Relatos de la Universidad: La madre
Relatos de la universidad, son relatos más o menos independientes que me sucedieron durante mis tres años de estancia en la universidad.
El primer relato, Relatos de la universidad: el principio , plantea mis primeros días en la universidad, y mis primeras relaciones sexuales en la universidad. Mila novia de mi amigo Pedro, tras un concierto, en el que Pedro pierde el sentido por el alcohol, Mila muy excitada termina follando conmigo. Raquel compañera de piso de Mila, necesitada de estar con un hombre, aprovecha la oportunidad.
Durante el resto de la semana fui varias veces a casa de Mila y Raquel, unas veces me follaba a Raquel y otras a Mila, en una ocasión estuve con las dos, que me ofrecieron como aperitivo un numerito lésbico que me puso polla muy dura lo que aprovecharon para chupármela las dos a la vez.
Raquel estaba esperando a su novio Miguel, el viernes, casi de noche, fui con Pedro a casa de ellas, nos encontramos allí al novio de Raquel, la sorpresa fue encontrar a la madre de Raquel, Beni, una mujer rondando los cuarenta que aun se conservaba bien, mejor dicho muy bien, tras las presentaciones Beni aclaró “Miguel se quedara aquí contigo estos dos días que estaremos aquí, yo me he cogido una habitación en un hotel cercano, y ahora vamos a cenar y conocer la noche universitaria”.
Raquel en un momento que nos dejaron solos me dijo “José Antonio, tienes que hacer un favor” le conteste “Tu dirás” Raquel se mordió el labio inferior “Tienes que entretener a mi madre, está sola” sonreí y le dije “Pero si tu madre se entretiene sola” “Ese el problema, quiere ir con nosotros a todos los sitios” “Yo creía que eso era bueno” “No es tan bueno, comprende que queremos algo de intimidad, porfa ”, lo dijo aleteando las pestañas, quien se podía negar “Bueno hare lo que pueda” “Tienes que hacer mas” “Mi madre desde que murió mi padre, hace 12 años, muy pocas veces la he visto divertirse” “¿No ha tenido ningún… novio” gesticulármente hice un cero con el dedo pulgar y el índice de la mano izquierda, introduje el dedo índice de la mano derecha en el cero varias veces, Raquel sonrió “que yo sepa no” siguiendo la broma dije “Entonces lo que esta falta de leche” Raquel entre risas me dio un empujón, su madre que nos vio dijo “Que chiste te ha contado Para que os estéis riendo” Raquel riendo se dijo “algo sobre la falta de leche de alguien” Tanto Raquel como yo reímos.
Nos fuimos los seis a cenar, la verdad era que la presencia de Beni hizo que nos cortáramos todos, miraba a Beni, era morena como Raquel, algo mas baja, más delgada, y un culo mas ancho y pechos mas grandes, lo que hacía que las curvas fuesen más pronunciadas y en su juventud tuvo que ser muy guapa, mi polla había reaccionado ante mis pensamientos se puso dura.
Beni propuso ir a una disco, llevábamos casi dos horas en la disco, se notaba el cansancio en todos menos en Beni, tenia mas aguante que ninguno.
Nuevamente Raquel hablo conmigo “Por favor, Miguel y yo queremos irnos, supongo que Mila y Pedro también, ¿Te quedas con mi madre?, si se quiere quedar” “Iros yo me quedo con tu madre”, por eso Raquel dijo dirigiéndose a mi en voz alta “Nosotros nos vamos, ¿Te quedas con mi madre? y la acompañas al hotel” afirme con la cabeza. Mila y Pedro también dijeron de irse. Quedándonos Beni y yo en la disco.
Media hora después, estando aun en la disco, estaba sentado, accidentalmente, o no , al pasar Beni por delante tropezó, se cayó sentándose encima de mi, su trasero se poso sobre mi paquete, yo la cogí por la cintura, ella se apoyo en mis brazos, para levantarse, pero no terminaba de levantarse varias veces se levanto y volvió a sentarse, mi polla sintió como su culo la presionaba hasta cinco veces, para terminal definitivamente sentada encima, moviéndose de un lado a otro, lo que hizo que se pusiera dura. Ella se tuvo que dar cuenta, al igual que yo sentía su culo ella tenía que sentir mi polla. Pero no dijo nada.
Al sentarse junto a mi dijo “Uff, una ya no es joven” intente ser amable “No me dirá que se siente vieja” ella sonrió y dijo “No tengo la edad de Mila o de Raquel, creo que me conservo bien”, se puso de pie y dio una vuelta, fue instintivo la mire y me humedecí los labios “¿Tú que crees? Trague saliva, si la miraba no como la madre de Raquel, sino como una mujer madura, era muy apetecible. Nuevamente mi polla reacciono a mis pensamientos.
Volvió a sentarse, me dijo “Por fin solos, quería hablar contigo” me asuste, prosiguió “Que hay entre mi hija y tu”, me sorprendió, que supiese lo mío con Raquel, le conteste “Nada” ella sonriendo me dijo “No sabes mentir, Raquel ya me conto algo, por eso he venido” le conteste “Si lo sabe porque pregunta” se acerco a mí, me dijo “Quiero saber tu versión” le dije “Hay poco que decir, me acosté con Mila y con ella” ella dijo “Lo de Mila no me importa, pero lo de Raquel si, tiene novio” le dije “Y que, aquí uno se siente muy solo y necesita de otras personas, amigas y amigos” me vino a la cabeza, si Raquel se sentía sola por unos meses sin el novio, como se sentiría ella tras 12 años en dique seco, ella me contesto “O sea que habéis follado para entreteneros” me sorprendió su vocabulario e hice como que no la había escuchado.
Poco después Beni me señalo que nos fuéramos, la acompañe al hotel. Llegamos delante del hotel, en la puerta, Beni que estaba muy cerca de mi dijo “No me respondistes” haciéndome el despistado dije “Sobre que” esperaba que volviese a lo mío con Raquel, pero me sorprendió “¿Si me conservo bien? muchos hombres se giran al verme” mi mirada se poso en su pecho, ella sonrió “Parece ser que no te soy indiferente” como me iba a ser indiferente, mi polla llevaba toda la noche dura deseando pillar un coñito caliente, y ahora se me insinuaba, que podía perder la cogí por la cintura la atraje hacia mí y la bese, ella no me rechazo. “Parece que eso es un sí” “Acerque mi boca a su oreja y le dije “Tengo la polla tan dura que me está doliendo” se separo de mí, me miro el paquete sonrió y dijo “Lo no te en la disco, crees que una mujer de cuarenta años te podrá aliviar ese dolor” nuevamente le dije al oído “No importa los años…” metí mi mano por debajo de la falda tocando sus bragas, las aparte y toque su coño, estaba húmedo, ella gimió “…sino que el chochito este húmedo” estaba lanzado no me importaba nada, solo quería follarla. Ella dijo entre gemidos “Lo tengo húmedo desde que note tu polla en la disco, vamos a mi habitación, es la 23”
Entramos en el hotel, yo espere en el hall y ella fue a por la llave, unos minutos después subíamos a la habitación. Nada más cerrar la puerta, “¡Déjame verla!” no le hice esperar, me quite los zapatos me desbroche el pantalón y me lo quite, llevaba un slip de los ajustados, marcaban el paquete, ella lo miraba como hipnotizada, me lo quite seguía mirándolo dijo “Puedo tocarlo” le cogí la mano y la acerque hasta que pudo cogerla, gimió al sentir el contacto, tenía cara de placer, sino se corrió le falto poco “Hace 12 años que no tocaba una … polla, no te parece maravillosa” acerque mi mano derecha a su boca y le introduje el dedo índice dentro de la boca, ella lo chupo y rechupo, seguía muy excitada, gemía, saque el dedo, lo baje señalando a mi polla, “Quieres que use la boca con tu polla” “No te gustaría” “No sé, nunca…” “¡Nunca!” “Debes comprender, soy de un pueblo, me case muy joven, con 18 años, y tuve dos hijas, el padre de Raquel era muy tradicional, no le gustaba según qué cosas, puedo imaginármelo por lo visto en las revistas o en alguna película” “¡Película porno!” “Siiii, pero nunca…” sonreí “¿No habido más hombres en tu vida?” “No, él fue el primero y el único” aquello me excito más aun, he hizo que mi polla aun se pusiera mas tiesa, como ella la tenia cogida lo noto y dijo “Ohhhhhhh, ha crecido” sonreí tenía 40 años, pero en lo referente al sexo, no era virgen pero casi, “Arrodíllate…” “Pero si yo no…” “¿Quieres o no?” “Si, pero yo…” “No te preocupes, yo te enseñare, ¿Alguna vez has chupado un chupa-chups?” se arrodillo quedando mi polla a la altura de su boca, “¿un chupa…chups?” “Imagina que la punta de mi polla es el caramelo, primero despacio...” y comenzó a chupar “…a medida que la lubriques te la metes mas a dentro, con la lengua acaricias la punta, con los labios presionas” puse mi mano en su cabeza y le indique el ritmo que debía llevar.
Para ser la primera vez no lo hacía nada mal, lo de comer la polla debe ser algo innato, solo hace falta practicar. Pensé en el coño de Beni, tenía que esta no húmedo sino encharcado, hice que volviera a ponerse de pie, ella pregunto “¿no lo he hecho bien?” “Si, si muy bien, pero yo también quiero verte desnuda” sonrió y dijo “Si claro” primero la chaqueta, después la blusa azul oscuro exclame “Guau”, “que sucede” el sujetador era negro de puntillas, trasparente “El sujetado que sexy” “Gracias, fue un regalo de mi hija mayor, nunca me lo había puesto” se lo quito dejando sus tetas libres, efectivamente las tenía más grandes que Raquel, algo caídas, pero el pezón era grande, estaba erecto, creo que ella misma se sorprendió de ver cómo estaban los pezones, iba a seguir pero le dije “Espera”, me acerque a ella, le agarre los pechos se los estruje y chupe y mordisquee sus pezones, entre gemidos dijo “Vamos a hacerlo necesito sentir dentro”.
Se tumbo sobre la cama y termino de desnudarse, me acerque cogí las bragas estaban húmedas, las olí dije “ummmmmmmm” olía a hembra muy caliente. Me subí a la cama, me metí entre sus piernas, hice que las abriera más aun, olí su coño, le acaricie los labios vaginales y el clítoris, ella no solo gemía sino gritaba, le metí dos dedos en la vagina ella dio un grito, y dijo “no quiero que me masturbes, quiero que me la metas” “Déjame, te voy a hacer lo que nunca podías imaginar” metí la cabeza entre la pierna y acaricie con mi lengua su labios vaginales, le di un pequeño mordisco al clítoris dio un grito y dijo “Me corro, me corro, yaaaaaaaaaaaaaa” pero no pare, seguí ella se retorcía en la cama, me cogí la polla la puse en la entrada de la vagina y empuje, ella gemía pedía mas, era un placer sentir mi polla recorrer aquella vagina casi virginal una y otra vez, no sé si alcanzo otro orgasmo era el mismo de antes que aun le duraba.
Hice que levantara las piernas poniéndolas sobre mis hombros, y seguí metiéndosela, pero ahora la penetración era más profunda, sentía como mis testículos casqueaban en la humedad de su coño, eso me ponía mucho mas excitado, deje que bajase una de las piernas la otra la alce, la apertura de las piernas era máxima, y seguí penetrándola, no tardo en alcanzar otro orgasmo, estábamos fatigados, deje que bajara nuevamente las piernas y las dejara flexionadas, pero yo seguía empalmado con ganas de seguir metiéndola, y seguía dentro bombeando lentamente “Es increíble, no sabía que podía ser así, estoy … dolorida, pero quiero más” “Date la vuelta” ella asustada dijo “Por detrás no”, “no voy a metértela por el ano si tú no quieres, pero puedo metértela por el coño desde atrás, aumentara tu placer, no lo has hecho nunca” “Ya te dije que mi marido era muy tradicional, en la cama yo debajo y el arriba sin florituras, y alguna vez yo me ponía arriba cuando él no podía” nuevamente le dije “date la vuelta” no muy convencida se dio la vuelta, hice que pusiera la cabeza en la almohada, subiera el culo, la cogí por la cadera y fui colocándola, mientras volvía acariciar su rajita con mis dedos, pensé ya no piensa que tiene 40 años, solo que es una mujer experimentando un placer como hacía mucho tiempo o nunca había alcanzado.
Estaba muy mojada, no necesitaba lubricar mas, volví a metérsela por la vagina, los fluidos que tenia y salían de su coño los use para lubricar su ano, ella entre gemidos me dijo “Que haces” “No te preocupes, déjame hacer a mí, hasta ahora no ha ido mal, ¿No?” “Nooooooo”, seguí lubricando el ano, ayudado de saliva, cuando estuvo lo suficientemente lubricado, le dije “no te asustes de lo que sientas solo disfruta” le metí lentamente un dedo en el ano, al sentirlo se envaro un poco, creía que era de dolor pero ella dijo “Estoy llegando, no puede ser ¿Cuantas veces van ya?” le dije Unas cuantas, quieres que pare” “Nooooo” seguí empujando, mi polla seguía entrando y saliendo de su vagina, y mis dedo entraba y salía de su ano dándole más placer, le metí dos dedos, y seguí, después con tres dedos, el ano lo tenía bien dilatado, aunque para ser la primera vez puede que no fuese suficiente, seguí penetrando su ano con los dedos de mi mano derecha, y la vagina con los dedos de la mano izquierda, así durante un rato, hasta que nuevamente dijo que estaba a punto de correrse, sin dejar de acariciarla, puse mi polla en la entrada de su ano, y se la metí, el grito de dolor se entremezclo con el del orgasmo, iba a sacarla pero ella misma me dijo “No sigue quiero sentirla más” y seguí hasta metérsela totalmente, el dolo había desaparecido y solo quedo el placer, un placer que culmino con otro orgasmo y mi leche en su trasero, toda su entrepierna chorreaba de fluidos.
Me tumbe junto a ella, y ella se dio la vuelta poniéndose boca arriba, “Me duele todo, no solo el coño y el culo, también las tetas, los brazos, las piernas, creo que hasta el pelo” sarcásticamente pregunte “¿Cuál?” ella rio, y dijo “El de arriba y el de abajo” “Yo tengo un remedio” ella sorprendida dijo “Una ducha” puse mi mano sobre su vulva, “No me digas que aun te quedan ganas” “A lo mejor, pero como dice el dicho: Un clavo saca otro clavo . Si lo volvemos a hacer puede que se te quite el dolor” “Lo dices en serio, no estás cansado”. Realmente estaba cansado. Sonriendo dije “Creo que la ducha es mejor” ella rio y dijo “Pues será una ducha”, ella se metió en la ducha, como era tarde, me levante, me vestí y me marche.
Llegue al piso y me duche, me tumbe en la cama, me quede dormido pensando en lo que había sucedido, que calentón tan fuerte. No sé el tiempo que dormí, cuando un compañero me llamo, había una chica esperándome, salí y era Raquel, se me acerco y me dijo “Que tal con mi madre” le conteste “Bien, la deje en el hotel …”, “Me refiero a que hicisteis, la he llamado esta mañana para ir a dar una vuelta y me dijo que estaba destrozada, que mejor se quedaba descansando” de pronto me di cuenta que no sabía qué hora era y se lo pregunte “¿Qué hora es?” Ella sonrió “Tu también, son casi las dos del medio día, tuvo que ser bestial, tanto bailasteis” intentando que no se me notase dije “Uff, si mucho tiempo” me miro y dijo “No te creo, pero mi madre me dirá la verdad” “Pues pregúntaselo” “Eso hare, hemos quedado para ir a comer, vístete que nos esperan”.
Me vestí y la seguí, unos minutos después estábamos todos juntos y fuimos a un restaurante a comer, durante la comida se hablo de cosas intrascendentes, al terminar fue Beni la que dijo “Cada mochuelo a su agujero”. Raquel cogiendo del brazo a su madre, dijo “Espera, mama tengo que hablar contigo” y se la llevo a parte, estuvieron hablando, gesticularon, Raquel estaba sorprendida, se separo de Beni, se me acerco y me dijo “Así que te has convertido en lechero, y repartes a domicilio” “¿Te parece mal?” sonrió y dijo “No, si ella se lo pasa bien, y por lo que me ha contado se lo paso pero que muy bien, algún día me lo tienes que contar” yo simplemente sonreí.
Miguel se acerco y dijo “Raquel voy a acompañar a tu madre al hotel, ahora vengo”, Raquel replico “No hace falta, que le acompañe José Antonio, yo quiero estar contigo”, se acerco a su madre y le dijo algo al oído.
Beni me miro y me dijo “Me acompañas” yo asentí y me fui con ella, por el camino me dijo “Te fuiste sin despedirte” le conteste “Era mejor así”, sonrió y dijo “Si, porque la ducha me sentó muy bien y si llegas a estar allí…” Llegamos delante del hotel, como la noche anterior. Le dije “Se lo has contado a Raquel” “Si, por encima, a ella no le importa, sabes que me dijo al oído: disfruta. ” “¿A Raquel no le importa?” “No, y a ti” como respuesta la cogí por la cintura y la empuje hacia dentro del hotel, fuimos a la habitación.
Allí nos desnudamos, nos tumbamos sobre la cama, la acaricie, no hizo falta mucho, pues ella ya estaba excitada y húmeda su entrepierna, me coloque encima, mordisquee sus pezones, estaban durísimos, entrelazo sus piernas en mi espalda, y la penetre, tras el primer orgasmo me dijo “Me dejas que escoja la postura” “Y eso” “Lo vi en una película” “Siéntate en el borde de la cama, frente al espejo” yo lo hice, se puso de espaldas, se abrió de piernas y se sentó encima de mi polla, haciendo que entrase por su vagina, lentamente fue bajando hasta quedar totalmente empalada, con una mano rodee su cintura, la baje hasta que llegue tocar mi polla, y comencé a acariciar el clítoris y los labios vaginales, ella cogió mi mano y se la llevo al pecho, le pellizque los pezones, entre gemidos dijo “Así es como lo vi en la película”, alcanzo un nuevo orgasmo y un minuto después me corría dentro de ella.
Descansamos y dormimos un poco hasta que se presento Raquel, yo me marche, se quedaron las dos hablando, supongo que le contario todo con pelos y señales.
Raquel fue a buscarme a mi piso, “Mi madre te está esperando, tiene que recuperar 12 años” “No te importa” “Claro que me importa, pero tenía que hacerlo, si no era contigo seria con otro, y yo sé cómo eres tú”
Me dirigí al hotel, me estaba esperando, ella proponía posturas vistas en las películas porno, y las realizábamos, ya no le importaba porque agujero fuera, vagina, ano o boca. Fuimos a cenar a un restaurante cercano, tras la cena de vuelta al hotel, y nuevamente a follar, había despertado un monstruo del sexo, no tenia saciedad.
El domingo desperté en el hotel y Beni estaba en la ducha, entre y la vi desnuda, nuevamente la polla se me puso dura, no lo dude me metí con ella y volvimos a follar. Por la tarde llego la despedida y Beni le dijo a Raquel “Espero verte pronto por el pueblo, y tráete a tus amigo, a todos” esto último lo recalco. Raquel lo entendió a la primera, y le dijo algo al oído.
Aquella noche Pedro tenía que estudiar y se fue a casa yo me quede con Raquel y Mila, fue Raquel la que le explico a Mila lo sucedido entre Beni y yo. Cuando le pregunte que le había dicho su madre al oído, ella dijo “No lo entendí muy bien, dijo: Ve películas porno son muy instructivas. ¿Sabes a que se refería?” sonreí y les dije “Yo sí que lo he entendido, vamos a la habitación y os lo explico” dándoles un pellizco en las nalgas.
Ya en la habitación al explicárselo, reían. Dijeron que era una buena idea.