Relato 42 - Inesperado cambio de actividad

La etapa del COVID cambio la vida de muchas persona y a mi me llevó a un nuevo trabajo de asesor externo en una cooperativa importante que en su fusión con tres mas pequeñas, quería implantar otra área de negocio. Son casi 600 trabajadores de los que el 70 por ciento son mujeres, hay mucho que hacer

Hoy 28 de Junio es mi primer día de vacaciones después de un año de una actividad sin límites y eso me permite escribir varios relatos que espero sean de vuestro interés y despierten ansias de placer.

El pasado año finalizando el mes de Abril, recibo una llamada de mi buen amigo Enrique, me informaba de que su amigo Jesús, estaba buscando una persona de confianza y capaz para desarrollar un proyecto de ampliación en la empresa que gerenta.

Después de varias llamadas entre los tres, me convencieron para incorporarme al proyecto por tres meses, ya que sabían que no renunciaría a mis clientes para incorporarme a un proyecto que no sabía cómo saldría. Sin embargo, con el COVID acechando el irme a un pueblo pequeño me parecía buena opción.

Como sabéis el que no arriesga no pierde, si leísteis bien, ahora lo que nos enseñaron no vale, SI ARRIESGAS PIERDES EN UN PORCENTAJE 80 A 20, si no lo creéis preguntar a los famosos emprendedores, no solo gastan lo que aportan sus padres, sino que también su trabajo y el crédito les deja temblando.

Por lo tanto, esta apuesta no era un riesgo, era algo seguro y en un pequeño pueblo tranquilo. Arranque con las cosas imprescindibles el día 9 de Mayo, sábado muy temprano, quería conocer el pueblo y presentarme en la casa rural que la empresa reservo para quedarme un tiempo.

Llegué antes de comer y me dirigí a la dirección de la empresa, quedé impresionado con las dimensiones de las instalaciones, es una cooperativa agrícola-ganadera de primer nivel y después de unirse tres pequeñas cooperativas de tamaño medio, el resultante es un monstruo que agrupa a 2.800 familias y da trabajo directo a más de 500 personas.

Teniendo en cuenta que el pueblo no llega a 7.500 vecinos queda claro que todo depende de este gigante.

Una vez conocido el polígono industrial, me dirigí a la casa rural que me habían reservado. No tarde en encontrar la ruta y en 10 minutos aparque delante de un jardín precioso, bien cuidado que ocultaba la entrada de la casa.

Nada más entrar, me encontré a un señor de unos 55/60 años y me presenté, me dijo que me esperaban y que en un minuto vendría su hija.

Esperé un rato y llegó una chica de unos 30 a 35 años, alta, con muy buen tipo y muy elegante. No podía ver su cara porque la mascarilla no lo permitía.

Me indicó que estaría en una de las casitas independientes que forma la aldea rural, ya que así estaría más tranquilo y además tendría la piscina prácticamente enfrente.

Perdona mi nombre es Juan. Dije cuando ya estaba dentro del pequeño apartamento.

Perdona que con el apuro no te dije mi nombre, soy Mar. Contestó.

No chocamos el puño y me dijo que, si quería comer algo, que podía acercarme al comedor, está la familia comiendo.

Ahora viéndola por detrás, me pareció una buena hembra, buenas piernas, y un culo potente y bien plantado.

Nada más entrar al comedor, estaba el señor que me recibió, José Antonio, su esposa, Marlem, sus dos nietos y las empleadas Marta y Conchi.

Me ofrecieron sentarme a la mesa y comimos tranquilamente y me ofrecieron todas sus atenciones.

La casa es espectacular y hasta el lunes tendría tiempo de conocer la zona y poder organizar mis rutinas.

El lunes fui a la cooperativa, conocí al presidente y le comenté que en mes y medio estaría en marcha el proyecto ya que en los días anteriores ya había avanzado muchos asuntos con proveedores y en 5 días le daría un informe.

Me pusieron a mi disposición un equipo de 5 personas, cuatro chicos, Adolfo, Javier, José y Mateo y una señora de unos 50 años de nombre Aurora muy seria, ella gestionaría la agenda y solicitar presupuestos de cada cosa necesaria.

Los días fueron pasando mi confianza con todos se hacia mayor, tanto en el trabajo como en la casa.

Llevaba 15 días en mi nuevo trabajo y se relajaron un poco las restricciones y por ello los colegas me invitaron a un partidillo de futbol en las instalaciones municipales.

Jugamos y sobre las 8,30 nos fuimos a la ducha. Eso cambió las cosas respecto a mi estancia en el pueblo.

Estaba en plena ducha y note miradas furtivas y risas de varios colegas al ver mi polla morcillona, los 22 cmts y su grosor no son habituales, mas ahora que estoy superdelgado y solo se ve mi polla más imponente.

El lunes al volver al trabajo, Adolfo, sin cortarse un pelo me dice:

Juan, ya tienes apodo jajajaj

¿Como es eso? Pregunté.

A todos nos ponen un apodo, el mío “balones” porque de joven siempre llevaba balones para jugar. Dijo.

¿El mío? Pregunté

Makelele, tu sabrás porque, jajajajajja.

Me partí de risa, con la coña de Adolfo, que día a día me apoyaba y me daba soluciones inmediatas a cualquier petición mía.

Bueno pues ya estas bautizado, ahora a apechugar. Dijo.

Pues nada, ya sabes es la naturaleza que te premia o te castiga y a mí lo segundo, jajajaja.

Ya, ya, todos quisiéramos, jajaaj. Dijo.

En ese momento se acercaba Aurora con una lista de las cosas que había conseguido y lo que estaba pendiente. Aclaramos entre los tres como solventar lo pendiente y nos separábamos cuando Aurora hace un gesto.

Por lo visto también sabia lo del apodo, es lo que tiene estar con mucha gente.

Desde ese día, note cierto nerviosismo en Aurora, os la describo: Unos 52 años, malena negra sobre los hombros, piel morena, un cuerpo fuerte y bien torneado, con un pecho grande, ya de mujer madura.

Seguían pasando los días y no tenia tiempo si para comer, 18 horas dedicado en cuerpo y alma al trabajo y sin un respiro los fines de semana. El proyecto tomaba forma y recibimos la visita del presidente que se impresionó del avance, después de apostarme unos chuletones que sería imposible cumplir el plazo, cuando se iba, Adolfo le dice:

Patrón, la apuesta esta en pie, vaya comprando la carne, jajajaja.

Se dio la vuelta y se sonrió. Nos estábamos ganando al jefe y eso en un modelo de negocio como este es vital. Defiende los intereses de sus cooperativistas, pero también a sus trabajadores ante estos y eso hacia que todos le respeten.

El sábado 13 de Junio de 2021, estábamos pintando el suelo que nos faltaba, el lunes en plazo, se abrían las instalaciones para que sus cooperativistas tuviesen tienda de bricolaje, ferretería y material de construcción a los mejores precios. Se había transformado un almacén de piensos en un centro de bricolaje de primer nivel con todo tipo de productos, incluso con máquinas de preparar pinturas.

Adolfo y los chicos se encargaban de atender a los clientes y transportar las mercancías y Aurora y una nueva compañera de la oficina y caja respectivamente.

En esos días mi relación con Aurora era mucho más estrecha, quedábamos horas con el programa informático, aunque los proveedores mandaron referencia para componer almacén, era preciso dedicarle tiempo.

Los primeros días fueron un poco descontrolados, pero íbamos cogiendo el ritmo, es más tuve que molestar a mi buen amigo Jesús para que e mandase refuerzos para la otra caja. Un éxito d arranque que no pasó desapercibido para toda la plantilla.

BUENO ESTO ES PARA PONEROS EN ANTECEDENTES DE LO QUE FUE ESTE AÑO TAM ESPECIAL EN UN PUEBLO PEQUEÑO.

Una de las noches al terminar de hacer caja, Aurora me pidió si la acercaba a casa, ya que no había traído el coche y la otra compañera se había ido.

En el coche hablamos de todo y le dije:

Como nos vea tu marido se va a mosquear.

Jajaja. No tienes ni idea mi marido no es celoso es muy liberal, le encanta verme guapa y que me miren.

Vaya sorpresa-mi confianza con ella después de un mes me permitió lanzarme- eso es genial, es un hombre inteligente además con la mujer que tiene como para no presumir de ella. Dije.

No seas adulador, seguro que te sobran chicas (ya sabía que no tenía novia) pero tú eres un golfo y disparas a todo, jajajaja. Comentó.

Bueno yo no hago nada que no deseen las chicas y te garantizo que gozan de lo lindo y quieren repetir. Solté sin cortarme.

Jajaja, ya me dijeron que tienes una señora herramienta, lo comentan los compis que van a jugar al futbol contigo, están las chicas locas, les encantas, aunque ya sabes algunas tienen novio y en un pueblo pequeño hay que cuidar la fama. Dijo.

Vaya, no lo sabía. Dije.

En ese momento se cortó la conversación, llegamos a su casa y el marido cortaba el césped enfrente.

Bajé a saludarle, nos presentó y tuve una impresión increíble de su marido. Era profesor de francés en un instituto cercano, hizo su carrera en Francia, es hijo de emigrantes.

Me invitaron a cenar el sábado, ya que estarían solos en casa.

Paso la semana y el mediodía del sábado comenté a Aurora que sobre las 9 p.m. estaría en su casa.

Compré unas botellas de vino una de licor café para la cena, a pesar de que no bebo alcohol.

Puntual llegue a la casa y después de los saludos nos sentamos los tres en una mesa redonda en la esquina de la cocina. Todo muy rico y sobre todo las chuletillas de cordero increíbles.

Fue muy amena la cena y salvo dos roces de rodillas entre Aurora y mi pierna derecha, nada que mencionar.

Fuimos al salón y nos sentamos su marido y yo en el sofá grande. Se puso un chupito de licor café y `quería que bebiese un poco. Le dije:

No fumo ni bebo.

Vaya, eres muy asno, se ve. Y ya me dijo Aurora que te bautizaron en la cooperativa, por lo visto calas buen aparato, jajajaja.

Me quede cortado, no sabía que contestar, me rescató Aurora,

Chicos, otros cafés que la noche empieza, jajajaj.

Sin más seguimos con conversación sobre el éxito de poner en marcha el negocio en tan corto plazo.

Aurora dijo:

Menos mas que viniste, los chicos y yo no queríamos ir para otro departamento de la empresa, estábamos en el almacén y ahora mejoramos mucho.

No debes darme las gracias, el éxito es vuestro y me alegro que estéis bien. Ya sabes que yo estaré un mes o dos mas y me voy. Respondí.

Eso no te lo crees ni tú, mi cuñado ya dijo que sigues, que quiere poner todo en orden para que cuando se jubile pueda supervisar sin tener que dedicar mucho tiempo. Comentó.

¿Como tú cuñado? Pregunté.

Coño mi hermano es el presidente, dijo su marido.

Vaya, no lo sabía, dije.

Si es mi hermano mayor, desde que llegamos de Francia comenzó en la cooperativa y lleva 18 años de presidente, es muy trabajador. Comentó.

Seguimos con la conversación y el licor café tanto en Aurora como en su marido hacían efecto, y no tardó ella en preguntarme una cosa.

¿Oye Juan, en este mes que llevas aquí no te enrollaste con nadie?

Nada de nada, contesté.

El marido salió como un cohete:

Aurora eso si Juan quiere se arregla hoy.

Jajajaj como eres, mira Juan mi marido cada vez que follamos me dice que le apetece verme bien clavada por un pollon, está obsesionado, jajaja. Dijo ella.

Te hace falta una buena clavada, ¿sabes que solo conoce mi polla y jamás estuvo con otro hombre? Dijo el marido.

Aurora no me digas eso, ¿de verdad no probaste nunca otra polla? Pregunté.

Jajaja, jamás, no sé cómo me sentiría con otra polla, a pesar de que me apetece porque este loco esta siempre insistiendo. Sabes el es muy abierto y no le importa estar con otro hombre, jajaja. Dijo.

Aproveche para soltar la bomba: Yo soy bisex activo y no lo oculto.

Así me gusta un hombre abierto, eso es la experiencia y se disfruta mucho mas.

Dijo el marido:

Por supuesto, dije.

Me gustaría ver gozando a esta perra de una buena clavada, te gustaría ponerla a cuatro patas y follarla duro, le hace falta un buen polvazo. Dijo él, mientras se levantaba y tiraba de Aurora para sentarla entre nosotros.

No hubo mas palabras le metió un morreo mientras yo acariciaba su espalda y comencé a besar su cuello. Ella estaba tensa, ero poco a poco, mientras el la besaba y le metía mano levantando su vestido. Mire el par de patas que dejaba ver su vestido y sin pensarlo más, me puse de pie, saque la camisa baje e pantalón y quedé en bolas (no dar tregua, eso la da la experiencia).

Me acerque a sus caras y les brillaron los ojos a los dos. Mi polla estaba empalmada, dura, con el capullo rosado y enorme. Tenia muchas ganas y desde hacia unos días imagine que esto podía pasar eso me ponía durísimo. Me encantan los tríos y ver gozar a ella delante de su marido y que este me pida que la folle duro, uffff, es impresionante.

No hubo palabras, las dos bocas estaban saboreando mi tranca, Aurora sujeto la polla y lamia mi capullo, el marido lamia el tronco y los huevos. Me sentía en la gloria y se adivinaba una noche de folleteo impresionante.

Metí la mano entre las piernas de Aurora y busqué el coño por debajo de su tanga, no tarde en encontrar la cueva con unos pelillos recortados, froté mientras ellos se aplicaban en mi pija y no tarde en meter dos dedos, estaba húmeda, entraban muy bien y pude comprobar que aquello era un coño grande y profundo.

En unos minutos estábamos desnudos los tres sobre el sofá, por primera vez pude comprobar el cuerpo de Aurora desnudo, una hembra fuerte, buenas caderas y un pecho un poco caído pero grande, con unos pezones enormes rodeados de una aureola negra, aproximadamente calculé que esa mujer estaba en unas medidas 110-75-100, una milf en los cincuenta con mucho por follar y sin ningún tipo de límites. El marido delgado, con un metro setentaicinco mas o menos y con una polla larga y fina de unos 17 a 18 cmt.

No tarde en tomar la iniciativa y mientras el me comía la polla de una manera formidable, me puse a comer el coño de Aurora de manera aplicada, quería ponerla a cien, en ese momento ella se contrajo, pero mis lamidas la relajaron y comenzó a disfrutar con mis lametazos en los labios y en el clítoris, no tardo en jadear y abrir mejor las piernas, se abría genial.

Mi polla estaba enorme, entonces él, dijo:

Quiero que le metas la polla bien dentro y se corra como una perra, que le voy a llenar la boca de leche, le encanta.

Vale, le dije.

Con cuidado que eso no entra fijo. Dijo Aurora.

El la tranquilizó, tiré de su cuerpo hacia delante en el sofá y sin miramientos enfoqué el capullo a la entrada del coño. Con un pequeño empujón entro la cabeza, esperé y cuando se relajó comencé a empujar mientras su marido se ponía con una rodilla sobre el sofá, con ambas manos abría las piernas de ella y las alzaba y ella busco la polla metiéndola en la boca. No podéis imaginar que morbo produce esa escena, el marido pidiendo que la folle bien y ella jadeando con una polla en la boca mientras la mía taladraba el coño buscando el final de la cueva, es ancha, estaba húmeda y caliente como un horno.

Bombeé con delicadeza hasta que llegue al fina y vi que casi estaban dentro 20 cmt de mi rabo, empuje un poco más y se quejó, pero seguí buscando ritmo, que no imagináis el placer de clavar a mi compañera de trabajo durante mes y medio, no podía imaginar eso ni en sueños.

Aceleré la clavada, mientras el marido seguía hablándole de los buena que está las ganas que tenia que probase otra polla y de lo enorme que se veía esta bien dentro, era un torbellino de placer que en un minuto se cortó y dijo:

Me corroooooo….ahhhh, ahhhh, ahhhhh.

Estaba llenando la boca de Aurora con la leche caliente, eso me puso a cien viendo como ella tragaba hasta la última gota, comencé a acelerar las embestidas para llenar el coño de leche, si me dejaban de hecho, estaba follando sin condón porque ni tenia encima ni se habló de ello.

Estaba clavando bien a Aurora cuando termino de tragar leche y apartar a su marido, quería aplicarse bien al mete y saca de mi tranca y de verdad que lo hizo, gemía constantemente y movía las caderas a compás.

Sabía que no tardaría en correrse como una perra, el marido fue a por sus tetas y las levanto con las dos manos, eso me encanto, luego se puso a chupar los pezones y ella se derretía de gusto.

Dijo: Me voy a correr, ahhh, me voy a correr….

No tardó ni veinte segundos en descargar una corrida enorme acompañaba de convulsiones y empujadas de caderas para tener toda la polla dentro y de repente suelta unos chorreones de squirt enormes, se volvía loca del gusto y su corrida era larga e intensa, brotaba liquido a cada envestida de mi polla pero no paré.

Dios, dios, dios, ahhhh, ahhhh, sigue, no paresss, ahhhh, ahhhh, ahhhh…eran sus palabras.

Su marido la animaba, diciendo:

Córrete perra, córrete como sabes, uffff que salida estas como te meas, asi me gusta mi puta, córrete. Sigue Juan fóllate a mi mujer que necesita polla, es una caliente y no doy abasto con ellas, cuando esta caliente enciende y necesita polla.

Si la voy a follar bien duro, se va a correr mil veces veras. Dije.

Estaba aguantando la clavada dentro cuando ella se relajó, saque la polla despacio, estaba enorme y de pie como un pilar.

Ella me beso en la boca, mientras el nos abrazaba a los dos.

Paso un rato y el marido dice:

Hay que sacarle la leche a Juan que después descansamos y se queda a dormir aquí, vamos a follarte toda la noche.

Ella sin cortarse dice:

Esta polla tiene que venir las veces que quiera a casa, la quiero dentro me hace sentir llena y me corro como nunca, que manera de follarme, me encantó.

En ese momento, su marido dice:

Voy al baño y traigo una cosa.

Ella me dijo;

Quiero que me claves a cuatro patas, estoy salidísima, quiero más.

La coloque a cuatro patas, enchufe la polla y empecé el mete y saca lento pero profundo, estaba llegando al útero de Aurora, ella no se quejaba, empujaba hacia atrás: Mi polla como sabéis es gorda y larga como si te metieses un frasco de desodorante, pero ella tenia el coño grande, profundo y caliente, me encantaba como ese follar suave acercaba mi corrida.

Cuando llegó su marido la vió clavada en mi polla, a cuatro patas en el sofá y dijo:

Así, así, dale caña a esa puta, ahora vas a ser su amo, esa necesita que la domen y le den buenas nalgadas.

Que bueno, la voy a follar todos los días, si es tan caliente la voy a follar con tu permiso también en el trabajo. Dije mirando al marido.

Si fóllala donde quieras y me lo contáis al volver, quiero que no le falte polla y que la sienta dentro, que suerte conocerte, ya podías quedarte en casa a vivir.

Yo seguía con la envestida a Aurora y él se colocó detrás del sofá para poner la polla de nuevo en la boca de ella. Aurora no dejaba de jadear y de gozar de gusto.

Sabia que si aceleraba el ritmo le sacaba otra corrida, fijo. Agarré las caderonas de la esposa y envestí como un miura en una plaza abarrotada, fueron 8 o 9 minutos a buen ritmo y de repente, noto caer flujos.

No pares me corro, no pares, clávame bien, no pares que me corro, siiii, siii, estoy salidísima, fóllame duro, asiiii, asiiii, asiiii.

No daba crédito a lo caliente que es mi compañera de trabajo, es más estaba feliz de tener una pareja amiga en el pueblo y que ella fuese una milf folladora y el un cornudo bisex, daría mucho juego el trio.

Estaba con esos pensamientos cuando noto que ella va a descargar de nuevo como una perra, agarro sus tetones desde abajo y comienzo a clavar hasta el fondo. Mi polla estaba apunto de reventar de placer y llenaría el coño hasta el borde.

Aguante un rato mientras ella se retorcía de placer y gritaba de gusto con una corrida con squirt mas intensa y larga que la anterior.

Mi polla estaba a punto y le dije:

Aurora, me voy a correr, te voy a llenar el coño de leche caliente…te va a gustar.

Si llena a esta puta, llena todo el coño, que veras como traga, es una perra mal follada y hoy va a gozar como nunca, veras como se comprime mientras te corres. Dijo el marido.

Si la voy a llenar. Respondí.

Dicho y hecho, mi polla se endureció más y solté leche a diestro y siniestro dentro del coño de Aurora que apretaba a cada chorreón de mi polla. He de deciros que es un coño perfecto para mi polla, además de grande y profundo es caliente, húmedo y sabe contraerlo con facilidad, es como si estuviese ordeñandote.

Nos relajamos un momento y nos fuimos a la ducha los tres.

En la ducha, el marido se encargo de mi polla de nuevo, chupaba, masajeaba mis huevos y me la puso morcillona. No había pasado media hora de que había soltado toda la lefa y ya estaba tumbado sobre la cama.

El marido chupaba mi polla y Aurora de cuclillas se puso sobre mi cara, le di una comida de coño muy buena, mientras ella frotaba contra mi cara el potorro, la lengua del marido estaba haciendo un trabajo perfecto, no tarde en empalmarme.

Pasamos un rato en esa posición y noté como me acercaba algo a mi culo, me relajé, deje hacer y pude comprobar que era un consolador no muy grueso, me dolió un segundo, pero deje pasar.

Estaba comiendo el coño de Aurora y su marido comía mi polla y con delicadeza estaba follando mi culo. Estaba centrado en lamer bien el coño y amasar las tetas, cuando siento que mi polla esta en la entrada de algo. Dejé hacer y en un plis estaba ensartado el culo del marido en mi pollón, joder como tragaba el culo. Luego nos dijo que había estado dilatándolo y se había puesto vaselina.

Estaba sobre mi estomago galopando mi polla y cuatro manos magreando a Aurora. El de dijo:

Date la vuelta y sigue con el coño en la boca.

Vale, dijo. Al darse la vuelta se reía al verlo clavado.

Y soltó: Jajajaja, maricón, eso es lo que querías cuando te conté que los compañeros decían que Juan tenia un pollón descomunal. Maricón clávalo bien que me gusta verte gozar.

Seguimos con esa postura hasta que noté como el marido soltaba chorreones de leche sobre mi estómago, se estaba corriendo como un perro.

Agggg, ahhhh, ahhh, que gustazo, que polla enorme, como me parte, me estoy corriendo uffff, que bueno siiii. Puta quiero que limpies toda la leche que estoy soltando.

Se salió de mi polla y Aurora se aplicó en limpiar la leche con rapidez. Y dijo:

Ahora lo voy a follar yo, quiero sentir la polla en las entrañas y por favor dedícate a mirar como te hago cornudo. A partir de ahora disfrutaras la polla siempre que yo lo permita y después de que la goce yo como debe ser.

No dije nada, estaba esperando que Aurora tomase mi vástago para meterlo en el coño que había dejado mojadito con mis lamidas.

Se subió encima, se dejó caer y con un leve gemido, comenzó a bombear y mover cadera adelante y atrás. Sus tetones eras un espectáculo, esas patazas, esas caderas galopando, mientras su marido observaba sentado en la silla del dormitorio y me hizo el gesto de OK.

Estaba en la gloria, sabia que no me correría, pero me encantaba el polvo que me estaba echando Aurora, sabia que ya tenia una hembra caliente para follar cuando quisiese y además es viciosa, eso me pone. Los tríos son mi pasión, es una sensación única, gozar los tres sin límites.

No me estaba dando cuenta que en mi culo estaba el pequeño consolador, lejos de molestar me producía placer a cada empujón de Aurora. Estaba en la gloria. Unos 15 minutos después, ella dijo que se iba a correr.

Soltó un squirt monumental sobre mi estomago ante la mirada atenta del marido, menos mal que el colchón tenía protector.

No dejo de clavarse mientras echaba la cabeza hacia atrás y yo le apretaba los pezones y la envestía hacia arriba.

Aggg, aggg, siiii, agggg, siii. Eran sus únicos monosílabos mientras se corría.

Deje que descargase con tranquilidad y se dejó caer sobre mi cuerpo, nos buscamos las bocas y ese fue nuestro beso más autentico, todavía lo recuerdo en este instante, fue único, enorme, placentero y sincero, un morreo único.

Nos relajamos un rato y el marido fue a por bebidas a la cocina.

Hablamos de lo bien que había salido y de como acertamos los tres en la elección, me contaron, que lo habían hablado varias veces mientras follaban, pero no sabían si les aceptaría.

Pasado unos 40 minutos, el marido, me dice:

Son las tres de la mañana, es momento para hacerle una doble penetración a esta perra, lo lleva deseando tiempo y le encanta tener dos consoladores dentro, cuando esta salida no hay quien la pare.

Pues venga, Aurora, vamos a clavarte los dos agujeros y veras que gustazo. Dije.

Estoy reventada, pero me apetece otra corrida, habrá tiempo de descansar. Respondió.

Me estire en la cama y ella se subió encima.

El marido, una vez que ella estaba clavada en mi polla y besándome, se acercó por detrás y poco a poco la fue clavando, notaba como ella se quejaba un poco, pero se notaba que había costumbre.

No os imagináis que gustazo me estaba dando los huevos del marido rozando los míos, así estuvimos media hora, porque después de corrernos ya era otra cosa. Estábamos gozando una buena follada, tengo la imagen del sándwich que le hicimos, ella no dejaba de buscar mi boca mientras acompañaba los empujones del marido, que la insultaba y le llamaba una y otra vez, perra, pendón, puta, etc. No daba crédito al lenguaje de esta pareja, pero era excitante escuchar.

Aurora, de nuevo quería correrse y lo comentó. Interrumpí y le dije:

Ven cambiamos de posición, veras que corridon te vas a dar.

El marido salió, ella se levantó, y pregunto:

¿Como nos colocamos?

Tu estírate aquí en la esquina. - Le indique al marido- Tu súbete encima y métela detrás, yo me encargo del coño. Ordené.

Colocados ellos, levante las patas de Aurora y acerque el pollon a tope a la entrada del coño, entró como cuchillo caliente en mantequilla. Ahora si estaba disfrutando el espectáculo. Una hembra potente, patas abiertas, las tetazas colgando un poco a los lados y saltando a cada envestida.

Aurora, ahora tienes que mirar como te entra mi polla bien dentro, veras como te excitas más y gozas otra buena corrida. Dije.

Ella se incorporó y aproveche para dar un golpe de riñones y clavarla hasta el fondo. Notaba la polla del marido dentro dura separada por una pequeña pared y eso era un gustazo.

La imagen es única, aun me masturbo con el recuerdo, joder que hembra y que trio más compenetrado, lo repetimos con frecuencia y esta postura me encanta.

Aurora no tardó en agarrar mi cuello con las dos manos y hacer el trabajo de moverse al compa de mis envestidas que cada vez eran más rápidas y profundas.

Era tal la excitación que no tardamos en corrernos los tres entre convulsiones, mientras Aurora recibía la lefa del marido en su culo, se corría a chorreones con gemidos y gritos colgada de mi cuello y con las dos pollas dentro. No soy de goma y no pude contener mi corrida, fue una de las mejores corridas de mi vida, sentir las envestidas del marido en el culo y los flujos de Aurora calientes y abundantes, me hizo descargar una corrida increíble, con convulsiones, con chorros intermitentes como si no terminase nunca aquel polvo…increíble.

Aurora me beso con intensidad y me hizo prometer que repetiríamos muchas veces eso, es más me pidió que por lo menos dos fines de semana al mes me quedase con ellos. La justificación fue fácil: recibo clases de francés en su casa.

Ha pasado un año y fueron muchos los momentos únicos que vivimos y voy a contaros algo que el marido quiere que la folle en su cama cuando el no esta y que luego se lo contemos con pelos y señales. Nos gusta incluso echar alguna caña al aire cuando salimos a pasear por el monte.

Desde luego acepté la petición de Aurora, me tendría siempre que me lo pidiese, ahora me tocaba a mi pedirle:

Quiero que me pongas a tiro, varias compañeras a las que me apetece follar, se que tienen novio algunas y marido otras, pero me apetece follarlas bien y que tu lo sepas. Jajajaja.

Eres un jeta, jajajaja, bueno ya me iras contando y te voy allanando el camino, pero ya sabes, igual te pido estar presente alguna vez. Respondió.

Jajaja, siempre que quieras y me encantará ver como le comes el coño, sobre todo a Puri, la de la gasolinera, esta buenísima y la llevo trabajando casi un mes. Me dijo que tiene novio camionero, jajajaja.

Eres un caso, deja que te eche una mano y vemos que puedo hacer.

Os contaré mas relatos reales de este año completo que pase en este pueblo que ya es mi segunda residencia. Pasado un año, me acosté con 37 chicas diferentes, casadas, solteras y tres divorciadas.

Sigo con el trabajo, dedicando 15 días a esa cooperativa y 15 días a mis otros tres clientes grandes. Deje todo lo que me ocupaba mucho tiempo y era poco rentable.