Relato cortito antes de irme de vacaciones

Espero que lo paseis muy bien y que os pasen muchas cosas como al protagonista de éste relato ;)

RELATITO CORTO ANTES DE IRME DE VACACIONES

Venía de marcha de una de las discos latinas más de moda cuando me decidí a coger el metro, aunque éste estuviera lejos aún me puse a caminar pues así se bajaría todos los líquidos que he bebido.

La estación de metro a la cual me dirigía era la de Peñagrande pues es la línea que más cerca me dejaba de mi casa. Como bien os he dicho me fui andando para bajar los líquidos... y tanto que si los bajé pues me estaba meando. Antes de entrar al metro miré a ver si venía alguien y me puse a mear entre unos setos cercanos.

Eso parecía no terminar. Al cabo del rato me giro y veo a un chico que me mira fijamente, yo me hago el distraído sigo con lo mío. El chico se acerca y me sigue mirando. Ya cuando me estoy sacudiendo las últimas gotitas del pis de mi tranca, el chico se acerca y me acaricia el culo, se pone de rodillas, se mete mi polla gordota y larga con un cuidado grandísimo en su boca. En un principio lo único que hace es metérsela hasta la campanilla para luego ir besándomela poco a poco hasta llegar al glande y el frenillo, así lo hizo unas cuentas veces hasta empezó la mamada en condiciones.

Ese chico parecía Dios, la forma de comérmela era algo indescriptible. Yo enseguida empecé a gemir, el chico se la saco, se bajó el bañador rojo que llevaba y puso mi trompetilla justo en su ano, apretó un poco y enseguida entró con toda naturaleza del Mundo.

En principio, se movía poco pero a medida que le iba pajeando yo más rápido, más rápido movía su culo con mi polla dentro hasta que empecé a clavársela varias veces bien metida hasta el fondo. Me acababa de correr e las tripas de aquel chico.

Se la saqué y él me dio un pañuelo para que me limpiase. Me dio un beso y me preguntó si nos volveríamos a ver. Al decir que posiblemente me dio un último beso y se largó.

Al llegar a casa me di una ducha y mientras recordaba lo ocurrido me la machacaba en el agua, en apenas dos minutos, llene de nuevo la bañera de lefa hasta el punto de no recogerlo con un simple pañuelo de papel.