Relato de mi Casting porno 2ªparte

Mientras me duchaba pensé en todo lo que había hecho y en que haría ahora, y eso hacía que me calentara de sobremanera. Cogí la crema y me la eché abundantemente en mi culo, esperando que me aliviara, y a decir verdad así fue. Cuando terminé, me vestí con aquel camisón tan erótico y un tanga que me

EL CASTING PORNO DE SILVIA 3

Mientras me duchaba pensé en todo lo que había hecho y en que haría ahora, y eso hacía que me calentara de sobremanera. Cogí la crema y me la eché abundantemente en mi culo, esperando que me aliviara, y a decir verdad así fue. Cuando terminé, me vestí con aquel camisón tan erótico y un tanga que me quedaba espectacular. Me volví a recoger el pelo en una trenza y me volví a maquillar, para acto seguido salir del baño.

Cuando volví al salón, había tres hombres, además de Rubén y la cámara Patri.

-Chicos os presento a Silvia. – dijo Rubén.

-H-hola… - dije titubeando, ante la sorpresa.

-Guau, dijiste que era guapa, pero no me esperaba esto, la verdad. Mi nombre es Marcus. - Se presento, y me dio un beso.

Marcus era un negro enorme y muy musculado, parecía un culturista… y era mucho más alto que yo.

-Eres impresionante. Es un placer y me llamo Lucas. – dijo que el que era el más atractivo de todos, cogiéndome por la cintura y dándome un pico.

Lucas era un hombre un poco más alto que yo, rubio y de ojos azules… y era guapísimo.

-Hola yo me llamo Brian, y estoy seguro de que lo vamos a pasar muy bien. – se presentó, el último de los tres.

Brian era muy parecido a Lucas en cuanto a físico, pero en su caso iba completamente rapado, y era bastante más mayor que yo.

-¿Dónde queréis grabar? – pregunto Rubén.

-Yo creo que lo mejor por espacio, es aquí en el salón. - contestó Lucas

-Si, y por la iluminación también. – añadió Patri.

-Pues nada, no se hable más, aquí entonces. – confirmo Rubén.

-Perdonar, ¿podemos traer algo más cómodo? Es qué si somos los cuatro, el sillón va a ser muy incómodo. ¿No? – pregunté dubitativa.

Rápidamente Marcus y Brian, fueron al dormitorio, apartaron una mesa y pusieron la cama cerca del sillón.

-¿Así mejor, guapa?.- preguntó Brian.

-S-si…gracias. – contesté.

-Lo que sea con tal de metértela ya. No veas las ganas que te tiene, el pequeño Marcus. -dijo lanzándome un beso y agarrándose el paquete.

-Bien, pues comencemos a grabar que se nos va el tiempo – aseveró Rubén.

-Bueno chicos, ya sabéis como va esto, vamos a grabar un poco de todo; haremos anal, doble penetración, garganta profunda, y terminareis en su cara y boca. ¿De acuerdo Silvia? – explicó y me preguntó Patri.

-S-si… pero… y si no aguanto más? – pregunté.

-Mira Silvia, establezcamos una señal por si ves que ya no puedes más, o vamos demasiado duro. Es lo que solemos hacer con las actrices profesionales. Pero seguro que aguantaras y lo pasaremos genial, ya verás. – me explicó cariñosamente Lucas.

-Si, ponnos las manos en el muslo, y aflojaremos. – dijo Brian.

-Ok, muchas gracias- le contesté.

-Bueno ya esta bien, de tanta charla y comencemos a follar, joder. Mirar lo ansioso que está el pequeño Marcus. – dijo Marcus bajándose los pantalones, y dejando libre un monstruo de ébano de unos 25 cm de carne y venas, con un capullo, como un enorme fresón de color café.

Sin darme cuenta, me quede mirando fijamente aquel monstruo. Mientras Lucas y Brian se iban desnudando, y dejando también libres dos hermosas pollas, pero ninguna estaba cerca de igualar a la de Marcus.

-Vamos chicos rodearla, y sobarla por todas partes, mientras le quitáis el camisón – indicaba Patri.

Me rodearon y comenzaron a tocarme mis pechos, mis nalgas, mi coño; me besaban con lengua, me mordían mi cuello, y chupaban mis pezones; eran como animales hambrientos de sexo, y yo me sentía completamente indefensa y empequeñecida entre aquellos músculos hombres, y sus enormes brazos.

Restregaban sus pollas por mi culo, mis piernas y mi coño, mientras me arrancaban casi literalmente el camisón.

-Ahora Silvia, ponte de cuclillas y cómeles la polla, como si estuvieses hambrienta- me indico Rubén.

-Eso Silvia, a ver como tratas al pequeño Marcus – dijo el enorme actor negro, golpeándome en mi cara con su enorme polla.

Ahí estaba yo, de cuclillas y solo con un tanga; rodeada por tres pollas, dos grandes pollas y una monstruosa, que me golpeaba el rostro.

Abrí mi boca y saqué mi lengua, y mientras los miraba fijamente a los ojos, comenzaron a pasar sus pollas por mi lengua, uno tras otro.

Los tres se turnaban para que les comiera las pollas, y manejaban mi cabeza a su antojo.

-Silvia no tragues saliva, deja que caiga por tu barbilla hasta tus tetas, y mira a la cámara mientras lo haces; eso es con la lengua fuera, como una perrita. – me indicaba Rubén, mirando atentamente.

Lucas me tiro del pelo girando mi cabeza hacia su polla, mientras con mis manos masturbaba a Lucas y a Marcus (aunque esta última no me permitía cerrar la mano, era como agarrar mi brazo).

Lucas comenzó a meter su polla, hasta topar con mi campanilla.

-Vamos, saca la lengua y traga, venga vamos traga. Eso es, muy bien, ahora mírame y no cierres los ojos, así muy bien – Me decía Lucas, mientras su polla ya estaba alojada en mi garganta, y mis babas caían sobre mis tetas, y chorreaban hasta mi coño.

-Aaghh…aghh…- era el único sonido que salía de mi boca, mientras los huevos de Lucas ya topaban con mi barbilla y con mi lengua. Mientras tanto Marcus, comenzó a golpear con su polla mis tetas (era como si me golpearán con un palo).

Lucas cada vez fue animándose más y más, sus huevos golpeaban ya de manera rítmica mi barbilla, mientras su polla ya se alojaba completamente en mi garganta, el “chop, chop” se escuchaba por toda la habitación, de vez en cuando, sacaba su polla de mí garganta para que pudiera respirar y le comiera los huevos; hilos de babas, iban desde mi boca, hasta su polla y caían en mis tetas.

-Joder pareces toda una profesional. Vaya boca y garganta tiene tíos. – dijo elogiándome Lucas, mientras yo me relamía y recogía con mis dedos, los hilos de babas que caían de mi barbilla y los chupaba.

-Bueno guapa, hora del pequeño Marcus, a ver que sabes hacer- dijo Marcus, cogiéndome la cabeza y ocupando el hueco de Lucas. Mientras el propio Lucas, me tumbaba boca arriba encima de la cama, y tiraba de mi hacia el filo de la cama, sujetando mis piernas completamente abiertas, y metiendo su cabeza entre mis piernas, comenzando a chupar y lamer mi clítoris, mientras iba jugando con sus dedos, en los orificios de mi coño y mi culo.

Marcus se puso sobre mí, poniendo su enorme polla llena de venas entre mis tetas, y comenzó a masturbarse con ellas; Brian tampoco perdió el tiempo, y poniéndose aun lado, me giro la cabeza y metió su polla en mi boca, para que se la comiera golosa.

Le agarraba con fuerza la cabeza a Lucas, y la pegaba contra mi coño, jamás en mi vida me habían comido mi clítoris así, casi parecía que disfrutaba con ello. Yo estaba fuera de mí, de lo cual se estaban beneficiando tanto Marcus, como Brian.

-Joder, con la amateur… vaya boca y labios que tiene. La come de vicio- dijo Brian, mientras le comía la polla como si estuviese hambrienta; lamia sus huevos, mordisqueaba su tronco, y usaba mis labios y mi lengua en su capullo.

-Ella es mucho mejor que una profesional, ella es así de cachonda…es toda una guarra- aclaró Rubén sin perder detalle.

La polla de Marcus dejaba mis tetas pequeñas, mientras las usaba para hacerse una cubana. Apretaba mis tetas y restregaba su enorme glande en mis pezones, dejando mis pechos y mi canalillo completamente empapados.

-Menudas tetas tienes zorra- dijo Marcus cada vez más cachondo y rudo.

-Eso es Silvia, menuda cara de zorrita hambrienta estas poniendo. Me encanta- dijo Patri pegando su cámara casi a mi rostro.

-Ahggg…aahh…ha…hacerme…lo que queráis…ahgg- gritaba fuera de mí.

Mi coño, era una cascada, y los dedos de Lucas, tenían mi ano completamente abierto y hambriento de pollas. Lucas ya no pudo aguantar más, y sujetándome las piernas completamente abiertas de par en par, restregó su polla por mi clítoris y mi coño palpitante.

-¡Coñooo…fo…follameee ya jodeeer! – grite desesperada y suplicándole, sacándome la polla de Brian, de mi boca.

Se apartaron momentáneamente Brian y Marcus, para que Lucas me acomodará en el filo de la cama. Ver como aquel tío, que estaba buenísimo, me metía su polla en mi coño mirándome fijamente a los ojos… aquellos maravillosos ojos azules, que me miraban con deseo… la sensación era indescriptible. Cuando aquella hermosa polla, se abrió camino en mi coño, a la vez que mí vagina chorreaba, y se adaptaba como un guante a aquella polla… grité de placer, un placer que me recorrió desde mi vagina, hasta mis pezones, poniéndolos completamente erectos.

--Te gusta mi polla eh putita, te gusta cómo te follo ¿verdad? – dijo mirándome fijamente a los ojos, mientras su polla no paraba de rozar las paredes de mí vagina, y sus huevos hacían de tope.

Tenía mi boca de par en par, y no paraba de jadear y gritar; ese cabrón me estaba dando un placer inmenso con su polla.

-Aaaahhh…aaahh…siiii…follameee…más…más durooo…- dije entre grito y jadeos.

-Vamos putita, usa tu boca para algo útil- dijo Marcus, poniendo sobre mi boca aquella enorme polla negra. Jamás había tenido sexo con un negro, y ahora sabía porque a algunas chicas les encantan, su sabor y olor, era mucho más intenso que el de las pollas blancas; sus secreciones, eran de un sabor, más amargo y mucho más espeso, pero tenía algo embriagador, algo que te hacía comportarte como una autentica zorra.

-Joder que maravilla de coño tienes…-me gritaba Lucas sin parar de percutir mi vagina.

Brian se masturbaba y golpeaba como podía mis tetas con su polla.

-Que sexy y puta te ves rodeada de pollas- dijo Rubén, al que me pareció ver con su polla en la mano.

-Vamos Lucas déjame a mí, quiero probar ese coñito. – dijo Brian apartando a Lucas y cambiándome de postura. Se tumbo, y me puso sobre él para que lo follara cuál amazona a caballo, mientras Marcus y Lucas, se alternaban en mi boca.  Yo lamía y chupaba como podía, mientras botaba como una loca sobre aquella polla. Mis babas caían sobre mis pechos y el torso de Brian.

-Siiii…. Cabrones, dadme pollaaa…! – dije engullendo polla tras polla, sin parar de mover mis caderas sobre aquella la polla de Brian, que me agarraba fuertemente mis pechos.

-Eso es Silvia, sigue así cariño- me decía Patri enfocándome con la cámara a mi rostro.

Lucas me empujo hacía el torso de Brian y se acomodó detrás de mí, escupiendo en mi ano y metiendo dos y tres dedos, para prepararme para lo que venía. Noté como su polla dilataba poco a poco mi esfínter, que se abrió rápidamente para acogerla en mí culo.

-Joder zorra, vaya pedazo de culo tienes – dijo dándome un sonoro cachete en mi nalga, antes de metérmela hasta sus huevos, mientras me sujetaba fuertemente por mis caderas.

-Aaaah…mierda, jodeeeer – grite, mientras aquellos dos hombres penetraban mis dos orificios a la vez. Sentir aquellas dos pollas dentro de mí, me ponía a mil. Mi coño chorreaba de placer y mi ano dejaba pasar sin ningún problema la polla de Lucas; notar como una fina pared, separaba aquellas pollas, era una sensación increíble, que hacía que me pusiera más y más cachonda. Yo era un juguete en manos de aquellos expertos folladores, y además lo deseaba.

Besaba a Brian con ansia, entrelazábamos nuestras lenguas, nos mordíamos los labios el uno al otro, e intercambiábamos nuestra saliva; yo estaba completamente entregada a ellos, lo estaba disfrutando, y cada poro de mi cuerpo lo deseaba.

-Esta chica es un volcán – decía Patri, sin perder detalle con la cámara.

Lucas me cogió del pelo, y tirando de mí hasta ponerme completamente erguida, me giro la cabeza y comenzó a besarme, mientras me sujetaba fuerte de mis pechos, notando aún más sus penetraciones.

-Cambiemos ostia, yo también quiero follármela. – dijo Marcus apartando a Lucas y cogiéndome casi en brazos.

Cuando aquel hombre me puso de rodillas y acerco su enorme polla a mi boca.

-Vamos Patri, no pierdas detalle – le ordeno, metiéndome su capullo en mi boca.

-Ughh…mmm…agh…- eran los sonidos que salían de mi boca, cuando aquel hombre intentaba que me tragara aquel enorme rabo, cosa que era imposible, tenía mi boca completamente abierta, su polla rozaba mis dientes, y aún así solo había conseguido llevarla hasta mi campanilla, dándome unas arcadas terribles, y haciendo que mis lagrimas se me saltaran.

-Vamos puta, un poco más, eso es, menuda boca tienes zorra- dijo sujetándome fuertemente mi cabeza, mientras empujaba su polla hasta el tope de mi garganta, y aún así solo había metido poco más de un tercio de su polla en mi boca; mis babas caían de mi boca, mientras yo luchaba por respirar, e intentaba sacarme su polla de mi garganta.

Cuando por fin saco su polla de mi boca, mis lagrimas caían por mi cara, y tosía por la irritación que me había provocado en mi garganta. Pero no había tiempo para recomponerme, ya que acto seguido, Marcus me cogió en volandas, y mirándome fijamente a los ojos, metió su polla en mi coño.

-Aaahh…diooos…- dije agarrándome fuertemente a su cuello, mientras nos mirábamos fijamente.

Aunque me habían follado pollas grandes, ninguna había sido ni de lejos como aquella; notaba mi coño completamente abierto y lleno, como jamás lo había sentido, golpeaba mi cérvix dándome calambres por todo mi cuerpo. Era algo increíble, me mataba de placer y la notaba palpitar dentro de mí.

Brian aprovechando que Marcus me tenía botando en volandas, se acercó por detrás y metió su polla en mi culo. Me tenían los cabrones en volandas, follándome sin piedad por mis dos orificios, y Marcus era un animal sexual, y yo era su presa.

Vaya manera de follarme, yo no paraba de enlazar orgasmo tras orgasmo, mientras no paraba de gritar de placer. Brian y Marcus no paraban de bufarme en mi nuca y en mi cara.

Notaba como mi coño y mi culo chorreaban nuestros fluidos. Estuvimos así unos minutos, hasta que Brian salió de mi culo y Marcus decidió cambiar de postura.

Me puso a cuatro patas y me escupió en mi culo, mientras Lucas me acercó su polla a mi boca.

Marcus me ensarto con su polla en mi culo, el dolor al principio era insoportable, pero pronto tuve que dejar de gritar, porque Lucas metió su polla hasta el fondo de mi garganta.

-Ostiaaas que culo. Toma polla cabrona- dijo metiéndome su polla hasta los huevos, mientras que con una mano me cogía fuertemente de mi cintura, y con la otra empujaba mi cabeza hacia la polla de Lucas.

-Eso es… traga pelirroja, traga – me gritaba Lucas, mientras su polla se alojaba en mi garganta, y con mi lengua rozaba sus huevos.

Jamás me habían abierto mi culo tanto, ni llegado tan profundo. Hubo un momento en el que me llegue asustar, al escuchar a Patri exclamar:

-¡Madre mía, como le estas dejando el culo! – exclamo Patri, mientras notaba como mi culo estaba super dilatado y abierto

  • Graba, graba, mira cómo le entra – le ordenaba Marcus a Patri, metiéndome su polla hasta los huevos.

Marcus y Lucas me usaban a su antojo, yo apenas podía aguantarme a cuatro patas, me temblaba todo debido a los orgasmos que no había parado de tener.

-Vamos pelirroja, ponte de rodillas, abre la boca y saca la lengua. Te vamos a bañar en leche zorrita- dijo Rubén con su polla en la mano.

  • Tócate el coño, y pon cara de viciosa – me ordeno Patri enfocándome, mientras las pollas de los cuatro me rodeaban.

  • Vamos dadme vuestra leche, correos en mi boca… vamos- les dije masturbándome y tocándome mis pechos, mientras pasaba mi lengua por mis labios.

-Toma leche, tómala en tu preciosa cara- exclamó Brian soltando la primera descarga de semen en mi cara y mi boca.

El semen caía de mi cara y barbilla, al suelo y mis piernas. Yo recogía con una de mis manos parte del semen y me lo llevaba a mi boca, sin parar de masturbarme.

-Siii, cómete toda mi leche puta- me dijo Rubén.

-Mírame, mírame como te lleno de leche – exclamo Lucas, girando mi cara hacía su polla.

-Siii…aaahhg…- fue mi respuesta mientras les masajeaba los huevos y los miraba fijamente con mis enormes ojos verdes, y mi boca abierta, esperando sus corridas.

Rubén y Lucas casi se corrieron a la vez, llenándome mi boca, pelo y tetas; cayéndome parte en un ojo, y joder como escocía. Casi inmediatamente me quite con mis dedos el semen del ojo, notaba semen en toda mi cara chorreando, además de una gran cantidad en mi boca, que Patri enfocaba de cerca.

-Eso es preciosa, ahora muéstralo a la cámara y trágatelo- me indico Patri, y así lo hice, para mi sorpresa, había mas en mi boca de lo que en un principio me pareció notar, y además era bastante espeso, con lo que además de costarme tragarlo, tuve la sensación de que se me pegaba a las paredes de mi garganta.

-Así estas mas guapa, llena de lefa… preciosa… ahora cómeme los huevos zorrita. - dijo Marcus, agarrándose sus huevos y metiéndomelos en la boca, mientras su enorme polla reposaba sobre mi rostro.

Yo lamía y chupaba aquellos enormes huevos negros, mientras golpeaba con su polla en mi frente.

-Muy bien, ahora a comer polla-  dijo sujetándome la cara y cogiéndome muy fuerte del pelo, a la vez que alojaba su capullo al principio de mi garganta, mientras yo observaba impotente como solo había conseguido tragar la mitad de su polla, aunque eso a él le dio igual, ya que comenzó literalmente a follarme la boca mientras bufaba como un animal.  Yo luchaba como podía por respirar, cosa que no era nada fácil, haciendo que produjera una gran cantidad de saliva qué mezclada con su presemen, se formase un líquido viscos que salía por la comisura de mis labios, cayendo sobre mis tetas.

-Mirar se esta masturbando mientras le follan la boca… joder que tía más caliente- señalaba Lucas, y era cierto, ni yo misma me había dado cuenta, pero no había parado de masturbarme a pesar de que Marcus me estuviese follando mi garganta sin piedad.

-Aaah, me corro, me corro… trágatelo todo putaaa…- exclamó fuera de sí, mientras me inundaba mi boca y mi garganta, de la corrida más espesa y amarga que jamás había saboreado. Fue tal la cantidad que cayo semen de mi boca, que cuando Marcus saco su polla de mi garganta, todavía caían cuajarones de semen al suelo y mis piernas.

Yo continué frotando mis dedos con frenesí contra mi clítoris, mientras me sentía la mujer mas guarra y puta de la tierra, notando como todo mi cuerpo estaba pegajoso por las corridas que aún chorreaban desde mi cara y tetas, cayendo por mi estomago y ombligo, hasta llegar a mi coño.

-No pares de grabar, no pares, que la muy puta se va a correr- le ordenaba Rubén a Patri, y así fue.

-Aaaahh… me coooorrooo…aaaahhh- grite mientras me alcanzaba un orgasmo brutal, que hizo que me sentara de culo y me temblaran las piernas.

Todos me aplaudieron, por lo bien que lo había hecho, y bromeaban, con cuando les tocaba volver a repetir conmigo, yo también reí como pude, por qué estaba completamente destrozada, mientras me limpiaba con toallitas que me daba Patri y poco a poco me incorporaba.

Patri me acompaño hasta la puerta del baño, y justo antes de dejarme, me cogió del culo y me dio un morreo en toda mi boca, llenándose ella también de semen su boca.

-Mmm…ojalá la próxima vez nos dejen jugar juntas. Me encantas. – me dijo dándose la vuelta y dejándome muda.

Me metí en la ducha, abrí el grifo y comencé a enjabonarme para intentar quitarme, todo aquel semen y por consiguiente el tremendo olor a sexo que me inundaba. Estaba yo absorta en mis pensamientos (pensaba en si mi chico se daría cuenta de lo que había hecho) cuando la puerta del baño se abrió y apareció Lucas completamente desnudo.

-Hola no te importa que use el baño ¿No?- me dijo levantando la tapa del wáter.

-Claro no hay problema, de todas maneras creo que ya nos hemos visto bastante ¿No?- le respondí sonriéndole.

-Pues hacia mucho tiempo que no disfrutaba tanto follando con alguien, no te puedes imaginar lo que nos tenemos que follar algunas veces, tu has sido un oasis en mi desierto- me dijo mirándome fijamente.

-Si claro, sobre todo tú, con lo bueno que estas- le respondí, en tono jovial.

-¿Pues te puedo confesar una cosa?- me pregunto, a lo que yo le respondí afirmativamente con un gesto.

-Me gustas muchísimo y me he quedado con ganas de ti- me dijo acercándose al plato de la ducha, y con su polla completamente erecta.

Yo no contesté, simplemente abrí la mampara de cristal, y cogiéndole suavemente su polla con mi mano, lo metí en la ducha conmigo. Me enganche a su cuello y nos enrollamos como dos novios que hacen años que no se ven, nos mordíamos los labios, entrelazábamos nuestras lenguas, y nuestra saliva. Lucas y yo, habíamos conectado desde un principio, no solo en lo sexual, sino también en algo más profundo, había deseo, un deseo irrefrenable de poseernos desde lo más profundo.

-Dámela, la quiero toda para mí- le dije susurrándole al oído, antes de arrodillarme ante su polla, mientras el agua caía sobre nosotros.

Le comí la polla desde su base, hasta su capullo, mordisqueándole el tronco de su pene. Me encantaba mirarle a los ojos y ver como jadeaba y cerraba sus hermosos ojos azules, me ponía cachondísima causar ese efecto en él (no hay nada mejor que mirar a los ojos a un hombre, mientras le comes la polla con ansias).

Aquello no duró mucho, ya que Lucas me incorporo, volviéndonos a besar mientras me susurraba esta vez el al oído, a la vez que me mordía el cuello:

-Estoy deseando volverte a follar, mira como me tienes- me dijo enseñándome como su polla estaba dura como una piedra, gracias entre otras cosas a mi mamada.

-Vamos, no pierdas tiempo – le contesté girándome y mostrándole mi culo.

El inmediatamente me ensarto con su polla en mi coño desde atrás, cosa que no le costó mucho, ya que mi coño era una cascada (como me ponía aquel tío).

Estuvimos así un buen rato, yo gimiendo como una vulgar puta y el percutiéndome desde atrás mientras me cogía de mi cintura con sus manos fuertemente. Hasta que ya no aguanto más y me inundo mi coño de semen, goteando por el interior de mis piernas.

-Que bien follas, joder- le dije comiéndole la boca.

-Tu tampoco lo haces mal- me contestó burlonamente, a la vez que me daba una palmada en mi culo.

Nos terminamos de duchar, entre besos y sobeos. Cuando salimos de la ducha, estuvimos hablando un poco del rodaje y de cosas más superfluas.

-Antes de que te vayas ¿tienes novio? - me preguntó mientras terminábamos de vestirnos.

-Jajaja, ¿me lo preguntas enserio? – le pregunté irónicamente, pensando que su pregunta era de broma.

-Si claro, aunque solo es por curiosidad – me dijo seriamente.

-Pues…si, si tengo novio- dije dudando, aunque realmente había pensado en decirle que no, ya que el me gustaba muchísimo.

-Enserio, y que clase de novio deja que su chica haga un casting porno- me dijo preguntando con curiosidad.

Me quedé muda, realmente ya no sabía que decirle, pues lo verdad es que nadie de mi entorno directo sabía nada. Así finalizamos la conversación y salimos del baño. Fuera ya no quedaba más que Rubén, el cual nos despidió y me dijo que pronto tendría noticias sobre la filmación.

Una semana después de aquello y sin tener noticias de ellos, volvía del trabajo con ganas de ver a mí chico.

Me quedé pálida al abrir la puerta y ver que mi chico estaba en el salón con mí padre viendo una peli porno… era yo la protagonista de la pelí.

Mi padre ni siquiera se giro para verme, no apartaba la mirada de la televisión.

-Hola… ¿nos explicas esto?- dijo Marcos señalando una escena en la que Marcus me estaba follando el culo y Lucas mi boca.

Fin de la serie “el Casting de Silvia”, si os ha gustado hacérmelo saber en los comentarios o en mi correo. Besos de la siempre vuestra, Silvia.