Relatos de Terror: Asesino

Aprovechando la proximidad de Halloween, algunos autores de TR hemos decidido escribir una serie de relatos de terror. "Asesino" por TENCHU.

La oscuridad de la noche era absoluta, el palacio se encontraba en una apacible tranquilidad. Las nubes oscuras y remolonas ocultaban la luna, los guardias seguían en sus puestos de vigilancia. Por ahora no había novedades.

El resto del complejo castillo se mantenía en silencio... nadie lo sabe, pero debe haber sido por esa aparente tranquilidad que alguien entró en palacio. Un grito desgarró la noche, luces y personas aparecieron al instante preocupadas.

Allí, acurrucada contra la pared opuesta; la aterrorizada criada lloraba sin consuelo. En su rostro ajado y sus ojos atemorizados podía percibirse su terror... los demás corrieron la puerta de la habitación del baño, cuando lo vieron algunos se descompusieron; otros prorrumpieron en un amargo llanto.

Sentado, en la letrina se encontraba el señor del castillo... desde su cabeza la sangre descendía sobre su rostro alguna vez adusto y sereno. La mandíbula estaba desencajada y sus ojos antes brillantes ahora se encontraban vidriosos, sin vida. Sobresaliendo de la cabeza asomaba tímidamente la hoja de la lanza.

El asesino había esperado durante toda la noche metido en el pozo séptico de la letrina esperando a que se le presentase una oportunidad para llevar a cabo su cometido. Penetrando al castillo, no por la entrada principal; sino por uno de los muros perimetrales mas alejados del complejo.

Se deshizo de los guardias a la distancia, utilizando dardos envenenados y trampas para no ser detectado por los guardianes del castillo. Estos no sintieron nada, murieron rápidamente y casi sin dolor o agonía; algo misericordioso, según la filosofía de la época.

La idea de un asesinato era sobrecogedora... era poco menos que imposible burlar la seguridad del castillo que hasta ese momento era considerado como inexpugnable por su complejo trazado y sus majestuosos jardines llenos de trampas, eso sin mencionar el centenar de guardias que custodiaban el lugar. Sin embargo, la realidad les estaba mostrando otra cosa.

La posibilidad de que el responsable aun permaneciera allí los tenia intranquilos, se miraron unos a otros. Su propia incredulidad y estupidez los avergonzaba, con algo de nerviosismo volvieron a sus aposentos.

Algunos miedosos se apiñaron en una habitación a fin de dormir juntos, pobres ilusos; creían que así podían protegerse mejor de ese peligro que aun no conocían. El lugar volvió a quedar en silencio, el cansancio y el sueño volvieron a vencer.

Una sombra pareció moverse, de la pared que se encontraba en penumbras unos ojos blancos emergieron. Paso a paso, la sombra fue penetrando en las habitaciones silenciosamente y uno a uno fueron pereciendo presas de la sorpresa.

Los asesinatos se sucedían rápidamente en un silencio mas que espantoso. Solo se escuchaba el sonido del acero atravesar los cuerpos de las victimas. Pero nada mas que eso, no podían detectar o predecir cual seria la próxima habitación. Al cabo de unos minutos, todo pareció quedar en una sospechosa quietud.

Una sola habitación se mantenía aun sin tocar... la de los miedosos que escuchaban, impotentes como morían sus hermanos, tíos, primos y abuelos. Hombres y mujeres se miraban alarmados, el pánico se apoderaba de sus mentes. La puerta se abrió... por fin verían el rostro del responsable.

Pero, contra todas sus predicciones el cuerpo de la sirvienta cayo ante ellos, la cabeza rodó hasta sus pies... el recorrido quedo marcado con la sangre que manaba de la herida y que ya comenzaba a entrar en la habitación.

Los que nunca han pasado por momentos difíciles tienen el corazón de un cobarde, pero algunos pocos; sacan valor de toda esa cobardía para enfrentar la situación. Este no fue el caso... ya que el grupo se apiño aun mas contra la pared, en un intento por evitar la visión de la cabeza cercenada.

La luz tenue de la lámpara de arroz finalmente revelo su aterradora presencia. Su mirada penetrante, sin vida parecía atravesar sus cuerpos. Entre sus manos, un yari descomunal (una lanza, con todas las letras ^^) aparecía ahora como el arma utilizada. La lanza entinta de sangre brillaba parcialmente reflejando la luz de la lámpara. El miedo los paralizo, la visión y el olor a putrefacción y a muerte eran insoportables.

Uno de ellos, juntando valor se arrojo en un acto de estúpida valentía contra esta aparición...el miedo de los presentes paso de toda escala al ver que el valiente idiota se reducía lentamente a cenizas ante el asesino que lo contemplaba con los mismos ojos sin vida.

Ante el espectáculo, ellos gritaron pidiendo el auxilio de los guardias. Ante esto, el aparente guerrero se detuvo y apoyando el arma sobre uno de sus hombros se limito a decirles con una voz quemante y penetrante:

Ellos no vendrán... ya no están aquí.

¿Q...que...que...ha...hecho con ellos?. Pregunto llena de temor una de las mujeres.

Lo mismo que estoy a punto de hacer con Uds. Respondió.

....

UHUHUUAHAAHAHHAHAAHAHAHAHAHAHAHAHA. Rió el sujeto.

Caminando con parsimonia hacia el apiñado grupo de tembleques, alzo lentamente su arma, como disfrutando el verlos aterrados. Desesperados, todos ellos se abalanzaron sobre él; en un intento por detenerlo...fue en vano. Al tocarlo, sus manos se abrasaron por el calor que generaba.

Entonces, recién ahí recordaron... ese no era cualquier guerrero, el había vuelto para cumplir con su venganza; aquélla que juro segundos antes de morir envuelto en las llamas durante aquella persecución a los de Fuma y que ellos habían ordenado... llevándolo a la muerte.

El espíritu de Hanzo Hattori buscaba la paz y solo la conseguiría acabando con los que le hicieron mal. Por esto, no pudieron siquiera sentirlo y mucho menos detenerlo... todos ellos cayeron bajo la furia de su arma, que solo así pudo volver al descanso.

El castillo permaneció en silencio, la luna seguía ocultando su rostro ante la atrocidad cometida. Hanzo, el demonio se encontraba parado...cerca de él, una pila de cadáveres bañados en sangre daban testimonio de que su ultimo trabajo había concluido. En forma directa y cruda, su alma termino con su cometido.

El guerrero realizo unos rápidos movimientos entrelazando sus dedos y así, se desvaneció en el aire. Como un fantasma, nadie pudo creer que esa matanza la haya realizado ese hombre. Alguien que hacia días que estaba muerto...

Realmente no se si les causara miedo o no, solo espero que si. ^^