Relato de mi Casting porno 1Parte

Era un mañana tranquila en el gimnasio, y yo iba vestida como siempre, con un top de color rosa y unas mallas de color negro, súper ceñidas. Cuando mi jefe me mandó llamar para que fuese a su oficina. Mi jefe y yo ya habíamos follado ya en varias ocasiones, e incluso me había pedido salir varias veces, pero siempre había conseguido rechazarlo sin mayores problemas; a cambio de tener sexo con el de manera esporádica. Cuando entre en su oficina me sorprendió el que no estuviese solo, estaba hablando con un hombre alto y muy fornido, más o menos de mi edad

Para los que no me conozcan, diré que me llamó Silvia, tengo 27 años, soy pelirroja, peso 56 kg, mido 1,70 y mis medidas son 93-60-90; además trabajo de monitora de aerobic y fitness.

Llevo una vida incestuosa y de sumisión con mi padre y mi chico. Aunque siempre me dejan libertad para follarme a quien o donde quiera, y esta fue una de esas ocasiones.

Era un mañana tranquila en el gimnasio, y yo iba vestida como siempre, con un top de color rosa y unas mallas de color negro, súper ceñidas. Cuando mi jefe me mandó llamar para que fuese a su oficina.

Mi jefe y yo ya habíamos follado ya en varias ocasiones, e incluso me había pedido salir varias veces, pero siempre había conseguido rechazarlo sin mayores problemas; a cambio de tener sexo con el de manera esporádica.

Cuando entre en su oficina me sorprendió el que no estuviese solo, estaba hablando con un hombre alto y muy fornido, más o menos de mi edad.

-Pasa, pasa, Silvia. Te presento a Rubén- dijo mi jefe.

Nos saludamos y nos dimos dos besos.

-No te exagerabas cuando decías que era un pibón- dijo Rubén.

Yo estaba un poco cohibida porque no sabía muy bien de que iba el asunto.

-Mira Silvia, Rubén es un actor porno amateur. Él y yo somos muy buenos amigos, y ya hace tiempo le hablé de ti y de tus habilidades. Así que se moría de ganas de conocerte. – Me conto mi jefe.

-Si realmente eres tan buena como guapa, serías una mina de oro en este mundillo. – dijo mirándome fijamente Rubén.

-Ah… gracias. Bueno en cuanto a mis habilidades, nadie se ha quejado todavía- dije segura de mí.

-Bueno eso está muy bien, pero comprende que deba ser yo quien las ponga a prueba. -dijo sacándose una enorme polla.

Había visto muchas pollas en mi vida, pero ninguna como esa, no solo era larga (unos 20 cm más o menos), sino que era muy gruesa y con unas enormes venas que la recorrían.

-¡Joder!, menuda polla. – exclamé en voz alta sin darme cuenta.

Él sonrió y se acercó a mí con aquel monstruo colgando. Me agarro por la cintura y me pego a él; para acto seguido meterme su lengua hasta la garganta, mientras con sus enormes manos me subía el top y liberaba mis tetas.

-Qué maravilla de tetas gastas. Me encantan. – dijo mientras lamia y mordisqueaba mis pezones erectos.

Yo me estaba poniendo súper cachonda. Me sentía tan vulnerable y tan pequeña, ante aquellos brazos y manos, que hacían que me estuviese empapando.

-Vamos agáchate y demuéstrame que sabes hacer con esas maravillosas tetas. – dijo mientras me empujaba de los hombros hacía abajo.

Me terminé de quitar el top y me escupí en las manos, para pajear y lubricar aquel monstruo.

Comencé a lamer y chupar aquella polla, dejando caer mis babas sobre mis pechos. Para acto seguido ponerla entre mis tetas y comenzar a pajearle fuertemente con ellas.

Mis tetas estaban empapadas de presemen y mis babas, y aquella polla dejaba pequeñas mis tetas, así que tenía que usar también mi boca.

-Joder, vaya tetas tienes perra. – exclamó Rubén.

Mientras yo seguía a lo mío, apretando mis pechos contra aquella magnifica polla, y lamiendo su capullo cuando pasaba a través de mi canalillo.

-A que es buena ¿Eh? -pregunto mi jefe.

-Si… si lo es. Ahora veamos que tal la chupa y que tal es su garganta- dijo cogiéndome la cabeza.

-Esperag… -no me dio tiempo a decir nada más cuando aquella monstruosa polla invadió mi boca.

Apenas podía respirar y solo tenía en mi boca la mitad de aquella polla.

-Shhh… tranquila, abre bien tu puta boca y respira. Vamos sé que puedes tragártela entera puta. ¡Vamos traga!- dijo mientras me sujetaba mi cabeza con fuerza y forzaba mi garganta.

Yo estaba casi sin poder respirar, y de las comisuras de mis labios caía una enorme cantidad de babas, que chorreaba hasta el suelo y mis tetas. Notaba mi garganta dilatarse y yo hacía lo imposible por no agobiarme.

Hasta que por fin toda su polla quedo alojada en mi garganta, deformándomela y haciendo que mis lágrimas brotaran de mis ojos.

-Jejejeje… lo sabía, sabía que lo lograrías puta- dijo mi jefe orgulloso.

-Ooooh si que boca guarra. Puedes estar orgullosa putita, eres de las pocas que lo ha logrado. Ahora saca tu lengua para que pueda follarte bien la garganta y lame mis pelotas. -dijo mientras comenzó a follarme literalmente mi garganta.

-Ahgg, aggh… -era lo único que era capaz de articular junto con el “chof, chof” que salía de mi garganta.

Cuando se cansó, me puso de pie y me echo sobre la mesa. Bajando con una sola mano mis mallas y mi tanga del tirón, hasta mis rodillas.

-Bien probemos ahora tu precioso coño y tu culo- dijo restregando su polla por mi coño antes de metérmela.

-No… espera… -intentaba quejarme.

Noté como mi coño se abría como nunca antes, y os juro que pensé que me desgarraría.

Un profundo dolor fue el que sentí cuando aquella polla entró casi entera, en mi útero. Sentía calambres a cada embestida, que iban desde mi útero hasta mi cabeza.

El con una mano me sujetaba fuerte por mi cintura y con la otra tiraba fuerte de mi pelo, haciéndome arquear casi por completo mi espalda.

-Ah… sácala… sácala. Me vas a romper- le dije casi gritando.

-Calla zorra. Vamos Mario llénale la boca para que deje de gritar- dijo Rubén.

Mi jefe se puso de pie en la mesa y sacándose su polla me la metió en la boca.

Rubén empujaba mi cabeza hacia la polla de Mario para que se la chupara, mientras el no paraba de golpear con sus huevos mi coño y con su capullo mi cérvix.

Así estuvieron un rato, hasta que mi jefe se corrió en mi garganta, obligándome a tragarme entera su corrida.

-Si joder… traga, traga. – exclamaba Mario mientras se corría en el fondo de mi garganta.

-Menuda guarra estás hecha. Has nacido para hacer porno- decía Rubén sin parar de follarme.

Yo a esas alturas ya estaba completamente acostumbrada a aquel pollón y puedo decir que al final lo estaba disfrutando. Me sentía completamente llena, como jamás lo había estado antes.

-Joder, me corro- dijo sacando su polla de mi coño y corriéndose en mi culo y en mi espalda.

-Eres increíble. Voy a hacer de ti una estrella. Ven mañana a esta dirección y allí hablaremos. - Dijo Rubén dándome un beso en la mejilla y dejando una tarjeta sobre la mesa, y se marchó.

-Silvia límpiate y vete a casa a descansar, te lo has ganado – dijo dándome un rollo de papel y sonriéndome.

Yo me quede allí quieta sin decir nada. Me limpié como pude, me recompuse y me fui para casa.

Me pasé toda la tarde pensando en la polla de Rubén y si todos los actores porno la tenían igual.

Así que decidí ver unas cuantas escenas porno, y pude comprobar que sí, que casi todas eran como la de Rubén, y ya que estaba aproveche para masturbarme imaginándome a mí, haciendo una de esas películas, y siendo follada por varios pollones. Llegando al orgasmo en varias ocasiones.

Así me fui a la cama con mi chico, pensando en la polla de Rubén y en el próximo día.

A la mañana siguiente, después de haber follado por la noche con mi chico. Me levanté sola, ya que él había madrugado para ir a trabajar. Yo no paraba de pensar en la propuesta de aquel tipo, y en cómo sería hacer una película porno.

Con este pensamiento, comencé a vestirme con unos vaqueros ajustados y una blusa ceñida de color negro, me recogí el pelo con una trenza y me maquillé.

Cogí la tarjeta y llamé al teléfono que había en él.

-Si hola, soy Silvia -le dije a mi interlocutor, que parecía ser Rubén.

-Ah hola. Precisamente ahora mismo les estaba hablando de ti a mis socios -dijo Rubén.

-Bueno me dijiste que te llamará si me interesaba probar…y bueno…me interesa -dije un poco dudosa.

-Perfecto, me encanta que hayas decidido darte una oportunidad. Lo pasaremos genial, ya verás. Después de todo, aquí todos están deseando conocerte, después de lo que les he contado. -me dijo Rubén, para acto seguido darme la ubicación de un hotel muy céntrico de Málaga, y el nombre de por quién tenía que preguntar en recepción.

El que fuese un hotel, me tranquilizaba, porque no le había comentado ni a mi padre ni a mi chico, que era lo que iba hacer. Así que el hecho de que fuese un hotel y no ningún antro me dio confianza.

Cogí un taxi y en menos de 15 minutos ya estaba en el hotel, los remordimientos, los nervios y la excitación se arremolinaban por igual en mi estómago. Casi me temblaban las piernas, cuando recorrí el hall del hotel hasta la recepción.

-Hola, tengo una reunión con el señor Rubén -dije muy discretamente.

-Ah sí, la están esperando -contesto después de mirarme de arriba abajo descaradamente.

Le indico aún botones que me guiara hasta la habitación.

Subimos en el ascensor hasta la última planta, que resultó ser una sweet.

Llamó el chico que me acompañaba a la puerta y se despidió de mi con una sonrisa y deseándome suerte.

Unos segundos más tarde abrió la puerta una chica de pelo negro rizado con gafas.

-Hola, tú debes ser Silvia ¿no? Pasa. Mi nombre es Patri, encantada. -me dijo la chica, que tendría mi edad.

Pasamos a un gran salón con unas vistas espectaculares y un enorme sillón, y una gran tele. Allí se encontraba Rubén sentado con varios papeles sobre una mesa.

-Ah por fin estas aquí -dijo entusiasmado.

Nos dimos dos besos y me indicó que me sentara en el sillón.

-Bueno veras, vamos hacerte preguntas y a tomarte unas fotos. ¿Ok? -dijo Rubén.

-Si claro. Me parece bien -dije un poco inquieta.

-Bueno lo primero es quitarte esa ropa. Necesito tomarte unas fotos desnuda -dijo Patri cogiendo una cámara de fotos.

Así que me incorporé y me quite toda la ropa menos el tanga y el sujetador.

-No, no. Toda es toda. La ropa interior también. –me dijo en un tono más áspero.

Así que me quedé completamente denuda mientras aquella mujer me tomaba fotos desde todos los ángulos.

Mientras ella seguía a lo suyo, Rubén comenzó a preguntarme.

-Silvia, podrías decirnos tu edad, peso, estatura y medidas-

-Eh… si… claro. Pues tengo 27 años, peso 56 kg aproximadamente, mido 1,70 más o menos, y mis medidas son 93-60-90. –contesté.

-Bonitos pechos, ya los quisiera para mí –dijo Patri mientras me palpaba un pecho.

-¿Has tenido sexo anal alguna vez? -pregunto con interés Rubén.

-Sí, varias veces -dije un poco ruborizada.

-Genial y ¿has practicado alguna vez la doble penetración? –continuó preguntando.

-Si… también… en varias ocasiones –dije mientras Patri me colocaba a cuatro patas sobre el sillón.

-Joder, fantástico. Vas a ser genial -dijo visiblemente contento Rubén.

-Joder chica, eres toda una guarra -aseveró Patri, mientras me hacía ponerme sentada en el sillón completamente abiertas de piernas, para que fotografiara mi coño.

-Y las dos últimas. ¿Has tenido sexo alguna vez con otra mujer? y aunque, esta si me la sé ¿Haces asco a que se te corran en tu cara o a tragar semen? –pregunto con interés.

-Si… y no -dije un poco avergonzada.

-La ostia, vas a ser toda una estrella -dijo emocionado Rubén.

-Chica me reafirmo en lo de antes, eres toda una guarra -dijo de nuevo Patri.

-¿Entonces me puedo vestir ya? –pregunto casi con ansia.

-Jajajaja, no por favor. Ahora es cuando ponemos a prueba tus habilidades y te grabamos. –dijo riendo Rubén.

Fue entonces cuando llamo a una tal Nicole. Nicole era una mujer más gruesa y mayor que yo (aproximadamente tendría unos 50 años), aunque tenía un cuerpo muy exuberante, se notaba que habían pasado ya sus mejores años.

-Hola, preciosa. Vamos a pasar un buen rato -dijo Nicole mientras me abrazaba y me besaba en la boca.

Yo me había quedado inmóvil, no sabía cómo reaccionar, pero de eso, ya se encargó ella.

Me tumbo sobre el sillón, me abrió las piernas de par en par, y comenzó a meterme un dedo en mi coño, mientras me comía el clítoris. La hija de puta sabía lo que hacía, porque casi de inmediato consiguió que le agarrara la cabeza, mientras yo comenzaba a gemir al borde del orgasmo.

-Vamos Nicole, intenta meterle la mano entera en su coñito -le ordeno Rubén, mientras nos grababa Patri.

Primero dos dedos, luego tres, siguió con cuatro, y ya cuando mi coño era ya una catarata, consiguió meter el pulgar, metiendo así su mano entera en mi coño.

-Ah… joder… si joder, si… me estas matando coño -gritaba yo de placer y de dolor a la vez.

Cuando abrí los ojos y vi su mano metida hasta la muñeca; mientras notaba como sus dedos jugaban con mi interior. No pude contenerme más y me corrí como una cerda.

-Ah siii, me corrooo, joder -grite mientras temblaba de placer.

-Eres muy sensible ¿eh putita? -dijo Nicole mientras me besaba, para acto seguido darme a limpiar su mano, metiendo cuatro dedos en mi boca.

Rubén se estaba masturbando mientras había observado toda la escena.

Nicole se arrodillo delante de Rubén y comenzó a comerle la polla.

-¿Y tú a que esperas? Vamos chúpamela -me dijo Rubén tirando de mi trenza.

Ahí estaba yo junto a Nicole, lamiendo y chupando aquella enorme polla, desde la base hasta el capullo, la recorríamos con nuestras lenguas y nuestros labios, y nos alternábamos en chupársela. Le comíamos los huevos, y para mí era una sensación extraña, ya que nunca había compartido ninguna polla con otra mujer, y sin embargo, la situación me estaba poniendo muy cachonda.

-Muy bien perras -dijo Rubén mientras nos cogía a ambas del pelo.

-Silvia es hora de que le devuelvas el favor a Nicole -dijo mientras Nicole se sentaba abierta de piernas.

Rubén me puso a cuatro patas y empujo mi cabeza hacia el coño de Nicole. No había que ser un genio para saber lo que pretendía. Así que saqué mi lengua y comencé a comerme aquel coño.

-Si eso es perrita, lame, lame -decía Nicole mientras me sujetaba de la trenza.

Rubén se situó detrás de mí, me escupió en mi culo y comenzó a meterme la lengua en mi ano.

Yo ya sabía lo que había, pero, aunque me daba un poco de miedo que intentará meterme aquella enorme polla en mi culo, yo estaba de nuevo muy, muy cachonda.

Yo estaba dedicada por entera al coño de Nicole, le lamia su clítoris y metía mi lengua dentro de su coño, y no debía de hacerlo demasiado mal, a pesar de tener poca experiencia, porque ella me sujetaba fuerte mi cabeza y no paraba de gemir.

Mientras Rubén comenzó a restregar su polla por mi coño y mi culo, hasta que noté como algo del grosor de un vaso de tubo, intentaba entrar en mi culo.

-Vamos entra, entra -decía Rubén mientras me sujetaba fuerte por mi cintura y empujaba aquel monstruo dentro de mi culo, hasta que por fin mi esfínter cedió y dejo entrar aquella polla hasta la mitad.

-Aaaaah… mierda… sácala, sácala, me estas desgarrando joder -gritaba yo desesperada, ante el dolor que aquella polla me proporcionaba. Jamás me habían metido nada parecido en mi culo, y eso que ya era toda una experta en el sexo anal.

-Shhhh… calla joder. Aguanta puta, aguanta -decía Rubén mientras sacaba y volvía a meterla, ganando un par de centímetros más en mi culo, así hasta que hubo metido su polla entera.

-Joder has logrado metérsela entera… increíble -dijo sorprendida Patri, sin soltar la cámara.

-Ah, me duele joder -seguía gritando yo. Notaba mi ano completamente dilatado, como nunca antes, aunque al permanecer sin moverse el dolor iba pasando poco a poco.

-Shhh, venga relájate y sigue comiéndome el coño guapa -me dijo casi con cariño Nicole.

-Bien, eres increíble zorra -me dijo Rubén cuando comenzó a moverse poco a poco, follándome el culo.

-Ah, despacio por favor, ah, ah -casi le imploraba. Notaba como aquella polla se abría camino dentro de mis intestinos y como sus huevos hacían de tope a cada envestida.

-Calla ya joder. Toma polla puta -dijo mientras aceleraba sus envestidas.

-Haz que me corra zorrita -me dijo sujetándome fuerte mi cabeza contra su coño Nicole.

Rubén ya follaba sin piedad mi culo, agarrándome con fuerza de mi cintura, y yo, ya no notaba ni mi ano.

-Me corro, me corro -grito Nicole, mientras me empapaba la cara con sus fluidos.

-Eso es, buena zorra. –me animaba Rubén mientras me manejaba a su antojo, para ponerme encima suya en el sillón.

Empalándome aún más fuerte, mientras con una mano me masturbaba y con la otra me agarraba fuertemente una teta.

-Eso es puta, toma polla, hasta los huevos te voy a meter -me gritaba mientras me follaba, ya fuera de si.

-Ah… ah… ah…, si córrete dentro de mi culo, cabrón -le animaba yo, para ver si así terminaba.

-Si, joder, toma, toma leche -dijo mientras se corría, y yo notaba como inundaba mis intestinos.

Me saco su polla, y me puso de cuclillas para que se la limpiara mirando a la cámara, mientras notaba como el semen goteaba de mi culo como si tuviese diarrea.

-Eso es, límpiala mirando a la cámara. Eso es, genial -me indicaba Patri.

-Ahora mete tus dedos en tu culo y recoge parte del semen que gotea, y métetelo en la boca, sin dejar de mirar la cámara. –volvió a indicarme.

Fue cuando me di cuenta de que tenía abierto mi ano de par en par, incluso pude ver algo de sangre en mis dedos.

-Has estado increíble Silvia. Ahora ve a ducharte. -me dijo Rubén, lo que aún no se, es porque me dio cierta satisfacción que él me diera su visto bueno.

Después de esta sesión de sexo tan intensa, me dejaron ir a ducharme y pusieron un camisón corto de raso semitransparente de color rosa y un tanga a juego, en la taza del baño.

-¿Esto para qué es? –le pregunté a Patri.

-Nada, es para la segunda parte del casting. –Me respondió.

-¿Hay una segunda parte…? no puede ser… mira como tengo mi culo. –dije mostrándole como lo tenía de abierto y de irritado.

-Sí, te lo ha dejado bien abierto, la verdad. Será mejor que te eches esto cuando te duches. -me recomendó Patri, dejando una crema en el lavabo.

-Ah… muchas gracias. ¿Sabes que tiene pensado hacerme ahora? -le pregunté.

-Realmente no lo sé, pero si te puedo decir, que le he visto hacer muchos castings y nunca lo he visto tan entusiasmado con una chica, como contigo. –me contestó.

Así termino nuestra breve conversación, cuando ella salió del baño. Me duche a conciencia, teniendo especial cuidado con mi culo, el cual no había recuperado todavía su antigua estrechez.

Mientras me duchaba pensé en todo lo que había hecho y en que haría ahora, y eso hacía que me calentara de sobremanera. Cogí la crema y me la eché abundantemente en mi culo, esperando que me aliviara, y a decir verdad así fue. Cuando terminé me vestí con aquel camisón tan erótico y el tanga que me quedaba espectacular. Me volví a recoger el pelo en una trenza y me volví a maquillar, para acto seguido salir del baño.

Cuando volví al salón, había tres hombres, además de Rubén y la cámara Patri.

-Chicos os presento a Silvia. –dijo Rubén.

-H-hola… -dije titubeando, ante la sorpresa.

-Guau, dijiste que era guapa, pero no me esperaba esto, la verdad. Mi nombre es Marcus. -Se presentó, y me dio un beso.

Marcus era un negro enorme y muy musculado, parecía un culturista… y era mucho más alto que yo.

-Eres impresionante. Es un placer y me llamo Lucas. –dijo que el que era el más atractivo de todos, cogiéndome por la cintura y dándome un pico.

Lucas era un hombre un poco más alto que yo, rubio y de ojos azules… y era guapísimo.

-Hola yo me llamo Brian, y estoy seguro de que lo vamos a pasar muy bien. –se presentó el último de los tres.

Brian era muy parecido a Lucas en cuanto a físico, pero en su caso iba completamente rapado, y era bastante más mayor que yo.

-¿Dónde queréis grabar? –pregunto Rubén.

-Yo creo que lo mejor por espacio, es aquí en el salón. -contestó Lucas

-Si, y por la iluminación también. –añadió Patri.

-Pues nada, no se hable más, aquí entonces. –confirmo Rubén.

-Perdonar, ¿podemos traer algo más cómodo? Es qué si somos los cuatro, el sillón va a ser muy incómodo. ¿No? –pregunté dubitativa.

Rápidamente Marcus y Brian, fueron al dormitorio, apartaron una mesa y pusieron la cama cerca del sillón.

-¿Así mejor, guapa? -preguntó Brian.

-S-si… gracias. –contesté.

-Lo que sea con tal de metértela ya. No veas las ganas que te tiene, el pequeño Marcus. -dijo lanzándome un beso y agarrándose el paquete.

Continuará…