Relato 37-Una noche especial con una cuarentona

Cumplir con una fantasia sexual de la cuarentona, me permitió tener una noche de sexo espectacular. Hacer gozar a dos buenas hembras es maravilloso.

Cada mañana coincidíamos en la misma cafetería y cada uno iba a lo suyo, hasta que un día, al salir al exterior para atender una llamada al móvil, me fijé, que estaba mirando mi paquete, le quedaba a la altura de sus ojos, aunque con un cristal por medio, pude fijarme de reojo, que después de mirar mucho rato, terminó por morderse el labio bajo.

A partir de esa situación, comencé un juego y fui colocándome siempre en el mismo sitio de la cafetería, hasta que me llevo una sorpresa una mañana, cuando ella se coloca de frente para ver el espacio donde me coloco y esa mañana que la acompañaba su marido, este se colocó de espaldas.

Durante el rato que tomé café me coloqué de tal modo que se veía perfectamente mi paquete, es más me puse muy burro al saber que ella miraba. La observaba de reojo y pude ver que movió varias veces las piernas, cerrando y abriendo e incluso, las separo un poco. No enseñó nada, porque llevaba vaqueros.

A partir de ese día, durante tres meses, cada uno fiel a su horario ocupaba el lugar elegido en la cafetería, ella aún estando con mas personas se sentaba en el mismo lugar, de hecho, nada mas entraba la camarera ya le llevaba el café a ese sitio, aunque ella se parase a hablar con alguien.

Terminamos haciendo un juego, los dos sabíamos lo que había, pero ella es casada y muy conocida y sería muy difícil que nada surgiese entre ambos. Menos teniendo en cuenta que no nos saludamos nunca. Cada uno a lo suyo, aun cruzándonos en la calle hubo un hola o adiós, nada de nada, pero ambos sabíamos lo que había, se notaba, los dos sabíamos que el morbo nos invadía.

Supe que tenia junto con su marido varios negocios en la zona, dos hijas y que llevaba casada unos 20 años con un meapilas que siempre va estirado mirando a todo el mundo por encima del hombro.

Por casualidad, tuve un encargo de un empresario importante, vecino de sus negocios y con mucha influencia en la zona por su experiencia y éxito empresarial, además es el presidente de la asociación de empresarios de la comarca, con lo cual, nos veíamos con mucha frecuencia, incluso alguna tarde sobre las 17.00 horas coincidíamos en los mismos sitios de la cafetería para cumplir con nuestro protocolo.

Una de estar tardes fueron descaradas sus miradas y no se cortó un pelo cuando la pille mirando, es más mantuvo la mirada, eso me empalmo al momento. Aquella media hora fue un juego de estrategias para calentarnos mutuamente.

Ella cerraba y abría las piernas sin enseñar nada, lleva pantalón, yo en tres o cuatro ocasiones coloqué el paquete bien, porque mi polla estaba a cien, llevaba unos días sin follar y me puse a cien pensando en esa hembra madura, gordibuena y guapetona de cara, siempre muy cuidada.

No se que me daba más morbo follarme a ella o ponerle una cornamenta al estirado. Bueno, ella tiene sobrepeso, pero esta en esa etapa de deseo de probar cosas nuevas ya que llevando años de matrimonio imagine que hasta el ibérico aburre, seguro que se imaginó retozando conmigo más de una vez desde que coincidíamos en la cafetería.

Por esas fechas estuve asesorando a un cliente en la zona y los vi hablando en más de una ocasión.

Una tarde, sobre las 18.00 recibí un whatsapp de un número que no estaba en mi agenda. Decía lo siguiente:

Disculpa mi atrevimiento, me dieron tu número y llevo días para decirte algo muy importante para mí. ¿Puedo?

Escribí, ¿quién eres?

Eso es lo de menos, jajajaj, no nos conocemos, pero nos vimos muchas veces. Escribió.

Perfecto, dime lo que quieres.

No puedo andar por las ramas, quiero ir al grano y te explico sabes que te miro cada mañana en la cafetería, me encanta tu paquete, parece un bote de espuma de afeitar, me tiene loca esa imagen, ¿te sorprende?

Para nada, me halaga que te guste y por supuesto me encantaría que la gozases. Respondí, rápido supe que la cuarentona estaba loquita por probar mi polla.

No olvides que estoy casada y la discreción es vital. Tengo una fantasía que me vuelve loca desde jovencita.  Me encantaría realizarla si no te importa. Escribió.

Si esta en mis manos, cuenta con ella, puedo saber ¿cuál es? Pregunté.

¿Te importa que mañana te llame y te lo explico por teléfono? Preguntó.

Por supuesto que no. Escribí.

Contestó: OK. Chao.

Chao, hasta mañana. Final del whatsapp.

A las 21,30 de esa tarde recibo su llamada, ya no esperó al siguiente día pensé. Nos presentamos y hablamos un buen rato. Me dijo que esos días estaba sola en casa y que le apetecía cumplir su fantasía.

Le dije: si quieres te llamo a las once de la noche y más tranquilos hablamos.

Dicho y hecho, nos llamamos y tuvimos una buena sesión de sexo telefónico, al terminar me dijo:

-Dios me encanto, me gusta imaginar ese pollón dentro de mi coño y que me des caña.

Mi respuesta: Tranquila mañana lo gozas todo entero, te voy a follar toda la noche si quieres.

Terminamos la conversación y mi cabeza comenzó a barrenar para sacarle el mayor provecho a la ocasión que se me ponía a huevo.

Unos minutos después llamaba a mi buen amigo Jesús, necesitaba que me prestase un vehículo especial para no perder la oportunidad de hacer gozar a la cuarentona.

Dormí, tranquilo y por la mañana del día siguiente pues en marcha la estrategia y además obedecer lo propuesto por esta mujer de nombre Adriana.

Sobre las nueve de la noche y después de cambiar mi coche por el que me prestó mi amigo, muy tranquilamente me dirigí al lugar que ella me indicó.

Cuando llegue aparque en un lugar muy oscuro y me coloque de tal modo que viese el lugar donde ella me dijo que iba a ponerse para hacer realidad su fantasía. No tardó en aparecer un Audi blanco que se colocó muy cerca de lugar que me indicó. Miró un par de veces para asegurarse que no había nadie y se colocó tal como me dijo.

Desde el mirador con todas las luces de la ciudad abajo y con lo agradable que estaba la noche, el tema prometía.

Se colocó mirando a la ciudad, con su melena rizada, su vestido negro apretado dejaba ver sus curvas unas botas de mosquetero y el culazo enorme de esta autentica jaca, que os voy a ir describiendo a lo largo del relato.

Con sigilo me acerque por detrás y sin decir ni palabra, la pase una pañoleta para tapar sus ojos, las otras dos tiras que llevaba, me sirvieron para atar sus manos a la barandilla de madera que protegía de la caída.

No intercambiamos ni palabra, la sujeté por detrás, comencé a acariciarla, besar su cuello, frotar mi paquete por detrás, acariciar bien sus tetones, (talla 120) y a meter mano por debajo de su vestido, ufff, como habíamos quedado no llevaba bragas, me puse como un burro.

Seguí acariciando su coño, cubierto con un pelito de pequeño tamaño y detecté que estaba mojada como una plaza de toros un día de gota fría. Seguí besándola, metiendo dedos en el coño y con mi otra mano, saqué la polla que ya reventaba el pantalón.

Subiendo el vestido, le apoye el capullo en el coño, frotando sus labios exteriores, mientras seguía comiéndole el cuello. Cuando ya estaba supercaliente, metí las dos manos dentro del vestido y saqué los tetones del sosten, puffff enormes, gigantes, duros y con los pezones como dos lanzas, duros y enormes.

Frotando mi polla y con los tetones en mis manos mientras le comía el cuello, ella no dejaba de jadear, solte la teta derecha, bajé la mano buscando el coño y le meto el dedo pulgar, mientras mi mano se posaba sobre todo el clítoris que estaba enorme y empapado. Poco a poco fui acelerando el ritmo de la clavada del dedo, ella abrió las piernas para facilitar más mi acceso al coño, estaba lleno de jugo vaginal. No habíamos intercambiado ni una sola palabra, ese era el trato, sin más comencé a acelerar las envestidas de mi dedo y mano en su coño, hasta parecer un pistón movido por una biela a la velocidad del rayo, no paré seguí escuchando sus jadeos y viendo como se contorsionaba, hasta que aceleró su respiración y comenzó a bramar con un grito grave…

-Aogggg aooooggg, agggg, agggggg, uffff, aggggg.

Se estaba corriendo y soltando un squirt que empapaba mi mano y mojaba el suelo como si estuviese vaciando su vejiga. No paré de follarla con la mano hasta que se tranquilizó un poco.

Seguía atada a la valla y sin poder verme, estaba dándome la espalda, decidí sacarme el pantalón y cuando lo hago, que veo…una pareja follando a 20 metros de donde estábamos, ella apoyada en la vaya y el fallándola por detrás.

Mi polla estaba que reventaba, pero mi cuarentona no se movería del sitio, con una jeta monumental me dirií hacia ellos muy despacio acariciando mi capullo y dejando ver mi tamaño y el empalme, la noche estrellada permitía ver perfectamente la clavada que el chico estaba dándole a la chica.

Hice un gesto al chico con intención de pedir permiso y él, con naturalidad me invitó a acercarme.

Nos chocamos la mano y me dijo:

-Joder que bien te follabas a la tía, se corrió como una perra. Mientras seguía clavando a su novia.

-Bueno vengo a pediros disculpas por interferir, pero no os escuche llegar. Dije.

-Cuando llegamos estabais a cien y nos puso el tema, no desaproveche para follarme a Leti, por cierto, soy Pedro. El seguía empujando, la novia jadeaba, pero no me enseñaba la cara.

Le dije, soy Juan, por cierto, enhorabuena porque tu novia esta buenísima.

-Si que lo está además le encanta follar al aire libre y que nos vean, la pone como una moto. Dijo.

-Pues si eso os pone me pongo aquí mientras mi chica se recupera. Solté.

El se acercó a la oreja de ella y le dijo algo muy bajo, pero intuí que le preguntaba si quería probar. Ella no dijo palabra, pero asintió con la cabeza. Me acerqué mas a Pedro, siguiendo sus indicaciones y muy despacio me dijo:

Quiero que se la metas hasta el fondo y se corra como una loba, está muy salida pero me cuesta hacerla correr, llevamos tiempo deseando esto, era nuestra fantasía.

Fui a por condones al coche y aproveché para pasarle la mano y la polla por el coño a mi cuarentona gordibuena, al oído le dije,

-No abras la boca, me voy a follar a la novia de ese cornudo y después te follo bien duro a ti, me reservo toda la leche para si esta noche.

Le di una cachetada en el culo y volví a bajar su vestido, seguía con las manos atadas y los ojos tapados.

En dos pasos me coloqué detrás de la chica, Pedro se acababa de correr y había dejado el condón lleno, porque le vi la leva colgando cuando se le ponía morcillona. Me hizo un gesto y me coloque detrás de ella, acerque mi polla con el condón puesto y poco a poco fui metiendo el capullo, jo el coño estaba empapado, pero era estrecho, hice fuerza mientras ella se quejaba, pero agarrándola bien por las caderas no tarde en enchufar casi la mitad de mis 23 cmt. de nabo bien duro y lleno de venas que lo hacen potente.

Cuando noté que se acoplaba comencé el bombeo, mientras el novio le comía la boca colocándose delante en cuclillas.

Llegué a meter un buen trozo de polla dentro y siguiendo indicaciones de Pedro le dí fuerte y comencé a bombear.

Al principio se quejaba, a pesar del morreo que le daba Pedro, pero no tardo en gemir, poco a poco jadeaba de placer y su novio, le dijo:

-¿Cariño, te gusta cómo te folla Juan?

Ufff., me encanta, esta enorme me llena el coño…ufff, ahh ahhh, me encanta ufff. Respondió ella.

Agarraba su cadera con la mano izquierda mientras con la derecha acariciaba sus tetitas, perfectas en su medida, duritas y con los pezones inflamados de lo salida que estaba.

Estuve follándola a cuatro patas, aguantaba mis envestidas y pensé que era momento de cambiar de posición. Me salí, le dije:

-Cambiamos de posición, coloca el culito sobre la valla y agarras mi cuello.

-Si, me gusta, quiero correrme bien, ufff, esto a cien.

Pedro observaba como su novia cambia de posición, estaba de frente a mi y mi polla quedaba a la altura de su chochico, sin pensarlo mucho le agarré por sus nalgas y envestí su coño como un toro, ella se quejó, me abrazo por el cuello y pude levantarla sobre mi polla, dándole una clavada monumental.

Mis empujones estaban haciendo efecto porque aparte de morrearnos como locos, estaba acelerando sus movimientos de caderas hasta que dijo:

-Dios Pedro, me voy a correr, ufff, me voy a correr.

-Córrete cariño, disfruta, me encanta como entra y sale ese pollón de tu coñito, ufff, respondió Pedro, mientras masajeaba la polla a un palmo de su novia.

-Ufff, me corro, me corroooo, ahhhhh, agg, ahhh. Se corría en un orgasmo largo e intenso, con convulsiones su cabeza hacia atrás mientras empujaba su pelvis para no perder la dureza de mi polla que llenaba todo su coño.

Cuando se relajo un poco, se fundió en un beso intenso uniendo su lengua a lamia y dándome las gracias cuando se separó.

Salí, para dejarlos juntos y que pudiesen abrazarse y besarse, en ese momento, Pedro me dice,

-Juan dame tu número. Mientras sujetaba su móvil en la mano.

Se lo di y ya imaginé que no seria el ultimo día que me fallaría a su novia. Leti me volvió a besar, me dio las gracias y Pedro me preguntó:

-¿Te importaría que te viésemos follar con tu chica?

-Para nada, me dará morbo que miréis como la clavo.

Me dio la mano y me dirigí a donde estaba mi cuarentona atada y con los ojos tapados.

Sin decir ni una palabra, le di un buen cachete, me cambié el condón y le dije:

-Ponte a punto que te voy a follar bien duro.

Sin más agarre mi polla la acerque al coño, estaba más relajada, pero respondió a las frotaciones que le di sobre el clítoris con mi polla que estaba que reventaba.

Cuando creí conveniente ensarté el capullo en la cuarentona y sin penarlo di un empujón como un caballo cuando taladra a una yegua.

Se quejó y como respuesta le di unos cachetes, cuando miré a mi derecha, vi a Pedro y a Leti mirando como mi polla entraba y salía como un taladro en el coño de mi hembra.

Leti se acercó y me dijo:

¿Te puedo tocar los huevos mientras la follas?

Si claro, me va a encantar. Respondí.

No tarde un segundo en sentir su mano en mis huevos acariciándolos, me ponía a mil. Sabía que no tardaría en correrme por el gustazo que estaba sintiendo y así fue cunado noté a la cuarentona jadear y disfrutar y noté que no tardaría.

Dos minutos después ambos nos corríamos al mismo tiempo confundiendo los jadeos y gemidos de los dos. Menudo corridón me dí, uffff.

Salí del coño de la cuarentona y cuando saqué el condón, Letí vuelve a preguntarme,

-¿Te importa que te limpie toda la lefa de la polla?

-No solo no me importa, sino que me encantará. Y se me ocurrió preguntar a Pedro.

-¿Quieres comerle el coño así como este a este zorrón?

-Para nada. Respondió mientras que ya metía la boca en el coño de la cuarentona.

Su novia me estaba dando una limpieza genial en mi capullo, cuando terminó me dijo:

-Esta era una fantasía de los dos y me alegro de haber coincidido con vosotros, ¿tu mujer no se enfadará?

-No es mi mujer, es una amiga, no tengo novia. Respondí.

-Que bien, Pedro me dijo de quedar más veces contigo, seria perfecto, tengo que confesarte que fue la mejor corrida de mi vida y la primera polla que no es la de Pedro, nunca me toco nadie. Comentó.

-Pues me encantó follarte y que te corrieses bien. Dije, mirando como Pedro de rodillas disfrutaba el coño de la cuarentona.

-Leti, me encantaría que me hicieses una mamada mientras Pedro come el coño, si me empalmo bien le vuelvo a clavar la polla. Dije.

-Me encanta. Respondió, mientras ya se ponía a cuclillas y metía el capullo en su boca.

Tardé un rato en volver a ponerme, como un cuarto de hora, más o menos.

Cuando ya estaba bien empalmado, le dije a Pedro:

-Ábrele el coño que se la voy a meter. Leti, agarra mi polla y métesela.

Fue una pasada la escena. No deje de bombear el coño de la cuarentona, mientras Leti morreaba conmigo y con Pedro una y otra vez. Me ponía a cien.

Unos 20 minutos después volví a correrme, sacando antes dos corridas a la cuarentona, que me pedía por favor que la soltase.

Nos besamos Leti y yo, abrace a Pedro, me dijo:

-¿Te puedo llamar para quedar un sábado?

-Claro me avisas un día antes y listo, contar conmigo. Respondí.

Se despidieron y se fueron caminando hacia una zona oscura donde habían aparcado el coche.

Desate a la cuarentona y sin retirar la venda de los ojos, nos dimos un morreo monumental y me dijo:

-Dios fue mucho mejor de lo que me había imaginado, me corrí cuatro veces y me ponía loca mientras escuchaba los jadeos de la chica y tus empujones.

-Tranquila, son las doce y esto acaba de empezar, me prometiste la noche. Dije.

-Por supuesto, ¿pero donde vamos a ir, a un motel?

-Para nada, sin retirar mirar, te voy a acompañar, sígueme. Dije mientras le tomaba de la mano.

Le ayudé a subir los peldaños y cuando retiré su venda de los ojos, comprobó que estaba en una preciosa y enorme autocaravana.

Tapo su boca como de susto y le dije.

-Aquí vas a gozar toda la noche, ¿te parece bien?

-Me encanta es preciosa…Dijo. Y nos fundimos en un besazo de tornillo y comenzamos una noche espectacular en la que batió su récord de largo, consiguió correrse 19 veces.

Eso os lo contaré en otro relato, porque de verdad follarme a la cuarentona es un placer porque tiene un follar muy suave y se disfruta mucho viéndola correrse una y otra vez.

Somos amantes desde hace un tiempo y por supuesto soy intimo de Leti y Pedro.

Espero que os guste este relato, quiero que sepáis que esto es verídico como la vida misma, no hay nada inventado, es más me deje cosas en el tintero para no hacerlo más largo.