Relatos de infacia 2
El despertar del placer. Los sobrinos de mi padrastro.
Hola, amor, ¿estas qui? Déjame contarte otra pequeña anécdota. ¿Quieres?
He recordado otra pequeña historia que tengo para ti. Era un fin de semana como cualquier otro de visita en la casa de los padres de mi padrastro, toda su familia se reúne para comer y ver futbol, sábado y domingo religiosamente. Una de sus hermanas tiene 3 hijos varones, uno de mi edad, con el que me llevo muy bien. Por algún motivo al regresar a casa, ellos vienen con notros.
Mamá prepara las cosas en la sala para dormir todos juntos, no se como acabé en el suelo, junto a él. Es noche cerrada. Todos han ido a dormir, la casa esta en silencio y a oscuras, hemos tardado en dormir.
El se gira frente a mí, baja su mano justo entre mis piernas, tengo mi pijama puesta, un pantalón de franela, hace frio, él comienza a frotar sus dedos sobre mi pantalón, yo no se que esta haciendo, pero se siente muy rico, como cosquillitas, solo puedo verlo a los ojos, me frota un poco mas y de repente siento su mano tratando de estar por dentro de mi pantaloncito de pijama, me asusto, no se que esta haciendo, el solo me sonríe y me dice que lo deje hacer, que no es nada malo. Yo lo dejo, siento sus dedos buscando, no tengo vellos aun, es piel, suave y lisa. Calientita. Mete mas sus dedos y encuentra mi rajita, y empieza a mover sus dedos, como cuanto acaricias a un gato bajo el hocico, y se siente bien, se siente muy rico, yo lo dejo hacer, no se que hace pero me gusta mucho. Uno de sus hermanos se mueve y él saca rápido su mano, solo nos quedamos viendo, y nos reímos bajito.
No pudimos seguir, no se qué habría pasado. Fue la primera vez que me tocaba el coñito. Hmmm , estoy recordando y mi coño peludito y gordo se pone cachondo, húmedo y palpitante. No puedo hacer nada para aliviarme ahora mismo, estoy escribiendo esto desde la computadora de mi trabajo. Estoy siendo una niña mala, ¿no es así? Si, muy mala.
¿te gustó?