Relato 55, Un fin de semana completo y celebración

Con tiento y sin prisas, trabaje a una madura espectacular, periodista y famosa de las pantallas, es una hembra tremenda y espero que lo que comenzó ayer con un polvo suave sea el principio de días de sexo placentero para ambos. Me encanta el cuerpo de esta jaca percherona, deseo su culo de verdad.

Hoy 27 de Julio, me levanté cansado, estoy plofff.

Ayer cumplí años y celebré una buena comida, luego disfrutamos mucho de la velada y por supuesto pude gozar de algo que llevaba preparando varios días.

Os comento, como visteis en mis anteriores relatos os voy comentando como organizo los días más o menos. El jueves pasado, estuve tres horas por la tarde con Mari Mar, le gusta que le haga el culo y sacarle buenas corridas, como llevaba varios días sin probar mi tranca, lo pasó divino, estaba eufórica.

Por la noche, fui a ayudar a Maribel a mover dos cómodas y colocarlas en su sitio, claro que tuve que aplicarme solo, porque Moro estaba con Rosa. Volví a casa sobre las dos de la madrugada después de hacernos gozar mutuamente, porque de verdad follar a esta preciosidad es una maravilla.

El viernes por la mañana, estaba reventado, fui a trabajar, pero os garantizo que, si me siento en la oficina, me duermo fijo. Estuve recorriendo varias zonas de la empresa. Todo el personal tiene uniforme puesto, incluso aquellas personas que atienden al público. Vi en un área de zona de recepción de mercancías una chica que os describo: Melena negra larga, 160 de altura, caderas de 140 mínimo, una cintura de 100 y un pecho de 150 más o menos, llevaba puesto un vaquero apretado y una camiseta con tirantes que dejaba ver muy bien ese par de tetones que tiene. Es una chica que cualquier jovencito considera muy gorda, pero no a mí, jajaja se lo que dan de sí y me ponen.

Me acerqué más a la zona y comprobé que venía con varios paquetes de productos diferentes. Pregunté a Gabriel, un compañero y me dijo que es la chica que se encarga de ir a recoger encargos que a veces hacemos a varios negocios diferentes y como son pequeñas cantidades mandan a esta chica a recogerlas. Por supuesto trabaja con ellos en el almacén, pero cuando sale va sin uniforme. Jo, me puso esta muchacha, como 27 años y muy similar a Oti, me puse de nuevo activo, para comenzar a trabajar el tema, se llama Isabel. Veremos que da de sí el tema.

El viernes después de comer, me fui a echar una siesta que no fui capaz de rematar porque Conchi, estaba libre y vino al dormitorio y comenzó con una mamada y terminó con un buen polvazo que la hizo correr varias veces.

Me duché, fui a la casa de los padres de Noelia para disfrutar de la barbacoa, estuvimos genial, llevé vino y pasteles. Estaban: Noelia, Diana, Andrea, amigas ya de fiesta y también dos más que si bien las vi con ellas en varias ocasiones no tuve el placer de conocer, Gisela y Vanesa. Cuando estábamos en pleno aperitivo, llegó Martín con el balón y detrás venia su madre, joder preciosa, no me extraña que esté en la tele, con más o menos 45 años bien llevados, venia con pantalón blanco de lino, unas alpargatas de tacón y una blusa azul claro, con la melena negra muy bien peinada, estaba preciosa y con unos pendientes inmensos, que me impresionaron de lo que aguantan las orejas.

La cena salió perfecta y como había mucha amiga, decidí marcharme sobre las doce y media. Me fui a casa de Aurora y Ricardo, que una vez que les avisé por teléfono de que iba, ya me estaban esperando. Montamos una fiesta como las de siempre y desde luego ella tenía unas ganas de polla enormes porque tres semanas sin clavar mi rabo bien dentro como dice ella, es mucho sufrimiento. Fui a cama sobre las cuatro y media.

El sábado por la mañana a las ocho, estaba entre sueños y vi a Conchi, al lado de mi mesilla de noche y me dice:

Venga, que tengo media hora, necesito correrme bien.

Joder que ímpetu, aquí cada uno va a los suyo, jajaja pero bueno, hay que trabajar si se quiere mantener a las amigas contentas.

Me comió la polla y cuando la tuvo a punto, ni me dejo comerle el coño, se subió encima y en un rato saco dos corridas a tope. Se volvió a colocar la bata de trabajo y se fue. Descansé hasta el mediodía tranquilamente.

Cuando iba al salón para comer, estaban varios clientes ya en el salón. Me acerqué a la cocina y ayudé a Marta, Conchi, Marlen y bajé con Antonio a por un saco de patatas del sótano. Me senté en mesa de la esquina para no molestar y Marlen, me trajo una ensalada completísima y acercando su cara a mi oreja, me dice:

Te apetece pasar la tarde juntos, si quieres a las cinco estoy dando un paseo por la casa de Josefa (la madre de Adolfo) y pasamos un buen rato, además tengo muchas ganas.

Bueno, pues estaré allí a las cinco como dices, ten cuidado que no te vean entrar, no vaya a ser que haya mucho listo y luego comente.

Pues ahí me tienes a las cinco de la tarde, haciendo gozar a Marlen, que según ella echaba de menos una buena clavada y después de follar duro sobre las siete y media, me dejó de una pieza cuando me dice:

Mira Juan, estuve pensando en montar una estrategia y decirle a J. Antonio que me gustaría mucho estar contigo y se lo diré de una manera muy especial porque de vez en cuando él me dice que ya no me complace del todo. Voy a ver como lo hago. No daba crédito a lo que escuchaba, joder con Marlen, quería implicar al abuelo en el tema, o eso creía en ese momento.

Nos despedimos y yo me duche en la casa de la madre de Adolfo, quería ir a ver a Cati y a Martín, que les había invitado el día anterior a topar unas tapas especiales que preparan en un bar que me recomendó Adolfo, que tiene relativo a bares, todo controlado.

La cena fue agradable, centré mi atención en Martin y disfrutó mucho de mi compañía. Cati, se quedó impresionada de la conexión que tenía con su hijo y me felicitó, dice que rechaza a todo moscón que se acerca a ella. Cuando iba a despedirme de ella, dice:

Juan, mañana es domingo y si hace bueno vamos a la playa fluvial, si te apetece venir estaremos encantados ¿verdad Martin? ¿Te apetece que venga Juan a la playa y comemos por allí?

Si, por favor Juan, ven que así no me aburro y me enseñas más cosas de karate, jajaj, quiero ganarte.

Vale, cuenta conmigo, sobre las doce estaré por allí y nos vemos.

La playa fluvial está a unos ocho kilómetros del pueblo, es una zona muy bonita, en un embalse y tiene varias bodegas por los alrededores, que durante el verano sirven comidas a los veraneantes que se acercan a esa zona.

Volví sobre la una de la madrugada y me fui a la casa rural. Pensé, bueno esta noche quiero dormir bien y mañana veo como empiezo a liar a Cati, esta muy buena y quiero que goce mi tranca y sepa lo que vale un peine, jajaja.

Joder, nada más aparcar veo a Marta, que está llevando unas bolsas de basura al contenedor y le digo:

¿Como estas tan tarde por aquí?

Es que teníamos que dejar preparadas empanadas y comida para que los clientes la lleven mañana que van a la playa fluvial y lo dejamos todo listo. ¿Y tú de dónde vienes? Jajaja.

Pues vengo de cenar algo, fui a un bar que me recomendó, Adolfo el compañero de la cooperativa.

Vaya, ¿si te apetece, en diez minutos estoy libre y me llevas a casa, quieres?

Vale, deja que me cambie, me pongo más cómodo, hace calor y voy por un pantalón corto y una camiseta.

Entré en mi habitación y pensé, joder, hay días que no sabes cómo salen las cosas tan auténticas y otras veces a hacerse un pajote.

En diez minutos, entró en mi coche y nos fuimos, la noche era espectacular y nos fuimos a follar de campo, estuvimos hasta las seis de la mañana, porque ella quería descansar un poco a las doce estaría de nuevo en la casa rural. Joder me corrí dos veces y ella cinco o seis, al final la noche fue completa, pensé.

A las siete me acosté y puse la alarma para las doce, dormí de un tirón, menos mal que no vino nadie a molestar. Me di una ducha y salí sin decir nada, quería estar tranquilo, luego llamaría por teléfono para decir que no podía ir a comer y punto, en otro caso debo dar explicaciones, jajajaj.

El día no era caluroso del todo, por la mañana cayeron unas gotas, pero aún así estaba agradable para pasear y poder disfrutar de una comida tranquila.

Estaba Cati y Martin jugando con dos palas y rápidamente, sustituí a ella a petición del peque. Sobre las dos y media, subimos juntos a mi coche y fuimos a una bodega donde poder disfrutar de una comida, tiene una pequeña terraza y la vista es espectacular, el cañón del rio y embalse se ven perfectamente.

Fue muy agradable la comida y como había dos críos en la mesa de al lado, enseguida organizaron jugar con un balón, uniéndose Martí a ellos. Eso dejó un buen rato de conversación a solas con Cati y le dije:

Mañana es mi cumple, si te apetece te invito a comer.

Vaya, mañana pensaba ir a la ciudad, Martin se queda con mis padres y así tengo un rato para pasear y hacer unas compras. Dijo.

Pues si quieres, yo aprovecho la mañana para hacer unas cosas en el trabajo y sobre las dos del mediodía estoy por allí y si quieres te llevo a comer a un restaurante que me encanta. Comenté.

Bueno, hacemos una cosa, mañana después de salir de casa, te llamo y te digo algo.

Seguimos hablando de todo y al rato aparecieron unos bonitos rayos de sol, Martín y los chicos insistían en volver a la playa para jugar y darse un chapuzón.

Salimos después de pagar la cuenta y al coche.

No comentamos nada especial, más que como había cambiado el tiempo en pocas horas y lo agradable que es ponerse al sol sin achicharrarse.

Al llegar a la playa aparcamos en la zona izquierda que había menos gente y bajamos a la arena. Catí sobre su bañador llevaba puesto un vestido de lino tipo marinero que le llegaba a la rodilla. Se lo sacó y por primera vez vi el cuerpazo de esta diosa, increíble que con 43 años mantuviese ese cuerpo. (Tengo foto, para curiosos, jajaja)

Pasamos la tarde paseando y fue muy agradable, pero sobre las ocho y media unas nubes cubrieron el sol y un rato después decidimos irnos. Cada uno tomó su coche y despidiéndome de Martín con un abrazo y con Cati con dos besos, nos fuimos.

Deseaba recibir esa llamada de Cati al día siguiente, estaba receptiva y la sintonía a través de Martin era perfecta, me apetecía mucho estar con ella a solas y si podía hacerla gozar de un buen polvazo, pero eso no estaba garantizado, en ningún momento el tema derivo en cometarios sobre sexo.

Cuando volvía a la casa rural, ya muy cerca encontré a Maribel corriendo acompañada de su perro. Paré a su lado y pregunté:

Estas buenísima, jajaja, para pecar. ¿Qué haces a las nueve y media corriendo?

Pues que voy hacer, estuve durmiendo la siesta y ahora estirando un poco los músculos, esta una tarde agradable y así Moro también sale un poco.

La vi tan espectacular con sus mayas negras y camiseta blanca que ambas marcaban todo su cuerpo que no me corté un pelo.

¿Me invitas a cenar? También estoy solo y mañana es mi cumple y me apetece charlar un rato contigo.

Te invito, pero haces tú la cena, jajajaj, hay de todo en casa, pero me apetece que prepares tú algo rico. Dijo sin piedad, sabe que cocino bien.

En media hora estoy en tu casa. Dije arrancando y despidiéndonos.

Como soy puntual, llegué a la hora establecida, me mandó pasar y me comentó:

Vete a la cocina, prepara algo rápido para cenar, yo me voy a duchar y termino enseguida.

Vale, veo que organizo de cena, déjalo de mi cuenta.

Preparé unos cocteles de gambas con palitos de cangrejo y una ensalada de canónigos completa con piña y nueces. No tardé mucho en preparar la mesa y Maribel llegó también puntual a mesa puesta.

Jajaja, así da gusto, tengo que pedirte que vengas más a menudo, da gusto tener cocinero en casa, jajaja Dijo.

O sea que venga más a menudo a cocinar, jajaj eres estupenda, ¿solo a cocinar?, jajaja. Pregunté.

Jajaja, lo demás nunca está garantizado, primero quiero probar lo que preparaste y después en función de la calidad de tu cocina, decido, jajaja. Soltó.

Pues nada, visto lo visto, casi pillo un bocata y me voy, jajaja. Dije.

Ni se te ocurra moverte, ahora terminamos la cena y luego decido, jajaja. Dijo.

No tengo que decir más terminamos como siempre en un trio especial Moro, Maribel y yo. La verdad que fueron solos tres horas, pero muy placenteras. Solté un par de corridas como respuesta a los orgasmos de Maribel, que le llenaron bien el coño. Lo pasamos genial juntos.

Ayer 26 de Julio, debía ir al trabajo, no tengo mucha actividad porque son fechas muy tranquilas para la actividad que desarrollo y no puse la alarma.

No hizo falta alarma, a las siete y media ya escuché abrir la puerta. Un segundo después un pico.

Vengo a felicitar tu cumpleaños, deseo que cumplas muchos más. Dijo.

Gracias Conchi, gracias por felicitarme la primera. Dije.

No me dio tiempo a nada más, su mano entró debajo del edredón y ya perdimos el control. No disponíamos de mucho tiempo, pero llevó un buen polvo que le sacó dos corridas buenas una de esas de esas que ella la montaña rusa.

A las nueve me duché, me vestí, salí y entré en el coche y me dirigí al trabajo. Sonó el teléfono y contesto a un número conocido:

Buenos días Puri, ¿qué tal estas? No te llamo más a menudo porque con Diego a tu lado igual le despierto. Dije (esta con permiso de maternidad).

Hola guapo, ¿Cómo estás? No molestas nunca llames a la hora que llames. FELIZ CUMPLE, dijo elevando la voz.

Gracias, eres maravillosa, me encanta estar contigo, lo sabes. Dije.

Pues demuéstramelo, jajaja. Esta mañana sobre las once estoy libre, porque Diego queda con mi madre y viene mi suegra a comer a casa. Yo voy a salir a hacer unos encargos, necesito airearme. Comentó.

Pues, sabes, te invito a un café, ¿aceptas? Pregunté.

Vale, un café a las once en el Travieso (un bar del pueblo).

Ahí a las once como un clavo, dije.

A la hora prevista, estábamos en la entrada del bar, pasamos, tomamos u café en la terraza posterior que tiene bajo una parra y hablamos de todo un poco.

Cuando pasaron veinte minutos, me dice:

Tengo unas ganas locas de gozar de un buen polvo, desde que nació Diego, entre unas cosas y otras no hicimos nada.

Vaya, o sea que a dieta total eso no puede ser, ya pasó mes y medio y la vida debe volver a su cauce. Jajajaj. Dije.

¿Tu como estas de tiempo? Yo sobre la una y media tengo que estar en casa, pero si quieres ahora puedo quedar, vamos la casa, ¿te apetece? Preguntó.

Claro, vamos a organizar, primero te vas tú y luego unos minutos después llegó allí, ya sabes, la llave esta debajo del felpudo de la puerta trasera, ¿sabes verdad? Pregunté.

No tardamos en estar enfrascados en una locura de besos y caricias que desde luego llevó a una buena sesión de placer, que, aunque corta mereció la pena. Probé la leche materna, jajajaj. (Puri esta igual de preciosa, aunque tiene un poquito más de tripita, pero las tetas están brutales como campanas).

A la una y media, miré el teléfono y dos llamadas perdidas de Cati. La llamé pedí disculpas y me dijo que estaría por el restaurante sobre las dos y media, justo el tiempo que necesitaba y salí hacia la ciudad.

Llegué tres minutos tarde, nos habíamos citado en el restaurante donde había comido con Marlen e Irina.

La comida estuvo muy bien, incluso el camarero, trajo un pequeño trozo de tarta con una vela, jajaj, detalle de la casa, porque sabía lo del cumple, lo comentamos en la comida.

Tomamos café y alargamos la sobremesa, había tensión, pero ninguno de los dos daba el paso para ver que podía pasar. Y creí que era el momento.

Bueno, ¿ahora que tienes que hacer? ¿quedaste con alguien? Pregunté.

No, la verdad que no organice nada, si eso vuelvo al pueblo y leeré algo, no tengo a Martín hasta la noche. Respondió.

Vaya, ¿si quieres hacemos algo juntos? Pregunté.

¿Qué propones, en que estás pensando? Preguntó.

Tu decides, si quieres salir a tomar algo en una terraza o si deseas algo especial que pueda ofrecerte, lo dices y punto. Dijo.

Pues la verdad, no tengo nada especial que hacer, propón tu un plan y pasamos la tarde. Dijo.

Jajaja, eso es un peligro, dejarme a mi que proponga, es un riesgo. Dije.

¿Por qué? ¿Porque es un riesgo? Jajajaj. Preguntó.

Jajaja, ya sabes que uno no es de piedra, jajaj y de verdad te propondría lago espacial pero no me atrevo, jajaja. Dije.

Propón lo que quieras son las cuatro hasta las diez no tengo prisa. Dijo.

Jajaja. Espero que no te moleste, pero llevo deseándote todos estos días, ¿Te apetece pasar la tarde juntos en el motel? Me lancé sin saber que iba a pasar.

Perdona, disculpa, voy al baño. Dijo sin contestar a mi pregunta.

Esperé a su vuelta y me dice:

Bueno, de momento salimos de aquí, luego ya veré.

Salimos, apoyé mi mano en su cadera para dejarla salir delante y noté una sensación especial, me apetecía mucho ver gozar a semejante hembra (envío foto para que la veáis de pie en la playa).

No dijo más, que te sigo.

Subí al coche y dirección al motel, hay un parking de un restaurante de carretera y aparqué allí. Subí a su coche y nos fuimos.

Antes de llegar al motel, me dice:

Ponte al volante, yo me voy a tumbar sobre el asiento trasero, no quiero moscones.

Entramos sin mirar atrás, tenía unas ganas locas de hacer gozar a Cati.

Nada más entrar a la habitación, se hizo el silencio, lo rompió Cati.

Voy al baño, ¿tu vas a pasar? Porque pasas antes si quieres.

Si paso yo. Entré y me di un agua rapidísimo, quería saber cómo pasaría esos minutos sola en la habitación.

Salí con una toalla alrededor del cuerpo, me miró sonrió y me dijo:

¿Qué pasa tienes miedo a que te vea desnudo?

Para nada. Dije sacando la toalla.

Dios, dios, estas muy bien dotado, jamás vi algo así. Dios. Dijo entrando en el baño. Tardó con cinco minutos en volver y venia con la ropa interior negra y descalza.

Yo estaba ya sobre la cama con la sabana sobre parte de mi cuerpo. Ella se echo a mi lado y me dice:

Juan, tengo que decirte que hace cuatro años que no tengo relaciones, las razones: Primero, no terminó bien la historia con mi exmarido y todo eso me supuso mucho desequilibrio emocional y centré mi vida en Martín y segunda, te informo que en nuestro trabajo debemos mantener las formas de una manera escrupulosa, cualquier desliz se comenta y eso en una empresa enorme a veces te aparta de tu puesto, es más si tengo gripe voy igual, porque si dejo la silla un día al siguiente esta otra persona, hay una lucha voraz.

Te comprendo, pero tranquila hacemos solo aquello que tu desees. Dije.

Me miró a los ojos y nos besamos de una manera suave, intensa y sin ningún gesto más que la búsqueda de la lengua contraria uno y otra.

Fue muy largo el beso, quería que ella llevase la iniciativa y si la tomó, cuando mi polla empalmadísima golpeó su pierna.

Agarró muy suave mi pene y comenzó a acariciarlo, en ese momento comencé a besar su cuello, su boca, sus orejas y ella sin soltar el tranco empalmado como un toro.

Cuando ella comenzó a gemir y a mover la cadera hacia arriba, mi mano derecha fue a por su entrepierna, acaricié la parte del monte de venus cubierta por su braga y cuando llevaba un rato aparté hacia un lado y fui a por los labios exteriores, tocando el clítoris una y otra vez.

Seguíamos besándonos, abrazados y cada uno con la mano en el sexo del otro, cuando consideré que era el momento. Me incorporé un poco me coloqué de rodillas y comencé recorriendo su pecho, comiendo muy suavemente sus tetas que había sacado de las copas del sostén, tienen un 90 de talla, pezones crema y aureolas chiquitinas.

Me deleité mientras ella incrementaba la respiración y su placer estaba llegando al momento que me interesaba, quería una primera corrida de Cati.

Bajé despacio hasta que apartando la braga pude colocar mi boca sobre los labios exteriores de la vagina de esta hembra monumental, me sorprendió lo bonito que es su coño, parece de niña. Me aplique y cuando consideré que era el momento, introduje el dedo en el coñito estrecho de Cati y busque tocar fondo y luego haciendo efecto llamada, para que el punto G se activase. Estaba muy caliente y ante mis lamidas y aplicado el dedo con delicadeza, comenzó a acelerar la respiración y soltó un orgasmo autentico, subía y bajaba su cadera, pero no dijo ni palabra, solo gemidos intensos y largos.

Cuando se relajó un poco me dice:

Por favor intenta metérmela poco a poco, me gusta así recién terminado mi orgasmo, me gusta.

Tranquila lo hago despacio. Dije.

Me subí sobre ella al misionero y agarré la polla para acariciar bien por fuera su coño, quería hacerla gozar antes de metérsela y así fue. Froté con intensidad, le acercaba la punta, volvía a recorrer los labios arriba y abajo sin prisa, pero con intensidad, ella fue abriendo más las piernas y me facilitó que mi tranca llegase a la parte más caliente de su cuerpo. Quería clavar el coño de Cati y ver su cara cuando la estuviese penetrando con mi tranca dura, venosa y potente. Me coloqué un condón de inmediato.

Tardé en ser capaz de pasar el capullo, el coño estaba apretado y me costó lograr taladrar, se quejaba a cada empujón mío. Una vez que entro mi capullo, ella se relajo y elevó sus piernas para echarlas sobre mi espalda y eso me dejó el camino libre para dejar caer mi peso y enchufar hasta el fondo del coño de Cati. Se quejó, pero no paré quería que sintiese el poder de mi tranca, potente y bien gorda.

Comencé a bombear despacio, ella cerraba los ojos a cada clavada y no di tregua, entré hasta el fondo empujando cuanto pude y unos minutos después se comenzó a acoplar a mis envestidas y ya jugaba con la cadera buscando mi ritmo.

El coño estrechito de esta hembra con un cuerpo monumental me encantaba y no iba a dejar que no gozase como jamás lo hizo con otro tío.

No aguantó mucho y sin más me dijo:

Dios, me llena toda, voy a tener otro orgasmo, dios, dios, aggg, ahhh, ahhh. Jadeaba y se corría sin remedio y respondía a mis clavadas. Fui a por su boca, la besé mientras se corría y como efecto de su emoción clavo sus uñas en mi espalda, joder sentí el dolor, pero no dejé de empujar hasta hacerla soltar la última convulsión.

Relajada de su segunda corrida, me dejé caer sobre mi lado derecho para no cargar todo el peso de mi cuerpo sobre el suyo. Cerró los ojos y me dijo:

Sabia que iba a pasar desde el momento que te vi en la gasolinera, jajaj, lo sabía, estoy de vacaciones y con la guardia baja, cuando te vi me gustaste mucho y le pregunté a Noelia quien eras, me explicó que eras asesor externo de la cooperativa y de verdad entro en mi un cosquilleo cuando hablaba de ti. Pero lo que bajo de todo la guardia fue tu trato con Martín, me encanta como lo tratas.

Cati a mí también me gustaste mucho, pero no sabia tu estado civil, es más te había visto muchas veces en la tele y no me imaginé llegar a conocerte a pesar de saber que eres de aquí.  Dije.

Jajaja, bueno la verdad es que vi unas miradas muy directas tuyas, eso me encantó porque lo hiciste muy sutil, eres muy listo, tú. Dijo.

No lo creas soy bastante precavido, jajaj. Trato muy bien a las mujeres y si son señoras, aunque las desee jamás hago ademán de demostrar nada.

Ella mira mi tranca y dice.

Joder que pollón tienes, en mi vida vi tal cosa, no es que sea una entendida, solo estuve con tres personas, tu eres el cuarto, pero esto es enorme, de verdad.

La agarró y le dije:

¿Te gustaría comerla un poco? Sacando el condón.

No contestó, comenzó a pasar la lengua una y otra vez por el capullo y buscando con sus labios rodearlo para poco a poco abrir la boca y chuparlo con intensidad.

Me gusta lo delicada que es en sus acciones, controla sus emociones y desde luego es una señora en todos los aspectos.

Cuando comenzó a mamar con intensidad no aguanté y cuando ella me agarraba los huevos apretándolos, le dije:

Cati, voy a correrme, voy a correrme.

Ella no dijo nada, siguió comiendo y supuse que no le importaba que me corriese en su boca. Dicho y hecho.

Mi corrida ni se hizo esperar y reventé completamente dejando que mis disparos llegasen a su garganta. Le daban arcadas, pero su cabeza estaba sujeta por mis manos. Llené su boca de lefa. Cuando paré se levanto como un cohete y descargó lo que contenía su boca en el baño.

Al rato, escuche caer el agua y como lavaba los dientes. No tardó en volver y me dice.

Casi me ahogo dios muy que abundante, me encanta cuando disparas con esa fuerza, dios que pasada.

Jajaja, pues una corrida así dentro te hace correr como una loca. Comenté intentando ya el segundo asalto sin condón.

Jajaj, deja pasar unos días, mira te cuento, estaré aquí hasta el 14 de Agosto y si quieres lo repetimos más veces, pero para hoy tengo bastante y debo irme, no quiero llegar tarde a casa.

Vale, perfecto, si quieres podemos quedar mañana en la casa en la que guardo mis cosas personales y pasamos la tarde juntos, si quieres.

Vale, mira, a las cinco te aparezco allí y dispongo de tres horas más o menos, luego sobre las ocho y media debo recoger a Martín que va con los vecinos a la piscina municipal.

Perfecto, estaré pendiente, si hay algún problema me llamas. Dije.

Perfecto, quedamos para mañana y de verdad quiero que sea más completo que hoy, me gustó, mucho, pero debo concienciarme de ello, jajaj, ya ves soy muy rara.

Para nada, eres una señora y te comprendo, romper unas normas no es fácil, por lo tanto, tómate tu tiempo y me dice.

Jajaj, mi decisión está tomada, mañana quedamos.

Nos vestimos y salimos en dirección a su coche. Nos besamos y cada uno ya dirección al pueblo.

La verdad que me encantó follar a Cati, pero me supo a poco, se me ocurrió llamar a Diana y proponerle pasar un rato juntos quería clavar su culo que me pone a cien. Acepto y pasamos desde las diez de la noche hasta la una de la madrugada en la casa. Le follé el culo muy bien e hice una foto bien enrabada.

Son las cuatro y dieciocho minutos de la tarde del dia 27 Julio del 2021 y estoy listo para pasar el resto de la tarde con Cati. Envío este relato, me ducho y me voy a mi santuario del placer que es como bautice la casa de Josefa la madre de Adolfo.

PD.

Espero que os guste y agradezco que los que deseen fotos las pidan por privado, está en varios relatos mi mail. Lo repito: acerotemplado17@gmail.com