Relato 4- Noche en el club de intercambio (Parte 1
Nuria mi buena amiga, queria vivir la experiencia de visitar un club de intercambio, aprovechando se visita a mi casa, pasamos la noche en un local y la verdad es que fué genial
- Noche en el club de intercambio (Parte 1)
Para aquellos que seguís el orden de los relatos, sé que no hace falta repetir para poneros en antecedentes, pero hay otras personas que no lo conocen, paso a realizar un resumen de lo escrito en el relato 3, si deseáis más información os aconsejo que lo leáis.
Este fin de semana , me visitó mi buena amiga, Nuria, es maña, generosa, simpática, una buena hembra, de caderas potentes, buenas tetas y piernas, con su melena castaña larga, la hace una mujer muy deseable, debo deciros que es de esas mujeres que nada más verla se te empina y piensas que polvazo tiene esta tía, la haría gozar.
Al grano, llegó el viernes en el tren, pase a recogerla y no hicimos otra cosa que follar tarde y noche, sin cortarnos un pelo, solo paramos para cenar algo y volver a la cama, no hubo tregua, porque ella llevaba un mes sin gozar, desde que yo volví de Zaragoza donde pase las fiestas del Pilar.
En las charlas telefónicas que mantuvimos durante el mes que transcurrió hasta volver a vernos, ella me comentó la curiosidad de conocer un club de intercambio, y le comenté que aprovechando su visita a Madrid, podríamos acercarnos una noche de sábado, puesto que es el día de más afluencia de parejas.
El sábado 18 de Noviembre, estaba en mi casa, había llegado el día anterior, salimos a comer, pasamos la tarde en cama y descansamos un rato para levantarnos a las 21.00 horas, darnos una ducha y salir a hacer un tapeo suave, puesto que ambos preferimos cenar poco. La verdad que estaba muy activa la noche y lo pasamos muy bien riéndonos e incluso pudimos acompañar a una pareja que quería tomar unas buenas cañas y tapas y no conocían.
Cambiamos de baretos en un par de ocasiones y sobre las 24.00 horas decidimos tomar el coche y salir hacia el garito que había elegido para ver que ambiente podíamos encontrar. Cuando voy a un club de intercambio, procuro ir temprano, eso te permite pasadas dos horas, ver todo lo que se mueve en el local y si hay algo apetecible, entrarle o por lo menos intentarlo. Os confieso, también tomo 0,25 mg de Sildenafilo, no es que lo necesite, pero me garantiza cinco o seis horas de potencia si estoy excitado, sé que habrá quien lo critique pero es la verdad, y lo hago solo en estos casos.
Al llegar, después de aparcar en el culo del mundo, como siempre, los saludos de rigor y la recepcionista nos invitaba a conocer el local, le informé que lo conocía y si podía ser yo quien se lo mostrase a Nuria, accedió, sin inconveniente.
Pasamos por cada espacio del local, estaban varias parejas en la sala y lo demás aún estaba vacío, pasamos a la zona de jacuzzi, estaban dos parejas jóvenes en plena faena uno comía el coño a la chica sentada sobre el borde, mientras el otro sobre las escaleras estaba follándose a la otra chica que la verdad no se cortaba un pelo con sus jadeos. Decidimos tomar algo antes de desnudarnos y pasar a la zona de spa.
Fueron sentándose parejas poco a poco y sobre la 1.30 horas, estarían una treintena de parejas en esa parte, como siempre, casi nada especial y mucho señor acompañado de chica de pago y no tardó una pareja en sentarse a nuestro lado, portugueses, el un señor de 60 años y ella un pibón de 30 a 35 años, le explique a Nuria lo que hacía esta gente, para ser liberales sin llevarse a su esposa, compran el servicio por 250 euros la noche. Por supuesto pasamos. Al rato nos levantamos y nos fuimos a la zona de baile y en la cama lateral ya se pusieron dos parejas a la faena, montando un buen escándalo, seguimos a lo nuestro, no había nada especial. Cuando regresábamos al asiento, estaba la recepcionista enseñando el local a una pareja extranjera, ambos rubios, altos y muy atractivos, hablando en inglés, les explicaba las normas y enseñaba los distintos espacios. Me gustaron y se lo hice saber a Nuria.
Ella me dijo que no sabía cómo se iba a comportar ante la situación, jamás lo había hecho, aunque le atraía la idea. La tranquilicé y esperé, sabía que no tardaría mucho en sentarse la pareja extranjera.
En unos minutos estaban sentados a unos cinco o seis metros de nosotros, aproveché para levantarme y dirigirme a la barra, tome dos copas y volví por donde había ido y mi truco no falló, golpeé la pierna del chico, pedí perdón, y su respuesta, no tardo, me disculpo, mientras intercambiamos una sonrisa, llevé las copas a la mesa, me senté y pude comprobar que nos miraban, en estos casos si os gusta la pareja no debéis dar tregua, hay mucho buitre y os la levanta de inmediato. Me fui hacia su mesa, me presenté, y le invité a acompañarnos, tomaron sus vasos y me siguieron.
Después de las presentaciones, nos comentaron lo mucho que les había gustado la ciudad y que era su primera vez aquí, celebran segundo aniversario de boda, cada año visitan una ciudad europea distinta, según me indico Rolf, en un español bastante bueno, Elsa se sonreía mirando a Nuria, pero no entraban en conversación, hasta que intervine en inglés y rompimos el hielo entre ellas, a partir de ese momento, la conversación transcurrió en la lengua de Isabel II.
Pasado un rato nos fuimos a bailar y estuvimos un rato acariciándonos Nuria y yo, mientras le comentaba si le apetecía disfrutar un rato con la pareja, estaba un poco preocupada pero fui tranquilizándola, De repente, Elsa, le pide permiso y comienza a bailar conmigo, no os dije que mide como 1.75, delgada, un cuerpo espectacular, y un pecho redondeado que se mantiene perfecto con sus treinta tacos, y más no teniendo críos, deduje que su talla estaba entre 100 y 110, porque cuando la apretaba notaba el volumen inmenso y la dureza. Nuria hablaba con Rolf y se reían, mientras nos miraban. Yo no deje de apretar a Elsa contra mi polla ya a cien, y bajar las manos al culo, no se veía mucho y podía aprovechar. La cosa en la zona se estaba animando, pero también entraban muchas parejas, decidí comentarles de irnos a una zona privada. Aceptaron y nos metimos en una habitación que dispone de una cama inmensa y una mesa con sillas, para apoyar las copas. Cada uno comenzó a besar y desnudar a su pareja y poco a poco nos metimos en faena. La verdad, es que estábamos muy equilibradas las dos parejas. La iniciativa en la pareja extranjera, la llevaba Elsa, en la nuestra yo. No tardó en aparecer una mano, agarrando mi polla y otra acariciando una teta de Nuria, dejé que siguiese y le informé que seguro que Elsa era bisexual y eso es magnífico, te encantará que te coma el coño. Puso los ojos como platos, jajajaj, la tranquilicé.
La cosa transcurrió con normalidad, siempre jugando los cuatro y hubo un momento que cada uno follaba a su pareja mientras ellas se besaban y magreaban las tetas.
Estuvimos buen rato jugando hasta que le pregunté a Rolf si a Elsa le gustaba el sexo anal, me respondió afirmativamente. Paramos y propuse hacer una doble penetración primero a una y luego a otra. Sé que pensáis que si estamos atendiendo a una de las chicas la otra queda un poco desatendida, para nada, os cuento, y esto es de mi propia cosecha.
Fui a por una silla, la subí a la cama, mandé a Nuria sentarse, me estiré en la cama, con la polla en posición coloque un nuevo condón, metí la cabeza debajo de la silla, y le indique a Elsa que me cabalgase y comiese el coño a Nuria, mientras yo le magreaba las tetas con una mano y metía dos dedos en el coño de mi chica; cuando ya estábamos en marcha, indique a Rolf, aprovecha y penétrala…Lo hizo de inmediato, no le costó mucho clavarle la polla.
Miraba de reojo el espejo de la pared, increíble la imagen, me ponía a cien, vi que Nuria y Rolf también miraban y se veía su cara de placer.
Estuvimos buen rato dando caña, apreté varas veces las caderas de Elsa contra mi polla, para hacérsela sentir toda, en ese momento los huevos de Rolf golpeaban y rozaban los mios, uffff menudo gustazo. No tardó mucho Elsa en darse una corrida monumental, en su idioma, dijo palabras inteligibles para mí, (no hablo alemán) Mientras Rolf le hablaba y la ponía más cachonda,
Sus espasmos y jadeos no paraban:
-Aggg, ahhhh, ahhhh, ahhhhh,agggg, aggggg, ummmmmm….Fue muy larga la corrida, hasta que se quedó exhausta e inmóvil.
Le pregunté a Nuria, te apetece lo pasarás muy bien. Dudó pero la tomé de la mano, le di un morreo y le hable al oído:
-Vas a gozar como una loba de una doble penetración y te correrás como nunca..
- Pero me dolerá el culo…seguro. Contestó.
La tranquilicé, saqué el condón, puse otro y la coloqué sobre mi polla, mientras Rolf cambió el condón y comenzó a besar su cuello y magrear sus tetas. Elsa estaba de rodillas a mi lado, la tomé de la mano, la coloque encima de mi cara mirando a Nuria y comencé muy lentamente a comerle el coño mientras apretaba las caderas de Nuria para que notase mi polla bien dentro. No tardó Rolf en tratar de penetrar el culo, su polla es larga pero delgada, notaba como Nuria se ponía rígida cuando se aproximaba el ariete a su esfínter, hasta que Rolf, la ensartó de un golpe.
-Joderr…dios, me duele. Protestó
Nos quedamos quietos un ratito hasta que de nuevo seguimos lentamente, está vez notaba la polla de Rolf, dentro del culo de Nuria como apretaba contra la mia, que invadia el coño, los huevos se volvieron a todas, y al ritmo de entrada y salida de Rolf me rozaba, de verdad, me produce gran placer esta situación. En ningún momento deje de lamer el coño de Elsa y ellas se besaban, la boca, cuello y tetas. No tardó mucho en que Nuria largase:
-Dios que gusto, me voy a correr..
-Disfruta y goza , correrte como una perrita…venga, descarga.. Fueron mis palabras, mientras empujaba hacia arriba y tiraba de su cadera para hacerla sentir bien llega.
Me volví a por el coño de Elsa, que lo frotaba contra mi cara y boca sin ningún rubor, estaba chorreando, en ese momento pensé que sería magnífico lograr que ambas se corrieran. Estaba inmerso en mi pensamiento y centrado en los jugos del coño de Elsa, cuando Rolf, comienza a correrse mientras empuja en el culo de Nuria.
-Palabras inentiligibles…ahhhh, aggggg, ahhhhh , ahhhhh..ahhhhh.
Mientras Rolf jadeaba comenzó la corrida de Nuria.
-Me corroooo…siiii, siiii, que gusto…siiii, me corrooooooo..aggg, ahhhhh, aggggg, agggg .Gritaba mientras se convulsionaba y tanto ella como Rolf de quedaron quietos. Para mí la segunda corrida puede ser eterna, ya nos habíamos corrido los cuatro mientras jugábamos en el primer polvo, por lo tanto estaba aún sin terminar.
Se salieron Rolf y Nuria, después de un rato, yo deje de comer el coño de Elsa, me incorporé y me fui a por Elsa, la coloque a cuatro patas y le clavé el pollón dentro del coño húmedo de la alemana, comencé el bombeo y agarrando sus tetones me subí practicamente sobre ella para darle más placer buscando su punto G con mi polla.
No tardo en correrse de nuevo, dejé que se tranquilizase y puse en marcha mi plan, quería follarle el culo, Rolf lo había lubricado y pensé que mi polla podría entrar.
Moje dos dedos y se los ensarté, ni se inmutó. A cuatro patas como estaba, empecé a colocar el capullo en la entrada, no entraba ni a tiros, a pesar de empujar, en ese momento se acercó Rolf y separo las nalgas de su mujer para que mi polla empezase a entrar.
Grito mientras entraba mi capullo, paré varias veces, empujaba y paraba, volvía a empujar hasta que logre que entrase y aunque apretadísima pude clavarla y empezar el bombeo. Rápidamente, Rolf se estiro sobre la cama, se metió entre las piernas de Elsa y comenzó a comerle el coño, mientras ella se iba a por su polla, flácida en ese momento.
Estaba bombeando aquel culo tan apretado y cachondo, cuando miré hacia la cortina y pude observar a una pareja que no perdía detalle de nuestra fiesta, miré a él y se sonrío, respondí con otra sonrisa y seguí empujando, no tardamos mucho de nuevo a corrernos, el culo tan apretado me producía un placer enorme.
-Me corroooo, joderrr, me corrooooo, que gustazo clavar esta hembra, me corrooooooo , aggggg, ahhhhh, ahhhhh, ahhhhh. En se momento se entremezclaban los sonidos y jadeos de mi corrida con la corrida de Elsa.
Quedamos exhaustos, al sacar la polla, mire hacia la cortina y allí estaba la pareja observando, les miré y sonrieron, se dieron la mano y se fueron.
Nos dimos una ducha, nos vestimos, fuimos a tomar la última copa y Rolf y yo nos intercambiamos los números de teléfonos y nos despedimos. Ellos, se iban a conocer Sevilla en unas horas, y volverían de nuevo a Madrid el jueves, ya que el domingo se volvían a su país. Quedamos para vernos de nuevo si era posible y llevarles a alguna zona de Madrid menos conocida.