Relato serie C (1)

Relato serie B

En una noche tormentosa, Jessica una hermosa adolescente rubia de grandes y turgentes senos que se movían armoniosamente al son de sus pasos, sus labios carnosos como rubíes, sus largas piernas sedosas, su larga melena lisa sus caderas que provocan erecciones al contonearse.

La acompañaban tres robustos jugadores de futbol americano (no me molestaré en describirlos porque la van a espichar enseguida)

Pasaban cerca de una cabaña abandonada para consumar el amor bajo las estrellas (más bien beneficiar, follar, coger a la rubia durante toda la noche y la mañana para perder clases)

Los tres jugadores se quitaron sus uniformes de jugadores mostrando sus poderosos músculos forjados en mil y un ejercicios, pero la rubia veía apenada que los músculos que más la interesaban solo les serviría con la pitufina, de repente un ruido, había algo dentro de la cabaña, los tres jugadores se alejaban lentamente, pero Jessica decía.

-como me gustaría chupársela con ganas y hasta el final a un valiente capaz de entrar en esa cabaña tan tenebrosa.

Uno de los jugadores de futbol americano se dirigió dentro de la cabaña a toda leche, dos minutos después se oían gritos de agonía y el sonido de una motosierra.

Los otros dos dudaban en entrar, pero Jessica dijo.

-como me gustaría practicar sexo salvaje con alguien que explorara esa cabaña y viera lo que pasa dentro.

El segundo jugador entró a toda velocidad en la cabaña y empezó a gritar mientras rugía otra vez la sierra.

El tercero temblaba de miedo pero Jessica dijo.

-me dejaría sodomizar salvajemente por un hombre que sea capaz de entrar en esa cabaña y averiguar que le ha pasado.

-¿somnolizar? - decía el jugador.

-no, sodomizar, que me la metas por el culo – decía Jessica.

El tercero se fue corriendo, pero no se oía nada durante un largo rato, entonces el jugador salió diciendo.

-Están los dos despedazados así que quítate la ropa y ponte a cuatro patas – decía el jugador.

Pero antes de que se pudiera desnudar, Jessica sintió como un chorro de sangre ensuciaba sus ropas y su cara.

-¡coño! ¿Por qué no me dijiste que tenias la regla? – decía el jugador.

Pero al ver que una sierra mecánica le ha atravesado de parte a parte, dijo antes de morir.

-mierda, era yo.

Jessica iba a gritar, pero el asesino, un hombre con pasamontañas y capucha dijo.

-espera un momento.

El asesino metió la mano en el bolsillo y se sacó dos tapones que se puso en los oídos, entonces le dio a Jessica permiso para gritar.

Entonces ella gritó, gritó espantando los pájaros de los árboles, gritó rompiendo los cristales, gritó movilizando al ejército de los estados unidos, pensando que era una alarma de ataque nuclear.

Al día siguiente (si, lo se, debería poner el titulo de la película pero ¿HAS VISTO QUE ESTO ES UNA PELICULA? ¿No? Pues sigue leyendo y no te dejes seducir por la tele, salvo si sale esa actriz que esta muy buena y ligera de ropa).

Una pandilla de estudiantes se reunía en el recreo de su instituto, Ted Lawson, el quarterback estrella, un hombre blanco, rubio de brillantes dientes, musculoso y de larga melena, Ashley una chica de color con trenzas, de hermosa figura que aspiraba a ser animadora, Yu Watson, un asiático bajito y dientudo con enormes gafas que es el típico empollón al que todos atizan, María Hernández, una hermosa hispana que colabora con causas benéficas, Dorothy Dalton, una joven pelirroja cuyos largos cabello los recogía en un moño, llevaba gafas de culo de botella y aparatos en la boca y Spencer Washington, un chico bajito, con granos y mal aliento.

-tíos ¿habéis oído sobre los tres asesinatos que hubo en la cabaña Dead Way? – dijo Ted.

-¡¿qué?! Un momento, ¡eso significa que estamos en una peli de serie b!, donde de todo este grupo matan a todos menos a uno – decía Spencer.

-oye Spencer... – intentó decir Ted.

-¡no! ¡En todas las pelis solo sobrevive una chica! ¡Me largo de aquí antes de que me maten! ¡Quiero echar un polvo al menos una vez! – decía Spencer mientras se alejaba.

Poco después todos ven horrorizados como un coche le pasa por encima, del coche sale por la ventana el asesino que grita.

-¡di gracias que llego tarde a matar! ¡Que te hubiera obligado a pagar las reparaciones!

Unos niños abrigados aparecieron y uno de ellos señaló el cadáver de Spencer diciendo.

-¡OH DIOS MIO! ¡HAN MATADO A KENNY!

-no niños, esto no es South Park, está más al norte, este se llamaba Spencer – decía María.

-ah, pues vale – decía uno de los niños antes de que se fueran.

-defde jueco, cada vezzz hay kente máz lala pof aquí – decía Dorothy que tenia dificultades para hablar por sus aparatos.

-creo que lo primero que deberíamos hacer es preguntarlo a Jessica, la única que pudo escapar de ese asesino – decía Yu.

-¡no! ¡Tengo una idea! Preguntémosle a la única superviviente de aquellos asesinatos, a Jessica – decía Ted mientras le daba una colleja a Yu.

Las campanas del instituto sonaban ¡iban a llegar tarde a clase! Todos fueron corriendo a clase en vez de hacer lo normal, escaquearse.

En la clase de química, el profesor explicaba a los alumnos la tabla periódica, tenia una voz tan soporífera que dormía a todos, incluyendo a Ashley, la cual, soñaba que caminaba por una fabrica abandonada, Ashley, se quitó las bragas para poder orinar, el liquido amarillo que salía por entre las piernas se colaba por una rejilla, de esa rejilla salió un grito y de ahí, salió un guante con cuchillas, espantando a Ashley que corría y tropezaba, corría y tropezaba y de nuevo corría y de nuevo tropezaba (debería ir a un medico, tropezarse varias veces no es normal) ¿pero porque no la cogía? Al mirar la vista atrás, vio a un tío con sombrero, la cara desfigurada, un jersey de horizontales rayas rojas y negras mirando atentamente el culo de Ashley que ¡no tenia bragas!

Ashley se tapó y el desfigurado lanzó un zarpazo que rajó la camisa de Ashley, la aspirante a animadora se arrastraba llorando porque sabia que ese monstruo la iba a matar, mientras que el desfigurado se relamía las garras antes de dar el ultimo zarpazo, pero el asesino evitó que descargara el terrible golpe mientras decía.

-¡eh listillo! ¡Tu ya tienes tus propias películas serie b! ¡Así que deja en paz a mis victimas que cuesta mucho encontrar gente lo suficientemente estúpida como para meterse en una tenebrosa cabaña al oír un ruido sospechoso!

-¿ah si? ¿Qué nombre tienes? – decía Freddy.

-estamos en el siglo XXI los asesinos no tienen nombres, se los ponen el publico, como Ghostface (Scream) – decía el asesino.

-¿qué forma de matar tienes tu? – decía Freddy.

-tengo un guante con cuchillas que penetra en la carne y pincha los or... – el asesino interrumpió la conversación al ver que Freddy le enseñaba su guante –bueno, uso una sierra mecánica cuyo rugido encoge el corazón de la.

-leatherface la usa, matanza de Texas – decía Freddy.

-uso un cuchillo de combate dentado qu... – decía el asesino.

-Ghostface, Scream – decía Freddy.

-mmmm ¡ya se! ¡Violo a mis victimas colocándome un puñal en el...

-pecado de la lujuria, Seven – decía Freddy sonriente.

Joder ¿cómo coño puedo matar sin quedar como un puto imitador? Mmmmm ¡ya lo tengo!

Agarró a Freddy por las piernas y lo movía como un bate de béisbol mientras decía.

-¡soy el único asesino en serie que usa como arma otros asesinos en serie!.

Ashley despertó alterada, pero todos la miraban babeando ¿qué pasaba?

En ese momento Ashley descubrió que su camisa estaba rasgada y se le veían los pechos, iba a tapar...

-¡oye autor! ¡Esto es una serie para mayores de 13 años no para mayores de 18!

¿Perdón?

-¡según la ley las películas que hayan asesinatos, mutilaciones, desmembramientos y torturas son para mayores de trece años, cuando hay sexo es para mayores de 18 años.

Vale, vale, ahora lo arreglo.

La camisa de Ashley aún estaba rasgada, pero gracias a la magia de la censura, sus pechos están tapados por un rectángulo negro provocando el desanimo del aula.

Ashley llamó por su móvil a María, pero solo ponía el contestador.

-hola, soy María, deja tu mensaje y si el asesino no me ha despedazado hasta convertirme en Ketchup te contestaré la llamada (sonido de motosierra).

-¡María! ¡He soñado con el! Y no, no me refiero a ese atleta tan bien dotado, he soñado con el asesino, creo que soy la típica protagonista que tiene poderes psíquicos ¡genial! ¡Más posibilidades de supervivencia para mí! Quedamos en la bolera para contaros el sueño – decía Ashley.

En ese momento el viento levantó la falda de Ashley y un chico que pasaba por ahí se fijó que no tenia bragas, pero esa hermosa vista le distrajo de observar la calle y un camión de helados lo pasó por encima y después lo pasó por encima una multitud de niños que perseguían el camión de helados (hay que mirar la calle antes de cruzar).