvenil pegado al mío, la bese, fue un roce, suficiente para sentir como su cuerpo se estremecía.
- “¡Realmente eres virgen!”
- “Si que lo soy, aunque no soy… como se dice monja …”
Supuse que quería decir mojigata o algo parecido
- “Por lo menos hasta hoy, según lo que tu sepas hacer”
- “Con eso quieres decir que quieres perder la virginidad”
- “Chico listo, precisamente he venido a España, con mi tía a eso, y ella lo sabe”
- “¿Quieres decir que me ha elegido?”
- “Más o menos, pero dejémonos de charla”
Y dejo de hablar, me condujo a su habitación, se puso frente a mí, y comenzó a desnudarse, en pocos minutos estaba totalmente desnuda, estaba nervioso, era mi primera vez con una virgen, me acerque me quito la camiseta y el bañador, me acaricio la polla, cuando la tenia totalmente tiesa se dejo caer en la cama.
- “Ven, quiero sentirte, quiero que seas el primero”
Me acerque a ella, le acaricie los pechos, se los chupe, lamí y mordisquee, ella gemía, puse mi mano sobre su vello púbico, jugué con los rizos, para seguidamente introducir un dedo y acariciar su clítoris y los labios vaginales, su humedad iba en aumento.
- “Métemela, eso ya lo sé hacer yo”
“Tranquila, déjame, necesito que estés lubricada, no quiero hacerte daño”
Iba aplicar lo que me había enseñado mi tía Carmen (Relatos de verano 1: La profesora) sobre la virginidad de la mujer, tenía que ir tranquilo, ser delicado, por muchas ganas que tuviera, hacer que se relajase, siempre habría tiempo para ser duro si ella lo pedía.
- “Necesito que te relajes, que sientas placer, y si te duele me lo digas” le dije al oído, Mordisquee sus pezoncitos, seguí acariciando su clítoris.
- “Estoy llegando, siento que llego”
- “Abre las piernas”
Me introduje entre sus piernas, pase mi polla por su clítoris por sus labios vaginales y comencé a introducírsela, por la vagina, entraba lentamente, y de pronto un tope, presione un poco.
- “Duele, me duele”
Sabía que había llegado el momento, mi polla estaba tocando su himen, empuje, un pequeño empujón, un grito de Carrie, no sabía si era de dolor o que había llegado al orgasmo y mi polla tenía el camino libre, lentamente la metí y la saque y volví a meterla, ella jadeaba, el dolor se mezclaba con el placer, me pedía que siguiera, y seguí, un nuevo orgasmo, y otro, perdí la cuenta de orgasmos, el más fuerte fue al sentir mi leche en su interior.
Quede rendido a su lado, ella seguía jadeando, dolorida pero a gusto. No sé el tiempo que paso, me quede dormido. Fue Ceci la que al llamarnos me despertó, yo hice lo mismo con Carrie, me vestí y baje a hablar con Ceci.
- “Tú lo sabías” le dije a Ceci
- “Si, pero ella quería tener su primera experiencia este verano”
- “Me lo podías haber dicho”
- “Habría cambiado algo”
- “No se”
Me marche de su casa. Durante los siguientes dos semanas me convertí en el profesor de sexo de Carrie, al igual que me habían enseñado a mi le enseñe yo a ella, si el primer día la desvirgue su boca y su vagina unos días después hice lo mismo con su ano.
Carrie se marcho, y una semana después lo hacía yo, mi decepción fue no poder hacerlo con Ceci (la celestina), cuando creí que sería lo más sencillo.