Relatos

A fernando le sucede algo que no espera, empieza por un mail normalito y acaba en un trio muy picante

RELATOS

Fernando nunca creería lo que sus ardientes relatos iban a causar. Había escrito muchos relatos pero lo que le iba a suceder nunca lo hubiera imaginado.

Maider iba en el tren todas las mañanas a su trabajo. Para hacer más ameno el trayecto se había impreso alguno de sus relatos favoritos de una web. Los estaba leyendo y se estaba poniendo muy cachonda. Iba sola en su vagón, había madrugado y cogido el tren de 5:45. Dos estaciones más allá montó otra chica que se sentó cerca. Maider estaba leyendo un relato de lesbianas ahora mismo. Había decidido escribir al autor para felicitarle. Desde su asiento podía ver a la otra chica pero ésta no podía verla a  ella.

Maider comenzó a acariciarse por encima de los pantalones. La excitación fue subiendo pero estaba llegando a su destino y no podía correrse. Estaba muy caliente y no podía calmarse y eso hace que haga cosas desinhibidas. Se levantó y dejó los relatos bien a la vista. Quería que la otra chica los viera. Salió del tren. Como no había nadie más en el vagón la otra chica observó la escena y vió que dejaba los folios. Se levantó para cogérselos y dárselos.

No le dio tiempo, Maider había dejado su número de teléfono y había escrito si te gustan llámame. Marta los cogió y comenzó a leer, enseguida se dio cuenta que eran relatos porno. Los iba a tirar a la papelera escandalizada pero al ver que estaba sola los fue leyendo empezando por el que estaba donde Maider había puesto su número. Su coñito comenzó a reaccionar y a mojarse. No podía ser, ella que era hetero se estaba excitando con un relato de lesbianas. Pero se estaba poniendo como una moto. No se atrevía a llamar a la otra chica pero apuntó el número en el móvil y la dirección de los relatos.

Maider por su parte en su trabajo ya que como era verano había muy poco decidió escribir al autor de los relatos. En 5 minutos recibió la respuesta y le preguntaba que como era si le gustaba ese tipo de relatos y casualidad eran de la misma ciudad. Ella con el calentón estaba mas atrevida así que le propuso una cita y le dio su número. Al de unos minutos el chico llamó y respondió Maider.

Hola, que plan te interesaría para conocernos?--- propuso el chico.

Pues se de un sitio cerca de la playa que por la tarde se queda casi vacio, si quieres nos vemos en la estación de tren y vamos juntos---- respondió Maider.

Nada mas colgar y por casualidad recibió Maider la llamada de Marta que le decía que se había dejado los relatos en el tren, que no pensase que era una chica fácil ni que era lesbiana pero que leer los relatos y la situación la habían excitado mucho y que hace tiempo tenía la fantasía de hacerlo con una chica pero no se atrevía y no había surgido la oportunidad. Maider la respondió y le contó que había quedado esa tarde con el chico de los relatos que si se quería venir. Marta la dijo que estaba en el trabajo pero que por ella de acuerdo, además era viernes y comenzaba sus vacaciones.

Marta y Maider se vieron cerca de la estación, dos besos como presentación y la mano de Maider palpando el culo de su “amiga”. En la estación les esperaba el autor de relatos, la verdad no estaba mal, algo mayor que ellas pero atractivo. Maider hizo de guía. Eligieron una zona de arbolado desde donde se podía divisar si venía alguien y así poder estar tranquilos. Maider se giró hacia Marta y la besó en la boca no se podía contener primero fue algo tímido y delicado para no asustarla pero luego la cosa fue cogiendo calor hasta comerla la boca en sentido literal.

Fernando las fue besando a las dos a la vez. Ellas se guiñaron el ojo y se giraron hacia el chico. Maider fue soltando botón a botón lamiendo cada mm de piel que quedaba libre. Marta soltó el cinturón muy lentamente, luego el botón y por fin fue bajando la bragueta. Dejó que los pantalones se deslizaron hacia el suelo quedando solo con el bóxer.

Las dos muchachas se arrodillaron delante de su bóxer, los lamieron y se besaron entre ellas. Maider le bajó el bóxer. Con la mano acariciaba la polla a la vez que Marta desnudaba el cuerpo de su compañera de juegos.  Blusa al suelo, pantalones también. El sujetador se abrió y dos pequeños y erguidos pechos rematados con dos pezones rosados y en forma de pequeña fresa. Solo un pequeño tanga ocultaba su sexo.

Maider lamía y mamaba la polla como si nunca lo hubiera hecho. Estaba tan salida y excitada que si seguía a ese ritmo Fernando eyacularía muy pronto. Dejó de mamársela y se levantó, besó con pasión al chico. Marta se situó detrás de la otra chica, sus sedosos labios rozaron el cuello de su amiga provocándola todavía más excitación. Con sus labios fue besando y rozando toda la columna hasta que atrapó con los dientes la cinturilla del tanga y lo fue bajando hasta quitárselo.

Con la lengua lamió toda la raja del culo y fue bajando hasta el coño acariciándoselo a la vez y penetrándolo con dos dedos. Fernando empujó entonces a Marta contra el suelo. La bajó los jeans de golpe. Con la mano le metió los dedos en la boca a la chica y con ellos acarició su culo para luego intentar penetrarla, lo hacía con vigor pero con suavidad. El glande entró y seguidamente toda la polla.

Comenzaba a follarla el culo con fuerza. Marta lloraba y se quejaba por el dolor pero todo se transformó en autenticas oleadas de placer. Cuando Maider se tumbó con las piernas completamente abiertas delante de su boca para que la chica se las comiera. Maider no tardó en tener un orgasmo  con la lengua de su nueva amiga.

Fernando se la sacó a Marta del culo y se tumbó boca arriba para que Marta lo cabalgara. Marta se sentó sobre la polla ensartándose por completo. Maider se sentó sobre la boca de Fernando. A la vez le comía las dos chicas se besaban apasionadamente. Se sobaban los pechos y jugaban con ellos. Maider se rozaba con la nariz, la boca con todo hasta que se corrió y derramó su néctar al chico. Marta botando y cabalgando como una amazona hasta que tuvo un grandísimo orgasmo. Se levantó y Fernando se abalanzó sobre Maider a la que puso a gatas y se la metió de una sola vez

La follaba cogiéndola alternativamente de las caderas y del pelo. Marta hundió la cara de Maider sobre su sexo para que esta le comiera el coño. Marta no paraba de gemir, con las manos la cogía de los pechos y se los estiraba y apretaba por la excitación. Las dos chicas se apretaron y se dispusieron en un 69, rodaron por la hierba amándose hasta que las dos se corrieron a la vez, sus muslos rozándose sus coñitos. Fernando se masturbó, bueno solo tocarse dos veces para eyacular sobre las dos chicas.

Los tres se bañaron en la cercana playa, se ducharon luego en la ducha de la playa. Quedaron en repetirlo más veces. Este relato es imaginario, va dedicado a una lectora que lo encontró en la calle los relatos, si queréis podéis escribirme sobre todo mujeres a:

Picante100@hotmail.com

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