Relato 6- El domingo 19 fue memorable
El pasado fin de semana fue genial, vino Núria a visitarme, pasamos la noche del sábado en un club de intercambio además de pasarlo muy bien allí, conocimos a Encarni y Antonio, terminamos disfrutando juntos del domingo.
Relato 6
El domingo 19 fue memorable.
La noche anterior habíamos ido Nuria y yo al club de intercambio, disfrutamos con una pareja extranjera y cuando ya estábamos preparándonos para salir conocimos a Antonio y Encarni, una pareja cordobesa muy especial, que terminó acompañándonos.
Fuimos juntos a llevar a Nuria a la estación que volvía a Zaragoza, pero antes de subir al tren desayunamos. Cuando embarcó, salimos en dirección al Hotel para dejar al matrimonio y volver a mi casa. Pero la cosa se caldeó y al final una cosa llevó a la otra y me quedé en su habitación, lo conté en el anterior relato 5, como sucedió. Nos levantamos a las cuatro, después de la ducha, nos fuimos al VIP de Gran Vía a comer algo y disfrutar la tarde.
Le pedí al mâitre, si no le importaba una mesa en la parte final del comedor, entrando a la derecha, ya quedaba poca gente, pero prefería estar un poco alejado de los curiosos.
Yo llevaba la ropa del día anterior y les invité a tomar el café en mi casa, así la conocían y aprovechaba para cambiarme. Antonio vestía vaqueros y una camisa de marca, zapatos de gamuza y un chaleco impermeable; Encarni, no abandonó la elegancia, zapatos negros, medias, una falda de tubo con un corte en la parte posterior, una camisa muy bonita de flores discretas y un chaquetón oscuro muy bonito. Luce muy bien la ropa, porque aun pasada de kilos, mantiene las formas y desde luego la hace muy apetecible.
Nos sentamos y ella se colocó entre los dos, vimos la carta, pedimos varias cosas con la intención de compartir, rápido llegaron las bebidas y realizamos un brindis, por habernos conocido.
Mientras no llegaba el menú, estuvimos hablando de lo bonita que es Madrid, aunque incómoda por el tráfico, ellos prefieren Córdoba a pesar de lo sofocante de las temperaturas sobre todo este pasado verano.
Trajeron la comida, seguimos charlando de lo divino y humano, solo Encarni pidió un postre y nosotros pasamos al café. Cuando todo estaba tranquilo y después de un pequeño silencio, me dirigí a Antonio y le pregunté:
-Antonio ¿qué tal la experiencia de esta mañana?
-Genial, estupenda, la verdad que me gusto, fue una suerte conocerte, porque la verdad eres un señor y en todo momento has estado pendiente de nosotros, eso me encantó. Pero que diga Encarni lo que piensa. Comentó.
Encarni, se puso un poco colorada y dijo:
-Bien.
Antonio se rió y le dijo:
- Anda hace un rato disfrutando y ahora te corta hablar.
- Me perdonáis, voy al baño un momento. Dije.
Me levanté, quería dejarlos solos un rato para que hablasen sin mi presencia, pedí la cuenta, pague y me fui al baño, no quería que pagasen ellos, eso tiene truco, jajaja os lo contaré más adelante.
Tardé en volver diez minutos, me lo tomé con calma, volví a la mesa y pregunté:
- ¿Interrumpo?
- Por favor siéntate, como vas a interrumpir, además Encarni tiene algo que decirte. Dijo Antonio.
- ¿Tú dirás?. Dije mientras la miraba.
- Bueno quiero darte las gracias, mejor dicho queremos darte las gracias por lo bien que te portaste y sobre todo por la tranquilidad que nos transmites, ya que todo es natural para ti. Comentó.
- Claro Encarni, no hemos hecho nada malo y además estamos los tres, no engañamos a nadie ni soy un borrego para no saber cómo he de hacer las cosas. Quien debe dar las gracias soy yo, porque la verdad no me esperaba esto y además sois maravillosos. Contesté.
Intervino Antonio y dijo:
- Hemos comentado en este rato, que nos gustaría saber si a ti te importa que esto se repita de vez en cuando, aunque tengamos que subir a Madrid, porque esto es exactamente lo que buscamos, responsabilidad y discreción, la verdad que en todo momento estuvimos muy cómodos.
- Claro, por supuesto solo con avisar, me llamáis y si estoy encantado de recibiros, pero no tenéis que buscar un hotel, mi casa es vuestra. Contesté.
Miré a Encarni y no separaba los ojos de su marido, se le notaba un poco cortada y rompí el hielo.
- Podéis quedaros en casa cuando queráis, por cierto si os apetece podemos ir , aprovecho para cambiarme y así conocéis el sitio donde vivo, es cerca, en Las Rozas. Comenté.
- Hombre no queremos ocuparte la tarde, nosotros damos un paseo y luego vamos al hotel. Dijo Antonio.
- Venga ya, no tengo nada que hacer hasta las nueve de mañana, porque tengo un desayuno de trabajo con los compañeros y después una reunión. Contesté.
En ese momento, Encarni pidió que dejase espacio para salir, iba al baño. No pude dejar de mirar el cuerpazo de esa hembra, cosa que no paso desapercibida a su marido.
Antonio apoyó su mano sobre mi brazo y me dijo:
- Mira hemos tenido mucha suerte en conocerte y quiero que este sea el principio de una buena amistad. Quiero que sepas que no quiero que nadie esté con Encarni, si tú puedes estar de vez en cuando, no quiero malos rollos y ahora que te encontramos seria genial, así también venimos a Madrid más a menudo, en AVE es rápido.
- Por supuesto que sí, podéis contar conmigo, incluso a veces,puedo acercarme a Córdoba si queréis, porque voy a Sevilla a una universidad y a la cámara de comercio, donde hablo para los empresarios y futuros ADE. Contesté.
- Genial, ¿puedo decirte algo? La verdad, ayer estuve a punto de acariciar tus huevos y tu polla, no es que sea marica, pero me gustó lo potente y fuerte que es, me encantaría hacerlo cuando haya más confianza. Dijo mientras bajaba la cabeza.
- Por supuesto, no tengo problema, soy bisex activo y no me supone ningún problema incluso que me la coman o penetrar al chico si le gusta.
Dije.
Con los ojos muy abiertos me dice:
- Vaya no me esperaba eso y que seas tan abierto, es increíble. Por cierto esta mañana empecé yo en la cama, si quieres y te apetece ahora en tu casa, me encantaría verte follándola a cuatro patas sobre el sofá y yo por la otra parte acariciándola. ¿Qué te parece?
- Por supuesto lo que digas, ¿pero crees que quiere volver a hacerlo ahora? Pregunté.
- No sabes lo caliente que es Encarni, cuando éramos más jóvenes acababa conmigo, nunca le llega, incluso compré juguetes para ayudarla. Contestó.
- Vaya, pues estupendo, a mí me encanta. Respondí.
Cuando volvió Encarni, recogimos el chaleco y su chaquetón y Antonio le dijo:
- Encarni, vamos hasta casa de Juan, quiere cambiarse y aprovechamos para conocer su casa y nos invita a un café ¿supongo? sonrió.
- Eso está hecho, vamos…Dije.
- Ehh ¿nos vamos sin pagar o qué? Preguntó Antonio.
- Esta pagado, vamos. Contesté.
- Eso no es así, pagaste el desayuno y ahora la comida, no es así, bueno me toca a mí pagar la cena, ¿Vale?. Aseguró. (Este es el truco que antes expuse, esa cena me daba pie a volver a quedar con ellos, sin que sea yo quien lo pida).
Salimos hacia el parking, tomamos el coche, salimos y enfilé dirección A-6, en un rato estaría enfrente de casa. Ese rato fue muy agradable, Encarni estaba en el asiento posterior y lancé varias miradas y pude observar la belleza de su cara y los ojos negros enormes que tiene.
A las 18,20, aparcamos y pasamos a casa. Les enseñé cada estancia, nos paramos en la cocina un rato hablando de lo buena que es la zona para vivir y les invité a sentarse en el salón, mientras preparaba unos nespressos.
Estaban uno al lado del otro en el sofá grande y hablaban, mientras el acariciaba la rodilla. Interrumpí el momento, mientras colocaba los posavasos y los cafés que cada uno pidió.
Encarni, intervino:
- Vaya no solo pagas el desayuno la comida y nos sirves café, esto es increíble.
- Y que lo digas Encarni, ya no hay hombres así. Contestó Antonio.
- Me voy a poner colorado, por favor agradezco los cumplidos, sobre todo desde que falta mi madre no escucho muchos, pero no me pongáis colorado. Respondí.
- Jajaja, sonrieron ambos.
- Si os apetece alcohol, hay poca cosa soy abstemio y no tengo bodega. Expuse.
- No para nada, esta genial el café. Gracias, dijo Encarni.
Me preguntaron cuanto tiempo llevaba viviendo en Madrid, donde había nacido, etc y la verdad es que estaba siendo una conversación agradable, yo les tenía enfrente y podía ver las piernas de Encarni, y las ligas negras en las que terminaban sus medias. Ella se dio cuenta de que miraba, su instinto fue cerrar las piernas, pero rectificó y poco a poco, como sin que se notase, ya tenía las piernas un poco separadas, se veían muy bien sus muslos, hasta que me fije bien y pude observar los pelos del coño, no lleva bragas, pensé.
Les invité a otro café y cuando estaba en la cocina, se acercó Antonio y me dijo:
Quiero que te lances, ya está al tanto, quiere una buena follada y me encantaría grabar algunos detalles, por supuesto sin que se os vea la cara, ¿te importa? Preguntó.
Para nada, puedes grabar lo que quieras, pero por favor la cara no, contesté.
Por supuesto, te importa que la mandé aquí a la cocina y empezáis, quiero verlo sin estar encima, verlo en la distancia, ¿te importa? Preguntó.
Por supuesto que para nada, la mandas y empezamos aquí. Contesté.
Salió al salón y en un rato entró Encarni, preguntó:
- ¿Necesitas ayuda?
No dejé que continuase. La besé la apreté contra mi cuerpo y nos morreamos como locos, sin dejar de besarnos, me fui hacia el frente de la puerta, para que Antonio pudiese ser testigo de lo que sucedía.
Nos besábamos intensamente, levante un poco su falda y comencé a acariciar su coño, externamente, mientras apretaba su culo con la otra mano. Metí dos dedos en el coño y ya estaba empapado, no deje de besarla hasta que empezó con los jadeos.
Me separé un poco de ella, saque la polla sin bajar el pantalón y le dije:
-Chupamela..Venga traga toda la polla, prepárate que te voy a follar como una perra. Venga…
Se arrodilló y abrió bien la boca y pudo entrar un trozo del capullo, apreté su cabeza y metí un trozo más, le daban arcadas pero no dejé de empujar, miré hacia la puerta y vi a Antonio con la polla fuera, acariciándola, me guiño un ojo.
Cuando consideré que era suficiente, la levanté y le dije:
- Ven…Tomándola de la mano.
Salí hacia la mesa del salón, levanté su falda y la coloque a cuatro patas, saque un condón del bolsillo, lo puse, acerque el capullo al coño y empecé a meterlo, agarrando fuerte su cintura, mientras ella se quejaba y gemía, no me moví, deje la polla dentro y desde atrás desabroche su camisa, saque los tetones de las cazoletas del sostén sin sacar estos y comencé a estrujarlas y a apretar los pezones. Comencé el vaivén y a darle cachetes,cada vez más sonoros, mientras su marido observaba. La verdad es que tiene el coño caliente de verdad, y si estaba follando a Encarni, una hembra cordobesa, que no había probado nunca otra polla que no fuese la de su Antonio, sé que, el domingo 19 de Noviembre no lo olvida jamás, fijo.
Continué apretando sus tetas y empujando, quería que se corriese como una perra mientras que su marido observaba. Antonio, me guiño un ojo, y se vino a colocar detrás nuestra y un poco agachado, acarició mis huevos y me dijo:
- Dale que lo voy a grabar, Encarni, puedes gozar que aquí no es el hotel.
Eso me puso a cien, agarre las caderas de aquella hembra caliente y comencé a bombear duro y rápido, sé que así se corren fíjo, si además froto su clítoris rápido, cosa que hice.
Jadeaba, se movía buscando polla, se notaba más tranquila que por la mañana y estaba gozando de lo lindo, sus suspiros y jadeos, estaban siendo grabados y yo mantenía mi ritmo de empuje, le di algún cachete más, poco a poco estaba la polla entera dentro, joder como traga, pensé.
Comenzó a acelerar la respiración y a gemir más fuerte, aproveche para presionar el clítoris entre dos dedos, mientras daba pollazos duros, no tardo en decir:
- Me corro, hay Antonio me corroooooo, me corrooooo, agggggg, agggg, ahhhhhh, agggg.
- Sin dejar de apretar y excitar su clítoris seguí bombeando en plena corrida de ella y soltó un chorro potente de líquido vaginal que mojo sus medias y el suelo, era su primer squirt. Y Antonio lo tenía todo grabado. Fabuloso.
Saque la polla empalmada como un toro y dejé que Encarni, recobrase la normalidad, seguía sobre la mesa. Fui a por toallas, para secarnos y limpie el suelo, sin decir nada. Mientras volvía, Antonio estaba acariciando a Encarni y besándola.
- ¿Estás bien Encarni? Pregunté.
- Ufff quede sin fuerzas, dios menudo orgasmo, estoy empapada, chorreo. Dijo.
- Tuvo que ser bueno porque fue tu primer squirt y lo tengo todo grabado. Comentó Antonio.
- Mi primer ¿Qué?
Antonio y yo nos reímos a carcajadas y entonces él le aclaro:
- Cuando tienes un orgasmo muy fuerte y no controlas unas glándulas de la vagina se produce un orgasmo diferente mezclado con líquidos que salen de la uretra…jajaja, nada que tenga importancia salvo por el placer que te produce.
- Me alegro que hayas gozado tanto. Dije.
- Joder es que ese pollón me llena tanto que me revienta y cuando descargo siento convulsiones, nunca sentí esto, uffff.
- Nunca es tarde, y me alegro que lo vivas es un placer estupendo, ¿verdad? Le pregunto Antonio.
- Desde luego, increíble, ya me puedo morir, Contestó
Nos dimos una carcajada los tres, mientras secaba el suelo y Antonio abrazaba a Encarni.
Nos recompusimos y volvieron al sofá, mientras fui a por coca cola y vasos a la cocina, mi polla aún no había descargado y estaba potente.
Cuando volví, estaba Antonio sentado y Encarni estirada con la cabeza sobre sus piernas, pero vestida aunque sin abotonar la camisa, miré el par de tetones de esa hembra, ufff, me reventaba la polla, es que, con poco voy.
Serví tres vasos de refresco y comentamos los detalles, Antonio dijo:
- Me encantó ver como entraba la polla en primer plano y como se corrió, mirar.
Nos puso la grabación y la verdad que muy excitante ver una buena polla taladrar un coño apretando sus labios y tan cerca, bueno lo de la corrida, increíble, rememoraba sus gritos y jadeos.
Estuvimos un rato charlando y Antonio, le dijo a Encarni:
- No pensarás dejar a Juan así, le van a doler los huevos, descansa un rato y te das otro festín.
- No puedo más, dejarme un rato, para que me recupere.
- Jajaja, venga ya, llevamos 30 años juntos y jamás te oí decir no puedo más, jajaja por fin, menos mal que ahora te va a follar bien Juan y te vas a desquitar.
Dijo Antonio.
- Por supuesto estoy a vuestra disposición, siempre que este por aquí no hay problema, ya sabéis solo llamar. Contesté.
- Gracias de verdad, es increíble lo que sentí, genial, de verdad. Dijo Encarni.
Estuvimos un rato relajados conversando, me informaron que el martes volvían a Córdoba, ya que Antonio el miércoles comienza a trabajar, pillo dos moscosos y aprovecharon para estar por Madrid, juntos.
Encarni, fue al baño, en ese momento Antonio me preguntó:
- Te apetece pasar la noche con nosotros, te invitamos a cenar, quiero que goce, como nunca, que vaya llena para una temporada, jajajaj.
- Bueno, tendría que levantarme a las 7.30, porque a las 9.00 tengo un desayuno de trabajo, pero claro que sí, llevo ropa y el neceser, por supuesto voy. Dije.
- Pues no digas nada, le damos la sorpresa, cenamos algo y luego quiero que hagas de marido de ella en una zona que esté tranquila, quiero veros como dos jovenzuelos dándose el lote. Me pidió Antonio.
- Vale, lo hablamos durante la cena, ¿te parece?.Pregunté.
Mis huevos, estaban todavía llenos de leche y tenía ganas de descargar, cuando volvió Encarni, traía el pelo suelto, bien peinado y la camisa por fuera de la falda pero abotonada, solo dejaba ver el canalillo por su escote.
Nos sentamos y Encarni se colocó a mi lado dejando caer su cabeza sobre mi hombro, estuvo así un rato hasta que Antonio, comenzó a meterle la mano entre las piernas, ella suspiró y aproveche para besarla intensamente. Me tocaba a mí correrme y llenar el condón hasta la mitad, aun usando XL, no cubren toda la polla.
La estuvimos calentando entre los dos, saque sus tetas mientras la besaba y le comí los pezones muy suavemente, Antonio ya le había subido la falda, metía dos dedos en el coño y de repente, colocó la cabeza abriendo y elevando las piernas de Encarni. Un espectáculo de hembra, creedme, para mojar.
La dejé sobre el sofá y aproveche para desnudarme, la polla estaba a cien, brillante el capullo, dura como una piedra, las venas marcadísimas y curvada un poco hacia arriba. Sin decir ni pio, se la lleve a la boca de Encarni. Antonio, vio el detalle y sacando la cabeza me dijo:
- Estírate tu sobre el sofá, ahora te toca a ti, que te demos placer, venga. Dijo mientras golpeaba los cojines.
Obedecí y me coloque a lo largo del sofá, mientras ellos se desnudaban, cuando Encarni, quiso sacar el sostén le dije:
- No lo saques, si no te importa, me encanta que te levante las tetas y puedas sacar los pezones.
- Me lo dejo, señor, ¿algo más manda el señor? Preguntó.
- Nada, solo que me dejes verte bien…Contesté.
Hizo un par de giros y vino directa a por mí polla, empezó a lamerla por todas las partes, metió el capullo en la boca y lo lubricó, mientras Antonio grababa, de repente noto una caricias en mi escroto y me di cuenta que Antonio daba un primer paso, le dijo algo en el oído a Encarni y vi como asentía, no tarde en notar como dos bocas lamian con delicadeza mi polla, morbo total…
Estuvieron así un buen rato, sentía un placer brutal, mientras metía la mano en el coño de Encarni y lo frotaba con mi mano abierta y metía dos dedos de vez en cuando.
Me estaban haciendo una mamada genial, dos bocas, las manos masajeando la polla y dándole un vaivén me sabía a gloria.
- Encarni, ven hacemos un 69, y así también disfrutas tú. Le dije.
- Vale. Dijo mientras colocaba su coño sobre mi cara.
En todo momento Antonio saboreaba mi polla, parándose en el capullo y los huevos, volvió la boca de Encarni a tomar el capullo de nuevo y a darme ese masaje tan agradable. Abrí bien los labios enormes de su coño y recorrí las paredes, aún estaba ácido pero lubricado a cien, no me importó, metí dos dedos en el coño y empecé a bombear con ellos. Aguantamos un buen rato en esa posición hasta que noté que Encarni chupaba con más ahínco y respiraba más fuerte, aceleré el ritmo de mis dedos y mi polla tampoco podía contenerse más.
- Me voy a correr, me voy a correr…Dije
- Suelta toda la leche, suéltala, que la esperamos. Era Antonio quien hablaba.
Imagino que eso puso muy perra a Encarni que apretó fuerte su pelvis y comenzó a correrse jadeando aggg, agggg, agggg, agggg, mientas yo no paraba de lamer el coño y chupar el clítoris. No pude más.
- Me corrooo me corro, dije separando mi cara del coño y sin más no fui dueño de mis músculos, se contraían y mi polla comenzó a manar leche a presión como un pozo petrolífero, notaba como la boca de Encarni estaba recibiendo mi corrida, mientras Antonio estrujaba mis huevos….Uffff menuda corrida, pensé al terminar.
Nos quedamos relajados un rato, hasta que decidimos pasar a la ducha los tres, vestirnos, recogí ropa para el día siguiente y salimos hacia Madrid, para pasar por su hotel y salir a cenar algo suave. Encarni no sabía la sorpresa que le daríamos esa noche, volvería a compartir su cama. Os lo contaré.
Pd.
Estos días tengo las tardes libres duermo poco, por eso escribo los relatos tan seguidos, me relaja y termino cascándome una buena paja, por cierto nunca pensé contar mis vivencias en el sexo, pero todo relatos es un espacio genial para compartir experiencias con otras personas afines. Gracias a tod@s.