Relatos de dos adultos

Una pagina de relatos me hizo comenzar una relación con Eli, la hermana mayor de mi mujer.

Mi cuñada Elisa, me hizo aumentar mi afición a las Web de relatos eróticos y, de lector aquí estoy como protagonista y autor. Me llamo Juan, tengo 25 años y la otra protagonista de esta historia, como seguro habéis comprendido, es mi cuñada Elisa que tiene 28 años y es la hermana mayor de mi mujer.

Vivimos en una ciudad cercana de donde viven nuestras familias y. nos desplazamos aquí por motivos laborales. Como he dicho tengo 25 años, y soy bastante alto, pues mido 1,93, tengo el pelo rizado y, modestia aparte, me conservo bien porque suelo hacer mucho deporte, sobre todo baloncesto, donde juego en un equipo de una liga local.

Mi cuñada vive actualmente con mis suegros, porque se separó hace un año. Ella es también bastante alta 1,69, delgada, tiene unas tetas medianas, pero con unos pezones poderosos, pero sobre todo tiene un culo soberbio. Es bastante atractiva y, se cuida mucho, sobre todo a raíz de que su ex.marido le pusiera los cuernos con una compañera de trabajo. Suele venir a nuestra casa, al menos un fin de semana al mes, para visitar a su hermana y además para salir de su entorno, que dice que le recuerda mucho a su ex y, quiere olvidarlo. Su hermana le dio bastante apoyo y, yo también la aceptaba bien en casa, nunca le puse reparos. Por lo cual me cogió mucho cariño y cogimos confianza.

Como he dicho, suelo leer relatos eróticos, pero sobre todo los sábados y domingos por la mañana que mi mujer trabaja y, me quedo solo en casa. No se lo he comentado nunca a mi mujer, porque no creo que le guste, ya que es bastante tradicional.

Un fin de semana que vino mi cuñada a casa, cuando me levanté el sábado, me fui al cuarto donde tenemos el ordenador y me conecte a Internet y, me puse a leer relatos. Estaba tan emocionado, que no me di cuenta de que mi cuñada había entrado en el cuarto y, cuando quise reaccionar estaba a un metro de mí. Me había pillado. Me dijo: ¿Juan que es eso?. Al principio me use colorado, sin saber reaccionar, luego pensé, "de perdido al río", y le dije con toda naturalidad, que me gustaba leer literatura erótica y, a veces, me conectaba a la red para leer. Pero por favor que no le comentará nada a su hermana, por si no lo entendía. Ella comenzó a leer por encima de mi cabeza, recuerdo que era un relato de vouyerismo, menos mal que no era de infidelidad, pensé. Al cabo de un rato me dijo, eso es todo inventado y, le comente que algunas eran ciertas y, que la realidad muchas veces supera a la ficción.

Al momento se sentó a mi lado y, me dijo que si me importaba que leyese a mi lado, yo no supe que decirle, la verdad es que me cortaba la situación, pero me dijo "Juan he estado casada, no me voy a asustar". Así que acepte y, le estuve enseñando un poco de varios relatos. Ambos estuvimos muy recatados y apenas dijimos comentarios, pero como era una situación tensa al menos por mi parte, le dije que la dejaba si quería, que yo tenía que ir a entrenar. Ella al principio parece que se lo pensó, pero luego me dijo que así mataría el tiempo hasta que llegara su hermana.

Yo lógicamente me fui y, cuando regresé mi mujer ya estaba en casa. Comimos y mi mujer se echo un rato, porque se levanta temprano. Cuando recogí la mesa y me senté, mi cuñada me comentó que había estado leyendo y, que no imaginaba cosas tan dispares, pero que le había gustado y algunas le habían subido la libido. Yo me quede boquiabierto ante la sinceridad de mi cuñada y, ella noto mi reacción y me dijo: "Juan no soy de piedra y desde que me separé no he tenido ninguna relación". Yo le dije que era normal y, que además yo no era nadie para juzgarla. Me dijo que si quería mientras su hermana dormía, podíamos leer algunos. Yo por primera vez pensé, que mi cuñada quería algo de mi y. yo, por supuesto, si tenía oportunidad la aprovecharía. Así que nos conectamos y le dije que quería leer y me comentó que algo al azar y, salio un relato de incesto entre hermanos, bastante bueno por cierto, cuando estábamos leyendo note la mano de mi cuñada en mi pierna, yo la miré y ella me miró también, me dijo "tu decides Juan, esto me ha puesto cachonda desde esta mañana y estoy loca por un revolcón". Yo no le contesté, directamente le di un beso en la boca y, le empecé a subir la mano por su pierna. Ella solo llevaba una camiseta larga, hasta media pierna, un tanguita y un sujetador. Comencé a acariciarle sus muslos por la parte interior mientras seguíamos besándonos y, comencé a meter mis dedos por debajo de su tanga apartándolo para dejar al descubierto su anatomía. Puede ver su rajita depilada, solo tenia un pequeño triangulo de vello, era precioso. En ese momento, ella me cogió mi mano y se la colocó en su clítoris indicándome el ritmo que le gustaba y, se abrió totalmente de piernas en su silla frente a mí, su respiración se volvió más pesada, y yo seguí acariciándole su clítoris. Ella se estaba quitando el sujetador y se bajo las tirantas y dejo sus pechos al descubierto, los estuve observando un momento, eran redonditos y, sus pezones que eran oscuros, estaban bien duros, además ella se los estaba pellizcando, mientras yo seguí acariciándole el clítoris. Acercó su mano a mi pantalón, pero le dije "relájate y disfruta". Le abrí su vagina del todo, para observarla por dentro, no podía creer mi suerte, y cuando observe que estaba bien lubricada le metí dos dedos en su vagina, ella arqueo su espalda de placer y se mordió los labios para no gritar, pero aun así se le escapó un leve gemido. Yo aproveche que se arqueó y, me metí uno de sus pezones en mi boca y comencé a succionarlo y mordisquearlo, al tiempo que aceleraba el ritmo de mis dedos, ella seguía mordiéndose los labios para no dejar escapar sus gemidos y le llegó el orgasmo, se le erizó la piel y note su fluido vaginal correr por mis dedos. Ella se echo para atrás en la silla y se quedó relajada, sin saber que no había terminado con ella, me puse de rodillas le quite su tanga que estaba mojado y comencé a saborear su corrida caliente. Comencé a comerle el coño, unas lamidas que iban desde su clítoris a su agujero, haciéndola gemir con cada una de ellas. Ella volvía a arquear su espalda con cada movimiento mío y seguía mordiendo sus labios para que sus gemidos fueran casi imperceptibles, y apretaba mi cabeza contra su coño. Seguí así un rato y, me dijo "Que bien me lo comes cabrón, jamás imagine que disfrutaría tanto con una lengua. Mi coño se esta fundiendo." Subí la cabeza un momento para gozar de sus tetas, pero ella me dirigió mi cabeza nuevamente hasta su coño, por lo que le metí mi lengua en su coño, jugué con su clítoris, con sus labios, los mordía, los masajeaba con la lengua y volvía a meterla dentro de su coño, comencé a hacer círculos con ella, intentando saborear cada centímetro de su interior, Ella con una mano sujetaba mi cabeza y con la otra comenzó a masajear su clítoris y me decía "Sigue cuñado, me estás matando de placer, cómetelo entero". Sus suspiros dejaron de serlo, para convertirse en leves gritos, por lo que yo alargue mi mano y metí dos dedos en su boca, para acallar sus gemidos y ella comenzó a chuparlo lascivamente, como si sacará jugo de ellos, así le llegó su segundo orgasmo, creo que más convulsivo que el primero, que disfrute nuevamente, su coño estaba completamente chorreando de su flujo y mi saliva y le caía su corrida entre las piernas.

Saqué mi cabeza de entre sus piernas y, sin limpiarme le di un beso en la boca, a lo que ella respondió limpiando mi cara con su lengua. Su respiración seguía acelerada, su piel roja y su cara de placer lo decía todo. Me dijo. "Me has dado más placer en un momento que mi ex en cinco años, pero ahora voy a intentar pagarte con la misma moneda". Me indico que me pusiera de pie y comenzó a sobar mi pene por encima de mi leve pantalón de deporte y, aunque mi polla tenía buen tamaño, al notar el contacto de su mano su tamaño comenzó a crecer. No tardó ni un instante en bajarme el pantalón hasta mi rodilla y, mi pene saltó como un resorte hacia delante. Me dijo: "Sabia por mi hermana que tenias buena polla, pero esto supera mi imaginación, hoy es mi día de suerte". La verdad es que yo también la veía mas grande de lo habitual porque mi calentura era considerable. Acerco su cara a mi pene y casi al instante comienzo a succionar cada centímetro de mi glande, se agarró a mis nalgas y siguió repasando con su lengua la longitud de mi glande y, yo comencé a disfrutar como un loco y, lo mejor de todo sin ningún tipo de remordimiento.

Ella manejaba en esta ocasión la situación, porque cuando veía que mi respiración se agitaba ella la sacaba y comenzaba a mordisquear mis testículos, para volver a engullir nuevamente toda mi polla, era una verdadera experta. Comencé a perder los estribos y, le dije "chupamela zorra" "disfrútala y hazme gozar" "aun no quiero correrme, estoy en la gloria". Me gustaba como lo hacia y se lo dije "Me gusta como disfrutas haciéndolo, pareces una viciosa". Mi cuñada me estaba mostrando a cada momento lo puta que era. Sus manos eran estupenda acariciando, sus labios además de preciosos, me producían un placer exquisito, yo pellizcaba sus pezones, cada vez con más fuerza y ella no se quejaba. Llegó un momento en que sintiendo próxima mi eyaculación, le sujeté su cabeza y comencé literalmente a follármela por la boca, ella al principio se resistió, pero ante mi insistencia solo aguanto y clavó sus uñas en mi trasero, lo que hizo que aumentara la virulencia de mis embestidas, hasta que me reitre unos centímetros de su boca y me corrí en su cara, tetas, etc.

Mi espesa leche corría por su cara y torso, y yo seguía convulsionándome y terminando de eyacular, fue maravilloso. Y más aún cuando me dijo "porque no te has corrido en mi boca". Yo le contesté que pensaba que no quería y por eso me aparté, me dijo "nunca lo ha hecho nadie, pero tu me das una confianza en el sexo y quiero probarla" y sin más se metió mi polla aun en una semierección en su boca y limpió hasta la última gota de semen de mi polla, al tiempo que comenzó a masturbarse, lo que le provocó su tercer orgasmo en menos de una hora. Nos fuimos a la ducha, ella en su cuarto y yo en el mío, y al pasar pude observar que mi mujer seguía durmiendo y que no se había enterado de nada, así que respire tranquilo y me duche. Yo reflexioné en la ducha y me sentí agraciado por la hembra que acababa de conocer, era una perra en celo, se notaba su necesidad.

Cuando salimos de la ducha ambos, nos fuimos como si tal cosa al salón a esperar que mi hermana se levantase y estando allí me dijo, pero el revolcón esta por llegar, no creas que se me ha olvidado. A lo cual yo dije que estaría encantado en follar con ella y que me encantaría ser su macho. Me esperaba un domingo glorioso, que ya os contaré. Aunque como os he dicho, m cuñada también se ha aficionado a los relatos y, dice que el próximo lo va a escribir ella, aunque también me ha ayudado a este.