Relato 46. Una noche haciendo el papel de boy

El cumpleaños de Diana, fue una autentica experiencia, disfrutaron de un boy de polla grande y gozaron de las dos pollas durante toda la noche, ellas tampoco se cortaron un pelo y hubo de todo,

Relato 46- Hice el papel de BOY en el cumpleaños de Diana.

El domingo 6 de septiembre de 2020, Diana cumplió 30 años, y sus amigas Andrea y Beti, querían hacerle una fiesta especial, pero la imposibilidad de hacer una noche especial en locales públicos era imposible, mandaban las restricciones.

Hablaron con Jesús que es un amigo especial para ellas y además su confesor, todas son trabajadoras de la cooperativa en la que llevaba trabajando 5 meses. Con un éxito extraordinario en lo laboral como en mis líos de sábanas.

Tenía un matrimonio intima, Aurora y Ricardo, Mar cuyo marido estaba a e Italia, Puri que seguía queriendo buenos polvos  que la usase, Lucia para noches de polvo rápido, Patricia que compartía con Jesús y me comenzaba a aplicar con las mujeres de la casa rural, que después del apuro de agosto estaban a más tranquilas, además ya tenia más confianza con todas, incluso varias veces me encargué de la barbacoa para que todos los clientes, incluido, pudiésemos disfrutar tanto de pescados como tiras de churrasco.

El lunes 31 como de costumbre, follamos duramente a Patricia en las pacas, antes me la estuvo comiendo en mi despacho, la coloco debajo de la mesa y lo pasamos genial. Al terminar sobre las once y media de la noche, Jesús me dijo:

Andrea y Beti, quieren montar una fiesta para el cumple de Diana, me comentaron que si la hacemos en casa de mi abuela es genial, es una casona que tenemos vacía y como está en la finca no se entera ni dios.

¿Y cuantos vais a ser? Pregunté.

Ellas tres, una amiga que o conozco y yo. Respondió.

¿Y qué coño pinto yo en esa fiesta, no tengo mucha confianza? Pregunté.

Jaaajaajjajaaj. Serias el boy. Respondió.

No me jodas Jesús, no me jodas, ya no estoy para caralladas. Dije.

Venga anímate, ¿o no te interesa follar a Diana? Preguntó.

Coño la podemos follar si ser en público, no creo que sea buena idea. Dije.

Deja que organice y te digo algo, veras como sale bien, ya que Andrea, la amiga quiere que traiga un boy con buen pollón, quieren pasarlo bien, las otras tres no saben nada, solo ella y yo organizamos.

Bueno ya hablaremos mañana. Dije despidiéndome.

Acababa de correrme en el culo de Patricia y la verdad que sin calentura pensé que la fiesta era una coña marinera.

Pasaron dos días y Jesús me dijo:

Tengo todo organizado, ya les dije que había contratado un boy, que pedía 120 pavos y pasaba las horas que quisieran. Jajaja, me dieron que la pasta no es problema, pero comprueba que tenga un buen pollón.

¿Y qué quieres que haga? Pregunté.

Pues pensé en ir a comprar un disfraz de oso o mono de tamaño, que te metas dentro, solo abrimos un buen sitio para sacar la polla y resto vendrá solo. Dijo.

Venga ya, no me vaciles. Respondí.

Quieres follarla o no, está buenísima, ¿viste que carita tiene? Es un bollazo y créeme le encanta follar y el meapilas del novio no le da bastante, me lo dijo ella con toditas las palabras, no te olvides que llevamos enrollados un año, por eso nos pilló Patricia. Dijo.

Pensé solo tendría noche con Aurora y Ricardo, pero también podía quedar con ellos el domingo después de comer y listo.  Y follarnos a Diana estaría genial, quería darle una buena fiesta con Jesús.

Acepto, esta tarde vamos a por el disfraz. Dije.

Saltó, abrazándome, y soltó:

Ajajajaj, este es mi jefe, un perro loco, que necesita follar todos los días y cambiando de tía, creo que, a cada hora, jajajaja.

Tu jefe es tu padre, jajaajj y el mío. Le di un cachete en el cuello.

El día siguiente fuimos a comprar el traje, un mono entero con cabeza de oso, tenia cremallera en el pecho, pero no cumplía con el objetivo que buscábamos de tener un buen agujero para sacar la polla y hacer el papel de boy.

Volviendo a casa, Jesús me dijo que la señora Rosa, era costurera, aunque trabaja en la cooperativa desde muy joven.

Paramos en su casa a preguntarle y nos dijo que lo podía arreglar, se partió de risa con el tema, ella no es una novata y sabia que era para una maldad. Fuimos a la parte de atrás de su casa donde tiene las máquinas de coser y una zona de plancha y lavadora. Esta separado de su casa justo detrás.

Quedé el viernes sobre las cinco de la tarde para recogerlo, pero el diablo hizo que me adelantase, siendo testigo de algo que jamás pude imaginar. Cuando fuimos Jesús y yo, él acarició un perraco enorme, negro azabache.

Eran las cuatro menos veinte de la tarde y aparque delante de casa de Rosa, quería saber si estaba ya listo el traje de oso. Llamé a la puerta exterior y no me abrió nadie, entre en el jardín y fui a la puerta de la vivienda y tampoco contestó nadie, pensé: ¿saldría a alguna cosa? Y luego me di cuenta que habíamos pasado por un lateral de la casa hasta su pequeño taller de costura.

Cuando estaba a unos metros del local escuche jadeos y como pequeños aullidos de animal. Desaceleré el paso y muy lentamente fui hacia la ventana que tiene el local, como a tres metros de la puerta. No podía dar crédito. El perro tenia ensartada por detrás a Rosa y empujaba como un animal. Mi maldad os garantizo que es manifiesta e hice la foto. El perro clavando por detrás a esta abuela ya en los 60, mientras ella de rodillas en el suelo apoyaba sus tetas y cabeza sobre un viejo sofá. (TENGO LA FOTO).

No me moví, estuve como 15 minutos apoyado en la pared, viendo la follada del perro a Rosa, mientras esta jadeaba a las envestidas rápidas del can. Cuando el perro se corrió estuvo un rato largo, como 10 minutos enganchado hasta que se la saco y salió un chorreón de flujos. Menuda tranca tiene el perro, como de 20 cmts. pero gorda de verdad y además con dos pelotones como parte final. No me extraña que gozase de verdad Rosa de aquella polla.

Esperé un rato, vi como ella se limpiaba con una toalla, todavía de rodillas y cuando comprobé que se iba a levantar, me largué hacia la entrada de nuevo. Esperé unos minutos en la calle, fuera del jardín, y volví a repetir la maniobra. Volví a llamar fuera, luego en la puerta y como seguían sin contestar, por el lateral llame: Rosa, Rosa, está en casa.

Escuche, un sí lejano, espera que salgo. Dijo.

Pero seguí andando hacia el taller, y escucho:

Espera un momento, por favor, que salgo de inmediato.

Esperé unos segundos y me fijé, que estaba peinándose en un espejo lateral. Salió sofocada con una bata de color verde, con botones frontales, no era una bata elegante, pero supuse que estaba desnuda por debajo porque la pillé en aquella situación.

Cuando estaba ya a dos metros de ella, me dice:

Si tengo eso listo, espera que lo traigo.

Pero no paré fui detrás de ella, y hay estaba la demostración que quería comprobar el pollón del perro todavía seguía fuera de la funda. No hice comentario, pero ella enseguida me entregó el traje de oso y tiró de la puerta dejando al perro dentro. Me acompaño a la salida y me dijo que no le debía nada, que sabe que su sobrino Jesús me aprecia mucho y con eso se daba por pagada.

Coño, Rosa es la hermana mayor del gerente, menuda coincidencia, por eso le cosía la ropa de la familia. Seguimos hablando, ella estaba un poco sofocada y me explicaba que su marido tiene ya 72 años y está en el centro día municipal hasta las nueve de la noche, padece Alzheimer. Y sin más pregunté:

¿Cuántos años tienes Rosa? ¿Si se puede saber?

Si, soy la mayor de los tres hermanos, le llevo 7 años a Jesús el tiene 54 años y yo 61, aun me quedan cuatro años para jubilarme. Respondió.

Pues la verdad que te conservas muy bien, no tienes una arruga y se te ve muy cuidada. Dije.

Hay hijo, los años no pasan en balde, una ya está para el arrastre, es más ya cuesta madrugar cada día. Comentó.

En ese momento, estando yo por la parte exterior de la reja y ella por dentro, aparca un coche, baja Maribel, elegante, como siempre sin una arruga, enérgica y segura de si misma, que hembraza, pensé en su marido, pero no lo había visto nunca.

Hola Juan, ¿qué tal como esta? Preguntó.

Vine a recoger un disfraz que me preparo Rosa. Contesté.

Jajaja, adelantas los carnavales de verdad, jajajaj. Dijo.

Entró en liza Rosa y le dice:

Son cosas de artista, van a hacer una fiesta y espero que no los metan en la cárcel por hacer fuera de horas una canallada.

Bueno, será una fiesta con responsabilidad. Dije.

Prima, vengo a buscar a moro. ¿Está atrás? Preguntó.

Y Rosa sin mirarla dice:

No te esperaba tan rápido ni a ti ni a Juan, porque no tomáis un café y charlamos un rato.

Hay me di cuenta que si Maribel entraba vería al perro con el rabo fuera, si tomábamos un café se recomponía fijo. Entré en liza y pensé en darle salida a Rosa.

Venga Maribel, un café, aunque sea diez minutos. Dije.

Pasamos detrás de Rosa y nos sentamos en la mesa y Rosa puso tres tazas, me di cuenta que respiró con mi propuesta.

Durante los 15 minutos del café hablamos del trabajo y de lo aburrido que es el pueblo en invierno, cosas triviales, hasta que Maribel dijo:

Rosa, ¿dónde está moro?

Lo traigo ahora que está atrás lo tenía dentro del taller para que no se fuese al venir Juan, no quería estar pendiente de él. Dijo Rosa.

Y le pregunté a Maribel:

¿Es el perro negro que vi atrás? Pregunté.

Si, es moro, un perro que conseguí en la perrera municipal de cachorro, buscaba un perro fuerte, lo tengo muy enseñado y es muy tranquilo. Se lo dejo a Rosa el lunes por la mañana y lo recojo el viernes, así no estoy pendiente de él. Contestó.

Qué bien, lo llevas el fin de semana, así sigue acostumbrado a ti. Dije

Si me hace mucha compañía, lo llevo a correr, lo llevo al rio, cuando salgo en bici, el fin de semana hace vida conmigo. Incluso a veces duerme en la cama, sube como un cohete cuando me acuesto. Dijo.

Genial, siempre es una compañía en casa y da al personal si se acerca alguien. Comenté.

En ese momento entró Rosa con el perro a su lado, ya tenía solo un trozo de polla fuera, ese tiempo fue vital para que Maribel no viese al perro como lo vi yo.

Me levanté, nos despedimos y me quedé con la copla, que cosas tiene la vida y luego algún desconfiado me dirá por privado que me invento las historias, la realidad siempre es más brutal que la imaginación. No se me pasaría a mí que aquella mujer de sesenta años, se dejase abotonar por el perro, además me imaginé de inmediato que ese perro no era la primera vez que hacía eso y si Maribel lo tiene tan educado, algo me daba que pensar, pero aún no era el momento. No hable nada de este acontecimiento a Jesús, no creo que imaginase las aventuras de moro con su tía Rosa.

Pasé por la cooperativa, trabajé el resto de la tarde y también el sábado por la mañana fui a trabajar, aunque dispongo de horario libre y no tengo que dar explicaciones, de hecho, me llaman cuando tienen alguna cosa para resolver. Estaba de turno de mañana Puri y quería tener un rato con ella. Sobre las dos y cuarto de la tarde, llegó y me dijo:

Venga uno rápido, aquí en tu despacho.

Jajaja, vienes eléctrica, Dije.

Nos morreamos, nos pusimos a cien, se subió la falda, apartó las bragas y se clavó en mi polla mientras yo estaba sentado en una silla que tenemos ya a tal efecto. Después de media hora, de clavarse en mi rabo mientras yo le comía bien las tetas y la morreaba, se corrió dos veces y yo en la segunda ya no pude aguantar, solté lefa a montones dentro de ella, ya no se queja. Después de corrernos los dos, se arregló un poco y se fue. Yo tardé aun media hora para irme.

Pasé la tarde descansando y varias veces intercambiamos mensajes Jesús y yo, para organizar sin errores la noche, ya conocía la casa, por lo tanto, si él me dejaba la puerta posterior abierta, subiría a las habitaciones y ya me cambiaba allí y cuando el indicase, bajaba y listo.

Al final, serian tres chicas y él. Diana, la protagonista, Andrea y Noelia, se descolgó Beti, pero igual se incorporaba por la mañana, ya que sabía que la fiesta seria larga.

Llegué a la casa donde habíamos quedado, la puerta estaba entreabierta, subí a la habitación, me puse en pelotas y vestí el disfraz de oso, me quedaba muy holgado, ese era una de las razones, así no podrían detectar en principio la identidad del boy.

Ellos estaban enfrascados en una fiesta total, risa, brindis, se untaban tarta por la cara, etc. lo típico de un cumple desinhibido total.

A las doce y cuanto comenzó a sonar la música “The Nave” de Village People, esa era la señal de preparados, al terminar comenzaría “Macho Man” y sería el turno de entrada. Estaba esperando y observaba como las chicas se abrazaban entre ellas, besos coqueteos y algún pico a Jesús, que trataba de abrazarlas a las tres.

Comenzó la música acordada y Jesús dijo en voz alta:

Este es mi regalo para ti, Diana y por supuesto dispuesto para quien no quiera perder una noche única.

Salté al salón, entre aplausos y cachondeo total, Diana le dio un morreo a Jesús, el tema prometía. Estuve bailando de todas las maneras, e incluso las hice sentar encima de mi rabo, hacia como que las follaba por detrás, etc. Fue casi media hora de fiesta, pero mi rabo guardado.

Pero Andrea, no podía contener la curiosidad, había notado el pollón, pero como yo no hablaba ni una sola palabra dijo:

Qué bueno además debe ser mudo, así no hay problema, Jesús eres un crack.

Se partían de risa, la música y el alcohol ya estaban caldeando de verdad el ambiente. Andrea no pudo contenerse y de un tirón arranco el trozo cosido al velcro que dejaba oculto mi rabo.

Andrea, es una chica de nos 28 años, no muy alta, entradita en kilos, de cara agradable sin ser impresionante con buen culo y unas tetazas que dejaba ver s vestido fusia con escote redondo, se veían un par de melones y n canal como el de Suez.

Mi rabo saltó disparado, me había tomado un cialis y estaba excitado, duro como un cañón, ellas se partían de risa y tapaban la boca. Hasta que Diana preguntó:

Jesús de donde sacaste este tío, menuda tranca tiene, larga y gorda, es una pasada.

Jesús, le dio un morreo y le dijo:

Ya sabes para ti lo que quieras, ya me dijiste que te gusta barco grande. Hay tienes toda para vosotras, solo tenéis que convencerlo.

Noelia, dijo:

Con tu permiso Diana, yo lo convenzo fijo.

Noelia, es muy delgada, también en los treinta más o menos, pero muy delgadita y con poco pecho, se le ve un buen culito pero tiene cuerpo de cría.

Jesús fue tajante, no primero Diana.

Yo con mi polla en la mano, le frotaba el culo, las empujaba en el sofá y les frotaba los labios, hacia gestos de follarlas, todo un sinfín de acciones para calentar el ambiente. Pasamos un rato con el juego, hasta que me fui a por Diana, la senté en una silla y mi polla recorrió cada centímetro de su cuerpo e incluso golpeé varias veces su cara con el pollote bien duro. Ella estaba colorada, eufórica y deseaba calentarla más.

Comencé a besar su cuello por detrás, mientras le subía el jersey y la dejaba en sostén, ella se dejaba hacer ante los vivas de los otros tres.

Por delante golpeé fuerte sus tetas e incluso metí la polla en el sujetador, ella tímidamente la toco varias veces, estaba entrando en trance.

Seguí con el juego, le puse la polla en la boca, al principio cerraba los labios, pero todos empezaron a decir, abre, abre, abre, y entre risas, metí un poco el capullo. Ella paso la lengua y volvió a cerrar la boca. La levanté y bajé su pantalón vaquero dejándola descalza y en ropa interior. Metí la polla dura entres sus piernas una y otra vez, ella cerraba, pero tampoco con mucha convicción. Estaba caliente después de un buen rato.

La fiesta estaba a cien hasta que Jesús dijo:

Oye, primero le toca a Diana que está de cumple, no se tienen 30 años siempre. Pero hay para las tres.

En ese momento ella se levantó y dijo:

Venga chicas, me gusta compartir y sois mis mejores amigas, a por ella.

No hubo más palabras, saltaron a por la polla Andrea no se cortó un pelo, metió el capullo en la boca mientras las otras dos masajeaban. Estuvimos n buen rato poniéndolas a cien, Jesús no perdía puntada, metía mano en el coño de Diana, desnudaba a las otras dos poco a poco hasta que llego el momento del truco que habíamos orquestado.

El boy se retira un poco, busca el taparrabos lo coloca y con gestos, dice FIN.

Jajajaj, ellas miran a Jesús y Andrea dice:

Joder Jesús un regalo a medias, eso no se hace, nos dejas en lo mejor, verdad Diana. Esta asintió.

Jesús dijo:

Esto tiene solución, le pagáis vosotros el resto de la noche o si el quiere, elige a una, la folla duro y luego seguimos hasta el amanecer.

Silencio absoluto. Se miraban entre ellas.

De repente Noelia dijo: Ya sabéis cual es el deseo de Beti, hay que avisarla para que venga como sea, veras como ella quiere clavar esta polla, está obsesionada no podemos dejarlo marchar, aunque haya que poner pasta.

Jesús avispado dice:

Bueno pasta porque, estáis deseando probar esa tranca y os corta estar aquí todos, porque no dejáis al boy que elija y la escogida sube con él, pasa un buen rato y así esta hasta mañana. Eso claro si acepta el boy.

Hice un gesto de OK elevado mi pulgar.

Ellas se miraban y Noelia dijo:

Bueno que escoja es lo mejor, pero debe aceptar que luego la que quiera pueda probar.

Andrea dijo:

Por supuesto yo quiero probar, sabe dios cuando tendré oportunidad de una fiesta con una polla así.

Diana, más sensata dijo:

Mirar cicas todas tenemos novio, Jesús está aquí, no dirá nada seguro, pero para que nosotras no comentemos nada, pongo una condición o todas prueban o ninguna así nadie podrá decir nada.

Se miraron entre ellas y Andrea dijo:

Si el boy quiere, por supuesto, pero con una condición mirándome a mí, no cobras nada a nadie, porque te vas a follar a tres bombones y por la mañana a otra que está más buena aún.

Mire a Jesús, elevé los hombros y realice el gesto de OK de nuevo.

Se partían de risa, jajaja. Querían fiesta. Jesús interrumpió, dijo:

Dejar que el elija, eso es lo pactado y os llevará a la habitación de una en una y luego cuando las tres estéis satisfechas vemos como seguimos si él quiere.

No di tregua, tomé de la mano a Diana.

Es un monumento, pero lo mas bonita es su cara, preciosa, con la coleta de su melena rubia, esa cara de niña y un cuerpo 100-60- 90, es un lujo disfrutar esa hembra.

Subimos por las escaleras a toda pastilla, cerré la puerta de la habitación. Y le coloqué una cinta sobre los ojos, al principio se resistía y le dije muy suavemente.

No te preocupes, no haré nada desagradable, pero no quiero que veáis mi cara hasta que hayáis follado las tres. Puse la voz más grave que pude, para hacerla irreconocible.

Acepto, la empuje sobre la cama y me desnudé.

Estaba en ropa interior y no duró ni tres minutos, me fui a por su coño, lamí como si quedasen restos de tarta y metí dos dedos, en unos minutos se estaba apretando las tetas y jadeando como una posesa estaba haciendo la llamada al punto G y sabía que mis lengüetazos no tardarían en llevarla al éxtasis.

En unos minutos empujaba su pelvis y aceleraba su respiración, en ese momento, agarré el clítoris muy suavemente con mis labios y con la punta de la lengua le daba toques, santo remedio.

Descargo una corrida enorme, flujos entre jadeos y convulsiones, gemía, gritaba:

Aggg, ahhh, ahhh, siiiii, ahhhh, ahhh. No paraba de correrse.

Sin dar tregua, coloqué el condón, esperé unos segundos y me subí encima.

Poco a `poco empujé mi pollón empalmado en la entrada del coño de Diana, estaba deseando clavarla bien y tenerla a mi disposición, me encanta a pesar de que sale con Manuel, unos de los encargados de la zona de productos veterinarios, le conozco bien.

Mi obsesión era penetrarla bien y no di tregua a pesar de sus quejas, en uno rato entró el capullo y ya noté el calor del coño. Poco a poco fui empujando, ella me apartaba y así estuve un rato hasta que con la mitad del pollote dentro se relajo y comenzó a acompañar mi ritmo, aproveché para meter cada centímetro, hasta que llegué al fondo y aun sobraba 5 centímetros de polla. No quería hacerle daño y empecé el mete y saca sin forzar, rápidamente acompaño mis envestidas y comenzó a jadear. No di tregua, aceleré el ritmo, sabia que no me correría porque al hacerme una paja a las diez, estaría a cien toda la noche.

No dejé de empujar, hasta que ella mientras le comía la boca y le masajeaba las preciosas y duras tetas, tiraba de mi cuerpo, ahora ya estaba a cien.

Aguantó unos minutos y dijo:

Es enorme, me rompe, pero sigue que me corro, no pares, no pares por favor, dios es el mejor regalo de mi vida, que placer, uffff, aggg.

No tardó en romper en un orgasmo intenso, gritando de placer mientras mi polla buscaba el fondo de su cueva, perfecta, caliente y húmeda, mientras se corría le miraba la cara, era preciosa, preciosa, le di un besazo enorme y le dije:

¿Te gustaría tenerla cuando te apetezca? Pregunté.

Siii, me encanta, la quiero otras veces más me sabe a poco. Respondió.

Pues vamos hacer un trato, una vez que me folle a Noelia y Andrea, bajo y hacemos una buena follada con Jesús también, con esa condición te atiendo cuando te apetezca y sin que nadie sepa de ello, ¿te parece? Pregunté.

Joooo, no sé, la verdad que no se como hacer, pero me gustaría repetir esto. Aun estaba mi estaca en su coño y bien dura.

Di unos empujones a mi rabo definitivamente dijo:

Bueno lo hablo con Jesús y cuando termine la última hablamos, con una condición, que podamos ver tu cara.

Hecho, por mi parte. Respondí. La besé intensamente, di dos empujones más, ella apretó su cuerpo contra el mío y nos volvimos a besar. Sobraban las palabras le había encantado el polvazo.

Me retiré de encima de ella y le dije:

Ahora te poner las bragas el sujetador y sin sacar la cinta de los ojos te dejo en la puerta. Vale, cuando suba la siguiente serás tú la que se la coloque y te vas, ya la paso dentro yo.

Una vez la dejé fuera, cerré la puerta un poco y escucho a Diana decir:

Venga la siguiente, esto hay que vivirlo, jajajaj.

Se oía jaleo, abajo, hasta que después de la discusión llegó Andrea, Diana hizo lo pactado y cuando se fue la tomé de la mano.

Estaba aun con el vestido, comencé a besarla por el cuello, los hombros, mientras que mis manos la desnudaban, estaba temblando la cría con piel de gallina, sabia que el hecho de no poder ver acelera las sensaciones.

No tardé en tenerla desnuda sin sostén ni bragas, tenía un cuerpo relleno pero de mujer de 30 años, duro, con tetas grandes pero todavía llenas y arriba y un poco de barriguita que ocultaba su coño.

Repetí el mismo polvo, solo que esta no aguanto tanto como Diana y en unos 15 minutos ya le estaba explicando el procedimiento dejándola en la puerta.

Mientras subía la última, pensé que me había gustado el coño y como gozaba Andrea, tiene un polvazo suave y era yo el que deseaba volver a subirme encima de ella y clavar bien mi tranca y hacerla gozar una tarde entera.

Estaba con esos pensamientos cuando ya estaba lista Noelia.

La pasé dentro, no me ponía tanto, pero tendría que cumplir lo pactado.

Desnuda sobre la cama, delgada, sin pecho, con unos pezones diminutos. Realicé el mismo ritual, cuando estaba comiendo el coño, metí un dedo, después dos y luego tres. Ella jadeaba, estaba gozando de lo lindo mientras le comia el coño. Cuando estaba a punto de correrse paso algo que jamás sentí. Su coño se comprimía y apretaba los dedos de una forma brutal, joder que fuerza tenía en sus músculos pélvicos, increíble.

Se corrió y le metí la punta del capullo, no había resistencia y sin pensarlo dos veces, continuo, empuje, hasta que mi polla llegó al fondo, no se quejó en ningún momento, solo jadeaba.

Ostia, estaba ensartada toda la polla en el coño de aquella poquita cosa y no se quejaba. Empecé el mete-saca y no solo no se quejaba, empujaba arriba y de repente rodeó mi cuerpo con sus piernas, era una artista.

Me pedía dame rápido, aceleré, envestí con fuerza y aquello tragaba sin quejarse, joder que gozada. (Para los sabios, nunca dos mujeres son iguales ni están dispuestas siempre de la misma manera)

Estaba clavando bien a Noelia, me encantaba, se seguro que en otras condiciones me haría correr seguro.

Cuando ya estaba a punto, comenzó a apretar mu tranca con fuerza, os garantizo que dolía un poco cuando apretaba, pero me estaba haciendo vivir algo único que jamás había vivido. (Fijaros si me gustó, que fue la primera que volví a follar ya en casa de la madre de Adolfo. Le deje hacer a ella y me ordeño sacándome una corrida monumental y me dijo: Recuerda Noelia, es mucha Noelia, jajaja)

Se corrió con intensidad y la acompañé a la puerta, le di un pico y bajo. Volví a entrar coloqué el disfraz después de secarme con una sábana, toalla no había.

Bajé despacio, todavía no me había corrido, es más las había follado con condón a las tres y desde luego estaba dispuesto a llenar el coño de Andrea y el de Diana, vería como hacía.

Cuando llegué a la sala estaban todos en pelotas, Jesús incluido, le habían hecho una mamada entre Andrea y Diana mientras follaba a Noelia, me dijo.

Y ahí empezó el juego:

Diana le dijo a Jesús, ahora tienes que obligarlo a desnudarse a él, ese es el trato, no puede jugar con ventaja, joder que cumpla, que cumpla, que cumpla.

Comenzaron las tres a pedir que cumpliera y Jesús me dice:

Macho es lo que hay las tres subieron y ahora es normal que quieran conocerte, es la vida. Quieren conocerte.

Con parsimonia, saque el taparrabos, mi polla estaba enorme, morcillona pero enorme, baje la cremallera del pecho y fui despojándome del disfraz, quedé en pelotas con la cabeza cubierta por la cabeza del oso.

Que siga, que siga, que siga, decía Andrea, coreada por las otras.

De repente, me dí la vuelta, poniendo el culo hacia ellas y rápido, saqué el resto del disfraz, estaba de espaldas, pero desnudo, me di la vuelta en un segundo.

Las tres hicieron un silencio mientras Jesús comenzaba a partirse la caja de risa. Estuvieron bloqueadas un rato sin saber que decir.

Jesús tronchándose dijo:

Jajajaj, un boy de la casa, os parece poco. Jajajajaja.

Las tres son empleadas de la cooperativa, chicas hijas ya de mujeres que trabajaron o aun trabajan en la empresa. No daban crédito a que estuviesen conmigo las tres, se imaginaban un tío de fuera y que no las comprometiese.

Me fui a por Diana, le deseé feliz cumpleaños, todavía seguía grogui. ¿Te gusto el regalo de Jesús? Pregunté.

No sabia que decir se puso roja, estaba sentada y mi polla a la altura de su cara, imagino que le abordaron recuerdos del placer de tenerla dentro y dijo:

Esto fue un golpe bajo, jamás creí Juan que fueses tú el boy, jamás.

Jesús corto y dijo:

Que cojones importa eso, lo importante es que disfrutasteis y como sabéis esto no sucedió jamás es más ahora vamos a continuar la fiesta y tenéis que sacarle la leche a Juan como lo hicisteis conmigo. Sentenció.

Andrea dijo:

Hay que avisar a Beti, me dijo muchas veces que su novio había visto la polla de Juan de que era enorme y ella tiene curiosidad, hay que reservarle una sorpresa. Sin más Noelia llamaba a Beti, le dijo que sobre las cinco de la madrugada estaría allí. No sabia donde coño estaba para poder venir sobre las cinco, luego supe que paso la noche en casa de su suegra, que tenían cena familiar y madrugó después de echar un polvo con su pareja. Ella lo contó.

Estaba roto el silencio y comenzó la fiesta sin más, Andrea se colocó de rodillas y se puso a mamar la polla, no tardó en mirar al cielo, mientras agarre a Diana, la besé y la acaricie todita hasta buscar su coño con mis dedos.

Noelia estaba mamando polla a Jesús y este metiendo los dedos en su coño, estábamos ya los cinco en una orgia que repetimos ahora el primer viernes de cada mes porque las chicas se reservan noche para ellas.

Lo mejor fue cuando coloqué sobre la alfombra a Diana y le ensarté la polla, me gustaba follarla viendo la belleza de las facciones de su cara, me pone loco aún ahora. Se acercó Andrea y la besé, le dije:

Ponte de rodillas y besa a Diana, veras como le gusta, comienza primero por las tetas y luego vete a por la boca. No dijo nada, pero me guiño el ojo.

Estaba estirada abierta de piernas Diana, levantaba sus piernas y la taladraba cuando Andrea besos sus pezones, Diana, cerro los ojos y se dejó hacer. Estaba disfrutando y se veía su gesto de placer, no dejé de envestir el coño de Diana en cada empujón pensaba que me encantaría follarla sin condón y llenarla, pero la noche aun prometía, eras las tres y media aún.

No tardó Andrea en comer los labios de Diana y esta apretó su cabeza para acercarla más, la morreaba y acariciaba los pezones erectos como escarpias, Diana estaba gozando unos de los mejores polvos de su vida, lo reconoció al terminar.

Cuando estaba a cuatro patas Andrea besando a Diana, Jesús llegó por detrás y le clavó el rabo en el coño de Andrea, que dio un pequeño gemido y en ese momento, la boca de Noelia, comienza a morrearme mientras estoy clavando a Diana. Solté la pierna de Diana y con esa mano libre busqué el coño de Noelia, para meter tres dedos ya sin pedir permiso.

Jesús era el único que animaba y decía:

Venga disfrutar, esto es lo mejor del mundo y hay que repetir, vengas disfrutar. Mientras empujaba la polla en el coño de Andrea, que fue la primera que se corrió estando ensartada a cuatro patas. Ocurrió algo increíble mientras se corría Andrea, no lo imaginaba, se elevó y mientras jadeaba, Diana se fue con la boca y las manos a por las tetas de Andrea y se las comía todidas. Imagino que esa fue la razón para que Andrea disfrutase un corridón largo e intenso.

Seguía empujando el coño de Diana, se corrío entre espasmos y ahora era Noelia la que le comía las tetas. Despacio salí de Diana y así recién follada por Jesús, ensarté a Andrea, a cada envestida le saltaban los tetones y el coño recibía clavada de la buena. Diana seguía observando hasta que Jesús se metió en medio de sus piernas para comerle el coño tan abierto que había dejado mi polla. Agarré a Noelia y dije:

Metete debajo de nosotros como en un 69 y come el clítoris de Andrea mientras la folla y después te follo bien a ti, veras como gozas.

Vale, dijo y se escurrió bajo el cuerpo de Andrea, comiéndole un poco las tetas, pero rápidamente noté como separaba las piernas para permitir la lengua de Noelia en su coño.

Noelia, lamia coño, e incluso apretaba mis huevos, en ese momento empuje la cabeza de Andrea para que le comiese el coño a Noelia que estaba bien abierta. A nuestro lado, Jesús seguía comiendo el coño de Diana, de repente paró, se coloco a un 69 y comenzaron los dos a comerse cada rincón de sus genitales.

Así estábamos gozando hasta que primero Andrea que repetía corrida por tercera vez. Mandé a Jesús, ponerse debajo de Diana y ella encima. En esa posición, Andrea acarició el coño de Diana y agarró mi tranca para ensartarlo, Noelia, estaba a mi lado, busqué su boca y la besé. Le dije:

Quiero que me ordeñes sin condón, que me saques hasta el último chorro.

Me dijo:

Tomo la píldora, puedo hacerlo así y me apetece que me llenes bien.

Seguí empujando en el coño de Diana, ahora Andrea y Diana comían las dos la polla de Jesús que no tardó en soltar leche a todo meter.

Hice correr de nuevo a Diana, quedó exhausta sobre Jesús y salí muy despacio de ella. Quería correrme sin condón quería un coño profundo y que ordeñase bien mi rabo.

Estiré sobre el sofá a Noelia y sin pedir permiso, ensarté el cipote hasta los huevos, tocaba mi tripa con sus labios exteriores, un coño profundo y adaptable a la polla. No hizo falta mucho lio, en unos minutos estábamos a punto los dos de corrernos.

Noelia, te voy a llenar el coño, agggg, ahhh, dije sin darme tiempo ya a contener el primer chorreón de leche caliente. Aquel coño se convirtió en un boa constrictor apretando mi polla como jamás había sentido y ordeñándome como una alfa laval nueva.

Estaba soltando leche y ella sintió el calor de mi lechada que no se contuvo. Comenzó a arquearse a gemir a gritar, ante la mirada atenta de Diana, Andrea y Jesús que no daban crédito ante aquel delicado cuerpo que era como un junco un día de tormenta, se movía, se retorcía, pero no rompía.

Se estaba corriendo agarrada a mi cintura como una lapa, gritaba a cada empujón de mi rabo llenando su coño y estuvo tres minutos moviéndose con mi polla dentro que poco a poco perdía tamaño.

Nos abrazamos todos, hicimos el juramento de no hablar jamás con nadie de esto, todos eras culpables y ya eran las cuatro de la madrugada.

Bebieron champán, se partía pensando en el engaño que les montó Jesús y lo bien que lo habían pasado. Incluso hablaron que jamás se imaginaron comiéndose la boca o las tetas, pero a todos nos gustó la sesión.

Cuando se acercaba la hora de la llegada de Beti, se pusieron en guardia y Andrea comentó:

Mira Juan, esta va a necesitar que la claves bien, la conozco mucho y se que le encanta a cuatro patas, que la pareja no le aguanta mucho al verla así y ella me dijo, que está deseando gozar un pollote enorme y que la reviente a polvos.

Diana dijo:

Jajajaja, Eso lo arreglo yo. Mira, hacemos los siguiente. Cuando esté llegando subís las dos con Juan, que debe poner el disfraz de nuevo, le coméis bien la polla y las poneis a punto. Luego bajáis y subo yo con ella para enseñarle el mejor regalo de mi vida, del resto nos encargamos las dos.

Cuando se abrió la puerta escuche voces y Andrea y Noelia, bajaron disparadas, yo frotaba mi polla, estaba estirado sobre la cama con el disfraz puesto, pero sin taparrabos. Había tomado la pastilla del fin de semana y mi polla estaba como una roca, además las dos se habían aplicado en la mamada, son unas pervertidas de verdad, les encanta tragar, llevamos ya 9 fiestas y las conozco bien.

Cuando escuché subir a Diana hablando con Beti, pensé, esta igual n quiere fiesta, bueno veremos.

En la puerta Diana le dijo:

Mira, te tapo los ojos y tocas el regalazo que mi hicieron, de verdad fue lo mejor que me regalaron en mi vida y no me importa compartirlo contigo. Jajaaa.

Bueno, que regalo es, me tenéis en ascuas. Dijo.

Diana, la llevaba agarrada por los hombros y cuando estaba al lado de la cama, justo a la altura de mi polla, le dijo a la oreja:

De verdad, disfruta esto, ya lo probamos las tres y es genial. Te dejo sola, disfruta, mientras que le llevaba la mano a mi rabo que estaba como un obelisco.

Dios, y esto. Dijo Beti.

Tranquila ya te digo que la probamos todas y es increíble, nadie sabrá nada y vas a disfrutar como te gusta a ti. Le dijo.

Me engañaste, puedo sacar la cinta de los ojos o ¿no?

No, tu déjate hacer, siéntate y ya veras como lo pasas genial. Me levanté como un avión y saqué el disfraz, todavía Diana estaba al lado de Beti. Me hizo un gesto de que atacase que ella se iba, me dio un pico y salió.

Beti temblaba y no desaprovechaba de palpar mi rabo bien erecto.

Beti es una mujer de 34 años, alta de 174 mas o menos, con un cuerpazo, quizá con unos kilos de más que la hacen deseable, cuando la veía andar por la cooperativa me empalmaba solo con ver sus caderas y el culo tan bien puesto. Si se ponía de lado es un monumento, ya que ves ese corpachón y esas tetas duras que hace flipar a todo dios. (tengo fotos, si alguien quiere ver ese cuerpo solo lo pide y listo, es un espectáculo).

Besé su boca, había más trabajo que hacer, ella venia de follar con su pareja y no traía las mismas ganas que las otras.

La dejé desnuda de arriba abajo, es un bellezón, preciosa, grande, exuberante, voluptuosa, no tengo calificativos, en ese momento envidie a su pareja.

Cuando comí sus tetas y froté su coño estaba ya más relajada y poco a poco fui haciéndole un traje de saliva con mi lengua, lo merece esa hembra. En ese momento note algo raro, levanté la cara mire a la puerta y allí estaban los cuatro observando la movida. Eso lejos de amilanarme me excitó y me apliqué con delicadeza hasta que desde los pies llegué muy delicadamente a su monte de venus. No se resistió abrió las piernas, esa es la recompensa a n trabajo bien hecho, nunca prisa y aplicarse en preliminares.

Lamí su coño por fuera, delicado, oscuro y con labios todavía muy pegados, apliqué mi lengua y ella me ayudó con ambas manos a abrir el potorro y hay si comenzó ya a gozar de lo lindo.

Jadeaba, subía la pelvis a cada lametón, metí la lengua en su coño e incluso me atreví a recoger todo el recorrido que hay entre su coño y su culo en todas las direcciones, una y otra vez. Metí un dedo en el coño y empecé a bombear, aplicando mi lengua y labios al clítoris, ella acelero las elevaciones de pelvis y su respiración. Busque darle más placer y comprobar si era receptiva por detrás. Acerqué mi dedo índice mojado con sus flujos y comencé a meterlo, ella no se quejó, es más acompañaba mis envestidas de dedo.

Estaba gozando con ese mujerón disfrutando sabiendo que sería un polvo distinto al que había echado en casa.

No tardó en correrse, mientras mis labios tiraban de su gran clítoris y mi lengua lo recorria, arriba y abajo.

Me corrro, ahhh, me corrro, dios no pares, me corroooo, ahhh. Siiiii. Jadeaba. Los otros seguían atentos en la puerta.

Se relajó y me incorporé, les hice un gesto de que se fueran y obedecieron.

Quería follar a Beti a placer, quería hacerlo sin condón, desconocía si era un riesgo o nó pero lo deseaba firmemente, esa hembra debía gozar de mi leche.

Me subí encima y le clavé la polla poco a poco, el coño se fue amoldando y ella me abrazaba mientras jadeaba, me sorprendió que no tardé nada en sacarle otra corrida, fue enseguida, estaba a cien y quería disfrutar.

Después de correrse me preguntó si podía sacar la cinta de los ojos, muy delicadamente le dije:

Cuando estés ensartada a cuatro patas te la sacas y luego hablamos.

Vale. No sabía que me corría tan bien con la cinta es distinto, no ver. Respondió.

Pero te gusta ¿verdad? Le pregunté aun con la polla dentro de ella.

Me encanta, de verdad la polla me llena mucho y lo disfruté porque me roza toda por dentro y me hace correr fácil. Dijo.

Bueno pues ahora te pones a cuatro patas, pero antes te voy a meter la polla en la boca para que me la comas. Le dije.

Saque el condón y ya no volvería a ponerlo en el resto de la noche.

Le mete la polla en la entrada de la boca y la lamió un rato, apretó mis huevos que estaban pegados y llenos y disfrutó de comerla con delicadeza y lamiendo el capullo una y otra vez. Mi mano, estaba en su coño, frotando por fuera y metiendo dedos una y otra vez, para tenerla a cien.

Cuando pasó un rato, separé mi cuerpo, coloqué a cuatro patas a ese mujerón, vi su cuerpo, un espectáculo, increíble, unas caderas únicas y una cintra pequeña, con dos tetones saliendo por los lados, esta para pecar.

Acerque la polla a la entrada, hice un movimiento de riñones y metí el capullo, se quejo un poco pero seguí clavando, la taladre hasta que mi polla llego al fondo y ella empujo mi cuerpo hacia atrás.

Me encanta, pero despacio que me haces daño. Dijo.

Tranquila, despacio.

Sauqe unos centímetros fuera y comencé a bombear, siete en la entrada, tres al fondo, seguí ese ritmo y contando, eso me impide correrme, ya que de verdad ese cuerpo te pide leche, solo con tenerla dentro, increíble.

Agarré la melena rizada de esa hembra tan espectacular y tirando de su pelo le fui ajustando las cuantas para que gozase de buenas corridas a cuatro pastas con una gran polla como era su deseo, explicado por Andrea.

No tardó mas de cinco minutos en tener el primer corridón, se empapó mi polla y se lleno de espuma, lo veía al salir, pero no paré, estaba bien y quería hacerla gozar todo lo que ella resistiese, estaba dispuesto a hacerla mía y sabía que esta era la manera, follarla diferente y que gozase de sensaciones únicas.

No deje de pesar, vino a la mente su pareja, pero me podía más aquel monumento y no sé qué paso, pero ella se volvió eléctrica y encadenó varias corridas seguidas, me decía.

Dame, duro, no pares, no pares, dame duro, me corrooooo, me corrooo, aggg, ahhh, sigue, dame más, dame más, asi, asi, sigue. Pasaba un par de minutos dándole y volvía a gritar:

Siii, sii, así clavame la polla, asíii, me corroo, me corro me corro, dame más, mas, mas, masss siii, es increíble, dios, estoy salidísima.

Asi sin sacar mi polla debió tener cinco o seis orgasmos, hasta que no aguante más y le dije:

Beti, este es mi regalo, lo comparte contigo Diana, siii, agggg, ahhhh. Mi polla disparaba leche dentro del coño de Beti, que no aguantó más y se volvió a correr de nuevo dos veces, mientras mi polla se mantenía dentro. La pastilla hace milagros.

Cuando ya estábamos más relajados, dejé que se echase hacia delante y la bese todita otra vez. Y acercándome a la oreja le dije:

Ahora puedes sacar la cinta.

Obedeció, aun quedó un rato mirando el colchón y despacio vi sus ojos mirar a los mios. Solo dijo:

Cabronnnnnnnn, eres un cabrón.

Tranquila, ¿te gusto o no? Pregunté.

Te llamé cabrón, porque lo eres, además ya se algún rollete que disfrutó tu polla y no imagine que un día fuese yo, sé que conoces a mi pareja e imagine que eso te alejaría de mí, pero ya veo que no. Me encantó he de decirte algo sagrado, cuando coincidimos en la piscina municipal, ¿recuerdas? Me encantaste y furtivamente me quedé con el tamaño de tu paquete y ahora cuando follo con mi chico me imagino galopando tu polla, era mi sueño erótico.

Por cierto, podrás subirte en mi polla y cumplir tu sueño las veces que quieras. Dije.

Acercó s boca a la mía me dio un beso impresionante y me dijo:

Voy a bajar la guardia y decirte una cosa solo para los dos, te deseaba tanto que puedo decir que te quiero, además creo que llevo tiempo enamorada de ti.

Betí, eso no puede ser. Dije.

Las cosas son como son, de hecho muchas veces pensé en dejar la pareja, son ya 14 años y ya no es el mismo feeling. Comentó.

Pes hacemos n trato, yo seré siempre t refugio, nunca diremos nada de esto y quedamos cuando quieras, como una pareja, pero tienes que prometerme que sigues con él. Le pedí, no iba a salir con nadie, eso me eliminaría la posibilidad de disfrutar con otras mujeres de la cooperativa y no me apetece una relación estable, en los cincuenta ya veré.

Nos besamos intensamente, ella me apretó la cara contra ella y dijo:

De verdad es el mejor regalo que podía imaginar. Te quiero. Y se fundió en un beso enorme conmigo.

Nos vestimos y bajamos al salón, fe a por Diana la abrazó y las cuatro hicieron corro. Solo escuche a Diana decir:

Esto jamás ocurrió, ya sabéis no se cumplen 30 años todos los días.

Ya no hubo más fiesta eran las siete de la mañana, nos despedimos y me fui a dormir como una marmota, lo necesitaba.

Así fue como comenzó la noche de chicas cada primer viernes de mes, Beti, no asiste nunca, prefiere que estemos solos, lo disfruta más y se siente mejor.

Tres amigas habituales y cada cual mas impresionante; Puri, Mar y Beti.

Todo lo demás son números, pero Diana, pide mas ratos buenos, y la verdad que le digo que venga también Noelia, porque así me ordeñan entra las dos.

Hable seriamente con el presidente y por supuesto me autorizó a utilizar mi tiempo como crea conveniente, ya que los compañeros del equipo están cumpliendo y a Jesús le estoy formando bien, siempre a cambio de que me vaya incorporando nuevas conquistas.

Así trascurren los días en un pequeño pueblo, que no me dejan tiempo al aburrimiento, os contaré más cosas, pero voy por orden. Sigo en la casa rural, la paga la cooperativa y además alquile por un valor simbólico la casa de la madre de Adolfo, allí tengo mi bici, mis cosas y aquellas habitaciones son testigos de muy buenas fiestas.

Ya sabéis, agradezco vuestros comentarios, acepto la crítica, pero no creo que sea bueno el insulto.  No soy un macho alfa, soy un macho Z, z de zorro, me va mejor ese papel, disparo a todo lo que se mueve porque me dijo mi viejo profesor, si no lo haces te arrepentirás cuando llegues a viejo, el cuerpo se cansa y vas cambiando a cada década de prioridades, por lo tanto, aun me quedan 10 años de buenas fiestas y no voy a cambiar. Se que siempre algunos desconfían de lo que escribo, pero los que pidieron fotos y me preguntan cosas por privado, saben que lo que digo es verdad y mi físico es tal cual expongo.

Cuidaros mucho, disfrutar de la vida y recordar, también escribiendo estos relatos se disfruta y lo más importante si una sola persona ha disfrutado leyendo y se imagina lo que vivo, habré logrado algo grande. Os deseo felicidad a todos y recordar que los buenos marineros se forjan en las grandes tempestades, lo que no mata hace más fuerte.