Relatos de Terror: No mires nunca atrás
Aprovechando que se acerca Halloween, algunos autores de TR hemos decidido escribir una serie de relatos de terror. "No mires nunca atrás" por NÉMESIS30.
Estoy rodeado de la más profunda oscuridad, avanzando en un camino sin retorno, es tan angosto....., no tengo vuelta atrás, ecos que retumban y me secan la garganta, hielan la sangre con su recuerdo, aquella mirada ausente, aquella figura al otro lado de la calle, impertérrita, noctámbula, ojos de cristal que lloran sin lágrimas en los ojos, desgarradora es la tristeza que me embarga y tengo ganas de llorar, de gritar en alaridos deformados por el tiempo, goteando su propia sangre.
Aquella niña que gatea por el techo en invertido, rojas huellas que me indican de donde viene, sigo con la mirada su origen que se pierde en la distancia del pasillo, tan solo el contorno de un cuerpo colgado por cadenas y ese halo, luz azul que remarca la silueta, pero esas imágenes ya no me provocan tanto pavor, ahora es peor, mucho más aterrador.
Me quedo atrapado en mi camino, se estrecha tanto que tan siquiera puedo moverme, ahora estoy a su merced, alcanzo a oír los susurros, sus jadeos pervertidos, al fin llegó el pánico, al fin las pesadillas me alcanzaron y son ahora realidad veces soñada, no volé, que tanto deseaba, tuvo que ser esta, la más terrible, la más espeluznante.
Recuerdo ahora la voz desconocida que me dijo "nunca vuelvas tu mirada atrás, si lo haces sabrás reconocer el verdadero miedo, el miedo más terrible", pero yo lo hice, debilidad humana que nos hace vulnerables, curiosidad por lo prohibido.
Antes, mucho antes de entrar en este túnel, vague sin rumbo por salones durmientes, sábanas blancas que ocultaban secretos recuerdos de otros tiempos, ahora me espían al moverme entre sus almas de madera carcomida
Desoí su consejo, inobediente a la razón, me di la vuelta y la vi, ¡cuanto dolor, cuanta pasión abandonada!, se aleja la figura sin moverse de su sitio, pálida como la mismísima muerte, me contempla compasiva, "te lo dije, era yo quien te hablaba, no debiste mirar a tras", ahora te veo en cada lugar, aparición abandonada, miedo al pasado, a estar solo, a no volver a conocer a nadie igual.
Veo como se aleja su recuerdo sus sonrisas y miradas, como se me pasan los fragmentos de pasión, sexo sublimado, idioma de los ángeles susurrado bajo el dorado cabello, y ahora solo un camino sin retorno, pánico a la soledad, a perder esos placeres, volver a empezar de nuevo.
Por eso se que ya no hay regreso, todo ha terminado, atrapado en los recuerdos, ausencia de luz, solo me llegan los susurros de mi mente, tintineo de cadenas arrastradas que me anuncian los grilletes, y el castigo, preparado el sutil castigo, lento, terrible, lacerante.
Nadie acude a socorrerme pues nadie sabe donde me hallo, ni de mi maldita suerte ennegrecida por mis actos, pecador empedernido, ahora atrapado en mi propia tumba moral.
El verdadero miedo está tan cerca, tan a mano, y ..... cuan terrible es lo cotidiano, más que lo irreal, doloroso pánico a la soledad, a perderte, a no volverte a ver en vida o muerte.