Relato especial
¿Te imaginas?
Te imaginas que una tarde cualquiera, hubiera pasado algo distinto a lo habitual?
Una de esas tardes como tantas que has venido a la hora del gin tonic. Esas en las que en la tarde no pasa ni un alma.
Y que como casi siempre me encuentras sola.
Entras al bar y ahí estoy como siempre con el móvil o fumando.
El típico saludo que ya por tanto tiempo, y lo que da la confianza hace que empecemos con la guasa y el cachondeo.
Te sirvo lo de siempre y lo llevo a tu mesa.
Como siempre me quedo un rato contigo haciéndote compañia ya que no hay nadie más.
Estamos un rato hablando y se nota la tensión sexual del momento sin saber porqué.
Hay morbo y palabras con doble sentido que hace que nos estemos poniendo calientes y movernos en la silla.
Seguimos una conversación divertida y más subida de tono.
Miro el reloj y se acerca la hora del cierre.
Es arriesgado.
Pero ya no va a venir nadie y voy a ir recogiendo mientras te bebes la penúltima.
Cierro el portón y te digo que me acompañes mientras hago caja.
Tengo las bragas empapadas solo de notar el calor del momento.
Estás más cerca mía.
Te noto en la espalda.
Obviamente respiro fuerte, mis pezones rozan el sujetador y necesitan atención urgente.
Atención que tuve segundos más tarde cuando noto que pegas el cuerpo al mio y noto lo duro que estás. Te apristas más y metes las manos dentro de la camiseta y rozas los pezones que van asomando con el movimiento.
Aprietas mis tetas, dejas en medio de los dedos los duros pezones y mueves la cadera para sobar mi culo con tu polla.
Bajas una mano por la cintura y la metes dentro del pantalón apartando las braguitas.
Tu mano agarra y aprieta mis labios y dejas en medio el dedo corazón.
Ahora soy yo la que se mueve buscando el contacto que necesito para darme gusto yo.
Sin darme cuenta me encuentro con el cuerpo hacia delante, la camiseta subida y apoyada en la mesa de la cocina, el frescor de la encimera me aliviaba las ganas de que me los pellizcase más.
Tengo el pantalón y la ropa interior por las rodillas.
Y con el culo en pompa metes la cabeza en medio para comerme de arriba abajo.
Metes dos dedos en mi mojado coño a la vez que me lames, y así me tienes sofocada y aguantando las ganas de gemir fuerte y pedirte más.
Me follas más fuerte con los dedos, metes la lengua dentro de mi culo y cuando estoy apunto de correrme paras todo de golpe.
Te pones otra vez de pie detrás mia y empiezas la punta de la polla rozando mis labios, haciendo como que me follas, metiendo solo la punta y mojando con tus fluidos y los míos.
Lo haces más veces dejándome apunto de llegar otra vez.
Me das la vuelta y haces que me agache.
Rozas el capullo en mi cara, azotas mi lengua y mis labios con la punta. La sacas y la metes suave. Suave hasta la mitad. Poco a poco aumenta el ritmo de los empujones y se acerca más a mi garganta. Te pajeas con la polla dentro, noto el grosor que esta cogiendo en la boca. Estas apunto de explotar. Y vuelves a parar.
Para ponerme otra vez en pompa y meterme la polla hasta el fondo, sin parar y de golpe. La sacas y la metes fuerte hasta el fondo. Estoy apunto de correrme, tu también. Y empujando hacia atrás te pido que me follas sin parar, rápido fuerte.
No quiero que pares, quiero que hagas que me corra.
Y de repente cuando parece que acabamos la sacas y la metes por el culo.
Despacio con cuidado pero sin parar hasta que no llega al fondo, paras un momento para meter los dedos dentro de mi coño y empezar a follarme fuerte sin parar y frotando mi clítoris,
Voy a llegar, voy a correrme, mi coño suelta fluidos hacia bajo goteando y tu polla explota dentro del culo , me llena entera, y volviendo a la realidad la sacas dejando un rastro de semen cayendo al lado de mi corrida. Ahogados y bebiendo agua volvemos a recomponernos para poder salir discretamente.
Más tarde en mi casa volvería a tocarme pensando en esa tarde que podría a ver pasado en otras cualquiera.